Feminismo y Femineidad

 

Una vez, volviendo de la capital en el tren capté una frase suelta: “Las mujeres que se arreglan es porque no tienen nada más que ofrecer.”


Parpadeo incrédulo.
Tos.
Silencio.

¿¡Qué!?

Queridos niños, bienvenidos a barrio sésamo capítulo uno: “Como defender la igualdad de sexos sin caer en el feminismo extremista.” (AKA «Machismo encubierto», AKA «Autoodio», AKA «Como nos gusta a las mujeres matarnos entre nosotras»).
Y sí. No puedo evitarlo. Ese tipo de comentarios me enervan. Me ponen enferma, sin remedio ni paliativo posible. Dejemos claro un concepto: Defender la igualdad de sexos es procurar que la mujer tome su posición en el mundo al mismo nivel que el hombre, como MUJER. En ningún caso significa parecerse más a los hombres o adoptar sus roles: Eso NO es productivo. Solo refleja un machismo implícito, tal como el comentario anteriormente citado. Chicas, si queréis dar una imagen de ser una mujer independiente y fuerte, resuelta y capaz de llevar las riendas de su propia vida en la sociedad actual, no es necesario llevar un mostacho como Mario Bross o las axilas a la francesa.

Primera lección de hoy, quiero que todas os mentaliceis y visualiceis esto, y luego quiero que lo digais en voz alta, bien alto:

 

Me siento orgullosa de ser mujer.

 

Y ser mujer lleva dentro del pack ser femeninas. No es tampoco una obligación, ni mucho menos. Hay mujeres que no lo son, e, igualmente suelen ser apaleadas por lenguas de víboras con el apelativo conocidísimo de “marimacho”. Así pues, ¡Viva la dicotomía! O eres un neandertal con pechos o una zorra que vende su cuerpo… ¡Oh, sí! ¡Gracias a Dios por el apoyo entre las mujeres!

Nunca me he considerado una chica especialmente bonita, más bien me he sentido el patito feo del grupo desde que tengo memoria. Cuando era pequeña, era la primera que crecí entre chicos mayoritariamente y rehuí jugar a papas y a mamás en pos de ser la espía asesina de la unión soviética en mil y un juegos de guerra con mis compañeros de infancia. Aún así, con la edad, la femineidad que anda de capa caída por comentarios como esos, se fue haciendo un huequecito en mí. No me considero tonta, pero eso no significa que no se me vayan los ojos detrás de un par de zapatos preciosos. Chicas, no os avergonceis de sacar vuestro lado más coqueto y femenino: Es un arma de calibre grueso en el mundo de la seducción.

La femineidad, el mimo a nuestro aspecto y el recelo personal forma parte de un conjunto igual de importante que pueda serlo la capacidad intelectual de cada quien. Para mí, la virtud siempre ha sido el punto medio, y veo igual de incompleta una persona que se dedique únicamente a su cuerpo que una persona que haya olvidado que existe una cosa llamada ducha. Ojo al dato, chicas, no estoy hablando de ir de punta en blanco, provocando, o según los cánones de belleza estandarizados, pero hagamos honor a la archiconocida sentencia: “Mente sana in corpore sano.”

Punto y aparte de estas (suponía yo) cosas más que trilladas (andaba errada, visto lo visto), me pararé un poco más en el punto estrictamente de las mujeres. Es un suplicio intentar abrirse paso con distancias de hormiga (y sobretodo en la temática de seducción y habilidades comunicativas) en un mundo donde todavía se pueden escuchar frases como: “Todas las mujeres son unas zorras menos mi madre y la mía.”. Pero si nos tiramos piedras a nuestro propio tejado la cosa se pone ya imposible. Nosotras no somos hombres. Nacimos con unos atributos diferentes y complementarios, igual que el sexo masculino para con el femenino. ¿Significa eso que debemos dejar a un lado nuestra naturaleza intrínseca para tener un espacio en este mar lleno de tiburones? ¿Quiere decir que para competir con un hombre o para seducirlo debemos de adoptar sus roles masculinos? ¿No es eso una renuncia? El truco está en estar a la misma altura que los hombres, pero no dejar de ser lo que somos, MUJERES. Y muy a bien de serlo.

Hay mujeres que nacen con ese aire felino que se pega a la interminable línea de sus piernas. Las sonrisas, juegan en las comisuras de labios carnosos. Saben el arte de las miradas entre el cabello. Tienen un aura inherente, como un aroma característico. La dualidad entre niña y adulta. Los arrebatos infantiles y las inocencias pícaras de la seducción. Hay mujeres que llevan implícito en la piel su naturaleza más sinuosa.

Y hay mujeres que no. Pero que pueden aprender y mejorar para ser la mejor versión de ellas mismas (para eso estamos aquí, ¿No?).

Y ni unas ni otras son mejores ni peores. Son iguales. Tan capaces y dignas como los son las mujeres comparadas a los hombres. El coeficiente intelectual, señores y señoras, no es inversamente proporcional a la altura de los tacones o relativo a la longitud de la falda.

Los sexos: Equiparables, pero no equivalentes. Mujer, siempre. Y libre de serlo.

En todas sus formas.

La gata negra

El enfoque lúdico festivo de la seducción


Desde pequeñito he sufrido rechazos.
Algunos muy espectaculares, incluso para haberlos grabado y hacer de ellos contenido para la paramount comedy. Pero cierto es que cuando yo llegué a este mundo me dijeron que era un natural por algo. Nunca me he podido quejar de mi relación con las mujeres ni de la cualidad de relación con ellas.

Durante mis 34 años he desarrollado una forma de interrelacionarme definida y admirada. Mi forma de vivir la seducción de toda la vida. Muy parecida a mi forma de relacionarme con los demás.
Es la fiesta y el enfoque ya no solo positivo sino divertido de cada momento. Mi filosofía de vida.

Ser una persona abierta, consciente de sus limitaciones y con la pasión de descubrir cosas y sentir: La voracidad emocional.

Hemos querido plantear la seducción desde esta casa como una disciplina coherente con lo que somos y hemos sido durante nuestra vida, algo que se puede aprender de una forma divertida, sencilla y natural basada en nuestra propia experiencia de la naturalidad.

Hablábamos de «la mandanga» como esa visión, ubicación de emociones y causalidad de nuestra conducta y quisiera, como he comentado en el podcast de julio, darle forma al asunto.

En la universidad me enseñaron a estudiar la conducta como algo con taxonomía propia:

A la hora de plantearnos una acción, debemos de saber que toda acción tiene una motivación interna y externa. Nosotros nos movemos hacia dos tipos de .recompensas: internas y externas.

MOTIVACIONES INTERNAS

La fiesta nos la debemos montar nosotros. El incentivo o premio de nuestra conducta está en nosotros mismos y nosotros nos premiamos por la diversión de nuestra decisión. Nos autopremiamos «mandangueando».

Por otra parte todos tenemos unas necesidades psicológicas que no podemos obviar.

1º La autonomía: De nosotros depende el planteamiento y como yo interprete lo que me sucede y se me avecina esta noche, esta cita o estas vacaciones. Con lo cual, no dependemos de nadie para sentirnos mandangueando. La visión de lo divertido es subjetivo y nosotros no necesitamos gasolina externa para seguir manteniendo nuestra conducta. Somos incombustibles.

2º El autodeterminismo.
Los que practicamos la vía más directa y natural no dependemos de que los demás nos hagan divertido lo que se acontece. Nosotros orientamos nuestra interpretación de los acontecimiento hacia la fiesta, el sexo, y el descubrimiento mútuo como la forma más natural de interrelacionarse entre un hombre y una mujer. Con lo cual nuestro destino es nuestro, tanto la diversión como la interpretación de lo que pase entre ella y yo.

3º Locus de causalidad interno_
Nosotros somos la cáusa de nuestra actitud divertida. El motor e inicio de nuestra fiesta y la fiesta que ofrecemos a los demás. De forma que no necesitamos la intervención de nadie como cáusa de nuestra diversión. Aunque, como veremos más adelante, sí necesitamos estímulos (chicas) para nuestra actitud seductora ludica festiva.

4º La recompensa que obtenemos, nuestra sensación, nuestra risa y activación la sintamos como una informadora de que la conducta que hemos iniciado cumple nuestras expectativas. O sea, que nos veamos riendo, que nos notemos excitados por lo que está pasado, contentos, entusiasmados, etc van a suponer señales de de información de que todo marcha como pensábamos.


MOTIVACIÓN EXTERNA:

Que nuestra conducta tenga incentivos externos, si estamos hablando de una interacción con alguien es inevitable.Conseguir sus señales de interés conforme actuamos, utilizar el espectador de la película subtitulada y darnos cuenta de que ella sigue con nosotros tras un buen rato de una forma positiva, aplicar la Dramaturgia Egolandiana de Santi y ver que todos estamos bien acoplados en nuestros papales, van a ser pequeñas recomenpensas a nuestra conducta. Van reforzar que el planteamiento de ligar de forma divertida sea más sólido.

Que tengamos una expectativa real de conseguir nuestras recompensas, es decir, que cuando iniciamos una conducta seductora «mandanguil» lo hacemos porque creemos que podemos conseguir nuestros objetivos. Creemos que podemos ligar y pasárnoslo bien ligando. Por eso lo hacemos. Por eso la gente que viene a mis talleres o los de Helio, al verse a sí mismos consiguiendo resultados con un planteamiento divertido lo repite. LO CREE AL COMPROBAR QUE SON CAPACES DE HACERLO Y POR TANTO REPITEN LA ACTITUD.

Tras 34 años puedo decir que mi conducta ha sido «mandanguera» utilizando el directo examinador, porque mi motivación interno y externa han tenido recompensas internas y externas, han reforzado mis pautas de comportamiento y durante estos años me he formado en la unversidad para dar solución a solventar con éxito vuestro aprendizaje. Aquí somos expertos en modelar vuestras conductas y las dimensiones de la personalidad, de las que hablaré más adelante para, con la máxima experiencia enseñaros la seducción de una forma sencilla, directa, profesional y sobre divertida.

Reflexiones de un seductor: Reactividad II

Escribo esto después de un taller muy productivo. Un Jueves lleno de magia, de mandanga y de esa sensación que te da el trabajo bien hecho. Y Egoland Seducción cumple tres meses en minutos. ¿Que si lo vamos a celebrar? Pues claro que sí. Si algo nos gusta a nosotros son las celebraciones. Por eso os regalamos un taller irrepetible por localización y por precio.

Ahora, vamos a la segunda parte. Se ha escrito mucho sobre reactividad. Tanto que se me hacía dificil proponeros algo nuevo. Pero creo que lo he conseguido. Y lo que os voy a ofrecer no es teoría, sino practica. ¿Por que Helio no es reactivo?

 

¿Nos metemos en harina?

 

Veréis, lo que os ofrezco es no solo ser conscientes de que estamos haciendo, cosa que ya os hemos explicado en mil y una ocasiones.

 

“Esto es un juego” “No importa el resultado” “El hecho de acercarte ya es un premio” “Te estas superando a ti mismo independientemente de si te la ligas o no”

 

Todo eso ya os lo hemos contado y se lo sabe hasta el dependiente de los tebeos de THE SIMPSON. Ahora yo os voy a ayudar a llevar todo esto a la práctica.

 

Kinki Bwoy que tiene una canción que dice así ;

 

“ Mi canción-relación que me ayuda a estar más tranquilo por qué ella cuida mis espaldas-es el sentimiento que una nuestras almas-fuerza y corazón son mis únicas armas”

 

Como yo lo percibo, es lo que esta diciendo es que es su pasado, su obra, lo que ya ha hecho, lo que le da seguridad para afrontar el futuro. ¿Cual es mi herramienta para no ser reactivo? Yo mismo, mis antecedentes, mis sueños conseguidos y los que aún estan en proceso, el sobresaliente que saque en primero de carrera, las carcajadas que le he sacado a mis amigos, los trenes que he perdido en Madrid por que Egoland y yo habíamos salido despues de dar el taller.

 

“Como ves, sigo estando aquí, que para levantarme mas de cien veces caí…”

 

Yo, os invitó a luchar por ser conscientes de que nuestro pasado nos hace imborrables, lo que nos empuja a hacer lo que hacemos, lo que ha creado nuestra identidad.

 

¿Queréis además una buena noticia? Que nuestro pasado lo estamos escribiendo hoy. Con eso creo que os lo estoy diciendo todo. Cómo me esta molando eso de daros algunos apuntes musicales os dejo con Wax Tailor, un productor de hip hop frances que es uno de los referentes de la música fusión, que da unos conciertos que flipas con violines, contrabajos y cantantes muy bien seleccionados para cada tema. Os dejo con Positively Inclined. Una canción que va directamente de ser positivos. Un poco el vaso medio lleno o medio vacío.


Ganar / Ganar

Hemos hablado ya por aquí del paradigma Ganar/Ganar, una de las herramientas más valiosas de la resolución de conflictos. Vamos a profundizar.

Lo primero es tener claro que más que una técnica aislada frente a un conflicto, es una manera de entender el conflicto, una filosofía, una manera de pensar. Todos los días tenemos interacciones con personas, y en muchas de ellas se plantea una necesidad de acuerdo, de negociación, etc… Pensar en Ganar/Ganar significa pensar en el beneficio mutuo (sin dejar de pensar en el nuestro).

No es una perspectiva “solidaria” ni que denota poca personalidad o carácter como muchas personas pueden pensar al toparse con esto y no profundizar. La agresividad, la intransigencia y el demostrar “mucho carácter” (lo pongo entre comillas porque demasiado habitualmente se confunde esto con mala educación o agresividad, cuando en realidad no tiene nada que ver) no son rasgos positivos ni que nos hagan ser percibidos como poderosos. Al contrario, ser capaces de negociar nuestra postura pensando, a la vez, en la de la otra parte, ser conciliadores y capaces de razonar en base a la empatía y a la persona concreta que tenemos en frente situada en un contexto determinado en lugar de reaccionar igual ante cualquier conflicto, denota inteligencia, madurez y carácter (bien entendido). Y estos sí son rasgos que nos otorgan poder. Al fin y al cabo este es un proceso de pensamiento y razonamiento mucho más lógico que ponerse a gritar o exigir que sólo nuestra manera de ver las cosas se entienda como válida.

Se trata pues de entender la vida como un espacio en el que buscar cooperación frente a la competición que suele imperar. Nuestro éxito no pasa porque otra persona pierda, ni mucho menos. Ahora bien, quizá nuestro éxito pase por ganar un poco menos de lo que teníamos previsto, pero en compensación, podemos ganar también que el otro nos perciba de una manera mucho más positiva. En nuestra relación quizá no consigamos todo lo que le estamos pidiendo a nuestra pareja, pero si conseguimos el 60% y además, el extra de que ella se sienta aún mejor con nosotros porque nos percibe como personas inteligentes y conciliadoras, realmente quizá hayamos ganado más que si consiguiéramos el 100% y una imagen agresiva, de cabezonería y de personas con las que es frustrante dicutir ¿no creéis?

¿Cómo llevar esto a la práctica? Una manera muy gráfica ante un conflicto (o cuando queremos plantear una demanda que, obviamente, tiene unas consecuencias para la otra parte en tanto que tiene que ceder, aceptar o cambiar algo) de plantearnos seguir este paradigma es hacer las siguientes preguntas (y plantearlas con una comunicación empática):

  1. ¿Qué es lo que quiero yo?
  2. ¿Qué es lo que quiere la otra persona?
  3. ¿Cuál sería una solución válida para mí?
  4. ¿Cuál sería una solución válida para la otra persona?
  5. ¿Cuál es el punto medio entre mi solución y la suya?
  6. Verbalizar este acuerdo: “Nuestra solución entonces es esta: ….”

 

Veámoslo con un ejemplo, siguiendo estos pasos:

 

Imaginad que últimamente vuestra pareja no pasa demasiado tiempo con vosotros. Antes solía quedar con vosotros cada día después de trabajar y ahora, la mayoría de los días prefiere quedarse en casa viendo la tele en el sofá. Vosotros sentís la necesidad de retomar ese espacio común y de pasar más tiempo juntos, ya que sentís que estáis entrando en una situación rutinaria, aburrida y que si no solucionáis, os llevará a un punto en el que no queréis estar.

 

  1. Planteamos que, aunque entendemos que las personas cambian, que hay épocas y etapas y que sabemos que últimamente está más cansada, queremos volver a recuperar esos momentos juntos.
  2. La otra persona, por ejemplo, argumenta que últimamente está muy cansada y que cuando sale del trabajo lo único que le apetece es tirarse en el sofá.
  3. Para nosotros, una solución válida es recuperar más tiempo
  4. Para la otra persona, una solución válida es invertir el tiempo en algo que no sea muy cansado ni que requiera un gran esfuerzo mental
  5. Un punto medio sería quedar tres días, dos de ellos en el sofá de ella, pero nosotros elegimos una película para ver juntos (o un programa, serie, etc..), y el otro día nosotros elegimos el plan
  6. Planteamos “Entonces hacemos esto ¿te parece bien? Dos días son para ti sola, los otros tres, dos los pasamos en tu sofá pero yo elijo una serie para que la veamos juntos, y el otro yo elijo el plan ¿vale?”

Obviamente no es un contrato inamovible ni un corsé: todo se puede renegociar, no se trata de verlo como una obligación que tenemos que cumplir a rajatabla, pero es una manera de, simplemente, iniciar una nueva manera de gestionar una situación que en principio nos estaba causando disgusto. Es importante entender esto, que más que firmar un contrato o hacer un horario, lo realmente trascendente es plantear la necesidad de comunicarnos y de solucionar entre los dos una situación que a nosotros no nos gustaba.

¡¡Espero que os guste!!

Seducción para mujeres, tras el telón

¿Quién soy yo?

En realidad no importa. Y no importa porque tú (sí, ) no estás leyéndome por saber quién soy yo. A ti eso no te importa, porque no eres un hombre, y no te quieres meter en mi ropa interior, ni eres lesbiana, ni, en resumidas cuentas, quieres que te cuente mi vida. Estás leyendo esto porque lo que importa aquí, es quién eres tú. Y si has llegado hasta estas líneas es porque eres la chica que está cansada de que en los bares se dirijan a ti para preguntarte si la que va contigo tiene novio. O porque eres la mejor amiga de todos, esa que ven como una hermana, a la que un hombre siempre cataloga como “¿María? Es una tía de puta madre, pero no la veo de esa forma”.

Sí, querida, estás aquí porque tú SÍ quieres que te vea de ESA forma.

Así que, en realidad, lo que importa aquí es quien quieres ser tú. Por eso no me voy a parar a contarte quién soy yo, ni tampoco cómo soy yo. Entre otras cosas porque yo soy quien quiero ser y depende de con quien quiera serlo. Y así es como vas a aprender a ser tú, porque ahora, amiga mía, estamos tras el telón, donde se obra la magia antes de salir al escenario. Aquí nos ponemos los vestuarios, el maquillaje y nos aprendemos las tablas antes de salir a escena. Aquí te aprendes los trucos para deslumbrar al público.

Se trata de ti y de Él. De cualquiera de los Él que te vayas a encontrar por el camino y quieras que se vuelvan solo porque los has pasado de largo (porque tú no te vas a parar a mirarlos). Porque hay demasiados hombres sobre la faz de la tierra como para pararse a mirarlos a todos, y no todos merecen que pierdas el tiempo haciéndolo. Lo que importa es que sepas que esto es personal, personal entre tú y yo, y quizá con una copa de buen vino entre las dos tras una larga tarde de compras (aunque de tu armario hablaremos más adelante). Se trata de que tú tienes el poder, y solo tienes que darte cuenta de donde coño te lo has dejado escondido.

Eso es lo que vas a descubrir aquí. No vas a descubrirme a mí, sino a ti misma. La versión de ti misma que siempre has querido conocer.

Por eso, te repito, no voy a decirte quien soy yo. Pero voy a decirte quien voy a ser para ti. Voy a ser tu mejor amiga. Y no la que no te sirve de nada. Voy a ser la que si le preguntas si has engordado te va a decir . Si me preguntas cómo te queda el vestido, no te voy a decir: Estás divina de la muerte, cuando estarías mejor con un saco de patatas. Y no voy a decirte que ese corte de pelo te queda fabuloso si te han estafado en la peluquería. Voy a ser la amiga que te dice las cosas claras, la que de verdad te ayuda a perder esos kilos, a encontrar el vestido que mejor te queda y “vamos a ver qué hacemos con el destrozo que te ha hecho la furcia de la peluquera”. Porque te lo he dicho, esto se trata de ti, de mí y de ellos.

¿Sabes porque te mienten muchas de tus amigas cuando llevas un vestido horrible y un corte de pelo nefasto justo antes de salir de fiesta? Y, ¿Sabes por qué yo no voy a hacerlo?

Porque yo no me siento amenazada. Porque cuando estás segura de ti misma no te importa ayudar a los demás a mejorar y a ponerlos a tu altura. Hay muchos hombres en la tierra, y no todas tenemos los mismos gustos.

Ahora, querida mía, si de verdad quieres seguirme, déjate en casa junto a la Cosmopolitan los remilgos y las mentiras piadosas (y el helado de chocolate de Bridget Jones).

Estamos tras el telón, aquí es donde sudamos, nos equivocamos y nos probamos diferentes máscaras. Una vez salgas sola al escenario: Tendrás que estar perfecta.

 

La gata negra

Reflexiones de un seductor (IV): Voracidad emocional

Otro fin de semana. Un fin de semana enriquecedor cómo pocos. Reuniones, conversaciones interesantes y mucho aprendizaje. El equipo de Egoland Seducción se ha reunido al completo para desarrollar más este proyecto que cada día me tiene enamora de una forma genuina. Además un taller de tapas afrodisíacas y seducción.

 

Formar parte de un equipo al que admirás profesional y personalmente me llena. Aprendo mucho y con una edad mas o menos temprana estoy viviendo lo que es estar dentro de una empresa, la toma de decisiones, la negociación, el marketing, creación de productos…¿Por qué os estoy contando esto? Por qué es una experiencia nueva, intensa en mi vida qué me esta ayudando a crecer y a tener más que ofrecer a la gente que me rodea.

 

Es una experiencia al mismo nivel que un viaje a un continente extraño, un trío sexual, montar un grupo de música o ir al concierto de tu grupo de música favorito. Somos lo que hacemos. Estaréis de acuerdo conmigo en que no puedes esperar convertirte en una persona excepcional si no haces cosas excepcionales. Busca las cosas que te hagan sentir A TI, BAJO TU VISIÓN DEL MUNDO, cómo una persona excepcional, y Just Do It.

 

Personalmente, creo que a mí me caracteriza una búsqueda de estímulos y experiencias que me ha llevado a ser quien soy. Algunas de ellas un poco destructivas, otras absolutamente enriquecedoras, otras ni fu ni fa… Desde con quince años recorrer los barrios mas desfavorecidos para invitar a los vagabundos a vino a cambio de que me contasen sus historias, a disfrutar de las fiestas mas cool por Amsterdam o Roma. Yo elegí las que tenía que vivir, que no tienen por qué parecerse a las vuestras. Cada uno que busque las que les enriquezca.

 

El enriquecerse con historias, aventuras, vivencias, experiencias distintas y genuinas te abrirá la capacidad de percepción, podrás entender con mayor calidad a un número mayor de gente. Si durante 40 años sólo has visto el color azul, cuando veas todos los colores de golpe, te costará distinguirlos entre ellos.

 

Además lo que puedas ofrecer también será de mayor variedad y podrás elegir que ofrecer o trasmitir a cada una de las personas que tengas en frente. A fin de cuentas estarás exprimiendo mas la vida. Estarás viviéndola de una forma mas intensa.

 

Aplicando la empatía a la seduccíon

Una vez hemos tratado el tema de la empatía, la negociación y la resolución de conflictos (aunque de una manera muy superficial, pero ya tenemos una pequeña base) me gustaría hablaros del potencial que esto tiene en el mundo de la seducción. De verdad que no os imagináis todas las posibilidades que Egoh y yo hemos encontrado y la cantidad de puentes que estamos tendiendo entre uno y otro mundo trabajando en conjunto. Quede claro, además, que con seducción no quiero quedarme en el hecho de “salir a ligar” o de intentar seducir a desconocidos. También es seducción conseguir que tu relación no se hunda en los mares de la rutina o recuperar una chispa perdida tras unos años de noviazgo.

 

Como ya hemos visto una pequeña base introductoria y para no hacer esto algo demasiado teórico, en las próximas semanas veremos algunos consejos prácticos para aplicar lo aprendido a la seducción. Empecemos con la empatía, que la tenemos reciente.

 

En realidad, muchas de las técnicas que se usan en seducción tienen mucho de empáticas, aunque no se hable de ello exactamente en esos términos. El Directo Examinador utiliza la empatía de manera transversal, está presente en todas y cada una de sus manifestaciones. Ahora bien, me gustaría tratarla por separado para conseguir una mayor conciencia de esta habilidad y exprimir al máximo todas las opciones que nos ofrece.

 

Al fin y al cabo, La empatía es el arma para crear un terreno en común, íntimo y mutuo, donde la comunicación se hace más efectiva y mucho más amplia que el simple hecho de hablar.

 

Pongamos un ejemplo:

Imagina que en lugar de plantearnos la pregunta “¿Por qué no me hace caso?” frente a un rechazo o una situación en la que la persona a la que pretendemos seducir simplemente no nos presta atención, somos capaces de decir “Sé exactamente por qué no me hace caso, porque soy capaz de entenderla”.

Si observamos a la persona, a la situación, al perfil que presenta (edad, cómo son sus amigos), al contexto (el lugar dónde se encuentra), su comunicación no verbal, su aspecto, la manera en que se sienta en esa silla, y somos capaces de integrar todos esos datos, estamos teniendo una información valiosísima, y la información, chicos y chicas, sabemos que es poder.

Sigamos con este ejemplo. Imaginemos que estamos en un bar, es de noche, y vemos un grupo de chicas donde una en particular nos llama la atención y pretendemos seducirla. Nos acercamos, desplegamos todas nuestras técnicas y ella, oh, nos rechaza. Antes de empezar a gestionar el rechazo, podemos intentar saber por qué nos ha rechazado, de manera que esa información nos resulte útil para posteriormente gestionarlo de una u otra manera. Supongamos que esta chica está, como hemos dicho, con su grupo de amigas, que están en un ambiente divertido y que se las ve con mucha complicidad entre ellas. El sitio en el que están es un bar normal de copas donde va gente de todo tipo, no especialmente a ligar si no de todo. Pongámonos en su piel. Todo apunta a que es una reunión de amigas, que están pasándoselo bien. Puede ser que no se vean muy a menudo y que esta sea la típica reunión de una vez al mes que es sagrada para ellas, por lo que es lógico y comprensible que sea más importante estar con ellas, a las que adora y no ve todo lo que le gustaría que perder el tiempo con un desconocido.

Teniendo esto en cuenta, podemos utilizar esta información a nuestro favor: “Veo que estás muy ocupada con tus amigas, desde luego se nota que os lo pasáis muy bien juntas, no me gustaría robarte el tiempo de algo tan importante como son los amigos, ahora, si quieres que nos veamos otro día… y una de las frases de Egoland para acabar

 

Es sólo un ejemplo fácil y sencillo de cómo poder utilizar la información que obtenemos a través de la observación empática para seducir. A partir de ahora iremos ampliando esto semana tras semana. Gracias, como siempre, por vuestra atención.

Aprende a aprender

Siguiendo con el artículo anterior quisiera hablar de lo que para mi es vital en la profesión a la que me dedico desde hace ya cuatro años.

Uno de los pilares de mi fama en este mundo de la seducción, que por supuesto se remonta a cuando trabajaba en la anterior empresa, y a la que le debo mucho por permitirnos aportarnos, es mi forma de enseñar la seducción.

Disfruto enseñando lo que sé. Pero lo que más me satisface es enseñar lo que mis alumnos tienen y no saben.

Ése es sin duda el momento más emocionante para ambos. Para mi y para él.

¿Por qué? Porque siempre he pensado que mi objetivo cuando tengo a un alumno delante es conseguir que disfrute de SU DIRECTO EXAMINADOR.

Cuando uno de vosotros venís a mi casa a un curso, ya teneis conocimientos sobre este mundo.

Vosotros sois distintos. Todos los somos. Con unos hábitos de conducta diferentes, experiencias e historias diversas, virtudes o carencias específicas y rasgos diferenciadores.

Cada uno es directo a su manera y examina bajo su criterio influido por su casa, ambiente, padres, amigos, educación e historias de verano…

Decía en el anterior artículo que una de mis aportaciones en este mundo y que considero imprescindibles para la escuela del DIRECTO EXAMINADOR es SENTIR DE VERDAD. Aprenderla a ella. Hacerla nuestra a base de integrar su esencia y sus elementos exclusivos en nosotros.

Yo os invito, a pesar de que hayan otros sistemas seguramente igual de eficaces, a aprender a aprender. No nos han enseñado nunca a aprender y a hacer nuestro algo.

Desde una perspectiva psicológica cognitiva-conductual, o sea, para los que creemos que el peso de nuestra conducta se basa en nuestra experiencia y la interpretación que hacemos de ella,«Julián» o «Guillermo» pueden modificar su autoconcepto (lo que piensan de sí mismos) y el concepto que tienen de ellos mismos en relación a las mujeres. Pues mi labor, entre otras cosas, he elegido que consista en ayudarles a definirse hasta la fecha para poder entenderse.

Desde nuestra perspectiva, el comportamiento de Julián y Guillermo podrá será modificado siempre que ellos entiendan que sus miedos o carencias en la comunicación u observación vienen dados por unas experiencias concretas que han sido interpretadas de una forma concreta.

Mi labor, antes de enseñarles mis herramientas y técnicas de persuasión o seducción consiste en ayudarles a evaluar el porqué de las consecuencias de las experiencias vividas y como le han influido.

O sea, que si la novia que tuvo con 17 años no le hubiera sido infiel, no tendría una actitud tan agresiva con las mujeres, demostrando estar a la defensiva.

Entiéndose a sí mismo a los 17 años y a su novia a los 16 podemos modificar y edificar a un Julián asumiendo y asimilando las cáusas de sus carencias o virtudes.

Y es apartir de ahí cuando un Julián o un Guillermo pueden individualizar su forma de ser DIRECTO. De una forma completamente suya y exclusiva, pues él y no otro, vivió la infidelidad a los 17 y a los 28 ha conseguido entenderla. Luego su faceta EXAMINADORA será distinta de la de un Tomás que ha trabajado de modelo toda su vida pero su padre lo ha machacado y vive una dependencia emocional por una carencia afectiva que le impide EXAMINAR de una forma congruente.

Mi experiencia en la vida me ha forjado una personalidad a la que algunas gusta, a otros inspira y supongo que a otros no tanto. Ni yo ni Helio entendemos la enseñanza de la seducción sin una intervención en algunas dimensiones de ella.

Potenciamos la autoevaluación y la autoseducción utilizando las herramientas de la psicología científica, herramientas propias y sobre todo, la idea de que las buenas influencias son el alimento del carisma, de la autocreación y de la exclusividad individual del DIRECTO EXAMINADOR.

Es lo que yo he vivido, chicos. Me dieron lo mejor y por ello quiero daros lo mejor de mi. Aprender a aprender es algo tan bello como fácil. Solo hay que ofrecerlo.

Aprende a aprender. No copies. Siente, integra y hazlo tuyo. Todos hemos seducido. Solo hay que reforzar conductas propias y ajenas.

Y quisiera despedirme con un email que he recibido de Antonio con su permiso. Mi alumno de este último FIN DE SEMANA. Creo que es la descripción perfecta de un curso con éxito de EGOLANDSEDUCCIÓN: «me hace feliz poder decirtelo».

En sus palabras y a su forma desmuestra qué es ser un nuevo Antonio, directo y examinador. Esto me hace feliz. Gracias a ti, Antonio.

Hola amigo, ya he llegado a Badajoz, y aunque mañana te enviaré un mail con mi opinión del taller para la web, quiero agradecerte offtopic el fin de semana que he pasado contigo, con Helio y con Mariela, pero especialmente contigo.

Conforme pasan los días me doy cuenta de la barbaridad de cosas que has compartido conmigo, de lo bien que me siento avanzando y del enorme aprecio que te tengo ahora que nos hemos conocido, ha sido un verdadero placer, y me hace sentir muy feliz poder decirtelo.

Un abrazo enorme de tu amigo Antonio.

Reflexiones de un Seductor (III): Reactividad.

Fin de semana calentito. He tenido despedidas, algo de golferio, obligaciones morales que cumplir, flamenquerío…Sólo recordaros que podeís escuchar el avance del podcast de Junio, que mañana saldrá el podcaste entero, que va a molar mucho y que la vida, salvo noticia de última hora, sigue siendo maravillosa.

En el post de hoy, vamos a hablar de las críticas que recibimos todos nosotros. Si las recibimos por ser unos estupidos, pues habrá que aceptarlas. Pero, ¿por qué nos llegan esas críticas de desconocidos, o no tanto, que nos duelen y que no entendemos el porqué?

Antes de acabar el post os daré el porqué. Pero dejadme hablaros de la NO REACTIVIDAD. Lo reactivo es repulsivo, cómo ya todos sabemos.»Helio, todo eso es muy bonito, pero ¿cómo hago para que las cosas no me afecten?».

Principalmente, teniendo paciencia contigo mismo. No tengas prisa. La mejora personal es un camino largo y que requiere constancia. Disfrutad de los esfuerzos que hagais para alcanzar vuestros objetivos. Premiaros por esos esfuerzos y no tanto por el resultado. El resultado sera consecuencia del esfuerzo y llegará tarde o temprano. Si nos centramos exclusivamente en la seducción, esto nos llevará al RECHAZO TRANSITORIO.

Tras este pequeño apunte sobre la no reactividad, que será abordada en «ACTITUD DE SEDUCTOR (IV)» ( a no ser que se me olvide), os dejo con el por qué de las críticas gratuitas e innecesarias. Si acabáis por convertiros en grandes seductores, personas, ingenieros, directores de cine o simplemente descatamos en algo, os vendrá bien tener presente este texto que encontré por la red. Si alguien conoce el autor, que me lo haga saber.

«Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien.»

La empatía

Después de conocer la semana pasada, qué es la negociación desde nuestra perspectiva y para qué puede servirnos, me gustaría que habláramos de la preparación de la negociación, del “antes”. Cuando queremos plantearle a nuestra pareja una situación de demanda, pedirle un cambio o cualquier otra situación que sabemos que puede derivar en un conflicto, lo mejor que podemos hacer es ir preparados.

Si tenemos previstas ciertas cosas, podremos llevar la negociación de una manera más inteligente y efectiva

 

(Aprovecho para repetir, porque aunque lo dije desde el primer día, cada semana alguien deja un comentario al respecto que la negociación y la resolución de conflictos se pueden extrapolar a muchísimos ámbitos y van, por supuesto, mucho más allá de las parejas, pero es exactamente en esto donde nos centramos en esta seccion de la web y a lo que enfoco mi trabajo.)

 

Dentro de la preparación, os voy a hablar de lo que considero que es la clave, del primer paso. Y no es otra cosa que la tan manida Empatía. Estamos acostumbrados a escuchar hablar de la empatía, una y otra vez, para todo, pero llevarla a la realidad es otra cosa.

¿Realmente nos ponemos en el lugar del otro? ¿De verdad lo hacemos con todas sus consecuencias?.

Ser empático significa mucho más que imaginarnos en la misma situación pero desde el punto de vista contrario, analizándolo desde nuestra conducta (os recomiendo ver mi segundo post: “La conducta y sus significados”) y juzgándolo bajo el prisma de cómo consideramos que la otra persona debería comportarse. Empatía significa ser capaces de sentir como el otro, de respirar como el otro. En resumen, de estar, de verdad, situados en la posición real de la otra persona. En una negociación de trabajo o de cualquier otro ámbito ajeno a la pareja, podemos contar con el inconveniente de no conocer a fondo a la persona que tenemos en frente. En cambio, a nuestra pareja (o esa persona con la que mantenemos una relación del tipo que sea) la conocemos de una manera íntima y personal (la profundidad de este conocimiento dependerá, claro está, de lo realmente íntima o duradera que sea esta relación), y tenemos que aprovechar ese conocimiento para ser más efectivos y tener una relación más sana, eficiente y feliz.

 

Así pues, y yendo a lo práctico, si por ejemplo le queremos pedir que pase más tiempo con nosotros porque nos sentimos un poco apartados últimamente y esto implica que va a tener que ver menos a sus amigas/os, antes de sentarnos y planteárselo, aprovechemos lo que conocemos de ella para intentar descifrar cómo va ella (o él) a sentir nuestra petición. Si dispone de muy poco tiempo porque trabaja mucho y ese poco lo tiene que repartir entre amigos, familia y nosotros o si por el contrario, tiene mucho tiempo y lo invierte principalmente con esa amiga que ahora mismo la necesita tanto. O si nuestros horarios son muy distintos entre sí y justo, de los dos días en los que coincidimos para vernos, uno de ellos es el único en que puede reunirse con sus amigas. De esta manera, al comprender –o al menos intentarlo- previamente a la persona a la que le vamos a plantear una demanda, estamos preparando el terreno para una negociación adecuada.

 

No es lo mismo plantear: “Quiero que pases más tiempo conmigo” que “Aunque sé que para ti es básico quedar con tus amigas los viernes porque te resulta imposible verlas otro día y sé lo importantes que son para ti, había pensado que, ya que pasamos poco tiempo juntos, quizá uno de esos viernes al mes podría ser para nosotros”.

 

Nada crea un clima más adecuado en una situación conflictiva que el hecho de que la parte demandada o “recriminada” se siente entendida y perciba que lo que se le pide no responde a una motivación egoísta, posesiva, injusta o vengativa, si no a una valoración de la otra persona de la situación de una manera adecuada y global, a un análisis racional y justo.

Si de verdad queremos conseguir más tiempo con ella, el hecho es que es muchísimo más probable que lo consigamos si planteamos nuestra demanda de una manera empática y comprensiva que si lo hacemos como una exigencia. Así pues, se trata, por una parte, de conocer mejor a la otra persona y aprovechar para mostrarnos con nuestra mejor cara (como siempre decimos, el conflicto nos sirve también para demostrar que somos comprensivos, tolerantes y dialogantes, características positivas y muy buscadas en las personas) pero también, de conseguir nuestros objetivos y por tanto, estar más a gusto con la otra persona.

 

No olvidemos esto: el practicar la empatía no es algo que hagamos únicamente por la otra persona ni nos estamos rebajando ni perdiendo rasgos alfa, es algo que hacemos por nosotros mismos, porque además de aportarnos sensaciones más positivas, nos ayuda a que nuestras peticiones sean más tenidas en cuenta y más escuchadas, y por tanto, a que sea mucho más probable que sean resueltas a nuestro favor. Tengamos esto muy claro, porque hay gente que piensa que mostrarse empático es una especie de favor que le hacemos a la otra persona, nada más lejos de la realidad