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Relato erótico: Sexo seguro

Satanás – No acabo de entenderlo, Belisa, lo siento pero no lo entiendo, explicamelo otra vez porque joder, no lo entiendo.

Satanás se sentó en su trono de carbón con dos salientes verticales en la parte posterior a modo de cuernos y asió con desesperación su tridente despuntado. Era un buen tipo el Satanás este, hacía esfuerzos inmensos por comprender lo que esta mortal le pedía, pero la verdad es que era una petición en exceso extraña, así, se concentró y estudió los ojos de Belisa, eran unos ojos fogosos, más incluso que los suyos mismos, de un marrón claro parecido a la madera utilizada para crucificar a Cristo (eso le gustaba aún más al diablo), algo menos astillosa, se notaba cierto atractivo en ella, esos ojos encerraban algún tipo de misterio, se veía la lujuria en ellos a dos o tres kilómetros de distancia, quizá más.

BELISA – Pues es sencillo, solo quiero eso que te digo, y a cambio te doy mi alma y todas esas tonterías que tanto quieres: fe, espíritu y lo que quieras hasta las llaves de mi coche, aunque el radiocassette es una mierda, te aviso.

No sabría decir si había o no sarcasmo e ironía en sus palabras, era una mujer bastante enigmática, guapa por supuesto, y sobretodo muy directa, todo era posible a su lado, cualquier cosa, pero esto…

S -Vamos a ver, explícamelo todo otra vez, necesito analizarlo, pero espera, Adolf tráeme un whisky con agua, bastante cargado esta vez, y córtate ese bigote de idiota, te lo he dicho mil veces, si te lo vuelvo a ver asciendo Kurt Cobain que tiene más estilo.

BELISA -¿Tenéis a Kurt aquí? ¿A Kurt, el de Nirvana?

S – Por supuesto, era un autentico torpe, por cien años de su alma le di unas clases de guitarra, aunque tuvimos que llegar a los ciento cincuenta por que era algo lentito el chico, de hecho las letras se las escribía yo, ¿no se notaba? Courtney le costó trescientos años, se vende cara la chica. Y muchos más, ¿tu eras de España, no? Pues allí también le enseñé a un tal…como se llamaba… cantaba no se que de un corazón no se qué de partido o destrozado, no lo sé, de ese no me acuerdo.

BELISA -Bueno a lo nuestro, te lo vuelvo a explicar, lo que necesito, es que anules mi maldita regla, que elimines mi periodo para siempre, es una mierda, necesito hacerlo todos los días del año, de mi vida, siempre.

S – -Joder, no se…

BELISA -Tu no comprendes lo que es no poder pasarme todo el día haciéndolo, es un autentico castigo, una mierda de las gordas. Nadie quiere hacérmelo si estoy con el periodo. Solo de pensar en una buena y dura…

S -Bueno, tranquila, no hace falta que me cuentes esos detalles, pero es que creo que eso no puedo hacerlo, hay muchas soluciones humanas.

BELISA -¿Ah si? A ver cual, listo -Belisa se conocía el sermón, tantas veces lo había oído…

S – -Pues puedes quitarte el útero o algo así…

BELISA-Me acabaría tirando al cirujano seguro…

S – -¿Y si es cirujana?

BELISA -Me la tiraría también, es que a mi los uniformes -Belisa hizo un movimiento difícilmente explicable por su alto contenido erótico.

S -¿Y que me dices de que la puerta de atrás, aunque tengas la..bueno eso que tienes, puedes hacerlo así, y con la boca se hacen maravillas no? –Se empezaba a detectar un cierto humo por el rojo cuerpo del diablo.

BELISA -Si, si eso esta muy bien, pero ¿y yo? Necesito que notarlo por donde toca, es tan…

S -Y no prefieres otra cosa?, mira lo que he conseguido con Yola, y mira Marujita, por no nombrar a Bibi, es una obra de arte, estamos haciendo progresos con su voz, ¿Y si te consigo un actor en lugar de eso?

BELISA -No

-¿Que tal un político? Aquí tenemos muchos.

BELISA -No

-¿Un futbolista quizás?

BELISA -No gracias

-¿Una estrella de rock?

BELISA -No, de esos ya tengo unos cuantos en mi palmarés.

-¿Que tal Nacho Vidañ?

BELISA -Demasiado pequeña, no

-¿Un astronauta?

BELISA -No

-¿Un negro?

BELISA -No

-¿Un perro?

BELISA -Prefiero un caballo, pero no.

-¿Que tal una gran mansión en Nueva York, con espacio para que tengas siempre trescientos hombres esperando erectos a que te lo tires?

BELISA -La mansión no la tengo, pero si la cola, déjalo Sat, quiero eso, y ya.

S -En fin pero debo avisarte de algo, el de la puerta de enfrente se va a cabrear conmigo y contigo, estamos yendo en contra de la naturaleza, y no creo que nos deje impunes, se va a vengar, mira lo que hizo con Lady Di, solo por irse con un árabe.

BELISA -Asumo la responsabilidad, con tal de poder hacerlo siempre.

S –En fin lo que tu digas, pero luego no digas que no te avisé, lo dejaremos en cuatrocientos años bajo arresto de tu alma, no, mejor quinientos, por el riesgo que supone; con un interés del cinco por cien, más mil extras por los pecados, que hacen un total de años de infierno de…

BELISA -Mejor no me lo digas, no me importa y tengo prisa, he de pillar un buen percal. -Belisa tenía una gran sonrisa y en sus dientes apretados se podían ver escenas sexuales si te fijabas bien, el diablo lo hizo y luego añadió:

-Por cierto, vas a tener que hacer tiempo, el BOCI no sale hasta dentro de dos horas.

BELISA -¿El BOCI?

S -Si, el Boletín Oficial de Cielo e Infierno, allí damos cuenta de los cambios y las novedades, es para evitar el monopolio, es que quien tú y yo sabemos es muy meticuloso con esas cosas, ya sabes, así que hasta que salga tendrás ir por ahí siendo mujer, guapa.

BELISA -Vaya mierda! Pues aprovecharé para elegir.

S – -Vale pues chica, que tengas suerte, y ten cuidado, ya sabes que habrá una venganza segura -Se notaba cierta prisa en el ángel caído y pegó el ultimo trago de su whisky antes de girarse hacia su sirviente, que ya no llevaba bigote, pero si un uniforme militar que parecía para montar a caballo- Adolf acompaña a la señorita a la salida, y quítate esa mierda de uniforme que es ridículo, ¿que quieres que piense la gente que viene a verme?

El demonio estaba verdaderamente nervioso, necesitaba que la chica saliera de allí; cuando casi alcanzó la puerta Belisa se paró y se tornó de nuevo hacia su anfitrión diabólico:

BELISA -Una ultima cosa, ¿el cantante de Placebo es un tio o una tia?

-Es una promesa señorita, no puedo contestarle, me hizo prometerlo por la anulación de su condena. Y ahora váyase que tengo mucho que hacer.

Belisa se giró de nuevo pero esta vez hacia la puerta, bastante satisfecha y preguntándose sobre el color del pene de su negociante.

Una vez fuera Adolf y la chica, Satanás se quitó la mano con la escondía su gran erección y se destapó la zona en cuestión, se escupió en la mano y comenzó a masturbarse sin dilación.

 

B

 

Belisa iba teorizando mentalmente sobre la cantidad estimada que caerían en un mes y estaba bastante contenta con la suma. Siguió subiendo la cuesta asfaltada y se topó con un hombre que portaba una cadena sujeta a una gran roca, al condenado le costaba mucho arrastrarla, además en la cara llevada una nariz postiza roja como las de los payasos y dos orejas de burro en lugar de las suyas. Se le acercó, tenía curiosidad, ¿quien merecía tanto castigo?

BELISA -Oye, sí, si tu. -El condenado se acercó

-¿Que me vas a hacer?

BELISA -Nada, nada, pero dime, ¿que has hecho tu para que te castiguen así?

-Bueno yo… era publicista de televisión, ¿te suena la frase «me gusta ser mujer»? Pues es mía.

Belisa comprendió la gravedad del asunto y siguió con su camino reconfortada por comprender que las leyes divinas eran justas.

Cuando estaba a punto de abandonar el edificio central de oficinas del infierno la megafonía se disparó y se pudo oir la voz del diablo delirando de placer:

– Wowwwwwwwwwwwwwwwww!

Belisa sonrió.

 

C

 

Ya estaba en casa, y al ir al baño vio que todavía seguían las cosas igual, solo había pasado media hora, así que se puso sus gafas de sol y cogió las llaves del coche aparcado justo debajo de su solitario piso. Bajó las escaleras pensando donde ir, que clase de tío le apetecía, tenía que ser guapo, tampoco en exceso, aunque tampoco se preocupaba demasiado por eso, solo quería tirarse a alguien, hacía dos días que le había bajado y necesitaba que le dijeran las palabras adecuadas.

Paseó con el coche haciendo tiempo y justo cuando solo faltaban cinco minutos decidió aparcar, el destino le había llevado a la puerta de un bonito y alegre videoclub, y al entrar se respiraba un agradable y divertido ambiente con tropezoncitos de buen humor impartido sin duda alguna por el guapo y atractivo dependiente, un chico de unos veinte años, alto, moreno y con gomina para parar un tren o dos. Era un gran chico, así que hizo caso omiso de la diferencia de años y se acercó al entrañable joven que ya la miraba con ojos de lobo. La situación era inmejorable sin duda, dos depredadores frente a frente.

BELISA-Hola

Él -Hello -dijo resuelto el chico

BELISA -¿Que tal?

Él -No se… bien supongo – El dependiente es que tenía una chispa…

BELISA -Pues yo también, ¿oye que hora es?

Él -Son las… cuatro menos dos minutos más o menos

BELISA -Dos minutos…

Él -¿Perdona?

BELISA -No nada, cosas de mujeres.

Ambos se sonrieron durante tres momentos, el parecía saber que ella iba a monitorizar la interacción y había aceptado su papel. Belisa procedió con la inspección.

BELISA -¿Como te llamas?

Él -Henry

BELISA -¿Eres inglés o algo?

Él -No mucho ¿y tu?

BELISA -No yo tampoco, me llamo Belisa

Él -Eres italiana?

BELISA -Para nada.

Él -Menos mal, no me gustan nada las italianas.

Se dieron dos besos

El -¿Querías algo?

BELISA -Bueno sí, puede.

-¿Puede? ¿Es esto un concurso de la tele?

BELISA -No, es que no se si eres el adecuado, no se… quiero… es que un poco complicado

-Ya se, ¡tu quieres una película! Pues has dado con el chico adecuado.

BELISA -No exactamente, ¿que hora es?

El -¡Joder con la hora! Las cinco y un minuto

BELISA -Vale, espera un momento

Mientras Belisa se metió la mano izquierda por dentro de la falda hasta alcanzar su parte del cuerpo favorita mientras preguntó:

BELISA -¿Eres bueno en la cama?

Él -En mis mejores momentos sí, hoy es ese mejor momento.

Sacó la mano y comprobó que tenía la mano mojada pero el liquido no presentaba ningún color, así que levantó la mirada y la mano, la mostró a Henry y le miró a los ojos como esperando respuesta.

BELISA -Baja las persianas.

Henry no opuso resistencia, al contrario y como cabía esperar de un Aven cómico como él, bajó con rapidez las persianas y tumbó a su «victima» encima del mostrador, junto a los huevos kinder.

Ella solita se bajó las bragas, que estaban más blancas que las de una monja, y él procedió a hacer estragos.

 

BELISA-Bueno ya esta bien de tonterías, déjame ver esos veintiún.

Belisa se bajó del mostrador y le cortó con los dientes el cordón que sujetaban los pantalones de nuestro fabuloso e increíble videoclubero, solo quedaban los calzoncillos de Mickey Mouse; Belisa paró un momento y cerró los ojos para disfrutar del momento, recordaba con ilusión lujuriosa la transacción realizada hacía dos horas y tres minutos, recordaba la voz del diablo por megafonía, recordaba la emoción al sacar la mano de sus bragas, ¡un momento! ¡Que diablos! También recordaba la segura venganza divina; abrió los ojos con rapidez y le bajó los calzoncillos al animoso dependiente.

BELISA -¿Que es esto? -Algo la había consternado, estaba paralizada, daba miedo, lo juro.

Él-Veintiún centímetros, ya te lo he dicho, yo solo le miento a mis padres y a mis jefes.

BELISA -Mírate imbécil

Henry hundió la mirada y ahora eran cuatro los ojos que contemplaban su entrepierna. Había una cajita, no había falo, no había nada que meterse, dentro había un botón rojo y dos agujeros pequeños en la parte superior, colgando de un cordoncito se encontraba un papel que Belisa arrancó y examinó.

«Modo de uso:

1-Abrir el arca y presionar el botón.

2-Esperar cinco minutos aproximados según la potencia de cada individuo, y recoger la cápsula espermática.

3-Aplicar la cápsula a la vágina femenina y esperar nueve meses.

Firmado: Dios»

Belisa gritó con histeria y apartó el artefacto de castidad de su rostro, tiró las instrucciones al suelo y huyó ante la atónita mirada de Henry, que no acababa de comprender, aunque tampoco empezaba a hacerlo, así que apretó el botón para comprobar los resultados.

El -¡¡Solo tres minutos, de puta madre!!

Las persianas estaban subidas y Belisa ya no estaba allí aunque tampoco muy lejos pues se oían todavía sus encolerizados gritos, Henry salió desnudo a la calle y pudo comprobar como Belisa entre gemidos y desesperados sonidos histéricos paraba a cada transeúnte masculino y le bajaba los pantalones, luego se acercaba a otro y lo mismo, nada.

Verlo era estúpido, pero divertido.


-A mi ex: Por dejarme e irte con otro, gracias a eso he podido empezar esta estúpida nueva vida. Te quiero mucho

 

VERNON

Herramienta de seducción: Aprender de ella

Una de las cosas más humanas y sentimentales que hay en la vida es aprender. APRENDER. No aprender. ¿Por qué? Porque APRENDER bien algo es hacerlo tuyo, impregnarlo de tu esencia, experiencia e imaginación. De esa forma lo practicas y lo integras en tu vida, emociones, pensamiento e incluso conducta.

Una de las cosas más guays que aprendí en mis comienzos en la seducción es a analizar mis historias de seducción de forma analítica para poder aprender de mi. Mi estilo de seducción. Hoy os voy a confesar uno de mis secretos en la seducción que creo que me define bastante:

Se trata de, como dice Helio en su triángulo, LA OBSERVACIÓN ACTIVA. (haz click para leer a Helio)

Cuando estoy ante ella, la que sea, intento captar su esencia, memorizar sus gestos, armonizar la melodía de su voz, ordeno sus pensamientos, imagino el olor de su sexo. En definitiva, ya antes de ser besada, APRENDO de ella precisamente lo que es ella.

Una de mis principios que ya se han divulgado entre la comunidad , es SENTIR DE VERDAD dentro del ROMANCE.

Y quiero desde egolandseducción ir diseccionando esto.

Hasta aquí, solo con eso, es un gozo ir salivando cada instante… ¿de qué? DE APRENDIZAJE.

Aprendo a ella de ella.

¿Qué incorporo a mi? A ella.

¿Con qué fuente de información? Con ella. Lo cual retroalimenta el aprendizaje del objeto. Que vuelve a ser ella.

Sí. ¿Suena confuso? Lo es. Pero es mágico.

Aprenderla es hacerla nuestra antes de habernos acostado y que incluso sienta que nos pertenece.

Es aprender a reconocer sus cambios. Es cambiar nuestras conexiones sinápticas en el cerebro para incorporarla entera a nuestros recuerdos con tan solo cinco minutos.

Una vez conseguido, integramos de una forma mucho más cómoda EL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA y nos percatamos mejor de lo que está pasando. Entendiendo, como dice Santi, la Dramaturgia egolandiana, os invito a que la repaséis en su blog, como MARCO lógico de la interacción.

Ella tendrá que hacer de chica y yo de chico. Pero para nosotros no será una chica cualquiera, sino Inmaculada, y no otra.

LA CONOCEMOS sin todavía haber escuchado su vida y por ello emprenderemos el fabuloso camino de la COMUNICACIÓN.

Apasionante, ¿verdad?

Pues preparaos porque en los siguientes artículos vamos a desarrollar esto, los celos, descubriremos si esta noche “la chica que cruza” está donde dijo que iba estar y algo muy muy muy novedoso…

Os espero…

El espectador de la pelicula subtitulada (II): La exnovia

Estoy en una terraza de verano.Saboreo un té al limón helado escribiendo para mi revista. Unas ocho personas comparten mi escenario. Mi objetivo era bajarme escribir sobre los celos y voy utilizar mi presente para acabar haciéndolo sobre el espectador de la pelÌcula subtitulada de nuevo.

Hace veinte minutos, al pedir la consumición ha pasado por la acera. Teresa. Y digo Teresa porque es un nombre propio completamente distinto al nombre real. Teresa, es una exnovia de feliz vida emparejada, que desde hace dos años ignora mi existencia de una forma, creo, que demasiado exagerada. Nunca he entendido esa necesidad que tienen algunas de romper cualquier vínculo con exparejas, e incluso de reescribir la historia para no tener ninguna justificación que permita charlar algún día, llamarse para preguntarse cómo va todo, o incluso recordar viejos tiempos en la cama si no hay nuevas parejas de por medio.

Para un profesional de la psicología como yo, acostumbrado a analizar conductas, el espectador de la película subtitulada es la VÍA para poder sacar conclusiones.

¿Qué pinta una persona que me ha dicho sucesivas veces que me ama ignorando mi existencia hasta niveles ridÌculos?

-Hola Teresa.

-Vaya. ¡Qué sorpresa! Luis. ¿Qué tal?

Estaba algo más delgada que la última vez que la vi. Nerviosa y sonriente. El encuentro parecía haberle roto los planes fueran los que fueran.La he invitado a sentarse conmigo. Primero tenía mucha prisa, luego la estaban esperando hasta que finalmente y por mi insistencia ha accedido compartir mi mesa.

-¿Qué es de tu vida?

-Bla bla bla bal…. Estoy viviendo con mi novio… bla bla bla…

-Estupendo Teresa. Yo estoy soltero.. bla bla bla bla… mi trabajo bla bla bla…

La conversación giraba en torno a nuestras vidas desde una exposición objetiva radical de hechos y acontecimientos. Y por eso, tras unos minutos después he querido romper la dinámica llevándola al abismo de las emociones vinculantes. ¡Era Teresa! La misma chica con la que he planificado épocas, coqueteado con diseños de casas y saboreado sus recovecos.

-Teresa. Te mandé dos emails y dos sms. Y no me contestaste a nada.

-Sí. Es que no pude. Estaba liada y tal y bla bla bla bla

-¿Sigues pensando en mi?

-¿Yo?  Pero qué dices, Luis? Soy muy feliz. Oscar me da todo lo que necesito.. bla bla bla…

No pude evitar utilizar el espectador de la película subtitulada: Si tenía todo lo que necesitaba, ¿por qué huía de mí? ¿Por qué no era capaz de contestar mis mensajes como alguien que se alegra de las buenas noticias de una persona de la que sabes sus inquietudes?

 

¿Por qué si el texto dice LO TENGO TODO, la escena dice HUYO DE VERTE?

Una vez más, el texto y la escena no eran congruentes. Ella intentaba rehacer su vida con el lastre de un reproche por nuestra ruptura. En el pasado yo no accedí dar un paso más vinculante, y ella no estuvo dispuesta a asumir que nuestro nivel de implicación en la pareja era asimétrico.

-¿Me tienes miedo, Teresa? ¿Me echas de menos?

-Luis. ¿cómo puedes decir esa memez? Tengo a un hombre que me hace feliz, que me demuestra† diariamente que soy la mujer de su vida. No tengo tiempo ni para echarte de menos ni para tenerte miedo.

-Me alegro de verdad por ti. Pero, ¿sabes? que no contestes un mensaje tan cordial o poco amenazante para tu relación como ¿Cómo estás?», parece que me percibas como una amenaza o que pretendas castigarme.

-Eso es una tontería.

-Yo solo quiero saber si quieres recibir mis mensajes de cuando en cuando o prefieres que me olvide de que existes.

-Luis. No quiero recibir tus mensajes. Aunque sean cordiales.

– Entiendo.

El espectador de la pelÌcula subtitulada me lo decÌa claramente. Su expresión, esta vez, mucho á·s sincera, relajada y transparente transmitía su verdadero mensaje: No te he olvidado» «Necesito más tiempo para poder ser tu amiga porque mi relación no ha conseguido fulminar mis reproches hacia ti.»Antes de levantarse, me ha mirado con los ojos humedecidos, apretado la mano y me ha dicho «cuídate«.He soltado sus dedos aceptando los designios del destino y la he visto marcharse sin poder evitar un suspiro en mi pecho.

Teresa…

La magia de la seducción: Una mirada femenina

Seducción. Imponente palabra. Tiene fuerza, suena potente, encandila y está llena de significado y magia. Y entonces me pregunto ¿Qué hace que esa palabra tenga tanta magia? Momentos indescriptibles de emociones intensas al ver la cara de la otra persona reaccionando a algo que has dicho. Son los nervios de cuando el móvil suena avisándote de que tienes un mensaje.

Conclusión; en mi blog y en cualquier sitio que se hable de seducción debe estar presente esa magia. Y esa magia, no es posible sin contar con la otra mirada, con las respuestas, con la perspectiva femenina. Mariela, una mujer hecha a sí misma, con fuerza en su mirada, con muchas historias que contar bajo sus pies, muy emocional, que quiere vivir intensamente cada segundo de su día a día. Por eso ,por su sinceridad y por muchas otras cosas que iréis descubriendo cuando la leáis.

Ser o no ser…. por Mariela

Domingo, 08 de mayo de 2011 a las 18:21

Escribo esto sin ser masoquista (bueno, un poco para decir la verdad).

Somos nosotras «las mujeres hijas del rigor». Y nunca nos he definido mejor. A decir verdad un chico encantador nos gusta y nos aburre bastante. Por eso los preferimos en ocasiones mentirosos, dulces a ratos y algo indiferentes, esos nos roban el alma…Necesitamos emociones. Y no muchos hombres saben ofrecernos esas emociones. Por eso cada vez buscamos mas a hombres que sepan estimular nuestra mente con sus palabras o con sus acciones.

¿Es esto estar locas? ¿O somos las mujeres en la jungla del mundo la carnada para feroces leones? Quizás esto último sea lo que queremos que crean mis queridos homos…

Herramienta de seducción: El espectador de la pelicula subtitulada

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Hoy vamos a explicar una herramienta para entender todo este asunto de las interacciones amorosas.

El espectador de la película subtitulada». Contemplar lo que está pasando entre ella y tú como si fuera una película.

 

GÉNESIS DEL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA

Cuando yo aterricé en el mundo de la seducción, año 2007, ante cualquier frase de ella había que contestar otra que no te hiciera perder VALOR (o sea no te hiciera perder parámetros de macho alfa).

Todo era una batalla de frases para acabar no pareciendo un tipo sin éxito sexual. (frusco).

Me di cuenta, entonces, en mi intención de naturalizar el juego que se proponía y para ayudar a mis alumnos a interiorizar lo que yo hacía, que hacía falta una herramienta que realmente les permitiera dejar de actuarde verdad como los hombres de los que evitaban parecerse.  El enfoque era atacar el marco de una mujer demostrando estar a la defensiva.

¿Quién está pendiente de no perder? El que sabe que puede perder. Y de eso iba el juego. Yo no entendía que se propusiera una forma de ligar que consistiera en NO PERDER hasta que ella pierda. Con la seducción tenemos que salir ganando los dos

 

HERRAMIENTA DE SEDUCCIÓN: LA PELÍCULA SUBTITULADA, UN NUEVO ENFOQUE

 

Así que había que hacer algo que por aquel entonces se integró en el sistema en la empresa en la que trabajaba (seducción científica):

Quise aportar algo que modificaba radicalmente lo propuesto:

 

Ser espectador de la interacción, interpretarlo de una forma neutra para luego NARRARLO.

 

Eso cambiaba radicalmente el juego. Ya no había que hacerla perder o evitar perder algo. (Valor). Ahora solo había que observar literalmente qué estaban haciendo la chica y el chico (yo) para poder dirigir la interacción desde una perspectiva de ganador con alta expectativa de cómo debía acabar la relación.

Es una satisfacción personal comprobar como la literatura de la seducción, solo hay que comprobarlo leyendo lo que se ha escrito, desde aquella primera piedra junto a otras, se ha orientado y sigue orientando hacia la perspectiva de: La observación, la dirección y la comunicación explícita de nuestra evaluación en la interacción.

Así que antes de explicar otras herramientas entendamos EL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA.

 

EJEMPLO DE LA HERRAMIENTA DE SEDUCCIÓN

Estamos en nuestro coche. Son las tres de la mañana y la hemos conocido hace tres horas.

Nos ha demostrado infinidad de señales de cortejo, tales como tocarse el pelo, hablarnos de sus hazañas profesionales y, entre sus historias, en ningún caso aparece su novio.

Al preguntarle si le gustamos nos dice que no. Que ella tiene novio y que no somos su tipo de hombre.

¿Qué podemos hacer?

 

1- Decirle una frase que quede de macho alfa intentando parecer que ella no nos interesa… (Muy típico en el mundo de los estudiantes de la seducción)

2- Utilizar EL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA

 

El texto de la pelÌcula es

 

Él: ¿Te gusto?

Ella: No. No eres mi tipo.

 

Pero ahora eliminemos el texto subtitulado de la escena y observemos la acción: Una chica tocándose el pelo, metida en un coche de un chico a las tres de la mañana de un sábado. ¿No tiene otra cosa que hacer? ¿No podría estar en el coche de un hombre que sí fuera de su agrado?


Y es aquí, amigos, donde debemos evaluar la acción y no el texto. Guiarnos por el espectador de la película subtitulada:

Y entender que no hay que hacer el menor caso de lo que nos dice sino de lo que hace.

Deberíamos, o bien, cualificarla mejor, o bien lanzarnos a su boca.

Como estamos hablando del directo examinador, vamos a preveer un posible rechazo y deberemos tener preparada una herramienta para gestionar el rechazo.

 

En el próximo post se ejemplifica con una historia real la aplicación de EL ESPECTADOR DE LA PELíCULA SUBTITULADA.


Factores que hacen única y especial a una mujer: Observación

¿Qué factores podemos observar de una mujer que le hagan única?

Es Sábado a mediodía. Y con cada letra que añado a esta primera entrada mas me doy cuenta de que la aventura va a comenzar muy pronto. En mi mente conviven dos sensaciones, una sensación de nervios que nace en el estomago por volver oficialmente al mundo de la enseñanza de la seducción  y el recuerdo de la fantástica noche de ayer con una mujer que ha visto medio mundo y que resultó ser muy estimulante.El resultado de las dos sensaciones, una sonrisa en mi cara. Vale, puede ser que sume el hecho de que sea fin de semana y que ayer encontré una camiseta que me encanta y que creía perdida.Mi primera entrada trata de la Observación. Dominarla nos ayuda a saber sus necesidades y qué las hace diferentes.

Observación: Su texto

La información que ella nos da con lo que dice. No hay que tenerla en cuenta al pie de la letra, sino más bien conjugarla con el resto de factores. Todo lo que salga de su boca puedes utilizarlo a tu favor. Escúchala. Solo con escuchar lo que te dice podrás ver que le hace diferente del resto. No tendré los mismos gustos que las demás, no tendré el mismo trabajo, no tendré el mismo número de hermanos. Aprende a escuchar y a utilizar las cosas que te pueden interesar. Para examinarla es indispensable saber escuchar. Las cosas que tenéis en común os acercarán y las que no también ,¿Qué hay más enriquecedor que dos personas que no están de acuerdo en algo aprendiendo de la opinión de alguien que piensa diferente? Importante es no fiarse únicamente de lo que dice, sino conjugarlo con lo que hace. Eso conecta con el siguiente factor, porque, si a las tres de la mañana de un miércoles está contigo paseando por una zona céntrica recordándote que tiene novio y diciéndote que no le gustas. ¿Qué información pesará más, lo que dice o lo que hace?

Observación: Su conducta

Su forma de afrontar la conversación contigo. Sus movimientos, sus gestos, su forma de andar, su acento, su forma de reír, todo lo que ella HACE, cuando y por qué lo hace es lo que la diferenciará de las demás. Su trabajo, sus habilidades, sus preferencias también le harán diferente del resto.

Observación: Su actitud

Las actitudes también deben ser observadas, en algunos casos premiadas. Ser una chica insegura te puede causar ternura, una chica segura, te hace percibirla con mucha calidad y puede estimular para seguir conociéndola. Puede que su actitud sea dulce y eso te de ganas de protegerla. Si ella es una chica muy bromista, o muy mística, o incluso trata de hacerse la misteriosa, todo eso es información que sumada con el resto te va a ayudar a verla como una chica única. Comunicándole que valoras su actitud estarás diferenciándola del resto de mujeres y eso creara mayor conexión.

Observación:Su físico

Ellas saben que cuerpo tienen. Como eres muy comunicativo tu obligación es decirle que tiene un escote muy atractivo. También puedes decirle que es una chica muy guapa. Pero esos adjetivos no van a ayudarte demasiado a acostarte con ella. Tienes que desmarcarte del resto de hombres. Que seas un buen observador te desmarcará como alguien inteligente, con herramientas y que va mas allá. Y no solo eso, sino que a ella le ayudara a justificar el querer tener sexo contigo. Se mucho más concreto, fíjate en su boca, su nariz, sus cejas, sus manos, su cintura, la longitud o forma de sus piernas. Observa: Encuentra en ella lo que te resulte atractivo de forma sincera y aprende a comunicárselo. De Pablo Picasso se ha hablado mucho como seductor. Dicen que le atraía de ellas lo que ellas percibían como sus puntos débiles. Y encima él era sincero. Eso le desmarcaba y aumentaba el autoestima de las mujeres. Si a ti te atrae y lo comunicas desde las emociones, nadie puede discutÌrtelo y ella te percibirá como alguien especial. O encontrar lo que mas orgullosa le hace sentir a ella de su cuerpo y ningún chico ha sabido ver.

Observación: Sus emociones

La mejor forma de conectar con alguien es desde las emociones. Como ya sabéis, nuestra forma de hablar siempre será desde nuestras emociones. Primero porque eso implica que estamos seguros de ellas y que no tenemos miedo a expresarnos, desnudándonos, de forma que mostramos seguridad. Si nos expresamos desde nuestras emociones, el resultado será que ella también lo hará. No estará acostumbrada y se sentirá extrañamente a gusto contigo. Además eso facilitará que la conozcas más profundamente que el resto de hombres. Las sentimientos sobre si misma y sobre el mundo que te trasmita puedes premiarlas, compartirlas o simplemente disfrutarlas. Si cuando la cualifiques nombras algo de sus emociones en tu texto, sentirá que te atrae por algo muy suyo y muy intimo. Se creará una conexión preciosa.

Observación: Su contexto

¿Está su novio cerca? Está con sus compañeras recatadas de trabajo? Lleva todo el día trabajando y no le apetece tener que estar simpática y divertida? Su contexto es un factor muy relacionado con las necesidades que tiene para tener sexo contigo. Una chica que acaba de salir de una relación y se encuentra triste tendrá unas necesidades muy distintas a la que tiene novio por costumbre y ya no le puede soportar, ni ninguna de ellas tendrá las necesidades de una chica que ha salido de fiesta a encontrar un hombre que le atraiga y tener sexo con él.  Teniendo en cuenta que estos 6 factores son inmensos cada uno por separado y que las relaciones entre ellos son infinitas, nos encontramos con que cada mujer es única. Y eso es lo que hace tan nutritivo sentirse un seductor. Saber comunicárselo de forma que te perciba como a ti te interesa y disfrutar de todo vais a vivir juntos nos convierte en seductores sinceros.

*Extracto de mi colaboración en el libro Seductor.