Reflexiones de un seductor: Reactividad II

Escribo esto después de un taller muy productivo. Un Jueves lleno de magia, de mandanga y de esa sensación que te da el trabajo bien hecho. Y Egoland Seducción cumple tres meses en minutos. ¿Que si lo vamos a celebrar? Pues claro que sí. Si algo nos gusta a nosotros son las celebraciones. Por eso os regalamos un taller irrepetible por localización y por precio.

Ahora, vamos a la segunda parte. Se ha escrito mucho sobre reactividad. Tanto que se me hacía dificil proponeros algo nuevo. Pero creo que lo he conseguido. Y lo que os voy a ofrecer no es teoría, sino practica. ¿Por que Helio no es reactivo?

 

¿Nos metemos en harina?

 

Veréis, lo que os ofrezco es no solo ser conscientes de que estamos haciendo, cosa que ya os hemos explicado en mil y una ocasiones.

 

“Esto es un juego” “No importa el resultado” “El hecho de acercarte ya es un premio” “Te estas superando a ti mismo independientemente de si te la ligas o no”

 

Todo eso ya os lo hemos contado y se lo sabe hasta el dependiente de los tebeos de THE SIMPSON. Ahora yo os voy a ayudar a llevar todo esto a la práctica.

 

Kinki Bwoy que tiene una canción que dice así ;

 

“ Mi canción-relación que me ayuda a estar más tranquilo por qué ella cuida mis espaldas-es el sentimiento que una nuestras almas-fuerza y corazón son mis únicas armas”

 

Como yo lo percibo, es lo que esta diciendo es que es su pasado, su obra, lo que ya ha hecho, lo que le da seguridad para afrontar el futuro. ¿Cual es mi herramienta para no ser reactivo? Yo mismo, mis antecedentes, mis sueños conseguidos y los que aún estan en proceso, el sobresaliente que saque en primero de carrera, las carcajadas que le he sacado a mis amigos, los trenes que he perdido en Madrid por que Egoland y yo habíamos salido despues de dar el taller.

 

“Como ves, sigo estando aquí, que para levantarme mas de cien veces caí…”

 

Yo, os invitó a luchar por ser conscientes de que nuestro pasado nos hace imborrables, lo que nos empuja a hacer lo que hacemos, lo que ha creado nuestra identidad.

 

¿Queréis además una buena noticia? Que nuestro pasado lo estamos escribiendo hoy. Con eso creo que os lo estoy diciendo todo. Cómo me esta molando eso de daros algunos apuntes musicales os dejo con Wax Tailor, un productor de hip hop frances que es uno de los referentes de la música fusión, que da unos conciertos que flipas con violines, contrabajos y cantantes muy bien seleccionados para cada tema. Os dejo con Positively Inclined. Una canción que va directamente de ser positivos. Un poco el vaso medio lleno o medio vacío.


Seducción para mujeres, tras el telón

¿Quién soy yo?

En realidad no importa. Y no importa porque tú (sí, ) no estás leyéndome por saber quién soy yo. A ti eso no te importa, porque no eres un hombre, y no te quieres meter en mi ropa interior, ni eres lesbiana, ni, en resumidas cuentas, quieres que te cuente mi vida. Estás leyendo esto porque lo que importa aquí, es quién eres tú. Y si has llegado hasta estas líneas es porque eres la chica que está cansada de que en los bares se dirijan a ti para preguntarte si la que va contigo tiene novio. O porque eres la mejor amiga de todos, esa que ven como una hermana, a la que un hombre siempre cataloga como “¿María? Es una tía de puta madre, pero no la veo de esa forma”.

Sí, querida, estás aquí porque tú SÍ quieres que te vea de ESA forma.

Así que, en realidad, lo que importa aquí es quien quieres ser tú. Por eso no me voy a parar a contarte quién soy yo, ni tampoco cómo soy yo. Entre otras cosas porque yo soy quien quiero ser y depende de con quien quiera serlo. Y así es como vas a aprender a ser tú, porque ahora, amiga mía, estamos tras el telón, donde se obra la magia antes de salir al escenario. Aquí nos ponemos los vestuarios, el maquillaje y nos aprendemos las tablas antes de salir a escena. Aquí te aprendes los trucos para deslumbrar al público.

Se trata de ti y de Él. De cualquiera de los Él que te vayas a encontrar por el camino y quieras que se vuelvan solo porque los has pasado de largo (porque tú no te vas a parar a mirarlos). Porque hay demasiados hombres sobre la faz de la tierra como para pararse a mirarlos a todos, y no todos merecen que pierdas el tiempo haciéndolo. Lo que importa es que sepas que esto es personal, personal entre tú y yo, y quizá con una copa de buen vino entre las dos tras una larga tarde de compras (aunque de tu armario hablaremos más adelante). Se trata de que tú tienes el poder, y solo tienes que darte cuenta de donde coño te lo has dejado escondido.

Eso es lo que vas a descubrir aquí. No vas a descubrirme a mí, sino a ti misma. La versión de ti misma que siempre has querido conocer.

Por eso, te repito, no voy a decirte quien soy yo. Pero voy a decirte quien voy a ser para ti. Voy a ser tu mejor amiga. Y no la que no te sirve de nada. Voy a ser la que si le preguntas si has engordado te va a decir . Si me preguntas cómo te queda el vestido, no te voy a decir: Estás divina de la muerte, cuando estarías mejor con un saco de patatas. Y no voy a decirte que ese corte de pelo te queda fabuloso si te han estafado en la peluquería. Voy a ser la amiga que te dice las cosas claras, la que de verdad te ayuda a perder esos kilos, a encontrar el vestido que mejor te queda y “vamos a ver qué hacemos con el destrozo que te ha hecho la furcia de la peluquera”. Porque te lo he dicho, esto se trata de ti, de mí y de ellos.

¿Sabes porque te mienten muchas de tus amigas cuando llevas un vestido horrible y un corte de pelo nefasto justo antes de salir de fiesta? Y, ¿Sabes por qué yo no voy a hacerlo?

Porque yo no me siento amenazada. Porque cuando estás segura de ti misma no te importa ayudar a los demás a mejorar y a ponerlos a tu altura. Hay muchos hombres en la tierra, y no todas tenemos los mismos gustos.

Ahora, querida mía, si de verdad quieres seguirme, déjate en casa junto a la Cosmopolitan los remilgos y las mentiras piadosas (y el helado de chocolate de Bridget Jones).

Estamos tras el telón, aquí es donde sudamos, nos equivocamos y nos probamos diferentes máscaras. Una vez salgas sola al escenario: Tendrás que estar perfecta.

 

La gata negra

Reflexiones de un seductor (IV): Voracidad emocional

Otro fin de semana. Un fin de semana enriquecedor cómo pocos. Reuniones, conversaciones interesantes y mucho aprendizaje. El equipo de Egoland Seducción se ha reunido al completo para desarrollar más este proyecto que cada día me tiene enamora de una forma genuina. Además un taller de tapas afrodisíacas y seducción.

 

Formar parte de un equipo al que admirás profesional y personalmente me llena. Aprendo mucho y con una edad mas o menos temprana estoy viviendo lo que es estar dentro de una empresa, la toma de decisiones, la negociación, el marketing, creación de productos…¿Por qué os estoy contando esto? Por qué es una experiencia nueva, intensa en mi vida qué me esta ayudando a crecer y a tener más que ofrecer a la gente que me rodea.

 

Es una experiencia al mismo nivel que un viaje a un continente extraño, un trío sexual, montar un grupo de música o ir al concierto de tu grupo de música favorito. Somos lo que hacemos. Estaréis de acuerdo conmigo en que no puedes esperar convertirte en una persona excepcional si no haces cosas excepcionales. Busca las cosas que te hagan sentir A TI, BAJO TU VISIÓN DEL MUNDO, cómo una persona excepcional, y Just Do It.

 

Personalmente, creo que a mí me caracteriza una búsqueda de estímulos y experiencias que me ha llevado a ser quien soy. Algunas de ellas un poco destructivas, otras absolutamente enriquecedoras, otras ni fu ni fa… Desde con quince años recorrer los barrios mas desfavorecidos para invitar a los vagabundos a vino a cambio de que me contasen sus historias, a disfrutar de las fiestas mas cool por Amsterdam o Roma. Yo elegí las que tenía que vivir, que no tienen por qué parecerse a las vuestras. Cada uno que busque las que les enriquezca.

 

El enriquecerse con historias, aventuras, vivencias, experiencias distintas y genuinas te abrirá la capacidad de percepción, podrás entender con mayor calidad a un número mayor de gente. Si durante 40 años sólo has visto el color azul, cuando veas todos los colores de golpe, te costará distinguirlos entre ellos.

 

Además lo que puedas ofrecer también será de mayor variedad y podrás elegir que ofrecer o trasmitir a cada una de las personas que tengas en frente. A fin de cuentas estarás exprimiendo mas la vida. Estarás viviéndola de una forma mas intensa.

 

Aprende a aprender

Siguiendo con el artículo anterior quisiera hablar de lo que para mi es vital en la profesión a la que me dedico desde hace ya cuatro años.

Uno de los pilares de mi fama en este mundo de la seducción, que por supuesto se remonta a cuando trabajaba en la anterior empresa, y a la que le debo mucho por permitirnos aportarnos, es mi forma de enseñar la seducción.

Disfruto enseñando lo que sé. Pero lo que más me satisface es enseñar lo que mis alumnos tienen y no saben.

Ése es sin duda el momento más emocionante para ambos. Para mi y para él.

¿Por qué? Porque siempre he pensado que mi objetivo cuando tengo a un alumno delante es conseguir que disfrute de SU DIRECTO EXAMINADOR.

Cuando uno de vosotros venís a mi casa a un curso, ya teneis conocimientos sobre este mundo.

Vosotros sois distintos. Todos los somos. Con unos hábitos de conducta diferentes, experiencias e historias diversas, virtudes o carencias específicas y rasgos diferenciadores.

Cada uno es directo a su manera y examina bajo su criterio influido por su casa, ambiente, padres, amigos, educación e historias de verano…

Decía en el anterior artículo que una de mis aportaciones en este mundo y que considero imprescindibles para la escuela del DIRECTO EXAMINADOR es SENTIR DE VERDAD. Aprenderla a ella. Hacerla nuestra a base de integrar su esencia y sus elementos exclusivos en nosotros.

Yo os invito, a pesar de que hayan otros sistemas seguramente igual de eficaces, a aprender a aprender. No nos han enseñado nunca a aprender y a hacer nuestro algo.

Desde una perspectiva psicológica cognitiva-conductual, o sea, para los que creemos que el peso de nuestra conducta se basa en nuestra experiencia y la interpretación que hacemos de ella,«Julián» o «Guillermo» pueden modificar su autoconcepto (lo que piensan de sí mismos) y el concepto que tienen de ellos mismos en relación a las mujeres. Pues mi labor, entre otras cosas, he elegido que consista en ayudarles a definirse hasta la fecha para poder entenderse.

Desde nuestra perspectiva, el comportamiento de Julián y Guillermo podrá será modificado siempre que ellos entiendan que sus miedos o carencias en la comunicación u observación vienen dados por unas experiencias concretas que han sido interpretadas de una forma concreta.

Mi labor, antes de enseñarles mis herramientas y técnicas de persuasión o seducción consiste en ayudarles a evaluar el porqué de las consecuencias de las experiencias vividas y como le han influido.

O sea, que si la novia que tuvo con 17 años no le hubiera sido infiel, no tendría una actitud tan agresiva con las mujeres, demostrando estar a la defensiva.

Entiéndose a sí mismo a los 17 años y a su novia a los 16 podemos modificar y edificar a un Julián asumiendo y asimilando las cáusas de sus carencias o virtudes.

Y es apartir de ahí cuando un Julián o un Guillermo pueden individualizar su forma de ser DIRECTO. De una forma completamente suya y exclusiva, pues él y no otro, vivió la infidelidad a los 17 y a los 28 ha conseguido entenderla. Luego su faceta EXAMINADORA será distinta de la de un Tomás que ha trabajado de modelo toda su vida pero su padre lo ha machacado y vive una dependencia emocional por una carencia afectiva que le impide EXAMINAR de una forma congruente.

Mi experiencia en la vida me ha forjado una personalidad a la que algunas gusta, a otros inspira y supongo que a otros no tanto. Ni yo ni Helio entendemos la enseñanza de la seducción sin una intervención en algunas dimensiones de ella.

Potenciamos la autoevaluación y la autoseducción utilizando las herramientas de la psicología científica, herramientas propias y sobre todo, la idea de que las buenas influencias son el alimento del carisma, de la autocreación y de la exclusividad individual del DIRECTO EXAMINADOR.

Es lo que yo he vivido, chicos. Me dieron lo mejor y por ello quiero daros lo mejor de mi. Aprender a aprender es algo tan bello como fácil. Solo hay que ofrecerlo.

Aprende a aprender. No copies. Siente, integra y hazlo tuyo. Todos hemos seducido. Solo hay que reforzar conductas propias y ajenas.

Y quisiera despedirme con un email que he recibido de Antonio con su permiso. Mi alumno de este último FIN DE SEMANA. Creo que es la descripción perfecta de un curso con éxito de EGOLANDSEDUCCIÓN: «me hace feliz poder decirtelo».

En sus palabras y a su forma desmuestra qué es ser un nuevo Antonio, directo y examinador. Esto me hace feliz. Gracias a ti, Antonio.

Hola amigo, ya he llegado a Badajoz, y aunque mañana te enviaré un mail con mi opinión del taller para la web, quiero agradecerte offtopic el fin de semana que he pasado contigo, con Helio y con Mariela, pero especialmente contigo.

Conforme pasan los días me doy cuenta de la barbaridad de cosas que has compartido conmigo, de lo bien que me siento avanzando y del enorme aprecio que te tengo ahora que nos hemos conocido, ha sido un verdadero placer, y me hace sentir muy feliz poder decirtelo.

Un abrazo enorme de tu amigo Antonio.

Reflexiones de un Seductor (III): Reactividad.

Fin de semana calentito. He tenido despedidas, algo de golferio, obligaciones morales que cumplir, flamenquerío…Sólo recordaros que podeís escuchar el avance del podcast de Junio, que mañana saldrá el podcaste entero, que va a molar mucho y que la vida, salvo noticia de última hora, sigue siendo maravillosa.

En el post de hoy, vamos a hablar de las críticas que recibimos todos nosotros. Si las recibimos por ser unos estupidos, pues habrá que aceptarlas. Pero, ¿por qué nos llegan esas críticas de desconocidos, o no tanto, que nos duelen y que no entendemos el porqué?

Antes de acabar el post os daré el porqué. Pero dejadme hablaros de la NO REACTIVIDAD. Lo reactivo es repulsivo, cómo ya todos sabemos.»Helio, todo eso es muy bonito, pero ¿cómo hago para que las cosas no me afecten?».

Principalmente, teniendo paciencia contigo mismo. No tengas prisa. La mejora personal es un camino largo y que requiere constancia. Disfrutad de los esfuerzos que hagais para alcanzar vuestros objetivos. Premiaros por esos esfuerzos y no tanto por el resultado. El resultado sera consecuencia del esfuerzo y llegará tarde o temprano. Si nos centramos exclusivamente en la seducción, esto nos llevará al RECHAZO TRANSITORIO.

Tras este pequeño apunte sobre la no reactividad, que será abordada en «ACTITUD DE SEDUCTOR (IV)» ( a no ser que se me olvide), os dejo con el por qué de las críticas gratuitas e innecesarias. Si acabáis por convertiros en grandes seductores, personas, ingenieros, directores de cine o simplemente descatamos en algo, os vendrá bien tener presente este texto que encontré por la red. Si alguien conoce el autor, que me lo haga saber.

«Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien.»

Dramaturgia egolandiana (II)

Quiero empezar este post explicando que, los motivos de esta serie dedicada a la Dramaturgia Social, son un modo de reconocer intelectualmente algo que, creo, puede ayudar a hacer más comprensible y divertido el aprendizaje de nuestras habilidades sociales, con o sin mujeres de por medio. Y me parece importante porque, al igual que con otras muchas cosas, he comprendido y sentido su verdadero significado práctico tras mi incorporación a la comunidad de seducción. Ya sabes que seducir no es estudiar seducción ¿verdad?

Además de sonreír cuando lo oigo en los talleres de Ego, siento y comprendo que soy una especie de actor cuando, al estar con una chica, me sale un narrador que me permite avanzar con ella. También cuando calibro con el espectador, apuesto por una actitud, la comunico con coherencia y la beso. Algunas veces, al conocer a grupos de personas soy incluso consciente de representar un papel inicial, que da pie a la justa confianza para mostrarse con naturalidad. Siempre, claro, con un objetivo social, romántico o sexual que puede conseguirse con una comunicación adecuada.

Me gusta empanarme en mi nube cuando estoy con ellas y, por suerte o por desgracia, no soy todo lo consciente del uso de estas demoledoras herramientas comunicativas como me gustaría. Pero, ¿sabéis de qué sí soy consciente? Que cuando estás centrado en ella, en lo que necesita la interacción a cada paso y ella me responde… …aparecen solas… …el narrador pide desesperadamente salir como tú de un dentista, para dar vía libre a la expresión de la emoción por el momento que se está viviendo. Es tan bonito eso que está pasando ¿no crees? 😉 Entrena.

¿Qué aportó de novedoso el enfoque dramatúrgico de Erving Goffman para el estudio de las interacciones? Un enfoque simple pero divergente de convencionalismos. Explicar resultados en un campo social a partir de otro campo social. La técnica, la política, la cultura y el estructuralismo de la sociedad no ponen suficiente atención a la naturaleza expresiva que domina las relaciones humanas, desde lo más cotidiano a, por ejemplo, intentar acostarte con esa una mujer, que son representados como “dramas” dirigidos a un público concreto. ¿No es más sensato conocernos por las consecuencias dramáticas de nuestras actuaciones cuando interaccionamos con otros que, por ejemplo, estadísticas, patrones de consumo, comportamiento, pertenencia a grupo o determinadas creencias políticas o religiosas? Surge en mí la duda razonable ¿Tú que piensas?

De cualquier forma, la idea primigenia de que toda interacción social es una actuación, es más propia del Interaccionismo Simbólico que, como con cuyo nombre puedes intuir, sostiene que las interacciones se basan en el intercambio de símbolos (capacidad humana para referirse a algo sin nombrarlo directamente) que conducen a los individuos a conseguir sus objetivos en sociedad. Un símbolo en el cortejo puede ser cualquier señal de interés, más o menos explícita, por ambas partes. Cuando ella te mira y tú te preguntas si quizá pueda ser una señal sutil de invitación, está intercambiando contigo un símbolo, si has calibrado bien otros aspectos, con el que te pide que te acerques a conocerla.

Ese intercambio simbólico es el proceso inicial de comunicación que permite la interacción. Su símbolo es mirarte y tu intercambio comienza con la acción de moverte hacia ella. Saludas… …una pausa… …¿Qué tal?… La interacción ha comenzado por un intercambio simbólico, no verbal en nuestro ejemplo, pero ilustrador a todos los efectos.

Este particular enfoque tiene sus antecedentes en Herbert Mead, máximo representante de los interaccionistas simbólicos. Mantiene que el individuo en las relaciones de sociedad posee un yo (I) y un mí (Me). Uno es creativo, inconsciente y espontáneo y el otro, convencional, consciente y fabricado. Para que nuestra comunicación tenga sentido es importante:

  • La idea que tenemos de nosotros mismos y que influirá a la hora de actuar socialmente (en función de la consideración que nos tengamos.

En la actuación de seducción, la seguridad que tengamos en nuestro marco, nuestra confianza en nosotros mismos y en nuestra capacidad de resolver de forma emocional y creativa las restricciones en la escalada, será fundamental para conseguir lo qué queremos de ella.

  • La idea que tengamos del otro “generalizado”, es decir, nuestra concepción sobre alguien.

O sea, la idea preconcebida que hemos podido hacer de ella. Por esto se hace imprescindible obtener información lo antes posible de ella y sus vínculos con quien la acompaña.

Esto coincide con el “conocimiento de sí mismo” que debe tener el actor social de Goffman y de la audiencia “generalizada” (tipificada, estandarizada), compañeros de reparto “generalizados” y esa pedazo de profesional de la interpretación que te va a tener en jaque mientras interpretas el guión de tu vida, en el escenario que el destino te ha puesto.

Si en algo ayuda la aplicación del dramatismo al conocimiento de los porqués en las interacciones entre hombres y mujeres, es a analizar los modos de pensar de los actores sociales para así, atribuir motivos a las acciones que interpretan. Y sólo podrás conocer qué es lo que la mueve o la moverá hacia tu habitación si estás enfocado en lo que ella te va pidiendo y lo vas soltando con tu personalidad propia según avanza la escalada o interacción emocional – sexual.

Así lo creía Kenneth Burke, escritor y filósofo interesado, sobre todo, en la retórica y en la estética, siendo en nuestro contexto de seducción, la comunicación verbal y no verbal, el estilo, el charme francés, durante la seducción. Burke mantiene que, como actores sociales aplicamos una “gramática” formada por cinco principios clave que, combinándose y transformándose, responden a las preguntas básicas que se plantean siempre en una interacción

  1. ¿Qué se hace?
  2. ¿Cuándo o dónde se hace?
  3. ¿Quién lo hace?
  4. ¿Cómo lo hacen?
  5. ¿Por qué lo hacen?

Esta gramática de cinco principios clave estaría formada por:

    • Acto: la acción que ha tenido lugar, ya sea en pensamiento o en los hechos
    • Escena: la situación en la que ocurre la acción
    • Actor: la persona o tipo de persona que lleva a cabo la acción. Puede haber coagentes (dirigen el acto en el mismo sentido que el actor principal y contra-agentes (tratarán de orientar el acto en una dirección contraria a los propósitos del agente y del coagente)
    • Actuación: los medios o instrumentos utilizados por el actor para llevar a cabo el acto
    • Propósito: las propiedades personales del actor y que poseen valor motivacional (honestidad, valentía, inteligencia, etc)

Comprobemos si las aportaciones de Burke nos ayudarán a meternos entre las faldas de esa atractiva y apetitosa castaña a la que parece que nunca se le acaban los rizos. Veamos cómo quedaría nuestro planteamiento en dos extremos: esa película ganadora de Oscar en la que la entramos y la película que nos montamos para no entrarla. Me pido esta última

  • Acto: Incapacidad de abordar a una mujer con la intención de conocerla
  • Escena: Pub (que, como escenario definido, sabes que, simultáneamente, se dan otros elementos)
  • Actor: Tú, Ella, tus amigos y sus amigas
  • Actuación: inmovilidad
  • Propósito: mantenerte en la zona de confort con el ego bien guardadito y a salvo. Mantener intacta tu autoimagen.

Veamos cómo quedaría nuestra escena.

  • ¿Qué se hace?: Dos personas pierden la maravillosa oportunidad de conocerse
  • ¿Cuándo o dónde se hace?: irrelevante para lo que podría haber pasado en la vida de ambos
  • ¿Quién lo hace?: Una persona motivada por no correr riesgos y la que podría ser la mujer de su vida
  • ¿Cómo lo hacen?: con inmovilidad, nerviosismo, excusas, apatía y la nueva “procrastinación emocional”
  • ¿Por qué lo hacen?: porque él tiene miedo de ser rechazado y de ver su ego malherido por una mujer que no le conoce.

 

Y en tu última actuación ¿Cómo quedó la escena?

Saber qué mueve a una mujer en dimensión interpretativa, mediante el análisis de sus actos y su comportamiento, sin hacer caso necesariamente a lo que está diciendo, nos da una poderosa clave para, mientras la conocemos, conocer también nuestros “límites interpretativos” para hacer que la interacción siga avanzando hacia donde queremos… y nuestra vida con ello.

Ovolandia

 

 

Porque al fin y al cabo, de eso va todo esto, de inmortalizar su nombre junto al tuyo en un árbol y perderse en la contemplación del mundo, saborear la quietud del alma sin grietas, la plenitud de estar, por instantes, completo unido a otro.

Aléjate junto a ella a 1 paso atrás desde tu posición, bésala y contempla el grabado, después otro paso más, bésala y contempla. Con tu mano en su cintura aléjate 1 paso más, bésala y despídete de tu árbol.

Vuelve al día siguiente y repite. Bésala y contempla el grabado, después otro paso más hacia atrás, bésala y contempla. Con tu mano en su cintura aléjate 1 paso más, bésala y despídete de tu árbol.

Después de días, cuando estés a 99 pasos del árbol, da un paso atrás y contempla tu grabado, bésala y comprenderás por qué la amas.

 

La magia de la seducción: Una mirada femenina

Seducción. Imponente palabra. Tiene fuerza, suena potente, encandila y está llena de significado y magia. Y entonces me pregunto ¿Qué hace que esa palabra tenga tanta magia? Momentos indescriptibles de emociones intensas al ver la cara de la otra persona reaccionando a algo que has dicho. Son los nervios de cuando el móvil suena avisándote de que tienes un mensaje.

Conclusión; en mi blog y en cualquier sitio que se hable de seducción debe estar presente esa magia. Y esa magia, no es posible sin contar con la otra mirada, con las respuestas, con la perspectiva femenina. Mariela, una mujer hecha a sí misma, con fuerza en su mirada, con muchas historias que contar bajo sus pies, muy emocional, que quiere vivir intensamente cada segundo de su día a día. Por eso ,por su sinceridad y por muchas otras cosas que iréis descubriendo cuando la leáis.

Ser o no ser…. por Mariela

Domingo, 08 de mayo de 2011 a las 18:21

Escribo esto sin ser masoquista (bueno, un poco para decir la verdad).

Somos nosotras «las mujeres hijas del rigor». Y nunca nos he definido mejor. A decir verdad un chico encantador nos gusta y nos aburre bastante. Por eso los preferimos en ocasiones mentirosos, dulces a ratos y algo indiferentes, esos nos roban el alma…Necesitamos emociones. Y no muchos hombres saben ofrecernos esas emociones. Por eso cada vez buscamos mas a hombres que sepan estimular nuestra mente con sus palabras o con sus acciones.

¿Es esto estar locas? ¿O somos las mujeres en la jungla del mundo la carnada para feroces leones? Quizás esto último sea lo que queremos que crean mis queridos homos…

De rana a principe sin esperar su beso…y que Dios te salve reina.

Nací en Madrid y a la edad de 21 años, crucé imprudentemente por el campo de entrenamiento de Cupido, accidente afortunado que cambió mi vida.

øQuÈ es lo sagrado?

øDe quÈ est· hecho el espÌritu?

øPara quÈ vale la pena vivir?

øPara quÈ vale la pena morir?

Las cuestiones importantes de Don Juan tambiÈn son las mÌas. No tengo más aspiración real en la vida que vivir en el reino de la respuesta. *

Ya sabemos que †conocer y comprender a las mujeres es posible pero, y el amor?. Ese sentimiento de protección que te sale por las venas por la primera desconocida con la que te cruzas y que, m·gicamente, voltea tu vida lo dominas o te domina?

Enamorarme por primera vez, a la edad de 21 aÒos, supuso el cambio m·s radical e importante en mi vida. Mi objetivo desde entonces: autogenerarme una descarga permanente de dopamina y oxitocina con la mujer que yo elija y asÌ vivir plenamente enamorado, yonki perdido de amor y en armonÌa con la vida… …ambicioso øno?… … øquiz· imposible y utÛpico?† Yo tambiÈn lo creÌa pero a˙n asÌ, empecÈ el camino en solitario.

En 2007 conocÌ a Mario Luna, Egoland, N˙cleo, Cachondo Mental, Wallace y poco despuÈs, en talleres y conferencias, al resto de instructores e miembros de la comunidad a los que leÌa dÌa tras dÌa muy ilusionado: eran mis embajadores del amor y por los que siento gran admiraciÛn y respeto por su calidad humana: Fire, Alfie, Atreiu, Torio, Witzbold, mi Max, Chema, IÒaki y muchos m·s.

Aquello era para creerlo øTÌos reunidos conspirativamente para hablar de mujeres, experiencias y† emociones propiamente masculinas?. Siempre agradecerÈ cÛmo me abrieron sus puertas, como compartieron conocimientos y momentos conmigo y, sobre todo, me hicieran partÌcipe de tan maravillosa comunidad.† QuÈ bonito es disfrutar del viaje en compaÒÌa.

Cuando Egoland me hablÛ de su nuevo proyecto, la direcciÛn que querÌa tomar y quÈ querÌa hacer para cambiar el mundo, no pude m·s que emocionarme y comprometerme, como Èl, en daros lo mejor que tengo para que, entre todos, nos hagamos hombres del siglo XXI y defendamos una masculinidad protectora y ante una feminidad actualizada.

Porque amigo, si t˙ luchas por convertirte en el hombre que quieres ser, yo tambiÈn lo serÈ un poquito.

Porque amigo, si t˙ le das magia a esa chica la magia que necesita, se la est·s dando al mundo.

Soy una esponja coralina que absorbe ocÈanos de conocimiento de dos milÌmetros de profundidad. Tengo la suerte, adem·s, de enseÒar con mis conocimientos y experiencias profesionales a alumnos universitarios a desenvolverse en las ·reas m·s creativas del marketing y la comunicaciÛn empresarial. Observ·ndoles me doy cuenta que hacemos difÌciles procesos de comunicaciÛn muy simples.

Al estar influenciados por emociones, expectativas y miedos infundados hacemos difÌcil lo que, en teorÌa, puede ser f·cil. Yo el primero, por eso creo que entre todos tenemos mucho que aportarnos aquÌ, en Egolandia.

Achaco a defectos en la comunicaciÛn la mayorÌa de los problemas que existen entre hombres y mujeres. Por eso, y ante todo creo, que lo m·s elemental para conocer y seducir a una mujer es saber comunicarte con ella: No es lo que decimos, es lo que ellas creen que decimos y por quÈ.

Soy Santi, publicista y diseÒador, creativo de corazÛn y de razÛn, emprendedor. Quiero mucho a mi pap· y a mi mam·. Bienvenido amigo a la que espero sea tu nueva vida tambiÈn, abrazos gordos.

Y para ti coletita», si sigues mirando con esos ojitos tan tiernos y a la vez, con tanta indiferencia, te vas a meter en un lÌo gordo del que no vas a querer salir. Est·s avisada reina.

 

No sé lo que quiero

He leído muchas veces que un gran seductor/seductora debe tener las ideas claras y objetivos definidos, adherirse a estos con voluntad de hierro, no debe dejarse influenciar por los factores que le rodean y ser implacable hasta alcanzar lo que quiere. Y si no eres así de verdad, lo que dicen es que por lo menos lo aparentes, que es importante que tengas esa imagen, y así alcanzarás lo que quieres.

Pues yo me confieso públicamente: No sé lo que quiero. Y esto abarca todo los aspectos. Empezaré por uno básico, como por ejemplo el dinero. ¿Recordáis cuando erais estudiantes? Todos queríamos tener un trabajo que nos permitiera tener independencia económica. Bien, ahora muchos de nosotros lo tenemos. También tenemos una hipoteca, las letras del coche, del préstamo de las vacaciones, del ordenador nuevo… y recordamos con añoranza la época de estudiantes y esa sensación de ligereza, de falta de responsabilidades y abundancia de tiempo para hacer cosas que nos apetecían. Así que realmente me doy cuenta de que tener más dinero no trae necesariamente la felicidad.

Otro ejemplo, relativo a la seducción. Un gran seductor o seductora tiene un enorme éxito, le sobran las tías-tíos. Tampoco sé si quiero eso. Tengo rachas en las que me da por salir en plan Matahari, es muy divertido y se me da muy bien. Pero luego no me apetece recibir tres o cuatro llamadas al día, ni tener el Messenger saturado de mensajes de tíos interesados por mí. Yo no soy una mujer que necesite ese tipo de atención. Así que acaba aburriéndome también. Entonces, ¿qué quiero?

 

Cuando pienso en ligar, o en echarme un rollete, o una relación estable, desde mi cabeza siempre pienso que quiero tal tipo de hombre, que tenga una cierta similitud su estilo de vida y el mío, por supuesto atractivísimo y arrebatador blablabla… Cuando los he conseguido, a menudo no pasan de unas cuantas citas, o como mucho unos meses, porque me doy cuenta de que necesito algo más. Hay algún ingrediente que me falta y no acaba de cuajar.

Esto me llevó a pensar si es tan importante tener “claro” lo que uno quiere en la vida e ir a saco a por ello, si luego nos damos cuenta de que no era lo que queríamos. Si lo pensáis bien, ¿para qué queremos esas cosas? Todo eso que deseáis en esta vida tiene un único objetivo: haceros más felices. La finalidad de todo lo que hacemos es sentirnos bien. Estamos acostumbrados a buscar un plan de acción para llegar a las cosas que creemos que nos van a dar la felicidad. Pero como ya hemos visto, esto no da ese resultado a menudo.

Lo que yo planteo es una pequeña locura. Propongo que te saltes el plan de acción, que desconectes el cerebro por unas horas y te limites a hacer cosas que te hagan sentir bien, independientemente de que cuadren en lo que tú tenías pensado. En lugar de pensar qué vas a hacer para así sentirte mejor, haz algo que te haga sentir bien, y luego haz otra que te haga sentir mejor. Fíjate qué te dice tu cuerpo que quieres hacer. Lo que surja de ahí te va a gustar y verás que lo que tu cerebro quería hacer de una manera, a lo mejor se puede hacer de otra más sencilla y con menos esfuerzo. Es decir, imagina que eres un corcho, que tu plan de acción te tiene atado al fondo del agua y que lo sueltas, subes libremente y te dejas llevar…

Esta idea de no controlarlo todo y dejarse llevar por sensaciones agradables es algo que le va a chocar a más de uno. Por eso sugiero que para empezar, si alguien quiere hacer el experimento, lo haga un fin de semana o un día de vacaciones. Yo lo hice por primera vez un domingo y me llevé una enorme sorpresa. No sólo no se hundió el mundo, ni mi vida se sumió en un caos, sino que hice más cosas que en mi plan de acción original, con un ánimo y una motivación muy positivos y fue un día realmente relajado.

Para ilustrar de cómo se puede hacer esto en el campo de la seducción, pongo un ejemplo práctico y cómo se puede enfocar la misma situación de dos maneras muy distintas.

Ahora a lo mejor harías algo así:

Imagina que sales con tu ala una noche, veis un grupo de chicas monas y hay una en especial que te gusta. Guapísima, exuberante, se la ve con los humos un poco subidos, pero eso no importa. Tú, que sabes todos los trucos habidos y por haber, sabes cómo bajárselos. Además sabes que eso te va a dar valor delante del resto de tus amigos, así que decides que vas a por ella y te pones de acuerdo con tu ala. Entras hablando con una de las amigas del grupo, al ratito entra tu ala y empieza a hablar con la chica que te gusta, mientras tú te muestras indiferente ante ella. Ocasionalmente, le dices dos o tres cosas casi sin mirarla y aparentas que te interesa otra. El caso es que en el grupo de amigas hay varias chicas simpáticas y te quedas un rato con ellas riéndote. Te lo estás pasando sinceramente bien con ellas, en especial hay una que no es tan mona, pero que tiene una sonrisa traviesilla y un sentido del humor que te encantan.

Ah, recuerdas de pronto, yo me voy a ligar a la que no se puede ligar nadie. Así que vuelves a tu plan original. Y de hecho, puede ser que triunfes, te ligues a la tía más deseada del bar, acabes besándola e incluso te la lleves a tu cama. Pero cuando termines y te preguntes de qué puedes hablar con ella ahora, o cómo decirle que se vaya a su casa porque quieres dormir y te sobra a tu lado, notarás esa sensación de “esto no es lo que yo realmente busco”.

 

Ahora vamos a imaginar la misma situación inicial, pero cambiando algunas cosas. Me salto todos los protocolos de sargeo, porque se trata de hacer lo que te apetezca, así que me da igual la proyección de valor, me da igual quién abra. Que quieres abrir tú, abre tú, que queréis hacerlo juntos porque os resulta más divertido, adelante. Y una vez en el grupo, habla con todas y elije en base a la que te haga sentir mejor. Olvídate del tamaño de los atributos femeninos típicos, olvídate de que sea la que nadie consigue ligarse, quédate con la que te haga sentir mejor y disfruta de esa sensación.

A lo mejor no es ninguna de éstas, o a lo mejor es la amiga normalita, sí, la de la sonrisa de niña pequeña que te hace reír tanto. Tal vez tu ala te diga en un momento dado que la despampanante no hace más que preguntar por ti, o ella misma sea la que te dé claras señales de que está por ti. Pero si te guías por cómo te sientes, y la chica con la que te sientes genial es la amiga menos resultona, te animo a que te arriesgues a seguir esa señal. Igual te sorprendes de ver que la noche ha volado y has amanecido con ella, que a lo mejor habéis acabado en la cama y no quieres que ella se vaya y de que algo dentro de ti sonríe.

Aviso: dejarse llevar por las sensaciones de “me siento bien haciendo esto” es difícil. El ego (no nuestro Egoh, jeje, sino nuestro pequeño ego interior) es un saboteador y nos dirá que la supermodelo es la mejor, o que hay cosas que no se pueden hacer. Pero si sabemos escuchar esa vocecita interna de “qué a gusto estoy ahora”, veremos que muchas veces la elección es mucho más fácil y sencilla de lo que nos imaginamos, y nos sentiremos más llenos que cuando nos guiamos por el ego.

A todo esto, rectifico el título del artículo. Sí sé lo que quiero: Quiero sentirme bien.

Dedicado a mi Ángel de la Guarda, que apareció un día en mi vida como caído del cielo y me enseñó que todo era mucho más sencillo de lo que parecía.