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Empatía: Algunos ejercicios.

EMPATÍA…En vivo y en directo. Os recomiendo encarecidamente que echéis un vistazo a los artículos de María sobre empatía. Hoy propongo una serie de ejercicios que nos pueden resultar muy divertidos y muy útiles para usar esta imprescindible habilidad.

 

Previo: Ponte en situación para ser empático

Antes que nada, situaros en un contexto normal de vuestra vida diaria, ¿cogéis el autobús? ¿vais a la facultad? ¿compartís piso? Muy bien, ahora situaros en la piel de ese conductor de autobús, o de esa señora que se ha sentado a vuestro lado, o del profesor que os esta dando la clase, o del casero que viene a cobraros una vez al mes lo que le debéis.

No, no lo habéis captado del todo, quiero que os miréis desde los ojos de esa persona. No penséis en quien sois realmente y luego lo digáis desde sus ojos. Quiero que penséis en quien ese ese tipo y luego te mires.

ejercicios, practicar la empatia

EJERCICIO DE EMPATÍA

El profesor de la facultad con su incipiente alopecia, con su nivel cultural alto, con su traje que lleva ya desde hace cinco años, con sus cientos de clases donde ha visto pasar a cantidad de alumnos nada interesados en su materia, etc…Se ha levantado a las siete de la mañana, café sólo para no demorarse, se prepara el PDF antes de entrar y tiene que esperar a que la clase guarde silencio.

 

Tú te levantas a las ocho para no llegar tarde, te duchas, te pones algo cómodo pero que te queda bien. Te haces un pelo molón y desayunas, entre pitos y flautas  se te ha hecho un poco tarde, entras siete minutos después de que empiece la clase y te sientas no muy al principio para no alterar la clase. Estás atento, te vibra el móvil y lo sacas para apagarlo, pues pretendes estar todo lo atento posible.

Vamos a hacer un ejercicio de empatía, poniéndome en la piel de ese señor respetable, Si yo soy ese profesor ¿qué pienso de ese alumno?

 

EJERCICIO DE EMPATÍA

La señora del autobús, con sus setenta y nueve años recién cumplidos aún es capaz de levantarse por las mañanas a las nueve de la mañana, madruga todo lo que puede para coger sitio en el autobús. Creció durante una guerra y sus valores son muy distintos de los que hoy están de moda. No entiende muy bien cómo se esta dejando llevar el mundo hacia la cultura del no esfuerzo. Se siente indefensa con su fragilidad física y ante tantos estímulos distintos a los con los que ella creció.

 

has quedado con una chica muy moderna, así que te has puesto el pendiente brillante que tan bien te queda y llevas la música más motivadora que has encontrado, muy alta en tus auriculares. Entras al autobús decidido y moviendo la cabeza al ritmo de la música. Al lado de esa señora hay un sitio libre, sonríes con la sonrisa más amplia que encuentras y te sientas a su lado. Dejas tu mochila con estilo entre tus pies.

Otro ejercicio de empatía, imaginándome que soy esa señora…¿que pienso de mí?

 

A veces solo tenemos que imaginarnos de verdad cómo puede estar pensando la otra persona para comprender el porqué de las cosas. Y ese ejercicio lo podemos hacer con cualquiera de nuestros conocidos, amigos y familiares…¿no merece la pena hacer el esfuezo?