Proxémica: uso y percepción del espacio social y personal

La proxémica es el estudio del uso y percepción del espacio social y personal. 

Se conoce como proxémica la parte de la semiótica (ciencia que estudia el sistema de signos empleado en la comunicación), que está dedicada al estudio de la organización del espacio en la comunicación a través de las relaciones de proximidad, de alejamiento, etc. entre las personas y los objetos durante la interacción, las posturas adoptadas y la existencia o ausencia de contacto físico.

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Además pretende estudiar el significado que se desprende de dichos comportamientos.

EXPLICACIÓN CIENTÍFICA DE LA PROXÉMICA

Es el uso que hacemos de nuestro espacio personal, el espacio que rodea nuestro cuerpo y una competencia que permite a las personas crear un marco de interacción acorde con unas coordenadas espaciotemporales que expresan determinados significados y que, en ocasiones, obedecen a un complejo sistema de restricciones sociales que pueden observarse en relación con el sexo, la edad y la procedencia social y cultural de las personas. A veces, la distribución del espacio está establecida de antemano, por ejemplo, en la sala de un juicio o en una ceremonia religiosa.

Creada en 1968 por el antropólogo estadounidense Edward Hall, examina la manera en que las personas ocupamos el espacio y la distancia que guardamos entre nosotros al comunicarnos. Ésta puede variar según nuestro interlocutor sea una audiencia, un conocido, un amigo o una persona especialmente querida que, como cabe suponer, es la más cercana. El grado de comodidad durante la conversación también es determinante: si nos sentimos violentos, tenderemos a retroceder.

CONSIDERACIONES A TENER EN CUENTA

Su origen está relacionado en la etología y la importancia de la distribución espacial en las interacciones entre animales. En los años sesenta del siglo XX, un grupo de estudiosos de las ciencias sociales, entre ellos el antropólogo Edward T. Hall, aplicaron el modelo que etólogos como Huxley o Lorenz habían diseñado para el mundo animal al estudio de la comunicación en las sociedades humanas. Hall identificó varios tipos de espacios creados por los participantes de una interacción y que varía en función del tipo de encuentro, la relación entre los interlocutores, sus personalidades y otros factores. Diseña un modelo en el que clasifica el espacio personal en cuatro subcategorías:

  1. Espacio íntimo, que va desde el contacto físico hasta aproximadamente 45 cm. Esta distancia podría subdividirse en dos intervalos distintos: entre 0 y 15 cm, se considera zona subíntima o distancia que presupone el contacto físico y que tendría lugar en situaciones comunicativas de máxima intimidad (por ejemplo, durante el mantenimiento de relaciones afectivas); y entre 15 y 45 cm, que se corresponde con una distancia menos íntima pero inserta en un marco de privacidad. Es el más cercano y limitado a personas con las que se tengan algún vínculo íntimo, como un novio o un amante.
  2. Espacio casual-personal, que se extiende desde 45 cm a 120 cm. Es la distancia habitual en las relaciones interpersonales y permite el contacto físico con la otra persona. El que se usa en relaciones cercanas, como entre familiares y amigos.
  3. Espacio social-consultivo, que abarca desde los 120 cm hasta los 364 cm y aparece en situaciones donde se intercambian cuestiones no personales. Es el que usamos para interactuar con las personas en nuestra vida cotidiana. Personas con las que interactuamos con frecuencia, pero no tienen una relación interpersonal con uno. Ejemplo: Área de trabajo, escuela, consultorio, etc.
  4. Espacio público, que va desde esta última hasta el límite de lo visible o lo audible. A esta distancia los participantes tienen que amplificar recursos como la voz para posibilitar la comunicación. Por ejemplo, durante una conferencia. Es el que se suele utilizar en los lugares públicos, donde están presente las personas desconocidas. Generalmente es de 12 pies (3.60m) en adelante.

APLICANDO CONCEPTOS DE PROXÉMICA A NUESTRO DÍA A DÍA

La cultura es la que principal influencia para la proxémica, ya que esta modifica la mentalidad de una persona y puede afectar su escala de valores, de donde determinará lo que es bueno y malo. Ahí entran la actitud que tendrá ante cada relación que tenga con las personas en su entorno.

Por ejemplo:

La distancia que usan las personas para relacionarse entre si cambia notablemente de una región a otra. Más así le dan diferentes connotaciones a un gesto en particular, como la sonrisa, las miradas, los ademanes (movimientos del cuerpo), etc. Si viajamos a Europa, veremos que las personas que viven en el norte guardan mucha distancia en sus relaciones (Suecia, Alemania, Dinamarca, Inglaterra, Holanda y otros) y sus gestos son extremadamente moderados, lo que les otorga la fama de «flemáticos» o «fríos». Mientras que en la parte sur (España, Francia, Italia, Grecia, etc.) las personas guardan menor distancia y usan más los gestos y ademanes en su comunicación cotidiana, como en el caso de los italianos, quienes se comunican mucho haciendo movimientos con las manos.

Es decir, que existe una distancia adecuada para cada situación de acuerdo a unas reglas establecidas por la comunidad que los participantes conocen, o deben aprender, para moverse con éxito en las relaciones interpersonales y evitar conflictos o interpretaciones erróneas. Eso quiere decir que es necesario que los participantes reconozcan y utilicen los diferentes códigos proxémicos utilizados en su cultura para evitar conflictos durante los intercambios comunicativos. Es evidente que existen normas diferentes en cada cultura para el lugar y la distancia que se deben mantener en determinadas situaciones y que transmiten información sobre la relación social entre los participantes.  Todo depende de la personalidad de los participantes, su cultura, grupo social, la situación…

Así, de manera contraria observando el espacio personal de cada uno podemos inferir su cultura, personalidad, situación…, por lo que la proxemia se considera una habilidad interpersonal dentro de la competencia sociocultural y aunque es frecuentemente subestimaada es fundamental en hhss como una capacidad relacional junto con la cinesia o kinesia, con la que está íntimamente relacionada, ya que a medida que disminuye el espacio físico aumenta el contacto físico, la confianza, los gestos de complicidad, etc…

ANA

psicojerez.tl

Disonancias, una visión personal

No tenía todavía muy claro como entender eso de las disonancias a pesar de haberlo leído  un centenar de veces en el libro “Seductor Egoland”, y habérmelo explicado en su momento con mucho detenimiento mi compañera Ana. No acaba de interiorizar  aquello, pero después haberlo sentido este fin de semana en mi propio cuerpo, entendí todo lo que trataron de explicarme con detenimiento una y otra vez, os cuento:

Era sábado y andaba algo liado y centrado en mi trabajo. A eso del medio día recibo un whatsApp. Era M, una mujer que en su momento la conocí siendo clienta mía. Una mujer preciosa, alta y algo mayor que yo. M es una de esas personas de las que su compañía nunca está de más. M  había hecho sus pinitos como modelo en famosas empresas textiles y negocios fotográficos, ¡un bombón de mujer vaya!.

“Anímate y vente este finde a casa,  terrazas, coffee y un poco de sol que nos hace falta a los dos”. Sinceramente me apetecía desconectar, pero mis obligaciones y compromisos no me lo permitían. Opté por no contestar de momento a nada.

ligar con un desconocido en una cafeteria

Llegó el domingo y aún no se había presentado el último compromiso que tenía programado. Más tarde me llamaron para cancelar la cita que tenia pendiente con el cliente que esperaba. Ya con la cita cancelada, y aun de mal humor, pues no hay algo que me moleste más,  que planear cosas para cuadrar con todo, y luego te den plantón. Teniendo en cuenta que anteriormente había tenido que cancelar otros planes, para organizarme con todo lo que conlleva estos trabajos. Pero a pesar de todo ello, no podía quitarme de la cabeza la cita de M. Me apetecía ir y dar una sorpresa. Además, así aprovechaba y desconectaba un poco, ya que con M las risas eran aseguradas. Junto a la comodidad que me genera estar de invitado en su casa.

Pero había un pero en todo esto. A los dos nos separan unos doscientos kilómetros. Era domingo y después de todos estos días de trabajo acumulado, lo que mas apetecía era estar en plan relax total en casa. Además la pereza de viajar incrementaba cada hora.

Pero las ganas de dar la sorpresa a M  no dejaban de rondar por mi cabeza.  En unos de mis arrebatos, me armo de valor y empiezo a prepararme para ir a visitarla. Trataba de centrarme en la visita, y no pensar en nada más que en estar de relax con ella.

Pero aun así, sentía que era consciente de que había un diálogo interior mientras me preparaba y viajaba hacia la ciudad de M. Ya que no todos los domingos me dispongo a viajar doscientos kilómetros en el ultimo momento y a esas horas anocheciendo.

¿Dónde vas ha estas horas?..¿Eres consciente del peligro que conlleva la carretera ahora?…¿Notas la incertidumbre que te genera estar en esta ciudad no conocida?…¿Qué necesidad tienes tu?…Con lo bien que podrías estar en casa, calentito con tu estufa mientras ves tu serie favorita.

Pero a la vez me imaginaba riendo y pasándolo bien con M y eso hacía que lo sintiera compensatorio todo.

Como he dicho antes, no trataba de hacer caso omiso a ese diálogo, solo me centraba únicamente, en ir a mi destino, la de ciudad de M y dar una sorpresa. Cuando llegué y sorprendí, era tal como esperaba. Ella trataba de hacerme sentir muy cómodo en todo momento como si estuviera en mi propia casa. Pero aún así, no dejaba de sentir un estrés en mi cuerpo. Ya en la cena era tal la inquietud que sentía, que tuve que entrar al baño por un momento para echarme algo de agua en la cara y tratar de relajarme. Traté de relajarme, de controlar, y analizar  la situación. Fue ahí cuando me dí cuenta de la batalla que tenía en mi interior. ¿Qué haces a estas horas tan lejos de casa?…¿qué pasa con P esa chica con la que tanto momentos has vivido y tanto has viajado?….¿no te sientes mal estando con varias chicas?.

 Descubrí que  todo era producto de lo que tanto me explicaron, mis “disonancias”.

 “No eres mala persona, pero no está bien lo que estas haciendo”.

Efectivamente no estaba haciendo nada malo, pero aun así, me sentía mal por eso trataba boicotearme con todas esas preguntas. Cuando me autoanalicé en aquel baño, sabía que no hacia nada malo, pues no tenía ningún compromiso con ninguna de las dos chicas con las que me veo últimamente, pero aún así, no dejaba de sentirme mal y tener una batalla mental.

Así que yo mismo trate de narrarme lo que estaba ocurriendo para cambiar las disonancias en mí.

“Selu, ¿Donde está el problema?… ¿Has mentido a alguna de las dos?… ¿Has prometido algo que no vayas a cumplir?… Aun así, ¿Quién ha propuesto quedar?… Ella, ¿Entonces?. ¿Que estás haciendo malo en todo esto, si desde primer momentos has sincero con ella?

Cuando salí del baño gracias a aquella reflexión, pude relajarme y disfrutar de esa maravillosa compañía, y de las conversaciones que nos reparaba esa noche. Creo que cuando existen una disonancias la mejor vía para solucionar conflictos internos, es el autoanálisis de la situación y reflexionar sobre lo que estamos sintiendo. Narrar la situación contigo mismo, no solo captaras las disonancias, a veces inclusos creencias limitadoras que nos impiden actuar, descubriendo por que nos ocurren ciertos bloqueos.

Ya que nadie sabe nuestras propia historia, mas que nosotros mismo. Pues somos nosotros, los que a través del  autoanálisis y reflexión encontraremos nuestras propias respuestas.

SELU

Libertad: Transformarnos desde los hábitos (IV) Ejemplos y resumen

Este es el último de los 4 artículos sobre la transformación desde nuestros hábitos. Con ejemplos y resumen, aquí tienes la serie completa.

 

       

Crear un nuevo hábito

Ahora veamos como crear un nuevo hábito, primero vamos a decidir qué hábito queremos adoptar, ya que, depende del nivel de exigencia de este mismo, nos resultará más fácil o menos fácil habituarnos. Imaginemos que queremos adoptar el hábito de tomarnos dos vasos de agua antes de irnos a dormir, en ese caso es muy fácil, nos marcamos un detonante y una recompensa, luego introducimos la rutina necesaria:

HÁBITO – ESTRUCTURA CORRECTA

Detonante: Tener sueño y ganas de irse a dormir.
Rutina: Beberse dos vasos de agua.
Recompensa: Irse a dormir.

Como veréis, la exigencia de este hábito es baja, por lo tanto adaptarnos a algo así sería relativamente sencillo, ahora imaginemos que queremos adoptar el hábito de hacer dos mil millones de abdominales a la mañana, un hábito que nos exige un poquito más que el anterior, por tanto será más complicado, veamos como quedaría si lo hiciéramos como el anterior ejemplo.

HÁBITO – ESTRUCTURA INCORRECTA

Detonante: Despertarse y lavarse los dientes.
Rutina: Hacer dos mil millones de abdominales.
Recompensa: Desayunar.

Un poco absurdo, ¿no? Pues bien, con los hábitos que requieran un nivel de exigencia mayor vamos a tener que dividirlos a lo largo de los días, de manera que los hagamos de manera progresiva, por ejemplo, la rutina del día uno sería hacer 50 abdominales, 75 el dia dos, 100 el día tres (por poner algun numero, no soy ningún experto en abdominales).
De esa manera, llegaríamos al hábito que nos habíamos propuesto yo habituados a hacer un gran número de abdominales.

Este punto es muy importante chicos, por eso hay tanta gente que se propone dejar completamente de fumar un dia para otro y terminan recayendo en el hábito, porque el nivel de exigencia de dejarlo así de repente es muy grande. Sería mucho más fácil si nos planteasemos una rutina progresiva y diaria donde cada día fumemos menos, hasta que no fumemos más.

La recompensa también aumenta en las actividades de mayor exigencia, si un dia fumamos menos la recompensa no debería ser simplemente la satisfacción de haberlo hecho, si no algo que nos atraiga más (una buena comida, un masaje, relajarnos en casa, lo que sea) de manera que cuando se dispare el detonante ya estaremos disfrutando de la futura recompensa y la rutina ni la notaremos.
Es recomendable que la recompensa vaya variando para no salir de un hábito y caer en otro. (dejar de fumar pero empezar a comer mucho).

La cantidad de días necesarios para habituarnos completamente variará en relación al nivel de exigencia del hábito, aunque el doctor Maxwell Maltz  afirma que en 21 días se puede interiorizar el 80% de un hábito sin problemas, asi que ya sabeis chicos…
¡21 días para ser más molones!

Resumen General de la serie de los hábitos

A) Las cadenas son todas las influencias que obtenemos por parte de distintas fuentes de educación, son la educación directa, la educación indirecta y el entorno.

B) El camino que recorre nuestro aprendizaje desde las cadenas hasta nuestra conducta y hábitos nos condiciona y limita.

C) El camino inverso, desde los hábitos hasta la actitud, nos permite crearnos nuestras propias limitaciones.

D) Para cambiar nuestra actitud, tenemos que cambiar los hábitos nocivos o crear otros nuevos, para eso necesitamos saber el detonante, la rutina y la recompensa.

E) Para transformar un hábito, reemplazamos la recompensa y la rutina, para crear un hábito primero miramos cuánto nos exige, si es poco hacemos el ciclo sin más, si nos exige mucho lo dividimos a lo largo de los días, aumentado la exigencia de la rutina cada día hasta llegar al hábito propuesto.

F) Nos exija mucho o poco, lo creemos o lo transformemos el hábito tiene que hacerse cada día hasta un mínimo de 21 días para empezar a asimilarlo.

Chicos y chicas, perdonadme si me ha quedado algo complicado, pero os voy a pedir un favor, no os toméis esta serie de artículos como unos más de los de Yago, esta es una herramienta que nos permitirá cambiar una cantidad de cosas inimaginables en nuestra vida, tenedla en cuenta.
Y si teneis dudas al respecto ponedla en los comentarios o agregadme a mi cuenta de facebook “Yago Egolandseduccion” y podré responderos por ahí.

¡Un abrazo colectivo!

Libertad: Transformarnos desde los hábitos (III)

Repasamos: Las cadenas (Ed. Directa, Ed. Indirecta y Entorno) influyen de una manera tremenda en nuestra actitud, llegando a estar esta muy condicionada por estos tres aspectos. (lee los anteriores artículos aquí)

           

Los Hábitos

Como he dicho antes, los hábitos son una serie de actos que, en base a la repetición, los adquirimos como parte de nuestras conductas. Son la clave para conseguir la transformación de las cadenas y la libertad, siempre que sepamos cómo trabajar sobre ellos.

Si bien hábitos puede haber muchos distintos todos tienen una estructura común, es la siguiente:

Detonante: El estímulo que produce el inicio del hábito, puede ser una acción, una emoción, una palabra, un sonido, etc. En los hábitos automáticos el detonante suele ser un estímulo del cual no somos conscientes. Sin embargo, para crear nuestro propio hábito podemos introducir el detonante que deseemos.

Rutina: La acción de hábito, es decir, lo que hacemos o dejamos de hacer cuando este se produce. Este es, obviamente, el paso más difícil de cambiar o de adoptar a la hora de crear un nuevo hábito.

Recompensa: El premio que recibimos para completar la rueda del hábito, puede ser una sensación, como sentirnos satisfechos de salir a correr, una acción, como irnos a dormir, puede ser consumir algo, como una buena comida, etc.

Vamos a verlo, ejemplificado:

– Situación: Estamos en casa jugando al WoW, cuando nos damos cuenta de que llevamos todo el mes igual, decidimos pegar un cambio y salir a hablar con mujeres a la plaza más cercana, pero cuando llegamos y vemos a una mujer despampanante, no se nos ocurre otra cosa que ponernos nerviosos y no hacer nada.

Detonante: Pensar en ir a hablar con una mujer atractiva. Nervios.
Rutina: Escapar de esos nervios y ansiedad no acercándonos a la mujer.
Recompensa: Salir del estado de nerviosismo.

Muchísima gente (yo me incluyo) ha repetido esta estructura en algún momento a lo largo de su vida. Si bien es necesaria, para no sentirnos ansiosos todo el dia, no nos va a ayudar a cumplir nuestro objetivo, que es hablar con la mujer despampanante. Y cuanto más repitamos esta estructura (ponernos nerviosos y no acercarnos), más reforzaremos el hábito, y más difícil se nos hará acercarnos a la próxima chica. (eso no implica que sea imposible)

Así que, para cumplir nuestro objetivo vamos a tener que transformar ese hábito o crear uno nuevo.

Transformar o crear un nuevo hábito.

Como hemos visto, transformar o crear hábitos es el primer paso para cambiar nuestra actitud, pero en la escuela no nos enseñaron a hacerlo, así que ¿como nos lo montamos?
Veamos.

Para cambiar un hábito o crear uno nuevo es necesario saber cuál es el detonante y la recompensa, a partir de ahí deduciremos la rutina. Para encontrar el detonante de un hábito veamos las siguientes preguntas:

¿Qué hora es? ¿Dónde estás? ¿Qué tienes cerca? ¿Qué acabas de hacer? o ¿Qué tienes que hacer? ¿Qué estás sintiendo? o ¿Como te sientes?

La respuesta a una de estas cinco preguntas será el detonante, en base a la situación que experimentemos será una u otra.
Una vez tenemos el detonante vamos a buscar la recompensa, para eso basta una simple pregunta:

¿Qué crees que necesitas para satisfacer el hábito?

Vamos a verlo con el ejemplo anterior, si quiero ir a hablar con unas mujeres y se que mi hábito es huir de ello me pregunto “¿Qué tienes que hacer?” y/o “¿Qué estás sintiendo?”, la respuesta será el detonante.

Detonante: Ir a hablar una mujer desconocida por la calle. Nervios, ansiedad.

Puesto que un estado de nerviosismo y ansiedad no es sano para el cuerpo humano la recompensa se deduce fácilmente al preguntarnos qué necesitamos para satisfacer el hábito.

Recompensa: Salir del estado de nerviosismo y ansiedad.

La rutina será el medio por el cual, a partir del detonante, nos ayuda a obtener la recompensa, en este caso concreto la rutina que conlleva menos esfuerzo es decidir no acercarnos, y así resolver los nervios que nos provocaban hacerlo.

Rutina: No acercarnos a hablar.

Y así ya tenemos completo el hábito, ahora que lo comprendemos pasemos a cambiarlo.
Transformar un hábito que ya cometemos

El primer paso que tenemos que hacer es observar la recompensa, salir del estado de nerviosismo y ansiedad en este caso, e intentar reemplazarla por otra recompensa que pueda satisfacer al hábito, por ejemplo:

Recompensa: Tranquilidad, sentirnos orgullosos de nosotros mismos.

Esta recompensa es aplicable a la situación de acercarnos a la chica y cerrará el círculo, ya que si nos sentimos tranquilos y orgullosos dejamos de lado la ansiedad y nervios anteriores.

NUEVAS RUTINAS

A continuación tendremos que buscar una nueva rutina que se adapte a la nueva recompensa y que parta del mismo detonante.

Rutina: Hablar con la chica, preguntándole una calle.

Es algo simple, que podemos hacer y nos ayudará a reforzar el hábito de hablar con desconocidos, al final quedará algo asi:

Detonante: Ir a hablar una mujer desconocida por la calle. Nervios, ansiedad.
Rutina: Hablar con la chica, preguntándole una calle.
Recompensa: Tranquilidad, sentirnos orgullosos de nosotros mismos.

¡Y ahí tenemos nuestro hábito transformado! ¡Ahora a darle caña cada día para realmente habituarnos!

En el próximo post, SEGUIMOS PROFUNDIZANDO EN CÓMO CREAR NUEVOS HÁBITOS

Libertad: Transformarnos desde los hábitos (II)

Nos arrepentimos, nos frustramos, nos decimos que nunca volverá a pasar, decidimos cambiar,  y al final volvemos a encerrarnos en el mismo círculo. ¿por qué repetimos una y otra vez el mismo proceso?

 

Liberación

Todos nacemos libres, pero en el camino nos vamos encadenando poco a poco, nuestra estructura moral y psicológica se va formando con nuestro crecimiento y nos va condicionando.

Si miráis a cualquier niño pequeño veréis que su estructura moral es muy distinta a la vuestra, no tiene miedo de expresarse como quiere ya que, entre otras cosas, a esa edad sus acciones están mucho más aceptadas socialmente, pero a medida de que vamos creciendo esa aceptación social va cambiando y se espera que cumplamos ciertos cánones de educación, responsabilidad, decencia, etc.

Es decir, nos vamos encadenando. Una vez estamos encadenados, estamos jodidos.
Muchas veces no podremos expresar lo que sentimos, no podremos actuar como queremos, no podremos ni cumplir las metas que deseamos, ¿por qué? Porque estamos limitados.

Las Cadenas

“Las cadenas” son los factores que han condicionado nuestra conducta a lo largo de nuestra vida,  comprenden mayormente toda la influencia que hemos sufrido por parte de la educación y del entorno.

Yo las divido en tres partes:

1Educación Directa: Es el aprendizaje y la evolución producida por medio de influencias directas y referentes importantes para nosotros. (Padres, hermanos, amigos muy cercanos, mentores, personas que admiramos…) Suele ser la más determinante y la que más impacta en nosotros.


2Educación Indirecta: Parecido al anterior, es el aprendizaje y la evolución producida por medio de influencias con menos importancia para nosotros que las directas. (Música, televisión, cine, libros, revistas, la consciencia colectiva…)


3Entorno: Una vez más, es el aprendizaje y la evolución producida por medio de las influencias que conforman nuestro LUGAR y MOMENTO de nacimiento, y todo lo que eso conlleva. (Ideología Religiosa, Ideología política, clima, cultura, historia, influencias regionales…)

Durante toda vuestra vida habéis estado actuando influenciados por estos tres aspectos. Aspectos que, muchas veces, os impiden expresaros como queréis, aspectos que hacen que sufráis, que os arrepintais y que no os dejan fluir con lo que sentís. Ahora bien, debéis saber que no podemos vivir sin cadenas, siempre van a existir factores condicionantes para nuestra manera de ver el mundo y como actuamos sobre el. Así que si queremos sentirnos más libres lo que tenemos que hacer es transformar nuestras cadenas por defecto a otras que me beneficien más en mi entorno y vida, es decir, elegir YO las cadenas que poseo. Veamos cómo podemos hacerlo:

¿Cómo funcionan las cadenas?

Como ya hemos visto, las cadenas son el resultado de la mayor parte de la educación que hemos recibido a lo largo de nuestra vida, y nos condiciona durante toda esta misma. Ahora bien, ¿por qué nos afectan tanto las cadenas? Porque construyen nuestra actitud.

Como ya sabéis, la actitud es la forma de actuar de una persona, el comportamiento que adoptamos para enfrentarnos a todas las circunstancias que nos rodean, y la educación que recibamos influirá enormemente en este aspecto. Por ejemplo, nacer en África o en Móstoles (Entorno) o que nuestros padres, cada vez que hablamos con los niños vecinos, nos digan que son mala gente (Educación Directa).

¿No creeis que este tipo de cosas influirá mucho en nuestra manera de actuar y de relacionarnos con la gente? Pues yo estoy convencido de que sí.

Una vez entendemos que nuestras cadenas conforman, en mayor o en menor medida, nuestra actitud hay que pasar al siguiente paso, a las conductas concretas que nos impiden actuar de la manera que deseamos.

Nuestra actitud genera unas conductas y esas conductas, a lo largo del tiempo y de reincidir en ellas, generan hábitos (práctica adquirida por la repetición de un acto).  Así que si, chicos, somos un cúmulo enorme de hábitos y de conductas limitantes que repetimos una y otra vez sin darnos cuenta.

Por supuesto, no todas nuestras conductas van a ser erróneas para relacionarnos con nuestro entorno, vamos a ver, nuestros padres no nos educaron tan mal, así que el primer paso para liberarnos sería detectar esos hábitos nocivos para nuestros objetivos. Una vez detectado ya podemos a proceder a cambiar ese hábito nocivo y transformarlo en uno más apto para el objetivo que busquemos conseguir.

Esquema que enseña la influencia de nuestras cadenas y cómo transformarlas.

Repasando hasta ahora

Las cadenas (Ed. Directa, Ed. Indirecta y Entorno) influyen de una manera tremenda en nuestra actitud, llegando a estar esta muy condicionada por estos tres aspectos.

Una actitud generará, con el tiempo, conductas concretas ante estímulos similares. (Si tenemos una actitud introvertida seremos más propensos a exhibir una conducta tímida ante grupos sociales)

Las conductas concretas generan hábitos que pueden ser positivos o negativos, estos hábitos pueden ser transformados a otros más efectivos. (Si solemos tener conductas tímidas y no participamos en las conversaciones con gente nueva nos habituaremos, haciendo mucho más difícil romper ese hábito en un futuro)

Cuanto más repetimos un hábito, más lo reforzamos e interiorizamos. Y por lo tanto, potenciaremos más las conductas concretas que los forman. (Cuanto menos nos comuniquemos y sociabilizemos, más se reforzará nuestra conducta tímida)

Transformar los hábitos negativos o crear nuevos hábitos nos permitirá asumir nuevas conductas, y por lo tanto, poco a poco ir transformando nuestra actitud hacia lo que queremos conseguir.  Es decir, deberíamos hacer el camino inverso, desde nuestros hábitos hacia nuestras cadenas, para conseguir un cambio en profundidad.

Ejemplo:

Hacemos un curso en egolandseducción y eso nos introduce el hábito de salir a conocer mujeres a la calle cuando queramos, repetir este hábito va a generar una serie de conductas concretas (nos volveremos más ingeniosos, divertidos, observadores y experimentados al respecto), esa serie de conductas, cuando se van acumulando en un gran número, terminan incidiendo de gran manera sobre nuestra actitud, ayudándonos a transformarla y por tanto, crear nuestras propias cadenas.

El mundo de los complejos femeninos

Todos tenemos alguna parte de nuestro cuerpo de la que no nos sentimos especialmente orgullosos. A veces incluso la escondemos.

Una vez aclarado que la sombra de los complejos nos acecha por igual a todos independientemente de nuestro sexo, en el caso de las mujeres, éste fenómeno se hace más crudo y virulento por la cultura y la tradición sobre el cultivo de la estética. Aunque hombres y mujeres somos víctimas de la presión mediática, ellas llevan más años de ventaja. Todos los días tienen que escuchar en la televisión que hay que parecer más joven, ser perfecta, y gustarse más a sí misma. Así pues, ante la imperfección solo cabe el consumo o la aceptación. Esta segunda opción, que queda muy bien decirlo, no es tan fácil de hacer. Todos luchamos entre aceptarnos y superarnos en una batalla que a veces se lleva con cordialidad y deportividad y a veces no.

Yo soy un chico, y quisiera escribir desde mi perspectiva:

¿Quienes conviven con ellas? Los chicos. Así que debemos resolver algunas situaciones polémicas respecto a sus complejos malintencionadamente planteadas.Estoy seguro de que os sonará esta frase vertebrada en la siguiente fórmula.Fórmula:

Ella: – Luis, creo que voy a operarme la nariz, la tengo muy grande.

Nuestra amiga, amante, novia o pretendiente ha soltado esa frase. En primer lugar, ¿para qué nos la ha pronunciado en voz alta en nuestra presencia? Efectívamente, para examinar nuestro grado de compromiso, nuestros verdaderos gustos, nuestra demostración real de cualificación y para que alguien le solucione un miedo. LA INSEGURIDAD de su nariz grande:

Nosotros estábamos tan tranquilos con nuestra mano en su cintura, planeando una maravillosa noche de sexo con ella y ahora nos encontramos con semejante bomba de relojería, con esta patata caliente de magnitudes tsun·micas…No hace falta que explique que la nariz podría sustituirse por otros elementos, quedando la fórmula de la siguiente manera:

Ella- Luis, creo que voy a OPERARME (liposuccionarme, retocarme, ir al gimnasio, etc) LA NARIZ, (el pecho, el culo, las orejas, etc) porque la tengo MUY GRANDE, (muy pequeña, muy gorda, etc)

OPCIONES DE ACCIÓN ANTE LOS COMPLEJOS FEMENINOS

 

1  Le damos la razón:

-SÌ, Laura. Opérate la nariz porque efectivamente la tienes muy grande.Nos quedamos sin plan de sexo para esa noche y seguramente para las siguientes.

2  No le damos la razón:

-Qué? la nariz grande? Qué dices? Tienes una nariz preciosa.

Ella sabe perfectamente que la tiene grande y ahora tú  has perdido su confianza por mentiroso y por actuar como lo hacen sus padres.Tras muchos años con manos en la cintura planeando noches de sexo, vuestro amigo Egoh os va a proponer la siguiente respuesta:

OPCIóN CORRECTA:

-Yo no sé si tienes la nariz grande o pequeña. Lo que sí sé es lo que me pones así. Y no sé si me pondrÌas igual cambiando te algo tan tuyo como tu nariz.

De esta forma, le volvemos a pasar la patata caliente de sus complejos, nos quitamos la responsabilidad de habernos decantado por cualquier decisiÛn incorrecta, ella se queda tranquila con la nota que hemos sacado en el examen y, como en todas mis enseÒanzas, utilizamos lo que nos dan como herramienta para puntuar positivamente.

Siempre vuestro, EGOH

Lo imposible: Resiliencia y motivación para sobrevivir

Algunas películas nos permiten disponer de ejemplos inmejorables de ciertas variables psicológicas, en el caso de “Lo imposible”,  el film nos proporciona un material buenísimo para hablar de la capacidad que tenemos los seres humanos para sobreponernos, incluso en las circunstancias más difíciles, extremas incluso.

Es verdad que esto en los animales y plantas también existe, los seres vivos estamos programados para sobrevivir. En realidad, aunque pensamos que por disponer de la inteligencia estamos en  un escalón superior y ello haya hecho que en épocas pasadas nos hayamos flipado como especie (el hombre como centro del universo), la realidad es otra: el cerebro no está programado para responder a las grandes preguntas si no para procurarnos la supervivencia: qué como, qué bebo, cómo me caliento, cómo tengo sexo… o lo que en nuestra época nos proporciona todo eso, dinero, trabajo, recursos, contactos. Es decir, cómo me las consigo apañar.

 

Por eso este no será un artículo de crítica cinematográfica si no desde el punto de vista de la Psicología Heterosocial. Eso sí, en mi opinión se trata de una buena película que como punto más fuerte tendría el que consigue lo que desde el principio te deja claro: te quiere meter en la historia lo máximo posible (lo consigue) y como punto débil el que quizás abuse de la parte lacrimógena. A quien sea de lágrima fácil que lleve pañuelos (o aún mejor, un hombro cariñoso donde cobijarse). No quiero desvelar tramas o finales, de entrada sólo comentaré que la historia trata de una familia occidental de padre, madre y tres hijos que en 2004 viajan a Thailandia, pillándoles el tsunami. Por un lado quedan la madre y el hijo mayor (quienes de verdad sostienen la historia) y por otro el padre y los dos hijos pequeños. Varios puntos me parecen claves:

RESILIENCIA O CAPACIDAD PARA SOBREPONERSE

En realidad creo que esta es una película sobre la resiliencia. La peli nos ofrece múltiples ejemplos de dolor físico y de dolor emocional. En el primero tendríamos las propias heridas provocadas por el desastre y en el segundo el quizás más terrible de no saber si los seres queridos están vivos o muertos, solos o acompañados, quizás agonizantes o atrapados. ¿Cómo se consigue superar? En la historia los protagonistas lo consiguen por los destellos de esperanza, por los pequeños momentos de tranquilidad o descanso. Todo ello combinado con la desolación de un lugar arrasado y de muchas personas alrededor heridas, muertas o en shock.

SOLIDARIDAD

En las grandes tragedias se extreman tanto los comportamientos miserables como los de ayuda al otro, aquí nos centraremos en lo segundo. Aparte de las historias que todos conocemos, en la Alemania nazi hubieron familias que escondieron a personas desconocidas que eran perseguidas, poniendo su propia vida en juego. En Lo imposible queda plasmada la solidaridad de varios de los personajes, ayudando aunque nada les obligue a ello. En una de las primeras escenas, cuando la madre y el hijo mayor por fin se ponen a salvo, ella, malherida, oye el llanto de un niño. El primer impulso de su hijo es el obligar a ambos a quedarse a salvo, a lo que ella se niega. Este hecho tendrá consecuencias posteriores positivas.

BÚSQUEDA DE SENTIDO

Aunque no se explicita, es decir, no se hace hincapié en ello, está presente el hilo de dotar de sentido a todo lo que le está pasando a los protagonistas, en este caso el reunir de nuevo a la familia, el de superar los obstáculos con la lejana esperanza de encontrar al resto. Recuerda al más que recomendable libro “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl, donde además se cita a menudo la frase de Nietzsche “Quien tenga un porqué para vivir podrá superar casi cualquier cómo”.

 

En definitiva, vale la pena verla y pensar en lo que nos cuenta, el debate posterior está asegurado. ¿Lo extendemos aquí abajo? No es una crítica de cine, si no de los mensajes…

¿Qué os ha parecido la historia que nos cuenta? Mientras, recibe un positivo abrazo.

15 ideas para aumentar tu motivación según Vincent Lombardi

Amig@s lector@s de Egolandseducción, en este artículo vamos a sumergirnos en las enseñanzas de Vincent Lombardi. Quizás el nombre no os suene, y si os pasó como a mi, me recordaba vagamente a algún galán del cine italiano de los 60. Nada más lejos de la realidad, Lombardi fue unos de los primeros coach (y además con mucho éxito) de Estados Unidos, centró su labor en la dirección de equipos de fútbol americano donde consiguió las dos primeras Super Bowl con un equipo de calidad media. Después trasladó sus enseñanzas al campo de liderazgo y de la motivación, intentando responder a la pregunta ancestral de: «¿que hago para aumentar mi motivación?«

“La victoria no lo es todo, pero querer ganar sí lo es.»

Vincent Lombardi.

Kike nos propuso a los colaboradores de Egoland el poder escribir sobre las enseñanzas de Lombardi, y tras leerle algunas cosas, me sorprendió la claridad de sus planteamientos y también su sensatez, así que “me lo pedí”. Sin duda se trataba de un excelente motivador y podemos aprender muchas cosas de sus textos. Voy a tratar de resumir algunas de sus ideas en esta serie:

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CLAVES DE LA MOTIVACIÓN DE LOMBARDI

1 | El tema de bajar los brazos o darse por vencido

Lombardi decía que la diferencia entre una persona exitosa y los demás no es la falta de fuerza, ni de conocimientos, sino más bien de voluntad y agregaba: “El trabajo más duro, es el de no rendirse”.

Esta es una idea que volverá a aparecer en los siguientes puntos clave, y que personalmente me parece fundamental. ¿Recuerdas cómo fue el proceso de aprender a ir en bici? Una caída, dos, tres, cien… pero persististe. ¿Y cómo está siendo tu proceso de desarrollo personal? (te lo presupongo, amig@ al otro lado de la pantalla si me lees a través de nuestro espacio egolandiano que te estás dedicando a ello: tres cuartos de lo mismo, no te des por vencido o por vencida pronto).

Miedo a la derrota, experiencias pasadas negativas… Si queremos aumentar nuestra motivación nos preguntaremos;¿Cómo manejamos todo esto?

Tratando de individualizar los errores y encontrando las causas con la mayor claridad posible. Ello recuerda también al importante concepto de la resiliencia (ver artículo), que en otros artículos pasados ya hemos tratado.

2 | El derecho a triunfar

Una vez tu renuncias una primera vez, se te hará un hábito”. La realidad es que todos tenemos derecho
a triunfar en la medida que estamos dispuestos a pagar el precio que el triunfo requiere, es decir en la medida que estamos dirigidos al esfuerzo, a la dedicación, al sacrificio para llegar a la meta buscada.

Hay una frase que dice que “El éxito no es un derecho, es una obligación”. ¡Trampa! El éxito es una posibilidad real y una elección, pero no debe ejercernos una presión malsana. Este pensamiento es mío, pero creo que el bueno de Vincent estaría de acuerdo. Si realmente deseamos tener todo el éxito que deseemos en un área determinada, habremos de aplicar buenas dosis de coraje y determinación.

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3 | La actitud para aumentar tu motivación

La derrota puede ser un escalón o un obstáculo en el camino de tu vida, según sea tu actitud positiva o negativa, esto es lo que le confiere al tema de la actitud tanta importancia especialmente entre la gente que trata con otros, sean estos usuarios, clientes, colegas…

Decía Lombardi en relación con este punto: “Muéstreme a una persona que “sabe” perder, y yo le mostraré que el gran perdedor es Ud.”.

Actitud positiva es aceptar que la frustración puede ser un excelente motor para liberar energía, sin olvidar por supuesto, que a veces la frustración puede ser paralizante y nos obliga a acudir a la ayuda de otros. La Psicología Positiva, por ejemplo, trata como igual de importantes a las emociones negativas como a las positivas; estimula las positivas, claro, pero respeta la función de las negativas. Estar triste, enfadado, melancólico… está claro que no mola, pero tiene su utilidad en nuestra vida y nos enseña lecciones importantes. Comunicación emocional, amig@s de Egoland Seducción, que como bien sabéis es algo que nos parece vital desde esta casa.

La actitud nace de nuestra fuerza interna, de nuestro coraje, de nuestras obligaciones familiares y vitales, de la confianza en nosotros mismos, a veces de nuestro dolor, nunca de la simulación o impostación, nadie puede desempeñarse de una manera diferente a la forma en que se ve a sí mismo, de ahí la importancia de vernos con sinceridad, pero con un importante e imbatible optimismo: un optimismo realista es lo que necesitamos para aumentar nuestra confianza. Si estoy muy delgado puedo aspirar a tener músculos definidos, si soy blanco no puedo aspirar a ser negro (aunque Michael Jackson lo consiguiera a la inversa…)

4 | El camino para lograr el éxito

También elegimos pagar el precio que demanda el camino de alcanzar el éxito. Sería ingenuo pensar que la elección que tomemos no afectará a partes importantes de nuestras vidas, que no demandará esfuerzo, tiempo, sacrificios. Decíamos que el éxito es una elección, recordemos lo de más arriba.

Ganar no sólo es un pensamiento, sino es todo en lo que hay que pensar. Usted no gana de vez en cuando; usted no hace las cosas correctas de vez en cuando; usted las tiene que hacer bien constantemente. Y esto, le creará un hábito que lo llevará a la victoria. El espíritu, la voluntad de ganar, y alcanzar la excelencia, son las cosas que perduran. Estas cualidades son mucho más importantes que los sucesos que ocurren.” Chapó, Vincent.

5 | El tema de los ganadores y los perdedores

Estas frases lombardianas me han parecido tan geniales que os dejo con ellas, como decían en Euronews, “No comment”. Disfrutadlas sin intermediarios:

 + Cuando un ganador comete un error, dice: «Yo me equivoqué», y aprende del error.

  Cuando un perdedor comete un error, dice: «No fue mi culpa».

 + Un ganador se compromete y actúa en consecuencia, su palabra tiene valor, para él y ese valor es reconocido por los demás.

  Un perdedor hace promesas pero no actúa para lograr concretarlas y saca disculpas para no hacerlo, excusas que los demás perciben como lo que son, excusas.

 + Un ganador escucha, comprende y responde proactivamente generando soluciones para que las cosas se hagan.

  Un perdedor sólo espera hasta que le toque su turno para hablar y como sólo se escucha a sí mismo tiende a no escuchar lo que los demás dicen.

+ Un ganador respeta y escucha a todas las personas y aprende de ellas.

 – Un perdedor se resiente con los que saben más que él y trata de encontrarles sus defectos y ponerlos en evidencia.  

6 | Sepa hacer aquello que pretende hacer

Todo desarrollo lleva su tiempo, ningún maestro nació enseñado. El tiempo para aprender el qué, los cómo, los por qué, para desarrollar las destrezas para aplicar lo aprendido, el tiempo para madurar los nuevos parámetros… el tiempo de preparación es imprescindible.

Hace ya mucho tiempo que sabemos que sin preparación no hay resultados que permanezcan: preparación, táctica, estrategia. Estos son los tres puntos básicos para una actuación excelente, en ocasiones el sentido común es el menos común de los sentidos, no lo olvidemos: podemos aprender a hacer aquello que en un momento dado nos parece imposible o muy difícil. ¿Recuerdas aquellas cosas que te parecían tan complicadas y que sin embargo llegaste a dominar?

7 | Las etapas de la preparación para aumentar tu motivación

Como en cualquier proceso de aprendizaje de una habilidad, la preparación tiende a seguir las conocidas cuatro etapas generales básicas del aprendizaje:

7.1 | Incompetencia inconsciente, no sólo ignoras lo que has de hacer, sino que además no tienes ninguna experiencia en ello. Cuando comenzamos el aprendizaje de muchas actividades nos sentimos tan perdidos como un pulpo en un garaje.

7.2 | Incompetencia consciente, has empezado a probar y han comenzado los problemas, las cosas no son tan simples como las habías imaginado en un principio, es una etapa incómoda pero también es la etapa donde más se aprende. Muchas veces es una etapa muy creativa, sin embargo es la fase donde muchos se desmoralizan y renuncian, si no tienen un buen entrenador (o coach, o profesor) que nos conduzca y nos oriente.

[bctt tweet=»Una vez tu renuncias una primera vez, se te hará un hábito.»]

7.3 | Competencia  consciente, ya eres capaz de hacer las cosas, sabes qué es lo que hay que hacer y cómo hacerlo, pero aplicas mucha atención a cada cosa que haces, a cada detalle. Es la etapa en que uno se esfuerza y consigue sacar las cosas.

7.4 | Competencia inconsciente: las habilidades y destrezas se convierten en parte de ti, como si fueran un hábito, no necesitas pensar las cosas para hacerlas, te ves más suelto y seguro. Es la etapa donde algunos se estabilizan y crecen, siguiendo preparándose para nuevos desafíos y otros se confían porque creen que se las saben todas y se dejan estar, es en ese caso el “morir de éxito” o como se suele decir ya “creerse el rey del mambo”. No concibo a ninguna de las personas con más éxito que conozco que no haya dejado de esforzarse y de seguir aprendiendo.

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8 | La condición física

Uno de los temas en que hace hincapié el tío Vince, es en la condición física de la persona que tiene que encarar cualquier reto y esto parecería muy razonable, si pensamos que él era un coach de un equipo deportivo. Pero ¿esto es relevante en un caso como el nuestro, donde lo que buscamos es un desarrollo personal? Sí es relevante.

Así nos referiremos a condición física, como al conjunto de capacidades físicas, intelectuales  y recreativas que devendrán en una mejor calidad de vida de la persona y por ende en un mayor y más certero rendimiento. La fatiga debilita, quita energía y desmorona la voluntad. No estoy diciendo que debas seguir una rutina de entrenamiento físico para convertirte en Mr. Olympia, sino que si quieres sentirte mas motivado, es muy conveniente que no descuides  tu estado físico, que trates de realizar algún deporte, gimnasia, jogging o cualquier actividad que demande acción física organizada. Esto te ayudará a mantener sus músculos en actividad y le permitirá una más saludable forma de ver las cosas. La autoestima tiene un parte física que no podemos ignorar.

9 | Firmeza mental

Todos reconocemos sin mayores esfuerzos la importancia del querer, el poder y el hacer, las reconocemos en nuestra vida privada, en nuestra vida de relación con los demás, en el desarrollo de nuestra actividad. Sin embargo, cuando analizamos nuestra propia vida, retrospectivamente nos damos cuenta que no siempre lo que hicimos tuvo que ver con lo que podíamos o con lo que queríamos.

Quizás en ocasiones nos falte esta firmeza mental, también podemos llamarla resiliencia (querid@ amig@ esta palabra seguro que las has leído ya varias veces en nuestra web y no dejo de repetirla por su importancia, entre otras cosas por su relación con las tres Ces de la Psicología Heterosocial).

10 | No siempre queremos todo lo que queremos

Querer algo realmente es mucho más que una expresión de deseo, es la verbalización de una idea, de una pasión, de algo que nos fascina y atrae. Es algo que intentaremos por medio de los conocimientos, el entrenamiento, la experiencia, la observación, transformarlo en poder para luego llegar a hacer las cosas que soñamos.

Parafraseando a Lombardi: “La calidad de la vida de una persona es directamente proporcional a su compromiso para la excelencia, sin considerar qué campo fue elegido para el esfuerzo de lograrlo”. Otra manera de verlo es: ¿lo quieres de verdad? ¿lo deseas auténticamente? ¿ansías convertirte en un@ seductor@ 360 grados? Está en tu mano, quieres, puedes y en estos consejos esperamos que encuentres inspiración.

11 | Siempre respete al oponente

Si  intentas motivar o inspirar a otra persona o a un grupo, actúa como querrías que lo hiciesen ellos, sin ninguna duda tu conducta y actitud de liderazgo tiene un efecto directo sobre el mismo, tu gente toma ejemplo de tus actitudes y de las acciones que observan en ti, tu ejemplo modelará a su gente. Excepto que Audrey Tautou o Halle Berry me propusieran una cita romántica conjunta, y me dijeran cosas inconfesables al oído, se me ocurren pocas cosas más estimulantes. El respeto y el poder ayudar a los demás sin duda es uno de los factores que más felices nos hacen, hecho ampliamente demostrado por la Psicología Positiva.

Por ello, para sentirme mas motivado, no sólo tendré que pensar en lo qué tengo, si no en qué necesitan los demás y por ende, adquirir los conocimientos y percepciones  necesarios para motivar a los demás en función de una visión común que se transforme en una misión y actúe como motor. ¿Te suenan la empatía, la comunicación emocional, la persuasión, la mediación? Ana, María, Selu, Pau, Yago y el resto de compañer@s nos han ofrecido no pocas lecciones geniales en sus superartículos.

12 | Todo requiere el constante esfuerzo de ganar

Decía Lombardi que ganar no sólo es un pensamiento pasajero; debe estar presente todo el tiempo. Tu no ganas de vez en cuando, tu no haces las cosas correctas de vez en cuando, tu tienes la posiblidad de hacer tu trabajo bien constantemente. El ganar es un hábito, desafortunadamente perder también lo es.

Lo que en el lenguaje de Lombardi se llama ganar, en el nuestro muchas veces recibe el nombre de avanzar, palabra que abarca más y por lo tanto muy aplicable a situaciones tan diferentes como la venta, la seducción… Por ello utilizaremos indistintamente ambas palabras.

[bctt tweet=»El trabajo más duro, es el de no rendirse.»]

De hecho siempre que nos involucramos en una acción, accedemos a un avance. El resultado es a veces positivo, a veces negativo, pero siempre accedemos a un avance. Lo hacemos por acción o por omisión. Es decir, actuamos para que las cosas ocurran o no hacemos lo necesario para que esto pase. Muchas veces, de acuerdo a cómo actuamos será el resultado obtenido. No siempre, pero si querida amiga quieres hablar con ese chico de mentón masculino y al que le queda tan bien su chaqueta ajustada… ¡actúa, acércate, esfuérzate (aunque sea un poco)  para avanzar!

13 | El ingrediente para hacer las cosas y aumentar tu motivación

Para poder hacer algo, es necesario de forma imprescindible intentarlo y el  intentarlo es una de las facetas más complejas de nuestro obrar y tiene muchísimo que ver, con la actitud que asumamos ante aquello que nos proponemos hacer. Muchas batallas se pierden antes de comenzar, sólo porque los que las encararon no se creían capaces, no pensaban que podían, estaban pensando más en qué harían cuando fracasaran que en qué harían al lograrlo. La actitud que asumamos, será  el ingrediente básico para lograr los resultados.

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Decía Lombardi, nuestro ya viejo amigo: “Si tú crees que estás derrotado, lo estás; si tú crees que no te atreves, no lo harás. Si te gusta ganar, pero crees que no puedes vencer, es casi un hecho que vas a perder. Si tú crees que vas a perder, estás perdido; porque en este mundo encontramos que el éxito empieza en la voluntad del triunfo”.

14 | El segundo esfuerzo.

Vincent Lombardi se dio a conocer a través de la película “El segundo esfuerzo” de Ray Sheridan. Él planteaba que el segundo esfuerzo, es aquel esfuerzo adicional a realizar, cuando ya parece que no se puede hacer más. Y este es uno de los conceptos suyos que más me han gustado.

Dedicados a hacer el segundo esfuerzo, muchas personas comunes pueden llegar a ser personas sobresalientes. Muchas veces mirando a los jugadores de fútbol, se observa ese segundo esfuerzo y los resultados que obtienen. Cuando a pesar de las faltas con que los cosen, rehúsan caer y siguen corriendo hasta llegar a marcar el gol. Messi puede ser linchado a patadas y trata de seguir avanzando. Rafa Nadal o David Ferrer se dejan la piel por devolver todas las bolas. Y son de los mejores en lo suyo.

Se ve así como la persona que hace un segundo esfuerzo, hace una nueva tentativa, logra un nuevo tanto, persiste en lograr una nueva cita, realiza una nueva invitación, se lanza a una nueva aventura… En otras palabras, toma la ofensiva, recobra la pelota y ataca al adversario. Esto significa hacer otro intento, hacer otra carrera, hacer un impulso más para vencer la resistencia del oponente.

El segundo esfuerzo es no rendirse cuando uno cree que no puede más, pero que al no hacerlo se demuestra a sí mismo y a todos, que la voluntad, la pasión y el deseo de ganar son los ingredientes de conseguir algo. Incluso aquí hay maneras de pegarle la vuelta, te recuerdo mi artículo ¿Las cosas no te salen? Amplía tu conciencia.

15 | La última clave

Vince en estado puro para acabar esta serie, espero que os hayan gustado. Pronto más y mejor, mientras te mando un positivo abrazo:

Después de que los aplausos han amainado y el estadio está vacío, después de que los titulares han sido escritos y después de que estás de regreso en la tranquilidad de tu habitación, el anillo de campeonato ha sido puesto sobre el tocador y toda la pompa y fanfarria se han desteñido, las cosas perdurables y valiosas son: la dedicación para la excelencia, la dedicación para la victoria, y la dedicación para hacer el mayor esfuerzo que nosotros podamos hacer con nuestras vidas, para lograr del mundo un mejor lugar para vivir”. Vincent Lombardi.

Asertividad Vs Pasividad

¡Hola a todos! Antes que nada me gustaría pediros disculpas por la ausencia. Han sido unos meses de mucho trabajo y no he tenido ni un minuto libre. En cualquier caso, prefiero escribir menos pero cuando realmente tengo tiempo para intentar aportar lo mejor, a rellenar esto con artículos sobre cualquier cosa.

Otra cosa que necesito expresar es mi más sincero agradecimiento a los que participasteis en el Mandanga Summer Camp. Fue una experiencia muy positiva y muy divertida, y un placer y un honor para mí  poder conoceros en persona, escucharos, hablar con vosotros… De verdad, gracias, gracias, gracias. Si la experiencia os resultó la mitad de enriquecedora que a mí, me doy por satisfecha.

A colación de esto, una cosa que me llamó la atención fue que muchos de vosotros planteasteis que teníais problemas con la asertividad en cuanto a que tendéis a ser pasivos, a callaros las cosas y a no expresarlas por miedo a herir, enfadar, etc…

Asertividad Vs Pasividad

Lo cierto es que la actitud pasiva es la más habitual, es la que hemos aprendido en mayor medida. La vida está llena de mensajes que nos empujan a la pasividad. “no contradigas jamás a tu jefe” “lo que digan los mayores va a misa” “las personas que siempre cuestionan a los demás son problemáticas” “ver, oír  y callar” y así, un largo etcétera. Igualmente, todos sabemos que las personas que agachan la cabeza y nunca hablan son percibidas como tímidas e inseguras, y se tienda a protegerlas, nadie se mete con ellas, transmiten candidez, etc… En cambio, al que expresa sus opiniones se le percibe como fuerte, y hay siempre menos reparos en atacar a alguien fuerte ¿verdad? Es por eso que al final parece que callarnos lo que pensamos y rehuir los enfrentamientos es una actitud positiva y adaptativa.

La verdad es que yo creo que no. Es decir, sí, creo que decir lo que uno piensa y posicionarse ante el mundo con la premisa de que no vamos a agachar la cabeza nos puede acarrear que más gente nos ataque. Bien, es lo que pasa cuando somos visibles, que estamos más expuestos. Pero, también creo que al final, lo único que importa es sentirnos bien con nosotros y con los demás. Y la única manera de conseguir esa sensación es expresando nuestras opiniones (cuando la cosa así lo requiera, que no se trata de que no podamos callarnos nada).

Comportarnos de manera pasiva implica ignorarnos a nosotros mismos en pro de los deseos y necesidades de los demás, y además, es una manera de no ser sinceros. Si alguien nos importa, es injusto para él, además de falso, ocultarle lo que pensamos, sólo porque no coincide con lo que piensa él/ella. Creo que es muy importante tener claro este punto. La gente que nos quiere, nos debe querer aunque no pensemos como ellos. ¿O tú querrías que tus amigos/pareja se callaran lo que creen por miedo a ti? Eso se parece más a una tiranía que a una relación de amistad/amor ¿no crees?

La clave, como casi todo en esta vida son las formas. Expresar una opinión discordante no necesariamente ha de ir acompañado de un tono de voz elevado, una postura agresiva y unos gestos violentos, por más que la sociedad a veces se empeñe en enseñarnos que sí.  Disentir no es en sí mismo una postura agresiva, ni violenta ni antipática. Las formas, el acompañar con una sonrisa, con un gesto de cercanía (si hay confianza), o simplemente (si el ambiente es menos cercano, trabajo, etc…) con unos gestos y un tono de voz neutros, son suficientes para hacernos entender que cuando pensamos diferente a alguien no estamos, ni mucho menos, despreciando o intentando anular su postura, simplemente compartiendo otra forma de ver las cosas, que, en última instancia, puede ser beneficioso para todas las partes.

Es complicado abandonar la pasividad. Sin ir más lejos, y para que veáis que nos pasa a todos, mi particular talón de Aquiles con la asertividad son los taxistas. Cuando me dan unas cuantas vueltas para cobrarme de más, soy incapaz de decirles “perdone, pero se ha desviado usted intencionalmente y creo que no debo pagarle el importe gastado en esas vueltas innecesarias.” Por alguna razón, me cuesta ser asertiva con los taxistas, pero tranquilos, porque al próximo os prometo que se lo pienso decir.

¿Y vosotros? ¿Tenéis alguna situación concreta en la que os cueste ser asertivos? Me gustaría que entre todos elaboráramos una lista para poder analizar los casos en la siguiente entrada. Escríbela en los comentarios

¡Un abrazo!

El proceso de cambio (II): El objetivo

Hola a todos de nuevo, os dejo la segunda parte de mi serie sobre el proceso de cambio, en el primero hablábamos de descubrir la necesidad, aquí tiene el enlace por si no lo has leído aún.

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Esta vez vamos a contar el proceso de cómo definimos lo que queremos conseguir realmente, lo que llamamos el objetivo.Los objetivos que nos pongamos tienen que estar bien definidos, tenemos que saber qué queremos y qué necesitamos, si tenemos las herramientas para conseguirlo y cómo sabremos cuando hemos conseguido el objetivo, esto debería hacerse con cada objetivo que tengamos.

 

En la etapa del cambio tenemos que empezar a conocernos muy bien ya que a veces podemos sentirnos raros de repente y no saber por qué, debemos tener en cuenta que al cambiar nuestra forma de ver el mundo posiblemente a veces nos encontremos en situaciones difíciles y que una parte de nosotros todavía no entienda lo que está pasando, es algo que debemos tener en cuenta para comenzar nuestro cambio hacia la mejora. Tenemos que saber que cuando queremos cambiar no deberíamos pretender que sea un cambio radical ya que aparte de ser mucho más difícil no nos vamos a encontrar cómodos con nosotros mismos si de un dia para otro somos como el cielo y la tierra. Nosotros tenemos que buscar un cambio gradual, ir buscando qué cosas son las más fáciles para empezar e ir cambiandolas poco a poco pero con un tiempo determinado por nosotros.

Debemos tener en cuenta que nuestro objetivo no tiene que estar condicionado a sucesos externos o terceras personas ya que eso es algo que no podemos controlar, todos nuestros objetivos deben depender de nosotros y nuestras capacidades, si nos tenemos todas las capacidades, conseguirlas debe ser nuestro objetivo previo.

Lo mejor de ir consiguiendo nuestros objetivos es que cuantos más objetivos hayamos conseguido más fácil será conseguir los nuevos porque tendremos muchas nuevas habilidades en nuestra recámara y estas nuevas habilidades creo que a todos nos van a venir genial para cualquier aspecto de nuestra vida una vez las hacemos nuestras, porque todo, aunque parezca que solo vale en un ámbito, podemos usarlo para nuestra vida.

Con todo esto lo que quiero deciros es que cuando queráis algo luchéis por conseguirlo porque todos los objetivos que consigais tienen un valor incalculable que os valdrá para toda la vida porque cuando luchas por conseguir algo que quieres y lo consigues estás mucho más contento contigo y la gente lo nota. Cuando la gente te valora por lo que has conseguido por ti mismo significa que vales mucho y que estás siendo quien quieres ser.

Cuando empecé a cambiar, lo vi un mundo, pero realmente vale todo el esfuerzo y os animo a que os pongáis a ello porque no os vais a arrepentir de nada.

VICTOR J.

(Victor J. es un alumno del MSC con mucho trabajo desarrollado y una gran mente analítica

que nos dará su visión sobre el proceso de cambio en sucesivos artículos)