Entradas

Relato Erótico: En un coqueto restaurante japonés

Quedamos para cenar en un coqueto restaurante japonés.

He reservado un tatami para los dos, me he puesto un sexy y ajustado vestido negro y me he liberado de cualquier lencería, salvo las finas medias sujetas por un liguero tradicional. He pedido una copa de vino blanco mientras te espero.Haces tu entrada sonriente y apurado, disculpándote mientras te quitas los zapatos. Te colocas a mi lado y me besas, deslizando tu mano por mi cintura. La camarera abre las puertas de la sala y nos observa, tomando nota del pedido en una elegante postura oriental desde la entrada.

Nos deja solos de nuevo y continúan las caricias. Exploras sobre mi vestido y detectas complacido que nada más me cubre por debajo. Me dejo meter mano como una adolescente manejable y espero a que nos traigan la comida. La fina camarera de colorido kimono coloca los platos y advierte el color en mis mejillas. Cuando entorna las puertas te suelto la corbata y sin deshacer el nudo la coloco sobre tus ojos a modo de antifaz.

relato-erotico-cuerpo-desnudo

Te muerdo los labios en el último beso que dejo de observes y te acerco un trozo de sashimi a la boca. Lo comes encantado y te hago probar uno distinto. Aceptas el juego y en silencio vas saboreando la comida que te ofrezco, a veces suave y caliente, otras picante, fría…

Te acerco la copa a los labios y la inclino para que puedas beber. Unas gotas se derraman por la comisura de tus gruesos labios y las recojo con la lengua. Te abro la camisa para evitar que te manches y acaricio tu pecho lamiéndolo suavemente. Sigo dándote de comer muy poco a poco mientras me suelto el vestido dejando libres mis pechos. Me incorporo poniendo uno de mis pezones sobre tus labios. Lo besas y lames obediente. Hago lo mismo con el otro, con mis dedos y mis labios, intercalandolo con la comida que tu esperas sin conocer que será. Me tumbo boca arriba sobre la mesa con las piernas abiertas y presiono tu cabeza hacia mi sexo. ‘Come’- te digo- y de nuevo cumples lo que ordeno.

Me lames y recorres con los labios hasta provocarme y orgasmo. Me giro sobre la mesa y esta vez no necesitas instrucciones. Hundes tu lengua en mi trasero sin dudar que ese es el encargo. Nuevamente el calor de un intenso orgasmo me recorre. Relajada por el placer me recompongo y te acerco la copa de vino a los labios. Te dejo que la sujetes con la mano y me dispongo a saciar mi apetito. Es delicioso sentir como te derramas en mi boca.

VALENTINA

 

Masturbación: Porque nadie te conoce mejor que Tú

Lo que conocemos por el término de masturbación, tanto femenina como masculina, es la estimulación de los órganos genitales, ya sean propios o ajenos, con la finalidad de obtener placer sexual.

EL ORIGEN DEL TÉRMINO

El origen de este término es un cuanto peliagudo y sino juzgad por vosotros mismos. Esta palabra, que tanto adoro, proviene del latín manus (mano) y turba (alteración, perturbación), algo así como perturbar con la mano. Visto así parece lógico que muchos hayan optado por relegar esta magnífica práctica sexual a segundo plano o incluso a desecharla de su ¨menú¨ de practicas sexuales habituales. A pesar de esto, lo que no saben los que no son amigos de la masturbación, y quizás a los que si lo son se les escape, es que aporta numerosos beneficios.

masturbacion-femenina-masculina

BENEFICIOS DE LA MASTURBACIÓN

Conocernos mejor: Con la práctica de la masturbación principalmente nos conocemos a nosotros mismos, saber qué es lo que te gusta hacerte o pedir que te hagan, (ritmo, intensidad, zonas que te estimulan más o menos) es la base de una buena salud sexual. Me gusta ver esto como la famosa frase para aumentar nuestra autoestima que dice: “¿Si no me quiero yo quién me va a querer?”, pues esto es lo mismo pero en el plano sexual “¿Sino me toco yo quién me va a tocar?”.

¿Si no me quiero yo quién me va a querer?”

Sistema inmunitario y estrés: Además de conocer nuestro mapa del placer, nos ayuda a reducir el estrés y con ello a tener un mejor sistema inmunitario (me consta de primera mano de gente que lo hace a diario y no se constipan) es un analgésico natural dado que propicia la secreción de endorfinas. Masturbarse relaja los músculos y provee de una sensación de bienestar, por lo que si nos tocamos antes de irnos a la cama nos augura un mejor sueño. Esto me recuerda a un dicho de una gran amiga mía “No hay insomnio que dos masturbaciones dure”. Ya sabéis, la próxima vez que no os podáis dormir aquí tenéis una posible y placentera solución.

“No hay insomnio que dos masturbaciones dure”

Terapia: La práctica de la masturbación está también recomendada terapéuticamente. En el caso de los hombres se usa como técnica para aprender a controlar la eyaculación como por ejemplo en casos de eyaculación precoz. Por lo que respecta a las chicas, en casos de disfunción orgásmica la masturbación también forma parte del tratamiento. Y por si fuera poco chicas, la autoestimulación genital nos ayuda a disminuir los malestares menstruales. (sé de alguna que va a ahorrarse un dineral en ibuprofenos). Aunque seguro que a vosotros se os ocurren más puntos a favor, como colofón os doy uno de mis favoritos. Gozar de ese momento íntimo dando rienda suelta a nuestras fantasías.

Después de leer esto, seas de los que se masturba constantemente, habitualmente, ocasionalmente, rara vez o en ninguna ocasión (todos tenemos derecho a elegir qué nos gusta practicar y en qué medida) no me podéis negar que se aleja mucho de ser una “turbación manual”.

 

Cómo nadie nace enseñado, en los siguientes artículos me centraré en las técnicas masturbatorias de hombres y mujeres para aprender o mejorar la manera en que nos palpamos a nosotros mismos y que nos puede ser una guía muy útil también para poder dar mayor placer al prójimo.  ¿Interesante verdad?.

 

Para acabar, voto por popularizar el nombre de autoerotismo que suena mucho mejor dejando a un lado eso de perturbar manualmente nuestros cuerpos. ¿Votos a favor?.

AINARA

Hombres y mujeres en la cama. Juguemos a encontrar las diferencias.

El Sexo.

Os encanta que hable de sexo. Lo se. Sobre todo cuando se me va el neurotransmisor y me entran ataques de géminis en crisis bipolar. Por suerte esto es por escrito y al menos puedo coordinar un poco mis salidas de tono.

Yo estaba hablando de algo…

¡Ah, sí! Leches, de sexo. El caso es que ya sabeis que lo mío es la sección más orientada a las mujeres y el petit comité entre amigas, pero por demanda masiva en general  de privados y similares (USAD LOS COMENTARIOS DE LA WEB Y EL CONSULTORIO que para eso os lo hemos regalado y además con una apariencia tan “sesi”), este artículo va enfocado a resolver algunas dudas existenciales que me han planteado algunos de nuestros seguidores. Y como nosotros estamos aquí para ayudaros, hoy le dedico el artículo a nuestros seguidores masculinos.

Bien, a ver, ¿Estáis sentados? ¿No? Pues sentaos. Encenderos el cigarro postcoital los que fuméis y haceros a la idea que esto es lo que os diría la mujer en vuestra cama si tuviera paciencia y ganas (o vosotros los cojones el valor de preguntarlo).

Las mujeres no somos hombres.

¡Dios, Gata, que gran descubrimiento! ¡Para esto tanta parafernalia! Pues no se, si tan claro lo tenéis, ¿Por qué no lo demostráis? Porque aparte de tener pechos, que sí, que nos diferencia de vosotros y además os encantan, tenemos unos botones diferentes que hay que apretar a la hora de excitarnos.  Por ejemplo, a vosotros os pone “el sexo” no me refiero como algo general, sino como algo particular. Una mujer que sea sexualmente abierta, que tome las riendas, cualquier insinuación bruta y llana sexual, os excita. Que os metan la mano en el pantalón, así, sin avisar: Premio gordo. Prueba a meterle la mano a una mujer sin avisar, y sin ponerla mínimamente a tono antes, aunque sea tu pareja, se le va a cortar de lleno el rollo.

Se dice que el cerebro es uno de los órganos sexuales más importantes, pues en la mujer, todavía más. Para que lleguemos plenamente al señor orgasmo, teneis que primero contentar a la mente. Una mujer se recrea más en lo que envuelve al coito, que en el mete-saca que tanto furor causa en los hombres. Así que, ¿Por qué no empezáis por propiciar el ambiente? Preferimos una luz tenue que los focos del plató para tener sexo y los ambientes relajados. No significa que un rapidito no siente bien de vez en cuando (sobre todo con las hormonas de fiesta loca) pero esto es lo que generalmente nos predispone. La hora de la siesta, esos largos momentos de no hacer nada. Que nos hagan sentir únicas, especiales, aunque sea un polvo de una noche, creer que hay una conexión.  Miradas. Sonrisas cómplices. Nos pone cachondas. Mucho.

Por otra parte, ¿Por qué le seguimos llamando a las caricias y a las muestras de afecto preámbulos? Debería pasar a llamarse directamente sexo, porque una de las cosas que empieza a provocar lubricación vaginal directamente son los mimos y los arrumacos. Aunque no sea un a saco, aunque no creáis que eso es erótico, para nosotras, sí, lo es. Besos, caricias, sentir la piel del hombre cerca. Si quisiéramos un pene entrando y saliendo de nuestra vagina de forma aislada compraríamos un consolador de tacto suave.

Y por último por hoy pero no menos importante. ¿Sabíais que las mujeres tenemos más de un tipo de orgasmo? Clitorianos, mixtos, vaginales… ¿Y que estos últimos son los más difíciles de conseguir? ¿Y qué además llega un momento de toma-daca que puede empezar a perderse la lubricación y hacernos daño? Pues ale, ¡Dadle al botoncito del placer! Que además está muy accesible, no como el fantasma del punto G. Que existe, pero tampoco es nada del otro mundo. Por cierto, sobre darle al clítoris con la lengua me ha dicho un pajarito que hay un artículo en la web muy reciente (un pajarito que no toma esteroides y aún puede levantar el vuelo).

Si teneis alguna otra duda aprovechad para pedir por esa boquita e intentaremos solucionároslas en la mayor parte.

¡Ánimo! Que ya llega el fin de semana. Sed malos.

Y no olvideis darle al me gusta o compartir el artículo a ver si entre todos arreglamos este lío y empezamos a pasarnoslo bomba en la cama…

La gata negra