Fases en la persuasión

Queridos y estimados lectores,

Hoy vamos a hablar de ese momento tan importante donde nosotros queremos y ella no. Donde nosotros tiramos hacia la izquierda y ella hacia la derecha. Donde queremos avanzar y ella nos limita.

¿Levantamos la mano los que hayamos vivido un rechazo?

Menos David Beckam, que sé de buena tinta que nos lee, (un saludo, Dave) el resto de los mortales tenemos la mano levantada.

Así que, en ese momento, ¿qué hacemos?

1º tener claro que creernos que somos superguays porque leemos seducción o escuchamos podcast no nos va a garantizar llegar a buen puerto.

2º entender que realmente lo que está pasando, está pasando por algo.

3º Se puede solucionar.

Por eso en este artículo, para convertir un rechazo en un rechazo transitorio, además del clásico del veneno, las herramientas , etc vamos a entender el proceso psicológico en el que nos encontramos.

Debemos persuadir, cambiar voluntariamente la conducta y lo que perciben de nosotros.

Por ello los tres procesos en la persuasión a los que vamos a atender son:


1º FASE DE CONFRONTACIÓN:


Algo hemos hecho mal porque nos ha dicho que no. Bien, pues en esta fase y utilizando alguna herramienta el objetivo es que deje de percibirnos como el enemigo. No se trata de que quiera besarnos, sino de que nos vea como cómplices y no como ladrones de besos o peligrosos para su autoconcepto.

Básicamente que reduzca la actitud negativa hacia nosotros.


2º FASE DE CONVERSIÓN:


Sí, suena a Jesucristo. Pero aquí es donde, una vez ya NO nos ven como los malos de la película, tienen que convencerse de que eso de darse un beso o dejarse meter mano no es nada malo.

Para eso están los mensajes bilaterales, las herramientas como PONTE EN MI PIEL, Boomeregoland, etc.

La cosa ya no está tan negra porque notaremos sos indicadores de interés. Dejarán de tener los brazos cruzados, soltarán sus preciosas sonrisas de chica, etc…

Pero para conseguirlo podremos encontrarnos con tres tipos de chicas:

1º las incrédulas: Que no acaba de convencerse y son más críticas con nuestro avance y nuestros argumentos.

2º las no informadas: Que requieren más cualificación y sexualización.

3º las apáticas: Con las que tenemos que acentuar el mensaje. Lo que queremos es divertido, queremos sexualizar y debemos hacerlo para que se enteren de qué va la copla.


3º FASE DE DISUASIÓN:


Y aquí es cuando nos dedicamos a hablar de si nos gusta la música que están poniendo, tras darle un beso o cuando ya ha dejado de decir que no ante el anuncio de nuestro beso inmimente. Cuando ya no la vemos tan a la defensiva ante nuestro avance.

O sea, reforzamos el vínculo que hemos creado y obviamos aquello que nos distanciaba. Ya nadie habla de aquel momento en el que ella no quería ser besada esta noche.

Pongamos un ejemplo:

-Hola, soy Luis y me encantaría conocerte. No sé si es por cómo te queda el escote o porquehoy estoy muy sensible.

-Ya. Pero es que yo he venido con mis amigas.

-Tranquila. No te he dicho que cambies tu vida drásticamente. Solo soy un chico y te he dicho una variante de «hola»

Ella rie.

Sí es cierto.

– Pues si te parece, nos conocemos durante diez minutos, o veinte o los que decidamos y ya veremos si cambiamos nuestras vidas … Por cierto, soy Luis.

-¡Ja ja ja! Vale. Soy Ynés.

-Bueno, Ynés. ¿Esta no será tu canción preferida verdad?

Pues chicos, con toda la naturalidad del mundo, hemos cumplido la fase de la persuasión en una entrada a una chica sin despeinarnos. Entendiendo que la psicología es más útil que los dogmas norteamericanos sobre las relaciones entre hombres y mujeres.

Nadie ha salido dañado de este rechazo si no más bien reforzados. Nuestro autoconcepto y el suyo han aumentado.

Os espero, como siempre en los podcast y en este blog, de un humilde servidor que lo único que hace es estudiar, dar y mandanguear…

siempre vuestro

EGOH.

 

Seductores: Kara

Lunes otoñal y lluvioso, de esos que costaba echar de menos en nuestras vacaciones veraniegas.

 

Empieza la semana después de un taller con un alumno muy especial. La primera vez que lo vi me contó que las mujeres le causaban rechazo y que las veía cómo malas personas…En su segundo taller conmigo no sólo hicimos el golfo y trabajamos muchísimo sus habilidades sociales sino que me confesó que estaba saliendo con una chica de la que esta enamorado. ¿Os podéis imaginar cómo me siento? Profesionalmente y emocionalmente es una pasada.

 

 

Hoy vengo con una primera entrega de una nueva sección del blog, “Seductores”. Se trata de un análisis de aquellas personas que me han marcado cómo seductor, hombres que me han ayudado a crecer cómo seductor y cómo persona.

 

Para comenzar este nuevo apartado del blog he elegido a una persona entrañable, Djibouti Karamoco. Kara, que es cómo lo llamo yo, es un tío de Costa de Marfíl, exactamente no recuerdo bien el nombre de la ciudad donde nació, pero era una ciudad pequeña al Este.

 

Creo que lo más inteligente es contaros cómo le conocí. Era un Jueves veraniego previo a salir de viaje a alguna ciudad para dar un taller. Me pase a saludar al garito de un amigo. Estaba jugando al billar tranquilamente y apareció una morena salvaje que salía del cuarto de baño hacía la salida.

 

Perdona, no te he visto por aquí y quiero saber cómo te llamas”

 

No se me ocurrió nada mas original, a veces pasa…la chica se presentó y me dijo que en media hora volvería al local. Lo hice en mitad del bar y todo el mundo me vio hacerlo. Cuando iba a seguir con la partida de billar un chico negro, vestido de una forma muy playera, con una sonrisa gigante me dijo

 

“Esa no vuelve, ¡pero muy bien hecho!, yo soy Kara”

 

Mi curiosidad por conocer la historia de desconocidos y la vergüenza de perder más de tres partidas de billar seguidas hicieron que se me ocurriese invitarle una cerveza y preguntarle qué pasaba con él. Estuvimos horas hablando de su vida y de la mía. Estuvimos hablando de su continente y del mío. Su discurso era congruente e intenso, sobre todo cuando se refería a la música y a los problemas de África.

 

Su historia y la mía eran completamente distintas, el llevaba treinta y un años vivo pero sólo un par de horas en mi ciudad; llegaba desde Albacete buscando un futuro mejor después de haber probado suerte en un par de ciudades. Su corazón, aún así, pertenecía a África y así me lo hacía saber cada vez que tenía oportunidad. Y tal vez fuese eso lo que me hizo sentirme unido a él: buscábamos el éxito para cambiar algunas cosas. La conversación con él era apasionante, había visto tantas cosas que yo no, que era inevitable preguntar y preguntar.

 

El iba a pasar los próximos días en la casa de una amiga española que había conocido meses atrás, así que le dije que le acompañaba al coche. Íbamos caminando por el barrio del Carmen y vimos a tres italianas preciosas que se nos iban a cruzar, el sonrió y se dirigió hacia ellas.

 

Hola chicas, estoy buscando mi coche y os he visto y me ha parecido mas divertido ir donde estéis yendo que buscar mi coche

 

Lo último que me esperaba era una frase así, Kara se puso a hablar con ellas y casi sin darme cuenta estábamos los cinco de rodillas en el suelo de la calle decidiendo donde íbamos a pasar la tarde siguiente. Después de darnos su teléfono nos pidieron que nos tomásemos una copa con ellas en un lugar cercano y así lo hicimos. Por primera vez en mucho tiempo yo no tenía que dirigir la situación, de eso se encargaba Kara…

 

Estuvo una temporada en Valencia y traté de incorporarlo en mi vida y grupo de amigos. Buscabamos un trabajo para él y un sitio donde quedarse cuando su amiga se hartase de darle cobijo gratis. Podéis imaginaros lo molones que quedábamos un negro fibrado lleno de collares playeros y un rubio con el pelo largo y pendientes caminando juntos por la calle. La verdad que fue una temporada preciosa. Ademas él mandangueó ,y mucho, con algunas amigas mías.

Un día me dijo que se volvía a Costa de Marfil por el entierro de su hermano mayor, algo a lo que allí desgraciadamente están mas acostumbrados, y que ya volvería. Aquí desde luego le recibiremos con los brazos abiertos.

 

Sus rasgos más seductores eran probablemente ademas de su sentido del humor, la visión positiva de la vida y su aspecto físico, su fortaleza mental, la cantidad de problemas que ha tenido que solucionar, por lo que ha desarrollado una conducta muy resolutiva, su resilencia y su imagen sobre si mismo.
Una imagen que lejos de acercarse a la que por prejuicios podemos tener de alguien que no tiene la vida «resuelta» de antemano, se parecía mas a la de “soy un viajero libre y pienso dedicarle todo mi esfuerzo a cambiar el mundo que me rodea”. Cuento con que con muchas mas personas cómo él, eso es tarea sencilla.

Mensajes bilaterales

Como he explicado en la sección DIRECTO EXAMINADOR en el podcast del mes de OCTUBRE, uno de los errores básicos que me encuentro en los estudiantes de seducción es emitir unos mensajes autoritarios en el conflicto de intereses.

Imponer nuestros deseos porque sí, para resultar machos alfa, puede resultar efectivo ante mujeres poco inteligentes, de autoestima baja o sencillamente tan atraídas por nosotros o con unas ganas de mandanga que pasen por donde les digamos. Pero también puede ocurrir que perdamos oportunidades de oro por no saber negociar, empatizar o resultar creíbles.

Para ello hoy analizaré la diferencia entre los mensajes UNILATERALES: Aquellos en los que solo nos damos la razón a nosotros presentando argumentos excluísvamente a nuestro favor.

EJ: -Quiero que vengas a mi casa, porque me pareces una chica muy especial y podría irme con la que quisiera.

Y los mensajes BILATERALES: Que son aquellos en los que incluímos el razonamiento propio del argumento contrario al nuestro con el que ella nos puede rechazar.

EJ: -Aunque entiendo puedas no ser una chica que la primera noche se vaya a casa de un chico, por como me he sentido quiero proponerte que sigamos conociéndonos en mi casa. No tenemos por qué hacer nada que te haga sentirte incómodo o que resulte impropio de ti. Me apetece mucho porque me has gustado. Nos tomamos algo en casa?

Estos mensajes los utilizaremos cuando evaluemos que ella no lo tiene claro. O sea ya nos ha dicho que no o se le intuye inquieta.

Si todas las señales nos indican que estaría de acuerdo al propornérselo solo hay que avanzar sin más.

De esta forma, no solo ellas van a estar más a gusto con nuestras propuestas, sino que podeis hacer un mundo mucho más afín a vuestros deseos. ¿Por qué? Por que nadie va a sentir que los tratáis como tontos, porque resultaréis más inteligentes y empáticos y porque es mucho más divertido entender que imponer.

saludos y abrazos mandangueros!!!