Directo examinador en el sexo

Una vez suena la música empezamos…

http://www.youtube.com/watch?v=lC6vZOgYduk

Si os preguntara qué tienen en común personalidades tan dispares como Sócrates, Eduard Punset, Sabrina, Axl Rose, Bigote Arrocé, Ortega y Gasset, Hillary Clinton, Dulcinea del Toboso o Jonás, el nuevo mediapunta brasileño del Valencia, estaríamos de acuerdo en que todos , sin excepción, ante la pregunta «¿Qué piensas sobre el sexo?» contestarían con un rotundo «QUE NO ES MOCO DE PAVO«.

Desde aquí y siempre apelando a esa definitiva palabra llamada AUTOCONCEPTO, nuestro sexo nos define, nos inspira y nos hace sentirnos más o menos satisfechos con nuestra vida.
Pero también, y gracias a él, a (a nuestra forma de vivir la sexualidad compartida) ayudamos a otras personas a satisfacerse y a autodifinirse.

Las fantasías que todos cobijamos se pueden hacer reales si las comunicamos y las desarrollamos de una forma adecuada a la persona con la que queremos practicarla.

Somos lo que hacemos y lo que pensamos. Y a veces no siempre conseguimos ser coherentes.

¿Qué clase de planteamiento os voy a ofrecer siendo el padre de la NATURALIDAD como vía de Enseñanza de la Seducción?

Trasladar esta misma actitud empática, asertiva, ingeniosa y negociadora una vez hemos llegado a la cama y de no intentar aparentar lo que no somos.

Nuestro compañero Selu, nos hablaba en su último artículo de Jugar lo que no podamos ocultar.
Eso lo aprendí con Hernán Cacace en la compañía teatral que codirigíamos y no tardé en integrarlo en la empresa donde antes trabajaba con el objetivo de intentar naturalizar el Método SC: Si no hay presupuesto para un decorado más caro, hagamos una obra de teatro que se realice en un lugar más austero.
Pues si no somos todo lo seguros que quisiéramos, en lugar de aparentar que sí, (aunque de vez en cuando funcione) sincerémonos y hagámosle saber a ella que precisamente estar delante de su mirada nos pone nerviosos.

Lógicamente esto chocaba bastante con la filosofía del VALOR y del superhombre. Pero yo no podía evitarlo.

En la cama, no tenemos por qué fingir que hemos estado con cien mil mujeres si no lo hemos estado. Podemos confesar tranquilamente nuestra inexperiencia, si fuera el caso, y exponerla con la actitud de querer aprender y de dejarnos guiar por ella. Y será ella, precisamente, la que nos estimula a querer seguir aprendiendo.
Eso además nos ayudará a tener un autoconcepto más sano y más real, en lugar de fingir que somos Nacho Vidal. Además, el estrés y la presión de parecerlo, nos complicaría la vida en todos los aspectos.
No se trata de ser lo que no somos, sino de, como venimos abanderando en LA VANGUARDIA DE LA SEDUCCIÓN, de sacar el máximo partido a lo que tenemos.

Si nos enfocamos en aparentar, perdemos la perspectiva de nuestra realidad, de nuestra identidad y distorsionamos nuestra autoestima, con las evidentes consecuencias futuras que eso conlleva: Futuras frustraciones, enfado con el mundo y con ellas, con nosotros mismos, etc.

Podemos ser unos amantes menos potentes, pero más morbosos, o en cambio superdotados pero muy poco cariñosos, podemos ser muchas cosas, pero detengámenos, pues en avergiuar ¿QUIÉNES SOMOS EN LA CAMA.? Como en la seducción.

Por otra parte, hemos dicho una y mil veces que cada mujer es un mundo, con una historia, unas experiencias y unos pensamientos que las definen de una forma exclusiva a cada una. Es por ello que no a todas las mujeres les pondrá lo mismo.
Con lo cual, deberemos explorar qué les pone, qué tipo de sexo o de hombre necesitan en ESA OCASIÓN, para darles lo mejor de nosotros en la cama.

Somos directos, con lo cual hablaremos claro, TENIENDO EN CUENTA que cada relación y cada historia, cada BINOMIO, es una historia gradual de entrega, conocimiento, morbo y fantasías.

Somos nosotros los que damos, preguntamos y satisfacemos, y por ello una vez ejemplificado, realizado y suministrado, también exigiremos o pediremos que ellas nos ayuden a cumplir nuestras expectativas de sexo.
Damos, estimulamos y si hace falta pedimos.

Sería tan injusto como ridículo, pedirles una entrega que no hemos ofrecido.

Vamos a poner un ejemplo bastante diplomático, sin meternos en fantasías más polémicas:

¿Quisiéramos que se deje las botas de tacón puestas y un collar como únicas prendas de ropa a la hora de realizarnos una felación mientras nosotros fumamos en el sofá?

Quizá para ella supone un nivel de entrega excesivo o para su autoconcepto supone una disonancia grave por el poco tiempo que lleva quedando con nosotros. Quizá para otra no tanto…
Si fuera eso lo que nos apetece, ¿no resultaría más factible que previamente a ello, tanteáramos sus deseos y nos explayáramos en una actitud pensada y realizada para ella? Quizá jugar a que somos su fornido esclavo, o un inseguro imberbe recién cumplida la mayoría de edad, cuya única experiencia sexual va a ser ella, puede hacernos vincularnos y vivir unos momentos de complicidad sexual y mental que nos ayude, precisamente a que, en lugar de estar a la defensiva, actúe de una forma proactiva en nuestras sábanas.

“¿Qué puedo hacer para que éste tío se lo pase mejor conmigo?”

Nada que ver con…

“Éste tío se está pasando y yo ésto no lo hecho ni siquiera con mi novio”

1 Para empezar deberemos encontrar placer en darlo. Eso nos ayudará mucho en nuestra tarea.

2 Segundo, hay que tener una mente abierta que la ayudará a ella a tomarte como un referente de actitudes y conductas abiertas.

«Estoy con un hombre que es feliz con amplitud de miras. Quizá debería abrirme a contemplar dimensiones en el sexo que antes no he contemplado»…

Si nosotros nos ofrecemos a ser examinados podremos examinar.

Si nosotros damos, podremos recibir.

Si nosotros exploramos podremos pedir exploración.

Al final, chicos, una vez más, se trata de OFRECER, explorar lo que somos y podemos ser y ayudar a las mujeres a ofrecer, explorar lo que pueden ser y a que nos ayuden a ofrecer.

El tema es extenso y largo, pero sumamente apasionante.

Os aconsejo mucha AUTENTICIDAD en todo lo que hagáis, porque el amor mueve el mundo pero EL SEXO ES SU COMBUSTIBLE.

Siempre vuestro.
EGOH.

Mensajes bilaterales

Como he explicado en la sección DIRECTO EXAMINADOR en el podcast del mes de OCTUBRE, uno de los errores básicos que me encuentro en los estudiantes de seducción es emitir unos mensajes autoritarios en el conflicto de intereses.

Imponer nuestros deseos porque sí, para resultar machos alfa, puede resultar efectivo ante mujeres poco inteligentes, de autoestima baja o sencillamente tan atraídas por nosotros o con unas ganas de mandanga que pasen por donde les digamos. Pero también puede ocurrir que perdamos oportunidades de oro por no saber negociar, empatizar o resultar creíbles.

Para ello hoy analizaré la diferencia entre los mensajes UNILATERALES: Aquellos en los que solo nos damos la razón a nosotros presentando argumentos excluísvamente a nuestro favor.

EJ: -Quiero que vengas a mi casa, porque me pareces una chica muy especial y podría irme con la que quisiera.

Y los mensajes BILATERALES: Que son aquellos en los que incluímos el razonamiento propio del argumento contrario al nuestro con el que ella nos puede rechazar.

EJ: -Aunque entiendo puedas no ser una chica que la primera noche se vaya a casa de un chico, por como me he sentido quiero proponerte que sigamos conociéndonos en mi casa. No tenemos por qué hacer nada que te haga sentirte incómodo o que resulte impropio de ti. Me apetece mucho porque me has gustado. Nos tomamos algo en casa?

Estos mensajes los utilizaremos cuando evaluemos que ella no lo tiene claro. O sea ya nos ha dicho que no o se le intuye inquieta.

Si todas las señales nos indican que estaría de acuerdo al propornérselo solo hay que avanzar sin más.

De esta forma, no solo ellas van a estar más a gusto con nuestras propuestas, sino que podeis hacer un mundo mucho más afín a vuestros deseos. ¿Por qué? Por que nadie va a sentir que los tratáis como tontos, porque resultaréis más inteligentes y empáticos y porque es mucho más divertido entender que imponer.

saludos y abrazos mandangueros!!!

Herramienta: Boomeregoland

Esta herramienta fue mi primera aportación en el mundo de la seducción. Hace ya muchos años.

Pasa el tiempo, y como todo lo auténtico, no pasa de moda. Sigue siendo igual de eficaz.

Incluso está publicada en el libro Sexcrack de Mario Luna.

Algunos os dirán que afirmar sus imperfecciones o negar nuestro interés es en un principio imprescindible para que nos vean más atractivos y restarle autoestima; para parecer más “molones”. Y yo os digo que los negas (intentos de minar su confianza) y demás sólo son herramientas para reconducir puntualmente una conversación que se nos ha puesto muy cuesta arriba.

Una de mis aportaciones más antiguas en el mundo de la seducción es el boomeregoland. Cada vez que queramos avanzar y ante la adversidad de un “no” mal argumentado o injustificado, os sugiero utilizar esta herramienta.
¿Y por qué este nombre?
Porque vamos a utilizar la fuerza de su no como arma. El mismo rechazo que ella utiliza con nosotros, al eludirlo, se lo devolveremos con más fuerza de la que nos lo ha lanzado, tal que un boomerang que parte desde un lugar y al no encontrar un objetivo regresa e impacta en el origen del lanzamiento con mayor fuerza.

¿Cómo?

1. Narramos lo que ha sucedido dándole exageradamente la razón y con el mismo grado de exageración nos la quitamos a nosotros, utilizando el humor y la ironía de forma que ella misma, como delante de un espejo, contemple su postura de rechazo o negativa ante nuestro avance de una forma ridícula.

2. Otorgándole justo la virtud, capacidad o habilidad opuesta a la que utiliza para tratarnos. ¿Cómo? Utilizando el humor y la ironía con la misma finalidad anterior. Pero hagámoslo siempre sin cerrarnos las puertas y con el cariño que un hermano mayor le dedicaría a su hermana pequeña.

Pongamos ejemplos para ambas fórmulas.

—Hola, chicas. ¿Qué se cuece por aquí?
—Por aquí nada.
—Interesante. ¿Nunca se cuece nada o es que hoy no tenéis nada que cocer?
—Tío, hemos venido a bailar.
—¡Claro! Discúlpame. Tengo cosas de bombero. ¿A quién se le ocurre que un chico un sábado por la noche se acerque a un grupo de chicas para conocerse? Todos deberíamos salir los fines de semana, ponernos guapos y quedarnos quietecitos sin abrir la boca. Gracias por abrirme los ojos. Estaré por allí por si acaso te vuelves loca como yo.

En esta ocasión, el sujeto protagonista ha abandonado voluntariamente la conversación.
Unos minutos después podremos acercarnos de nuevo previo examen visual. Es más que probable que ellas no nos quiten los ojos de encima durante unos minutos. Como veremos posteriormente, ignoraremos lo sucedido.

Ejemplo 2:

—Hola, chicas. ¿Qué se cuece por aquí?
—Por aquí nada.
—Me lo temía. Me encantan los corros de chicas en los que no se cuece nada.
—Tío, hemos venido a bailar.
—Se nota. Pero estáis disimulando aquí quietecitas, ¿verdad?
—Largo de aquí.
—¡Vaya! Me estás dando una lección que jamás olvidaré. Tú eres mucho más divertida que yo y no estoy a tu altura. Os voy a dejar aquí dando lecciones de cómo enfocar un sábado por la noche. A ver si encuentro una terrorista como yo que hable con gente que no se conozca desde hace años. Es lo que me merezco. Dime que me largue con una sonrisa y me voy.

Como todo en la vida, hay que interiorizarlo y hacerlo nuestro.

Id probándola y ajustándola a vuestras circunstancias.

Siempre vuestro.

EGOH

El enfoque lúdico festivo de la seducción


Desde pequeñito he sufrido rechazos.
Algunos muy espectaculares, incluso para haberlos grabado y hacer de ellos contenido para la paramount comedy. Pero cierto es que cuando yo llegué a este mundo me dijeron que era un natural por algo. Nunca me he podido quejar de mi relación con las mujeres ni de la cualidad de relación con ellas.

Durante mis 34 años he desarrollado una forma de interrelacionarme definida y admirada. Mi forma de vivir la seducción de toda la vida. Muy parecida a mi forma de relacionarme con los demás.
Es la fiesta y el enfoque ya no solo positivo sino divertido de cada momento. Mi filosofía de vida.

Ser una persona abierta, consciente de sus limitaciones y con la pasión de descubrir cosas y sentir: La voracidad emocional.

Hemos querido plantear la seducción desde esta casa como una disciplina coherente con lo que somos y hemos sido durante nuestra vida, algo que se puede aprender de una forma divertida, sencilla y natural basada en nuestra propia experiencia de la naturalidad.

Hablábamos de «la mandanga» como esa visión, ubicación de emociones y causalidad de nuestra conducta y quisiera, como he comentado en el podcast de julio, darle forma al asunto.

En la universidad me enseñaron a estudiar la conducta como algo con taxonomía propia:

A la hora de plantearnos una acción, debemos de saber que toda acción tiene una motivación interna y externa. Nosotros nos movemos hacia dos tipos de .recompensas: internas y externas.

MOTIVACIONES INTERNAS

La fiesta nos la debemos montar nosotros. El incentivo o premio de nuestra conducta está en nosotros mismos y nosotros nos premiamos por la diversión de nuestra decisión. Nos autopremiamos «mandangueando».

Por otra parte todos tenemos unas necesidades psicológicas que no podemos obviar.

1º La autonomía: De nosotros depende el planteamiento y como yo interprete lo que me sucede y se me avecina esta noche, esta cita o estas vacaciones. Con lo cual, no dependemos de nadie para sentirnos mandangueando. La visión de lo divertido es subjetivo y nosotros no necesitamos gasolina externa para seguir manteniendo nuestra conducta. Somos incombustibles.

2º El autodeterminismo.
Los que practicamos la vía más directa y natural no dependemos de que los demás nos hagan divertido lo que se acontece. Nosotros orientamos nuestra interpretación de los acontecimiento hacia la fiesta, el sexo, y el descubrimiento mútuo como la forma más natural de interrelacionarse entre un hombre y una mujer. Con lo cual nuestro destino es nuestro, tanto la diversión como la interpretación de lo que pase entre ella y yo.

3º Locus de causalidad interno_
Nosotros somos la cáusa de nuestra actitud divertida. El motor e inicio de nuestra fiesta y la fiesta que ofrecemos a los demás. De forma que no necesitamos la intervención de nadie como cáusa de nuestra diversión. Aunque, como veremos más adelante, sí necesitamos estímulos (chicas) para nuestra actitud seductora ludica festiva.

4º La recompensa que obtenemos, nuestra sensación, nuestra risa y activación la sintamos como una informadora de que la conducta que hemos iniciado cumple nuestras expectativas. O sea, que nos veamos riendo, que nos notemos excitados por lo que está pasado, contentos, entusiasmados, etc van a suponer señales de de información de que todo marcha como pensábamos.


MOTIVACIÓN EXTERNA:

Que nuestra conducta tenga incentivos externos, si estamos hablando de una interacción con alguien es inevitable.Conseguir sus señales de interés conforme actuamos, utilizar el espectador de la película subtitulada y darnos cuenta de que ella sigue con nosotros tras un buen rato de una forma positiva, aplicar la Dramaturgia Egolandiana de Santi y ver que todos estamos bien acoplados en nuestros papales, van a ser pequeñas recomenpensas a nuestra conducta. Van reforzar que el planteamiento de ligar de forma divertida sea más sólido.

Que tengamos una expectativa real de conseguir nuestras recompensas, es decir, que cuando iniciamos una conducta seductora «mandanguil» lo hacemos porque creemos que podemos conseguir nuestros objetivos. Creemos que podemos ligar y pasárnoslo bien ligando. Por eso lo hacemos. Por eso la gente que viene a mis talleres o los de Helio, al verse a sí mismos consiguiendo resultados con un planteamiento divertido lo repite. LO CREE AL COMPROBAR QUE SON CAPACES DE HACERLO Y POR TANTO REPITEN LA ACTITUD.

Tras 34 años puedo decir que mi conducta ha sido «mandanguera» utilizando el directo examinador, porque mi motivación interno y externa han tenido recompensas internas y externas, han reforzado mis pautas de comportamiento y durante estos años me he formado en la unversidad para dar solución a solventar con éxito vuestro aprendizaje. Aquí somos expertos en modelar vuestras conductas y las dimensiones de la personalidad, de las que hablaré más adelante para, con la máxima experiencia enseñaros la seducción de una forma sencilla, directa, profesional y sobre divertida.

La chica que cruza (II)

Ayer entré en un local sobre las once de la noche. Iba solo.

Tenia en mente a la chica que cruza, ¿y para qué negarlo? Quería sustancia para vosotros, mis lectores. Para poneos en antecedentes os recomiendo que leais el artículo «la chica que cruza».

Ayer era jueves y no tocaba encontrarme a esa titán de las perturbaciones emocionales. Según ella no podia darme el teléfono pero me informaba de que los viernes nos podríamos ver justo donde yo entraba por la puerta.

Era la primera vez que entraba en aquel lugar.

Poca gente, cálido, agradable y decorado de forma ibicenca. Música rollito chill out pero con gracia. Una rápida mirada bastó para darme cuenta de que no estaba.

Hola– me dijo una camarera rubia con una sonrisa bastante espontánea. –¿Qué quieres tomar?

Le devolví la sonrisa. Era muy guapa pero irradiaba una alegría contagiosa muy cotizada en los tiempos que corren. Y más entre las camareras.

-¿Qué tomarías tú si fueras yo?

-¿Si fuera tú? Con esa barba tomaria cerveza Judas.

-Ja ja ja- reí sin poder evitarlo.-No me gustan las motos. Para que lo sepas.

-¿Pero te gusta la cerveza judas?

-Sí. Eres una chica con reflejos- le contesté refozarndo su conducta y premiando su actitud.

-Gracias. La chica sabía relacionarse con la gente. A mi ahora me tenia contento, intrigado, satisfecho y mirándole el culo. Me había colado la cerveza más cara y ya tenia que esforzarme por recordar a qué había ido yo allí. En el local habian dos mesas de chicas, unas cuantas parejas y tres o cuatro grupos mixtos. Ni rastro de nuetra amiga.

La cosa estaba clara: Si la chica que cruza me había recomendado que fuera los viernes alli es porque era una asidua o porque trabajaba de camarera. La rubia entonces sería su compañera. Si empezaba a mandanguear con la rubia podría quedarme sin mi primer objetivo. Pero era ella la que tendría que suministrarme información sobre la segunda.

-Disculpa. Busco a una chica morena, muy alta atractiva con cara de ser modelo de ropa parisina. Suele estar aquí los viernes.

-¿Alejandra?

-Podría ser.

-Pelo liso, por los hombros, ojos grandes y una voz muy característica.

-De momento encaja.

-Olvídate de ella. Tiene novio.

-Tiene novio. Ok. Mientras me olvido, dime, ¿trabaja aquí?.

-Sí. Trabaja aquí.

-¿Camarera?

-Copropietaria.

-Eso la hace más atractiva. ¿Y te cae bien o mal?

-Si yo soy camarera y ella es mi jefa solo me puede caer bien, ¿no?- me dijo arrugando las cejas en una clara expresión de apelar a mi inteligencia y entender su código de ironía.

-Oye, me está gustando hablar contigo. Tienes tu punto gracioso irónico… Pareces una monologuista.

-¿Eso es bueno o es malo?

-Bueno, sin duda. Además sabes perfectamente como te quedan esos pantalones. Así que todo suma.

-Gracias. Hacía teatro y la noche te espabila mucho. Tienes que aguantar a muchos pesados. Pero hasta que consigo trabajo de lo mío es lo que hay.

Estaba empezando a cualificarse. Ella quería que yo supiera que «Hacía teatro, los hombres la acosan y que tenia proyectos».

-¿Y lo tuyo es?

-Logopedia.

-¿Logopeda? ¡Mira que bien! Una vez conocí a una logopeda. Acabamos dándonos besos… -y es que por mucho que intente planificar u organizarme para ir a por la tal Alejandra, no puedo contener mis avances ante una chica guapa al que empiezo a afectar. Ella me miró con una sonrisa. y me aplicó, ella solita, «el espectador de la película subtitulada». Y es que las mujeres lo tienen integrado.

-¿Tú no has venido a por Alejandra?

-Si. ¿Pero qué tendrá que ver una cosa con la otra? Yo vengo a por Alejandra, pero me encuentro una chica como tú, logopeda, con un cuerpo explosivo, inteligente, e intuitiva, y qué pretendes que haga? ¿Que no intente ligar contigo?

-¡Ja ja ja!… ¡¡Hombres!!- Dijo coquetamente mientras se daba la vuelta para atender a otras personas de la barra.

La estaba empezando a envenenar. Ella había asumido que yo iba a ligar con ella y ella sonreía. Aplicando el espectador estaba claro. Mi actitud, directa, sincera y transparente pero exigente le gustaba. Pero lo que creo que más le gustaba es que había captado en seguida algo que ella se valoraba mucho de sí misma. Su inteligencia.

Volvió a los dos minutos a la zona donde yo me encontraba. Se había soltado el pelo. Lo tenia rubio amechado pero natural y estaba preciosa. O sea… HABÍA MANDANGA. En ese momento miró hacia la puerta y me dijo seria y con cierta expresión decepcionante.

-¡Mira! Ha llegado tu amiga Alejandra.

Al girarme vi a un chica muy atractiva y guapa. Seria y altiva. No era la chica que cruza.

-No es ella.- le dije.

-¿Ah no?– dijo muy sorprendida. Tras unos minutos en los que Alejandra charlaba con mi nueva camarera rubia, volvió a acercarse a mi.

-Hay que hacerle caso a la jefa.

Desde luego– contesté. La cosa estaba clara. Si la chica que cruza no era la jefa, esta preciosidad debía ser mía.

-Tengo un plan. Te voy a preguntar el nombre en otro sitio. Eres una chica inteligente y por tanto estoy seguro de que valiente. (le apliqué la herramienta del directo examinador A o B). O me voy y que nos hayamos conocido no ha servido para nada, o ya que somos atractivos, guapos, perspicaces y que sabemos valorar lo bueno, mañana quedamos por la tarde antes de que entres a trabajar a tomarnos algo y a comprobar lo inteligentes que somos los dos….

Ella me miró un segundo y dijo ..

-Mañana no trabajo.

-¿Eso lo convierte en una cena? pregunté… -Bueno. -Una chica inteligente. Apunta tu número y te llamo mañana. Ella apuntó su número en mi movil bajo el nombre de Raquel y me despedí con una sonrisa.

-Puedes estar seguro de que solo me has caído bien y que mañana no va a pasar nada entre tú y yo.

-No me cabe la menor duda.- le dije con una sonrisa. Al girarme susurré sin que me oyera… «lo mismo que dijo mi última logopeda».


Salí por la puerta con una sonrisa. No había encontrado a la chica que cruza, pero me había cruzado con una chica preciosa, divertida y valiente. Y es que si es inteligente, la herramienta A o B no falla. Os contaré que pasará esta noche… pero antes, aprovechando que Raquel no trabaja hoy en el local, seguiré intentando encontrarla….

Aprende a aprender

Siguiendo con el artículo anterior quisiera hablar de lo que para mi es vital en la profesión a la que me dedico desde hace ya cuatro años.

Uno de los pilares de mi fama en este mundo de la seducción, que por supuesto se remonta a cuando trabajaba en la anterior empresa, y a la que le debo mucho por permitirnos aportarnos, es mi forma de enseñar la seducción.

Disfruto enseñando lo que sé. Pero lo que más me satisface es enseñar lo que mis alumnos tienen y no saben.

Ése es sin duda el momento más emocionante para ambos. Para mi y para él.

¿Por qué? Porque siempre he pensado que mi objetivo cuando tengo a un alumno delante es conseguir que disfrute de SU DIRECTO EXAMINADOR.

Cuando uno de vosotros venís a mi casa a un curso, ya teneis conocimientos sobre este mundo.

Vosotros sois distintos. Todos los somos. Con unos hábitos de conducta diferentes, experiencias e historias diversas, virtudes o carencias específicas y rasgos diferenciadores.

Cada uno es directo a su manera y examina bajo su criterio influido por su casa, ambiente, padres, amigos, educación e historias de verano…

Decía en el anterior artículo que una de mis aportaciones en este mundo y que considero imprescindibles para la escuela del DIRECTO EXAMINADOR es SENTIR DE VERDAD. Aprenderla a ella. Hacerla nuestra a base de integrar su esencia y sus elementos exclusivos en nosotros.

Yo os invito, a pesar de que hayan otros sistemas seguramente igual de eficaces, a aprender a aprender. No nos han enseñado nunca a aprender y a hacer nuestro algo.

Desde una perspectiva psicológica cognitiva-conductual, o sea, para los que creemos que el peso de nuestra conducta se basa en nuestra experiencia y la interpretación que hacemos de ella,«Julián» o «Guillermo» pueden modificar su autoconcepto (lo que piensan de sí mismos) y el concepto que tienen de ellos mismos en relación a las mujeres. Pues mi labor, entre otras cosas, he elegido que consista en ayudarles a definirse hasta la fecha para poder entenderse.

Desde nuestra perspectiva, el comportamiento de Julián y Guillermo podrá será modificado siempre que ellos entiendan que sus miedos o carencias en la comunicación u observación vienen dados por unas experiencias concretas que han sido interpretadas de una forma concreta.

Mi labor, antes de enseñarles mis herramientas y técnicas de persuasión o seducción consiste en ayudarles a evaluar el porqué de las consecuencias de las experiencias vividas y como le han influido.

O sea, que si la novia que tuvo con 17 años no le hubiera sido infiel, no tendría una actitud tan agresiva con las mujeres, demostrando estar a la defensiva.

Entiéndose a sí mismo a los 17 años y a su novia a los 16 podemos modificar y edificar a un Julián asumiendo y asimilando las cáusas de sus carencias o virtudes.

Y es apartir de ahí cuando un Julián o un Guillermo pueden individualizar su forma de ser DIRECTO. De una forma completamente suya y exclusiva, pues él y no otro, vivió la infidelidad a los 17 y a los 28 ha conseguido entenderla. Luego su faceta EXAMINADORA será distinta de la de un Tomás que ha trabajado de modelo toda su vida pero su padre lo ha machacado y vive una dependencia emocional por una carencia afectiva que le impide EXAMINAR de una forma congruente.

Mi experiencia en la vida me ha forjado una personalidad a la que algunas gusta, a otros inspira y supongo que a otros no tanto. Ni yo ni Helio entendemos la enseñanza de la seducción sin una intervención en algunas dimensiones de ella.

Potenciamos la autoevaluación y la autoseducción utilizando las herramientas de la psicología científica, herramientas propias y sobre todo, la idea de que las buenas influencias son el alimento del carisma, de la autocreación y de la exclusividad individual del DIRECTO EXAMINADOR.

Es lo que yo he vivido, chicos. Me dieron lo mejor y por ello quiero daros lo mejor de mi. Aprender a aprender es algo tan bello como fácil. Solo hay que ofrecerlo.

Aprende a aprender. No copies. Siente, integra y hazlo tuyo. Todos hemos seducido. Solo hay que reforzar conductas propias y ajenas.

Y quisiera despedirme con un email que he recibido de Antonio con su permiso. Mi alumno de este último FIN DE SEMANA. Creo que es la descripción perfecta de un curso con éxito de EGOLANDSEDUCCIÓN: «me hace feliz poder decirtelo».

En sus palabras y a su forma desmuestra qué es ser un nuevo Antonio, directo y examinador. Esto me hace feliz. Gracias a ti, Antonio.

Hola amigo, ya he llegado a Badajoz, y aunque mañana te enviaré un mail con mi opinión del taller para la web, quiero agradecerte offtopic el fin de semana que he pasado contigo, con Helio y con Mariela, pero especialmente contigo.

Conforme pasan los días me doy cuenta de la barbaridad de cosas que has compartido conmigo, de lo bien que me siento avanzando y del enorme aprecio que te tengo ahora que nos hemos conocido, ha sido un verdadero placer, y me hace sentir muy feliz poder decirtelo.

Un abrazo enorme de tu amigo Antonio.

Herramienta de seducción: Aprender de ella

Una de las cosas más humanas y sentimentales que hay en la vida es aprender. APRENDER. No aprender. ¿Por qué? Porque APRENDER bien algo es hacerlo tuyo, impregnarlo de tu esencia, experiencia e imaginación. De esa forma lo practicas y lo integras en tu vida, emociones, pensamiento e incluso conducta.

Una de las cosas más guays que aprendí en mis comienzos en la seducción es a analizar mis historias de seducción de forma analítica para poder aprender de mi. Mi estilo de seducción. Hoy os voy a confesar uno de mis secretos en la seducción que creo que me define bastante:

Se trata de, como dice Helio en su triángulo, LA OBSERVACIÓN ACTIVA. (haz click para leer a Helio)

Cuando estoy ante ella, la que sea, intento captar su esencia, memorizar sus gestos, armonizar la melodía de su voz, ordeno sus pensamientos, imagino el olor de su sexo. En definitiva, ya antes de ser besada, APRENDO de ella precisamente lo que es ella.

Una de mis principios que ya se han divulgado entre la comunidad , es SENTIR DE VERDAD dentro del ROMANCE.

Y quiero desde egolandseducción ir diseccionando esto.

Hasta aquí, solo con eso, es un gozo ir salivando cada instante… ¿de qué? DE APRENDIZAJE.

Aprendo a ella de ella.

¿Qué incorporo a mi? A ella.

¿Con qué fuente de información? Con ella. Lo cual retroalimenta el aprendizaje del objeto. Que vuelve a ser ella.

Sí. ¿Suena confuso? Lo es. Pero es mágico.

Aprenderla es hacerla nuestra antes de habernos acostado y que incluso sienta que nos pertenece.

Es aprender a reconocer sus cambios. Es cambiar nuestras conexiones sinápticas en el cerebro para incorporarla entera a nuestros recuerdos con tan solo cinco minutos.

Una vez conseguido, integramos de una forma mucho más cómoda EL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA y nos percatamos mejor de lo que está pasando. Entendiendo, como dice Santi, la Dramaturgia egolandiana, os invito a que la repaséis en su blog, como MARCO lógico de la interacción.

Ella tendrá que hacer de chica y yo de chico. Pero para nosotros no será una chica cualquiera, sino Inmaculada, y no otra.

LA CONOCEMOS sin todavía haber escuchado su vida y por ello emprenderemos el fabuloso camino de la COMUNICACIÓN.

Apasionante, ¿verdad?

Pues preparaos porque en los siguientes artículos vamos a desarrollar esto, los celos, descubriremos si esta noche “la chica que cruza” está donde dijo que iba estar y algo muy muy muy novedoso…

Os espero…

La chica que cruza I

Yo estaba preparando mi coche para la actuación del viernes.
Miraba el maletero: Piano portátil, cables, ukelele, pies, etc.
Mi amigo apuraba un cigarro que yo ya no echaba de menos y me avisó que tenía que subir a casa a por algo…
Así que aproveché el momento de soledad para repeinarme delante de un cristal de banco. Pero entonces….
Wow!!! Pasó ella.
Una de esas “chicas especiales que le gustan a Egoh sin pasar por taquilla”… Y me quedé helado.

Noté un amasijo de nervios caníbales en el estómago y casi me pongo a temblar cuando me miró. Me miró y no me dejaba de mirar.
Yo estaba petrificado, sintiendo ese torrente de emoción que te inunda cuando hay algo tan poderoso que te bloquea hasta al punto de parar el tiempo.
Pero ella avanzaba y se iba marchar para siempre.
Entonces, en una décima segundo, me di cuenta de que yo era Egoh. Yo representaba todo lo que enseñaba, el directo examinador, a EGOH, a mí mismo a todos mis alumnos y no podía dejar pasar a esta chica sin morir con las botas puestas.

Hizo un esfuerzo notable y abrí mis brazos enseñando ligeramente la palma de mis manos.

-Oye, disculpa…- le dije temblando..- te podría decir algo más normal pero… me he quedado alelado mirándote… y…

Ella sonrió sin dejar de mirarme. Parecía como si disfrutara de su poder pero me estuviera animando a que yo lo tuviera actuando, como dice Santi en la Dramaturgia egolandiana, en su papel de la película.

-… y quiero saber quién eres, volver a verte, conocerte, casarme contigo… esas cosas jajajajaj…!


No pude evitar reírme. Además, sabía que reírme de mi mismo iba a ser percibido como algo valioso, valiente
Ella se me quedó mirando unos segundo que me pareció enterno. Y luego sonrió.

-Yo no quiero casarme. Lo siento.


Esa frase tan lógica y natural, me la tomé como si realmente me hubiera rechazado a mí. Así que estoy seguro de que me cambió la cara. Entendía perfectamente las emociones que me han trasladado muchísimos alumnos al sentirse rechazados. Pero utilizando el espectador de la película y subtitulada me di cuenta de que esa chica que a mí me parecía una diosa, estaba sonriéndome diciéndome lo único que me podía decir para jugar.
«Yo no quiero casarme».

Estaba jugando.

Al darme cuenta entendí que, como en los momentos más adversos de mi vida, solo tenía que confiar en mí. En mi historia, carisma, experiencia y apelar al Luis que devora lo que le pongan por delante cuando creé en él.

-Pues si tú no te quieres casar y yo sí, se me ocurre una cosa intermedia para tenernos a los dos contentos. Seamos novios.

-¡Ja ja ja ja!- Rió ella.

Ya la tenía. Había superado la barrera de no control y no dominio que me hacía sentirme un gusano ante ella. Estaba riéndose y la había metido en mi juego de ligar sincero, crudo, desnudo y directo. Estábamos ligando y los dos lo sabíamos.

-Pues es una solución que no tengo muy clara- me dijo ella.
-Hagamos lo siguiente, me tengo que ir, pero voy a pensar en ti lo que queda noche. Dame tu número y mañana te llamo para negociar.

Ella dudó un instante mordiéndose el labio.

-No te voy a dar el número y no me preguntes por qué. Pero casi todos los viernes suelo tomarme algo por el local “X”.
-Entiendo. Pues puedes estar segura de que el próximo viernes nos tomaremos algo juntos. Y que sepas… ¿Cómo te llamas?
-C.
-Pues que sepas C, que voy a pasar toda la semana muy ilusionado.
-Me alegro- dijo C moviendo el bolso para en ademán de irse.
– Y que sepas que tú también vas a estar ilusionada aunque no me lo digas.
-¡Ja ja ja! Tienes razón. No te lo voy a decir.
-¡Ciao!.

Mirándome en el espejo me he sonreído involutariamente.

¡Dios! ¡Qué maravilla! Todo ha vuelto a salir bien.
¿Tendría novio? ¿Si yo no hubiera tenido prisa podría haberle sacado más información, conocernos, etc?
Lo que sé es que una vez más, una de esas chicas de rostro y mirada poderosa, de esencia magnética ha vuelto a parecer en mi vida, como ha vuelto a aparecer en mi vida Ynés. La modelo de ésta foto que se ha prestado a ser mi musa. Nuestra musa. La imagen de mis artículos. Gracias Ynés. Ahora me gusto mucho más a mi mismo contigo en mi página.
¿Por qué?
¿Qué tendrán en común Ynés y la chica del próximo viernes?

Herramienta de seducción: El espectador de la pelicula subtitulada

herramienta de seducción ligar espectador pelicula subtitulada

Hoy vamos a explicar una herramienta para entender todo este asunto de las interacciones amorosas.

El espectador de la película subtitulada». Contemplar lo que está pasando entre ella y tú como si fuera una película.

 

GÉNESIS DEL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA

Cuando yo aterricé en el mundo de la seducción, año 2007, ante cualquier frase de ella había que contestar otra que no te hiciera perder VALOR (o sea no te hiciera perder parámetros de macho alfa).

Todo era una batalla de frases para acabar no pareciendo un tipo sin éxito sexual. (frusco).

Me di cuenta, entonces, en mi intención de naturalizar el juego que se proponía y para ayudar a mis alumnos a interiorizar lo que yo hacía, que hacía falta una herramienta que realmente les permitiera dejar de actuarde verdad como los hombres de los que evitaban parecerse.  El enfoque era atacar el marco de una mujer demostrando estar a la defensiva.

¿Quién está pendiente de no perder? El que sabe que puede perder. Y de eso iba el juego. Yo no entendía que se propusiera una forma de ligar que consistiera en NO PERDER hasta que ella pierda. Con la seducción tenemos que salir ganando los dos

 

HERRAMIENTA DE SEDUCCIÓN: LA PELÍCULA SUBTITULADA, UN NUEVO ENFOQUE

 

Así que había que hacer algo que por aquel entonces se integró en el sistema en la empresa en la que trabajaba (seducción científica):

Quise aportar algo que modificaba radicalmente lo propuesto:

 

Ser espectador de la interacción, interpretarlo de una forma neutra para luego NARRARLO.

 

Eso cambiaba radicalmente el juego. Ya no había que hacerla perder o evitar perder algo. (Valor). Ahora solo había que observar literalmente qué estaban haciendo la chica y el chico (yo) para poder dirigir la interacción desde una perspectiva de ganador con alta expectativa de cómo debía acabar la relación.

Es una satisfacción personal comprobar como la literatura de la seducción, solo hay que comprobarlo leyendo lo que se ha escrito, desde aquella primera piedra junto a otras, se ha orientado y sigue orientando hacia la perspectiva de: La observación, la dirección y la comunicación explícita de nuestra evaluación en la interacción.

Así que antes de explicar otras herramientas entendamos EL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA.

 

EJEMPLO DE LA HERRAMIENTA DE SEDUCCIÓN

Estamos en nuestro coche. Son las tres de la mañana y la hemos conocido hace tres horas.

Nos ha demostrado infinidad de señales de cortejo, tales como tocarse el pelo, hablarnos de sus hazañas profesionales y, entre sus historias, en ningún caso aparece su novio.

Al preguntarle si le gustamos nos dice que no. Que ella tiene novio y que no somos su tipo de hombre.

¿Qué podemos hacer?

 

1- Decirle una frase que quede de macho alfa intentando parecer que ella no nos interesa… (Muy típico en el mundo de los estudiantes de la seducción)

2- Utilizar EL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA

 

El texto de la pelÌcula es

 

Él: ¿Te gusto?

Ella: No. No eres mi tipo.

 

Pero ahora eliminemos el texto subtitulado de la escena y observemos la acción: Una chica tocándose el pelo, metida en un coche de un chico a las tres de la mañana de un sábado. ¿No tiene otra cosa que hacer? ¿No podría estar en el coche de un hombre que sí fuera de su agrado?


Y es aquí, amigos, donde debemos evaluar la acción y no el texto. Guiarnos por el espectador de la película subtitulada:

Y entender que no hay que hacer el menor caso de lo que nos dice sino de lo que hace.

Deberíamos, o bien, cualificarla mejor, o bien lanzarnos a su boca.

Como estamos hablando del directo examinador, vamos a preveer un posible rechazo y deberemos tener preparada una herramienta para gestionar el rechazo.

 

En el próximo post se ejemplifica con una historia real la aplicación de EL ESPECTADOR DE LA PELíCULA SUBTITULADA.