Aprende a relajarte (II). Vence a la ansiedad social

En Aprende a relajarte I vimos una introducción para comenzar a desarrollar hábitos en nuestra vida que favorezcan la relajación y el concepto de “slow life” En este artículo quiero abordar un tema específico con los que chicos y chicas más vamos a tener que vérnoslas en la relación con los demás: la ansiedad social. Esto a nivel de todo tipo de interacciones sociales, ya sean profesionales, de ocio o en circunstancias más íntimas, donde sube la adrenalina.

ANSIEDAD SOCIAL

Lo primero que quiero que quede claro es que todo el mundo sufre de ansiedad social con una intensidad u otra. Todo el mundo. Desde cantantes populares que sufren ataques de ansiedad antes de actuar (en ocasiones dicen que son indigestiones, faringitis, problemas de salud o como leí una vez ‘síndrome vertiginoso agudo’) a cualquier persona que tiene que ponerse delante de una audiencia. Esto no se diferencia tanto a cancelar exposiciones en público, asistencias a comidas, eventos etc. por el mismo motivo.

relajarse antes de una citaLa ansiedad social viene del hecho de tener que enfrentarse a situaciones sociales en las que sentimos que vamos a ser evaluados y juzgados, ya sea esto real o no. En verdad siempre hay una parte de realidad en esto. Cuando estamos en situaciones sociales los demás nos observan, se fijan en nosotros, de alguna manera nos sopesan. Pero la cuestión es que en un 99.99% de los casos no tanto como nosotros pensamos. Hay una diferencia muy grande en la atención que los demás nos prestan a la que pensamos que nosotros recibimos. A veces la sensación puede ser parecida a la de llevar un enorme letrero luminoso encima de nosotros, de esos de luces chillonas y parpadeantes.

La realidad es que cada cual está muy centrado en si mismo. Es decir, todo el mundo está igual, como insisto bastante en mi ebook 21 claves para relajarte antes de una primera cita. Las personas que más seguras parece de si mismas también, la frase “no me importa lo que los demás piensen de mi” suele ser signo de que de hecho sí les importa, ¡y mucho! En fin, que estamos todos en el mismo barco.

Hay diferentes cosas que podemos hacer para dar un primer paso en disminuir la ansiedad social. Es probable que para rebajarla considerablemente tengas que hacer más que leer este artículo pero como te decía espero que este artículo sea el pistoletazo de salida para empezar a gestionarla bien.

Cómo disminuir la ansiedad social

Lo que se conoce, se domina.

La ansiedad es en muchos casos anticipatoria. Es decir, nos ponemos más nerviosos que un pulpo en un garaje antes de que que se produzcan determinadas situaciones. Por ejemplo pensando en esa charla que tenemos que dar, quedándonos en aquellas cosas terribles que pensamos que pueden pasar, en vez de invertir ese tiempo en prepararla lo mejor posible. O anticipando esa quedada donde habrá mucha gente que no conocemos, pensando en que nos sentiremos incómodos.

curso para superar la ansiedadTodo esto previamente a estar en esa situación. ¿Quizás podamos permitirnos el acudir y también ver que hay cosas en tales situaciones que de alguna manera nos proporcionan placer o que nos gustan? Como disfrutar de enseñar cosas interesantes a la audiencia de la charla o centrarnos en hablar en la quedada con esos dos amigos que hace tanto que no vemos. Quizás no sea tan terrible, a pesar de todo.

TIENES MÁS INFO EN MI TALLER DE FIN DE SEMANA PARA SUPERAR LA ANSIEDAD.

Practica las habilidades sociales básicas.

Sentirse seguro en determinadas situaciones implica práctica, desarrollar habilidades y pulirlas. Se supone que al vivir en sociedad tenemos ciertas habilidades que nos vienen de serie. En realidad todo es aprendido y nunca es tarde para mejorar.
Entre las habilidades sociales básicas encontramos el escuchar, iniciar una conversación, mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse, presentar a otras personas y hacer un cumplido. Sí, parecen muy básicas, ¿pero siempre las hacemos? En este blog de nuestro compañero Pau encontrarás un montón de estudios interesantes, consejos y artículos completos sobre cómo desarrollar las habilidades sociales.

Date tiempo y se amable contigo mismo.

La palabra amable es una de las que más me gusta en castellano. Precisamente porque la utilizamos en otro sentido diferente al más adecuado, que es el de persona que es meritoria de ser amada, es decir, aquel al que se puede amar. Así pues sé compasivo, respetuoso y paciente contigo mismo. En ocasiones somos nuestros jueces más severos. Aquellas personas con las habilidades sociales más desarrolladas, aquellos que las tienen más afinadas, seguro que han pasado muchas horas expuestos a situaciones sociales y han cometido errores. Pero decidieron ser pacientes consigo mismos además de perseverantes y con sus vueltas atrás y acabaron siendo amables también para los demás.

Si te pones nervioso o nerviosa en situaciones sociales podrás conseguir ponerte menos. Y si ya te pones poco pero hay algunas situaciones o personas donde esta se te dispara más, podrás pulir y mejorar en este aspecto.

¿Quieres comentar tu experiencia, tu caso, lanzarme preguntas o decirme cómo me vas a enviar un billete premiado de la lotería? ¡Los comentarios de abajo te esperan! Positivos y relajados abrazos para todos.

Aprende a relajarte (I) Primeros consejos

Si hay algo que nos puede ayudar en nuestro día a día, tanto en nuestras relaciones con los demás, como cuando pasa algo especialmente estresante, es saber cómo relajarnos. Hay dos procesos en los que vamos a tener que estar atentos si queremos estar más relajados: bajar la entrada de estrés que tenemos y aumentar el recibir estímulos relajantes. Esto que es simple no siempre es sencillo; tras leer este artículo vas a poder tener pautas para conseguir ambas cosas ¡Comenzamos!

Escucha a tu cuerpo

“Mantener el cuerpo con buena salud es un deber. Si no, no podremos mantener la mente fuerte y clara” (Buda)

Jaquecas, dolor de espalda, alergias, agotamiento, ardor de estómago… No son enfermedades graves, sino pequeñas o medianas dolencias que se empeñan en fastidiarnos de forma recurrente, como si quisieran llamar nuestra atención sobre algo que nos está sucediendo.

curso para superar la ansiedad

Mira mi curso para superar la ansiedad

Pues así es. El cerebro es el gran procesador de los estímulos y el generador de todas nuestras reacciones. En consecuencia, muchas veces las dolencias relacionadas con el sistema nervioso solo manifiestan la dificultad de la persona para captar la realidad correctamente y elaborar una respuesta adecuada, que incluya el control sobre lo que acabamos haciendo y su adecuada organización en el tiempo y en el espacio. Aquí te voy a proporcionar varias claves para mejorar en este punto y ser consciente de lo que tu cuerpo te está diciendo a gritos:

Cultiva el aquí y el ahora

Escucha tus sensaciones, emociones, pensamientos y sentimientos al menos una vez al día: ¿Cómo te sientes en este momento? ¿Cómo percibes tu cuerpo? ¿qué emociones registras? ¿cómo las experimentas? Te servirá para practicar el aquí y el ahora.

Practica disciplinas corporales

No dejes de hacer regularmente actividades que te ayuden a relajarte y a aquietar la mente, tales como reflexología podal, taichi, yoga, pilates, masajes… Además de relajarte te proporcionarán mucho bienestar general.

Mejora la autoaceptación

Es muy importante reconocer lo propio sin negación o rechazo, como condición previa para poder cambiarlo, si es que entendemos que nos perjudica. Ponerse delante del espejo y que este refleje lo que nos está pasando.

Practica la “vida lenta”

relajarse-interiorizar-aprender-ligarVivir apurando cada segundo puede provocar una tensión nerviosa que genere una sensación de amenaza, de inquietud. Finalmente el desgaste puede llegar a provocar ansiedad y depresión (la depresión viene en muchos casos cuando ”las baterías se nos han agotado”)

La vida lenta es un movimiento en el que sus seguidores promueven el trabajar menos (o mejor dicho, trabajar mejor) en el sentido de la obligación de producir y de emplear buena parte de nuestra vida a cambio de dinero. Se centra en que la calidad de vida va hacia ser dueños de nuestra vida y de nuestro tiempo y no tanto en ganar más. De nuevo te presento algunas claves:

Apaga el televisor

Párate a pensar hasta que punto la televisión puede estar afectándote, cómo nos dicta lo que debemos comprar o cómo debemos vivir. Piensa en las cosas que puedes hacer (leer, jugar, pasear, reunirte con tu familia o amigos) en vez de devorar programas y anuncios que devoran la mente. Lo mismo podemos decir con un uso no racional de internet.

Busca lo sencillo

Recupera el placer de la lectura, da un paseo, contempla una puesta de sol, haz una excursión al campo, disfruta charlando con los amigos y saborea las cosas simples. Tener un hobby en el que ocuparte o iniciar uno que te interese además de relajarte te enriquecerá.

No hacer nada

Ahora tienes las excusa perfecta para esto, “El psicólogo Antoni que esmuy majo me ha recomendado no hacer nada” ¡Menos es más! Dedicando una hora al día a ti mismo te aseguro que recargarás las pilas y enlentecerás tu ritmo, aumentando tu productividad en otras áreas.

Esta vida lenta poco tiene que ver con no ser una persona apasionada, por ejemplo. Siendo responsables con nuestro cuerpo y nuestra mente podremos saborear mejor otras cosas, como nuestras relaciones o que aquellas cosas que nos apasionan. En el  próximo artículo vamos a entrar a fondo en cómo relajarnos más en las relaciones con los demás, trabajaremos a fondo la ansiedad social. Mientras te dejo con esta lista de reproducción para continuar aumentando tu nivel de relajación. Un positivo (y relajado) abrazo,

Personalidad seductora (III) Vive el presente.

¿Te preguntaste alguna vez cómo definirías a la seducción?

Piénsalo por un momento. (AQUÍ ESPACIO PARA PENSAR). Para mi, la seducción va sobre quienes somos y sobre cómo nos relacionamos con los demás. Sobre conocernos bien, en un proceso de desarrollo personal vital, y sobre la manera en que nos movemos sobre el mundo y con las personas que lo pululan. Así, la clave es ambos casos es la integridad. Ser honestos y coherentes, empezando por nosotros mismos para pasar a aplicar esto a nuestra relación con los otros.

amigos complices del momento

COHERENCIA CONTIGO MISMO/A

No somos coherentes con nosotros mismos si no nos acercamos a hablar con esa persona que nos gusta. ¡Es lo que realmente deseamos hacer en ese momento, viendo a esa chica a la que también le queda ese vestido veraniego, acompañado de una mirada dulce! O a ese chico que se muestra tan desinhibido y divertido y que además tiene un porte genial.

HONESTIDAD CON LOS DEMÁS

Somos honestos con los demás si nos acercamos con un que, porque, para que y qué me haces sentir. “Verás Carlos, la verdad es que sí me gustaría que quedásemos más veces, porque me apetece saber más de ti. Podemos seguir compartiendo aficiones, me siento cómoda quedando contigo”.

Una muy buena manera de ejercitar este quienes somos y cómo nos relacionamos es el estar presentes.

ESTAR PRESENTE, AQUÍ Y AHORA 

personalidad seductoraSimplemente ser, ser junto a quien tenemos delante. Estar presente en ese momento junto a esa persona. Que el encuentro no se altere ni deforme por las cosas que nos influyen de nuestro pasado o lo que esperamos que pueda suceder. Que la mente no revolotee pensando si va bien o menos bien nuestro encuentro y cuál va a ser nuestro próximo movimiento. Tender a fluir, a ser naturales y no a desarrollar estrategias que al final convierten la interacción en «check points». ¿Ves la relación de esto con la honestidad y la coherencia? No somos coherentes si no facilitamos el  proyectarnos al futuro (por ejemplo conseguir una cita con esa chica que nos ilusiona) o si estamos pensando en aquello que nos dijo nuestro amigo por la mañana y nos molestó, rompiendo el momento.

Además, porque cuando estamos pensando en qué hacer y en qué decir, estamos perdiendo una de nuestras cualidades más seductoras: permanecer presentes junto a quien tenemos delante. Seamos cómplices del momento y de quien tenemos enfrente.

¿Cómo podemos practicar nuestra presencia en la relación?

vivir-momento-seducir–> Abre tu atención y reconoce en una interacción cuando tu pensamiento se aleja demasiado de lo que está pasando con quien tienes delante, lejos del momento que estás viviendo.

–> Comprométete hoy mismo a estar más presente con la gente que conozcas. Sea con tus compañeros de trabajo, amigos, familia o pareja. Les harás, además, sentirse escuchados e importantes.

–> Di aquello que estás pensando en ese momento, compártelo con tu cita. Si hay algo positivo en que estés pensando en otras cosas (lo cual es muy común) es que ello te proporciona un inacabable suministro de temas de conversación. Puedes utilizarlo a modo de herramienta, “vive el presente”. Lo que sucede cuando hacemos esto, es que volvemos a estar presentes y de nuevo retomamos la interacción. Volvemos a ese momento con esa persona.

Paralelamente, no dejes de lado el conocerte mejor. Sin máscaras, consiguiendo una visión más clara de quien eres y de cómo lo comunicas, Seduciéndote a ti misma/o. Practica la presencia con quien tienes delante y esa persona lo hará contigo. ¿Utilizas esta manera de comunicarte habitualmente? ¿Piensas que haciéndolo te convertirás en alguien más atractivo/a? Espero tus preguntas, dudas, piropos o chascarrillos más abajo ¡Un positivo abrazo!

PD.- recuerda que tienes dos artículos anteriores de esta misma serie,  La clave para ser tu misma/o y  Descubre que seduce de ti

Personalidad seductora (II). Descubre qué seduce de ti

Te proponía dar un paso más para ser tu misma/o en el pasado artículo; aquí seguimos con la trilogía de artículos sobre como localizar y desarrollar tu personalidad seductora. Te empezaré contando que el término persona proviene del latín persōna; el concepto de persona era un concepto principalmente filosófico, que expresaba la singularidad de cada individuo de la especie humana. Aquí se incluía el estado de ánimo, el carácter y la forma de actuar de cada ser humano. Ello además de las cualidades y facultades de cada uno de nosotros, como la razón, los sentimientos y los valores que nos distingue de los demás seres. Fíjate que se repite dos veces lo que distingue, lo que diferencia.

LO QUE TE DISTINGUE TE HACE ÚNICO

Conforme a tu persona vas a sentir, pensar y actuar. En relación  a lo que te distingue de los demás en determinadas situaciones vas a moverte por el mundo de una forma única, que compartirá semejanzas con los demás, pero que es única y exclusivamente tuya, con matices que te convierten en alguien irrepetible. Obviamente de ahí proviene la palabra personalidad, que hemos adoptado como término que nos define esa forma de ser que tiende a constante y define nuestra forma de ser.

Por supuesto que el que sigue es un listado subjetivo mio, pero creo que bastante acertado. Citando a los compañeros de Egoland Seducción por orden en que los fui conociendo, destacaría de cada cual una parte de su persona seductora:

 algunos del equipo egoland

Luis (Egoh) su atractivo verbal y su capacidad comunicativa fuera de toda duda.

Álvaro (Helio) su ingenio y sentido del humor enormemente ágil.

Kike: creativo, diferente a su manera (marca personal).

Javi: aventurero, su gran curiosidad y ganas de aprender.

Pau: el hombre completo y todoterreno, 360º.

Yago: apasionado y positivo, capaz de contagiarte sus pasiones.

Jorge: libertad personal (ser uno mismo y defenderlo a muerte)

Diego: muy risueño y adaptable.

Paula: espontánea y muy libre.

Atenea: toma la valentía por bandera, atrevida.

Antoni: crea confort en quien le rodea, sabe escuchar y hacer sentir seguros a los demás (sé que la mía es más larga, pero que queréis, ¡el artículo lo escribí yo!)

Por supuesto que una personalidad atractiva será también una personalidad equilibrada. Sería raro que alguien atrayente no tuviera algún tipo de sentido del humor desarrollado, o que no comunicase mínimamente bien, entre otros rasgos importantes. Pero aquí estoy hablando de aquello que nos define mejor, de eso en que sobresalimos, de aquello que nos condensa, como cuando de un aroma extraemos una gota de perfume concentrado.

descubre tu persona seductora

¿Cuál es tu persona seductora?

¿Alguna vez te dijeron cuál era tu cualidad o rasgo más atractivo? ¿Te sorprendió escucharlo? Si le preguntas a cinco personas que tengas cerca sobre tus mejores rasgos podrás empezar a depurar a tu persona seductora. Preguntar a quienes tienes alrededor será un buen punto de comienzo para definir a tu persona seductora.

Aquí también te ofreceré una manera extra de conocerte mejor y definir con más exactitud tus puntos fuertes, que conformarán tu persona. Te animo a conocer tus fortalezas personales según la Psicología Positiva Pregúntame en los comentarios  acerca de cómo definir mejor tu personalidad, que ayudará a conformar tu personalidad seductora.

Quizás seas una persona que sabe hacer piña entre su grupo: explótalo. O eres fuente de inspiración hacia los demás por tu capacidad de proponer planes atrevidos y retadores: no te lo guardes para ti. Puede que seas alguien que le encanta aprender cosas nuevas y cultivar su mundo interior: los demás están esperando saberlo.

Y recuerda unos de nuestros lemas: que todo lo que hagas seduzca. Que tu persona seductora inunde todo lo que hagas; comienza por conocerte mejor como paso insustituible y ¡sedúcete a ti misma, a ti mismo!

¿Te relacionas para obtener, para compartir o para ofrecer?

Querido amigo mandanguero, estimada amiga mandanguera, este artículo va a comenzar con unas preguntas que te animo a responder de manera sincera. Las respuestas son para ti, y antes de entrar en materia en el artículo, quiero pillarte fresc@. Te dejo con ellas:

¿Tiendes a criticar a las personas que tienes cerca, te muestras a la defensiva con ellas, o tienes la voluntad clara de escucharlas y entenderlas? ¿Cultivas la empatía?

¿Das tu punto de vista incluso cuando no eres invitado a ello, porque crees que puedes aportar valor añadido a una conversación, compartiendo y respetando lo que los demás también tienen que aportar?

¿Sientes que tienes una necesidad que cubrir, sea la que sea, y sales por la noche pensando “A ver esta noche que pillo” o hablando con el resto de personas como un simple medio para mejorar tus habilidades… y no para también mejorar su noche?

¿Tienes muy claro que puedes aportar en pareja, en grupo, en tu trabajo y sabes definirlo en palabras y además proyectarlo adecuadamente?

¿Has etiquetado lo que llevas leído de artículo como de “me gusta”, “no me gusta”, “es aburrido”, “me encanta”… o piensas que además te puede despertar equis cuestiones para compartir con otras personas?

 ——

Fíjate que estas preguntas van abordando una cuestión, de diferentes maneras; cómo encaramos las relaciones con las demás personas. De manera sintética, podemos relacionarnos para obtener, para compartir o para ofrecer. Es verdad que no son incompatibles: lo has adivinado, sé que  estabas pensando en que escuchar a ABBA y a Radiohead tampoco es incompatible, me has quitado el ejemplo, pajarit@. Veamos las tres:

relaciones interes o generosidad

Obtener.

Está claro que nos relacionamos con los demás porque somos seres sociales y porque así obtenemos cosas. Compañía, validación social, sexo, apoyo, información, en fin, mil cosas que cubren diferentes necesidades. La cuestión es dónde ponemos el acento. Si sólo me centro en obtener, mi experiencia relacional quedará muy corta, enormemente limitada.

Y además, la verdad es que relacionarse únicamente para sacar cosas es más aburrido que ser un pulpo y estar encerrado en un garaje…

Compartir.

Algunos filósofos y pensadores nos hablan de la naturaleza humana de manera bastante pesimista. Sin embargo la psicología más reciente (¡bingo! me refiero a la Psicología Positiva) nos muestra claramente que el compartir, ser solidarios, generosos etc. es uno de los pilares del bienestar y de la felicidad.

Compartir historias y anécdotas en una conversación, proponer hacer una actividad y proyectos juntos, decir un piropo y sugerir que nos encantaría que nos lo devolvieran… En todos los casos estamos creando algo juntos, la palabra mágica: estamos compartiendo.

Ofrecer.

Sin esperar nada a cambio. Por el simple placer de dar, de mostrar, te regalar, de ofrecer nuestro ejemplo. Y pienso que este es el punto que de manera implícita siempre trabajamos en este proyecto; el pasar del obtener al compartir, y esto complementarlo con el ofrecer.

[pullquote]Atrévete a querer, atrévete a cuidar y a dejarte cuidar… atrévete a ser curios@ y a encontrar lo que hace único a los demás.[/pullquote] No te lo quedes para ti ya que estarás haciendo mejores a las personas que te rodean y a ti mismo. Ahora, te animo a releer las preguntas del inicio y compartir con nosotros tus respuestas… y aquello que te ilusionaría cambiar en las mismas. Sé feliz.

Eres como las 6 personas con las que más te relacionas

Amig@s del universo egolandiano, me apetecía mucho volver a la sana costumbre de escribir artículos. Que no todo va a ser grabar videos molones y podcasts fresquitos. En esta ocasión, quería profundizar en algo que leí hace poco y que me pareció chulo para contaros por aquí y abrir el debate.

LA TEORÍA DE LAS 6 PERSONAS

teoria-seis-personas-influencia-entornoSe trata de la teoría de las seis personas. Su propuesta en sí es sencilla, se basa en el fenómeno del modelado, uno de los factores del aprendizaje y del que nos habla la psicología social. El modelado nos enseña que aquellas personas que tenemos cerca y que ejercen como referencias para nosotros van a ser aquellas de las que aprendamos más conformando así nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Si por ejemplo en nuestra familia se ha utilizado el agradecimiento de manera habitual será muy probable que nosotros también lo utilicemos. Si en nuestro entorno hemos visto que el empezar a hablar con desconocid@s es algo censurable y digno de burla, mofa y escarnio… no tenderemos a hacerlo. Hablamos de probabilidades, no de algo grabado en piedra.

APLICACIÓN DE LA TEORÍA DE LAS 6 PERSONAS

Esta teoría nos sugiere que pensemos en aquellas personas con las que nos relacionamos más. Te propongo a que lo hagas tú también ahora mismo. Selecciona seis y piensa un momento en cada una de ellas:

  1. ¿Qué características psicológicas tiene cada una de esas personas?
  2. ¿Qué te aportan?
  3. ¿Qué les aportas tú a ellas?

Así, estas seis personas serán las que más te influyan en tu vida, las que más van a “modelarte”, quieras o no. En realidad tendemos a copiar aquello que vemos más. ¿Te has dado cuenta de que hablamos bastante parecido a nuestros amigos? Esto engloba la gestualidad, expresiones que utilizamos, tipo de humor que elegimos. Lo mismo pasa entre miembros de una familia. Y esto tanto de manera consciente como inconsciente.

ELIGE BIEN CON QUIEN TE RELACIONAS

Estoy más que de acuerdo con todo esto y podemos utilizarlo de manera que nos convenga. Por ello la conclusión clara es que más vale que elijamos bien con quien nos relacionamos de manera habitual:teoria-seis-personas-amigos-influyen

¿Quién tengo al lado me hace crecer, me estimula, me motiva, es brillante, buena persona, optimista… o todo lo contrario?

Consecuencias clave que tiene esto sobre uno mismo: podemos elegir quien nos influye. No se trata tanto de dejar de relacionarnos con unos u otros o de lanzarnos a la búsqueda de gente molona y luminosa, más nerviosos que un pulpo en un garaje, sino de ir eligiendo y potenciando. Puede que esas personas del club al que asistimos regularmente, pensemos que pudieran ser una aún mayor influencia positiva en nosotros, o puede que esa amiga a la que tenemos mucho cariño pero que de alguna manera siempre nos hace ser demasiado cautos con nuestras decisiones, queramos reducir su influencia en nuestra vida.

Tenemos opciones de elección, y además de las seis personas, no descuidemos tampoco nuestro círculo amplio. Dentro del modelo PERMA de la Psicología Positiva, sus promotores defienden que el factor R (“Relationships” – relaciones personales) es el que más peso tiene en nuestro bienestar ¡A por ello pues!

¿Y tú, eliges quien te influye en tu vida?

 

 

5 pasos hacia la felicidad: Modelo PERMA (II)

Cinco pasos para la felicidad (II) Estimular las emociones positivas en ti y en los demás.

 

Amigos y amigas de Egoland Seducción, seguimos avanzando en esta serie de artículos para poder ir trabajando nuestra felicidad y la de todos las que nos rodean, seduciéndonos y seduciendo continuando con las primeras ideas que vimos en el inicio de esta serie:

Te invito a parar un momento y pensar en lo siguiente: ¿Sabrías enumerar ahora mismo la mayor cantidad posible de emociones negativas que se te ocurran? ¿Y a continuación de emociones positivas? Es decir, de todo aquello que podamos sentir de un signo u otro.

Seguramente te haya resultado más fácil citar emociones negativas que emociones positivas. Lo mismo les sucede a las personas que vienen a mi consulta, a los alumnos de mis cursos y a mi mismo la primera vez que probé a hacer ese listado. No sólo tenemos más nombres para las emociones negativas (lo cual ya de por si es significativo) si no que estas parece que sean más salientes, más fácilmente accesibles.

“Cada uno de nosotros es su propio clima, determina el color del cielo dentro del universo emocional en el que habita” (Fulton J. Sheen)

Sin embargo las emociones positivas como la alegría, el alivio, la serenidad, el  amor, la satisfacción, el apego, armonía, interés, la ecuanimidad, la ternura etc. forman parte de nuestro día a día y podemos promoverlas de maneras diferentes. Seremos creativos, más falibles y nuestra memoria recordará incluso selectivamente los recuerdos buenos.

 modelo-perma-fulton-sheen

Cuando nos encontramos en el espectro positivo de las emociones tenemos una mayor tendencia a ayudar a otros, mostrar comportamientos solidarios, compasivos, generosos o altruistas… y esto agrega a tu mochila adjetivos positivos sobre ti mismo, como Luis nos recomienda muy acertadamente en Seductor. Es más, con una memoria llena de recuerdos positivos estarás labrando tu personalidad hacia un yo más atractivo, más motivante, más apetecible y más valioso.

 

Queremos sentir euforia, alegría,  esperanza, satisfacción… y estas emociones son de una fuerza enorme. A esto le podemos llamar también “instinto de supervivencia” o “instinto de vida” en algunos manuales. Por ello, queremos encontrar a personas que nos hagan sentir emociones. Si quienes tenemos al lado nos hace sentir todo esto… ¿acaso nos tenderemos a seguir cerca de esa persona? ¿No nos resistiremos a sus avances? ¿Dejaremos escapar ese mundo de sensaciones que nos provoca? Ambos sabemos la respuesta, avispada amiga, inteligente amigo.

 

 Sin embargo, este foco en lo positivo no debe de ser mal entendido. Todas las emociones son naturales; llorar no es malo, cumple su función, aunque no siempre sea agradable. Pensar en que alguien viva en un monte solo lleno de orégano o que todo es color de rosa extraña un poco. Al final, naturalidad como parte del Carisma, recuerda las tres Ces. Alguien que acepte las emociones negativas en si mismo y en los demás, alguien que fomente en si mismo y en los otros las positivas.

 

Hay maneras diferentes de estimular estas emociones positivas. Uno muy popular y con efecto real es el del uso de las afirmaciones, que además modifica nuestro pensamiento. Estas son frases cortas, motivantes y positivas. Al leerlas de manera repetida o anotarlas en un lugar visible lo que hacemos es suministrar las instrucciones a nuestro cerebro de qué es lo que tiene que hacer… Fíjate el contraste con los mensajes que a veces nos lanzamos como “jamás podré hacer esto” o “es insoportable que suceda tal cosa”. Aquí lo importante es esa repetición y de nuevo, sentirlas. Acostumbrarnos a sentirlas de verdad.

Ejercicio para estimular las emociones positivas: el foco positivo.

Seguro que en tu día a día ya realizas actividades que estimulan tus emociones positivas: gozar de tus canciones favoritas, de tu merienda favorita, recibir (o dar) un masaje… En este ejercicio la misión es sencilla: cada día procurarte al menos cinco emociones positivas diferentes entre sí, es decir, que provengan de momentos y actividades distintas, tanto solo como en compañía. ¿Alguna vez te habían mandado un ejercicio así? Serán tus “deberes” gozosos e importantes, ¡espero tus respuestas y tu ejemplos de actividades estimulantes!

5 pasos hacia la felicidad: Modelo PERMA (I)

El modelo PERMA de la Psicología Positiva: 5 pasos hacia la felicidad
Amig@s, estamos de nuevo en Egoland Seducción hablando de Psicología Positiva. La verdad es que ya tenía ganas de seguir compartiendo con vosotros esta área de la Psicología que me sigue pareciendo apasionante. En realidad, dudo que a alguien le resulte indiferente el poder conocer mejor cómo ser más feliz, estar mejor y como potenciarlo; casi este podría ser el objetivo de vida de todos nosotros. ¡Afortunadamente, aún nadie ha inventado la Psicología Negativa!

Todos sabemos qué cosas nos hacen felices o al menos intuimos por donde van los tiros. Comer una paella en la Albufera, conseguir acabar ese trabajo tan complicado o pasar una noche desenfrenada de emociones y sudores nos da placer y, de alguna manera bienestar. Esto el ser humano lo ha considerado siempre y hemos inventado fórmulas para ello. No es casualidad que libros como “El secreto” y sobre la ley de la atracción, o gurús normalmente venidos de Estados Unidos nos ofrezcan la receta de la felicidad.

Estos consejos bienintencionados están basados en experiencias personales y quizás estén en lo cierto. Quizás, ahí está la clave. No hay nada que respalde de manera empírica o científica lo que nos proponen. Y ahí entra la Psicología Positiva.

Fue a finales de los 90 cuando Martin Seligman, unos de los impulsores de la Psicología Positiva, cambió la tendencia de la psicología que se enfocaba en las emociones negativas para intentar ahora que las personas sean felices y no simplemente menos infelices, menos deprimidas, menos ansiosas. Recordemos como definimos a la Psicología Positiva: es la rama de la psicología científica que estudia a las emociones positivas y a las fortalezas personales, con la rigurosidad propia de toda ciencia de la salud.

Pasos para la felicidad modelo perma

¿QUÉ ES LO QUE NOS HACE FELICES?¿CÓMO ORIENTARLO PARA MEJORAR NUESTRAS RELACIONES PERSONALES?

“El Bienestar es más que sonreír y sentirnos bien”, es una de las primeras cosas que apunta Seligman.

¿Pueden haber factores que a corto, medio y largo plazo nos proporcionen bienestar de manera sostenida, y por tanto convertirnos en personas más atractivas?

Piensa ahora en ese bollo de chocolate que viste ayer por la tarde en la panadería y que te quedaste con ganas de zamparte. Seguro que te hubiera proporcionado placer (emoción positiva) a corto plazo. ¿Eso significa que debemos seguir una conducta eternamente zampabollil para ser felices?

Otro ejemplo, quizás siempre hayas pensando en que sería genial el poder conocer a chic@s en situaciones cotidianas, no necesariamente los viernes noche en el abarrotado pub de turno. Seguramente tengas que salir de tu zona de confort, probar cosas nuevas y esto nos pone en tensión. No siempre será necesariamente agradable o fácil… pero con persistencia acabarás consiguiendo sentirte mejor y conseguir lo que querías. Cuantas cosas, ¿verdad? Vamos a verlas por partes y cómo puede ayudarnos a convertirnos en personas más seductoras:

PERMA O EL MODELO DEL BIENESTAR PERSONAL

Seligman y otros autores llegaron a su modelo que resume las claves  en la palabra “PERMA”, según sus siglas en inglés, basado en la investigación científica y en la práctica clínica:

P – (Positive Emotions) Emociones Positivas: Se refleja en la cantidad de emociones positivas que sentimos y provocamos durante el día. Mientras mayor sea el número en relación a las emociones negativas, mayor nuestro bienestar. Comer un pastel, que nos hagan un masaje, que nos dé el sol, ver una comedia entraría aquí.

E – (Engagement) Compromiso con la tarea: Se refiere a la capacidad de involucrarse de manera positiva en las actividades del día a día y entrar en lo que se conoce como “flow”. Aprender una habilidad nueva y llegar al punto de que requiere cierto esfuerzo por nuestra parte nos llevaría a entrar en flow, como aprender a tocar un instrumento, a patinar o a cocinar un plato nuevo. Cuanto más momentos de flow, más bienestar de manera sostenida.

R – (Relationship) Relaciones: si hay un factor clave es este. Más relaciones, más amigos, más conocidos, más red social nos ayuda de manera directa a mantener nuestro nivel de bienestar alto. No significa caer en una dependencia de los otros, si no en nutrir nuestra vida de personas que nos aporten, en ayudar a los otros, en ser generosos.

M – (Meaning) Significado: El pertenecer a algo más grande que uno mismo es uno de los pasos para el bienestar. Por ejemplo el ayudar a alguien entrega más felicidad según Seligman que comprarse un regalo a unos mismo. Esto va relacionado con encontrar un propósito en la vida. Quienes lo encuentran o lo van buscando gozan de mayor bienestar.

A – (Accomplishment) Logro: El sentir que se pueden hacer las cosas es uno de los pasos, asociado a quienes realmente tienen éxito son quienes tienen mayor capacidad de bienestar. Conseguir, superarse, lograr: a las personas nos gusta conseguir, y no solo referido a cosas materiales.

Este ha sido un rápido repaso del modelo PERMA y de qué nos hace felices. Hay manuales muy extensos referidos a esto, sin embargo os adelanto que en esta misma web pronto tendréis una serie de cinco artículos relacionados con este modelo, desde una orientación de seducción 360 grados. ¡Nos seguimos leyendo, sed felices!

Empezar de nuevo fuera (II)

En el pasado artículo comentamos cuáles pueden ser las emociones positivas y negativas al cambiar de vida y empezar de nuevo fuera. Nos espera la aventura, el descubrimiento, el ampliar miras, el conocer gente atractiva y diferente… también quizás el sentirnos solos, el tener dudas, cierta ansiedad.

Pero vamos al meollo de la cuestión y a por una serie de tips para que este cambio y esta experiencia acaben siendo muy positivos en nuestra vida:

Aplica lo que ya sabes.

En situaciones donde tenemos tantos frentes abiertos podemos sentirnos desbordados por los acontecimientos, parecer que no llegamos. No todo es color de rosa ni todo el monte es orégano. Recuerda aquí que ya te has enfrentado a situaciones complicadas en el pasado y que seguro que en muchos casos acabaste superando todo aquello que te era difícil. ¿Cómo lograste hacer eso? Utilizando los recursos y herramientas que ya poseías, la suerte nos la buscamos y acabamos encontrando nosotros con nuestros propios actos.

¿Qué habilidades pusiste en práctica en el pasado? ¿Eres una persona extrovertida, que suele dar el primer paso? ¡Utilízalo!

Por el contrario eres más bien introvertido, y por tanto más reflexivo y prefieres conectar con quien a ti de verdad te interese? Pues utilízalo también en ese caso. Tienes una serie de fortalezas que has utilizado en tus estudios, en tu trabajo, con tus amigos, en tus aficiones… Esas son tus mejores armas para enfrentarte al nuevo contexto.

Recuerda y utiliza el nombre de las personas.

No hay palabra que suene más dulce en nuestros oídos que nuestro propio nombre, especialmente si viene de personas que conocemos poco. Esta es una herramienta muy sencilla… ¿pero la aplicamos siempre? Aquí, amiga o amigo, no vale lo de “yo es que soy muy malo con los nombres”.

Imagínate si estás en tu nuevo destino, Estocolmo, y en una cafetería dan una lectura poética de poetas rusos del siglo XIX. Te acaban de presentar a una rubia de tomo y lomo llamada Anastasia.

Pues a partir de ahí interioriza ese nombre para recordarlo después. Para ello hay reglas sencillas, si algo te llama la atención de Anastasia recuérdalo y asócialo a ella (¿un pañuelo rojo?, ¿una sonrisa especialmente luminosa?) En ese caso será “Anastasia sonrisa”. O asociarlo a algo que rime, tipo “Antoni el poni”. Luego sorprende a la persona llamándola por su nombre. Si hay mucha gente, céntrate en recordar el de determinadas personas, las que a ti te interesen.

Recuerda la regla de oro: si quieres amigabilidad, empieza ofreciéndola.

Las nuevas personas probablemente ya tengan su círculo montado, por ello quien normalmente dé el primer paso debas ser tú. Dicho esto, aquí entra en juego la flexibilidad y la capacidad de adaptación, que puedes mejorar. Si te has mudado a Lyon para una beca de postgrado y has conocido a Alain, natural de esa ciudad, es muy fácil que Alain ya tenga amigos de toda la vida por ahí. Al menos algunos. Pero hablando hablando descubres que a Alain le gusta mucho patinar y que tú también solías hacerlo. ¡Ya sabes el primer paso que vas a poder dar! Una tarde agenciarte unos patines y proponer salir por ahí. Quizás sea el otro quien dé el primer paso, si es así perfecto, pero no te cortes proponiendo cosas. No es estar necesitado, si no que es fácil de entender que quieres conocer gente nueva y que encima propones cosas divertidas.

Nuestro estado de ánimo fluctúa y esto es lo normal.

Pretender que nuestro estado de ánimo permanezca totalmente estable es un reto que las personas no hemos conseguido, que no creo que consigamos y que además es bonito que así sea. En muchas ocasiones la vida es como una montaña rusa llena de emociones, tanto positivas como negativas y ambas son necesarias.

Si nuestro estado de ánimo es cambiante en situaciones de estabilidad lo será más cuando hemos salido de nuestro ambiente habitual. Esto es algo que podemos tener en cuenta para decirnos a nosotros mismos que es una reacción normal a un contexto, personas y hábitos sociales diferentes.

Comunica o subcomunica tus virtudes y fortalezas.

Nuestros amigos nos quieren por determinados motivos. En ocasiones estos motivos les han llevado días, meses o años de conocer. En contextos nuevos y conociendo a personas nuevas a veces tendremos mucho menos tiempo para mostrar nuestros puntos fuertes o qué tenemos de valioso. Exactamente cuando acaban de presentarnos a ese chico o a esa chica tan atractivos. Pues aquí haremos lo mismo que ya sabemos que tenemos que hacer: sin que tengamos que sobrevendernos, en la conversación seremos sinceros, generosos, abiertos y mostraremos tanto nuestras virtudes como nuestros defectos; nuestros puntos fuertes también. Es más fácil empatizar y abrirse ante quien también lo hace.

Tu nueva ciudad, trabajo, ambiente, amigos etc. no son mejores ni peores, son diferentes.

Algo muy común cuando algo cambia en nuestras vidas es la comparación. Esto sucede cuando cambiamos de pareja, trabajo, ciudad etc. y lo he visto muchas veces en la consulta. “Ella era insuperable”, “Nunca encontraré un trabajo así”, “Como en mi ciudad en ningún sitio”… Todas esas aseveraciones llevan parte de razón… y parte de equivocación. La clave es buscar, pensar y encontrar activamente lo mejor del nuevo lugar y de los nuevos lugares a los que vayamos, y si en un momento determinado no los vemos seguro que poniendo de nuestra parte los acabaremos encontrando.

La web de Egoland Seducción es también tu nuevo mejor amiga.

Si como yo estás por la treintena recordarás el Gran Libro de Petete, donde venía recogido todo el conocimiento molón que un niño de los 80 necesitaba. Bien, pues esta web es tu nuevo libro de Petete. ¿Te puede venir bien el saber más sobre comunicación emocional, gestión del rechazo, sobre como ser extravagante (al hilo de lo que nos cuenta mi amigo Javi Santoro), a ser más persuasivos y carismáticos…? ¡La respuesta es un sí rotundo! Por eso bucea en la web para todo aquello que necesites y contáctanos si quieres saber más en lo que necesites.

 Espero que esta serie de dos artículos te haya gustado. Las nuevas experiencias, las nuevas personas, los nuevos amigos, al final acabarán nutriendo tu experiencia de vida. Quizás en algún momento no lo veas como nos pasa a todos, pero lo encontrarás. ¡Cuéntanos tu experiencia viviendo fuera!

Empezar nueva vida fuera (I)

Empezar de nuevo fuera

Amig@s, tras el artículo Introversión, timidez y fobia socia(leer aquí), el apartado del podcast que grabamos al respecto y el vídeo en mi casa (la cocina ha causado furor, estáis invitados si traéis cosas molonas para picar y café Juan Valdes) han surgido bastantes consultas y comentarios, algunos con denominación común. Es el caso de cuando en el momento actual nos toca ir fuera a buscarnos la vida, a estudiar o trabajar, y llegamos a un lugar nuevo. Es el empezar de nuevo, hacer amigos, adaptarnos, abrirnos, exponernos… Y esto, que puede resultar ser una experiencia realmente emocionante, puede tener su parte dura. Vamos al turrón.

ANTONI en el podcast de Octubre: Timidez, introversión y fobia social

[powerpress url=»https://www.egolandseduccion.com/wp-content/uploads/podcast/secciones/octubre2012/Podcast-Egoland-Seduccion-Octubre2012-Antoni-Introversion-Timidez.mp3″]

VIDEO HD sobre la introversión, la timidez y la fobia social

Como siempre, vamos a apelar a la Psicología Positiva utilizando la óptica de las emociones positivas y de las fortalezas personales. Irse fuera, a otra ciudad o el extranjero, puede estar motivado por la falta de oportunidades, aunque en todo caso es una elección libre y como una oportunidad podemos considerarla. Si lo hacemos es para progresar en nuestra vida, para seguir adelante y en realidad es una aventura que estamos empezando y que en muchos casos será un punto de inflexión. Emigrar y comenzar un nuevo capítulo en nuestra historia imprime carácter y es un proceso que nos llevará a ser personas más completas, nos proporcionará nuevos aprendizajes y que incluso nos dará un montón de historias y anécdotas que contar. No sólo eso, si no que seguro nos hará conocer personas diferentes, que de otra manera no hubiéramos conocido. Por fuerza habremos de convertirnos en personas más flexibles y abiertas de mente.

Aquí vamos a centrarnos en el conocer gente nueva y conseguir nuevos círculos sociales. Helio nos habló de cómo comenzar en este sentido en un nuevo trabajo. Aquí lo extenderemos al ámbito social y de relaciones. Vamos a desmenuzar primero algunas consecuencias negativas que podemos experimentar, en forma de preguntas que quizá nos vengan a la cabeza cuando ya estamos en nuestro nuevo destino:

 

–       Ansiedad. ¿Podré afrontar todo lo nuevo que voy a tener que vivir? ¿Tendré recursos suficientes? ¿Alcanzaré una posición de estabilidad personal como la tenía en mi lugar de origen?

–       Soledad. ¿Con quien salgo el viernes por la noche, si aún conozco a poca gente o a nadie? ¿Qué hago en los momentos de después de trabajar, cuando antes podía llamar a algún amigo para tomar cervezas? ¿Estoy capacitado para resolver bien esos picos de soledad?

–       Dudas. ¿He hecho bien en irme? ¿Cómo será el final de todo esto?

 

Pues bien amig@s, si ya os habéis ido, si quizás estéis pensando en hacerlo, o queréis ayudar a amigos en tal situación, todas estas preguntas tienen respuesta, y vamos a trabajar para que la misma sea la que más nos conviene. La regla de oro: si quieres amigabilidad empieza ofreciéndola.

En un nuevo ámbito eres tú quien quiere integrarse y los otros los que ya tienen círculos montados. Aquí no sirve de nada el hacerse la víctima, el que debe ser proactivo eres tu.

¿Por qué no alargar la comida de trabajo tomando un café en un sitio molón que has descubierto y que quizás tus compañeros no conocen? ¿Te interesa ir a un concierto de jazz y una conocida recuerdas que dijo que le gustaba ese tipo de música? ¡Ya sabes lo que vas a tener que hacer! Empieza por darles una oportunidad a los demás y cada vez irás obteniendo respuestas positivas. Pronto iremos desgranando este tema, esperamos vuestros comentarios y experiencias.