Entradas

El secreto de la autoestima está en la zanahoria

En Egoland, después de 10 años de experiencia en el área de la seducción propia y de nuestras alumnas y alumnos,  nos hemos dado cuenta de que la gente más carismática es aquella que se atreve a llevar pantalones rojos. pantalones rojos autoestimaYa está. Lo hemos dicho. Nuestro mayor secreto queda pues al descubierto. Dicho esto, hoy vamos a hablar sobre la autoestima que, aunque resulta irrelevante al lado de lo de los pantalones, también parece tener cierta importancia en el ámbito de la seducción. Y es que hay que tener mucha autoestima para ponerse pantalones rojos.  

IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA

Ahora en serio. Al parecer, la autoestima es una de las dimensiones psicológicas más relevantes dentro de la seducción y, por qué no decirlo, de la vida.

Luis Tejedor marcó tres objetivos a conseguir para seducir más y mejor a las que llamó las competencias naturales de la seducción. Es decir, fomentar el carisma, fomentar la capacidad de conmover y mejorar nuestra capacidad de convencer.

Al abordar el carisma, al contrario que otras escuelas de seducción, Luis planteó el hecho de “seducirse a uno mismo” para poder seducir a los demás, por tanto uno de los objetivos fundamentales que proponía Egoland era un trabajo de dentro hacia fuera, mucho más importante que unas técnicas globales para todo el mundo independientemente de quien fueras.

En ese seducirse a uno mismo, hay una dimensión fundamental llamada “la autoestima”, que afecta a diferentes facetas de nuestra existencia, todas de una extraordinaria trascendencia en el terreno de la seducción:

  • LA CONFIANZA:

autoestima
Las emociones son el origen de la motivación, movilizan la conducta. Dentro del repertorio emocional de las personas, existen dos emociones que guardan una relación especialmente estrecha con la motivación. La ilusión y el miedo. La ilusión alimenta una actitud expansiva, nos motiva a explorar y a salir de nuestra zona de confort. El miedo nos paraliza y motiva una actitud conservadora. Evidentemente, la confianza está íntimamente relacionada con la ilusión y totalmente desvinculada del temor.  

¿Qué relación tiene todo esto con la autoestima? La evidencia científica ha demostrado de manera reiterada que cuando nuestra autoestima es baja, el miedo a fracasar o a ser rechazados prevalecerá sobre nuestra motivación por alcanzar nuevos retos.

De este modo, experimentaré una especie de parálisis que me dificultará la persecución de mis metas en la vida, ya que el miedo a fracasar me incitará a no asumir riesgos. Asumiré unos mecanismos de afrontamiento defensivos, según los cuales trataré de proteger la fragilidad de mi autoconcepto mediante la evitación de la acción. Me recrearé constantemente en la gravedad del fracaso y en la enorme probabilidad de que este ocurra.

[pullquote]Cuando nuestra autoestima es baja, el miedo a fracasar o a ser rechazados prevalecerá sobre nuestra motivación por alcanzar nuevos retos.[/pullquote]

Sin embargo, si mi autoestima es elevada, mi pensamiento no dedicará tanto tiempo a pensar en la posibilidad de que las cosas salgan mal y se centrará más en los beneficios que puedo obtener al perseguir mis objetivos. De este modo, la ilusión se convertirá en el combustible que motive mi conducta y aprenderé a relativizar el fracaso y a verlo como una parte importante del camino.     

  • LAS HABILIDADES SOCIALES:

Cuando la autoestima de una persona esta dañada, se acentúa la importancia de la opinión ajena en la percepción de la valía personal. Tanto es así, que la opinión de los demás se convierte en una variable clave para gustarse a uno mismo. Antes de nada, cabe recordar que la opinión de los demás debería afectarnos hasta cierto punto si nuestra salud psicológica es buena. De lo contrario, tendríamos comportamientos egoístas, violentos o antisociales que podrían acabar llevándonos al ostracismo. Y no lo olvidemos, somos seres sociales. Es importante para nosotros contar con unas relaciones sociales saludables.

Sin embargo, nuestro bienestar psicológico también puede peligrar cuando conferimos demasiada importancia a la opinión de los demás. Esto es lo que ocurre en personas con una autoestima reducida. La opinión de los demás se convierte en la brújula que guía la propia conducta, traicionando de esta manera nuestros más genuinos deseos, opiniones y necesidades e intentando acomodarnos a cada persona que tenemos delante de manera camaleónica. Es así como traicionamos a nuestra autoestima, dejando de ser nosotros mismos para intentar acoplarnos a lo que creemos que los demás quieren que seamos.

Pero esta manera de actuar es contraproducente. El deseo de gustar más a los demás acaba provocando que resultemos inverosímiles, hipócritas, inseguros y, en definitiva, menos atractivos. A la gente le gustan las personas que se respetan a sí mismas, que son fieles a lo que piensan. Debemos aceptar que, hagamos lo que hagamos, jamás vamos a conseguir gustar a todo el mundo. Dejemos de intentarlo. Permitamos que nuestra identidad vaya cribando a las personas que se van presentando en nuestro camino, para acabar quedándonos con aquellas que sean compatibles con nosotros; que nos quieran por lo que somos y no por lo que pretendemos ser.  

 

  • LA AUTOESTIMA EN RELACIONES DE PAREJA:

Parece ser que tendemos a emparejarnos con personas que rondan nuestros niveles de autoestima. De esta manera, una pareja de personas con unos niveles de autoestima bajos tenderá a ser más insegura y menos capaz de comunicarse adecuadamente. Evidentemente, esto sentará las bases de una relación frágil, plagada de inseguridades y complejos.

La inseguridad de ambos miembros se traducirá en intensos episodios de celos y una profunda desconfianza mutua que intoxicará la relación. Se desarrollará una profunda dependencia por la aprobación del otro miembro de la pareja, dado que la autoestima de cada una de las partes estará en manos del otro. Y es que se recurrirá a la visión idealizada que la pareja tiene de uno mismo para alimentar nuestra autoestima, construyendo así una relación de codependencia en la que necesitaremos a la otra persona para poder querernos a nosotros mismos. Esto, a su vez, motivará un comportamiento de renuncia a aquellos aspectos de uno mismo que no se adapten a las expectativas de la pareja. En el largo plazo, esto generará un resentimiento y un distanciamiento, arrastrando la relación a la inevitable ruptura que, muy probablemente, resultara traumática por la dependencia emocional existente entre ambas partes.

Por el otro lado, cuando la autoestima de los miembros de la pareja es saludable, éstos no están necesitados de la aprobación del otro para gustarse a sí mismos, con lo que no se desarrolla una relación de dependencia tan dramática. Al contrario. Al sentirse dignos de ser amados, los miembros de la pareja se sentirán confiados y no experimentarán celos. Tampoco dependerán el uno del otro, ya que cada uno se responsabilizará de su bienestar personal y no necesitarán de la validación del otro para alimentar su autoestima. Los miembros de la pareja optarán por expresarse de manera genuina y honesta frente a la pareja, lo cual facilitará que se conozcan mejor mutuamente y que aprendan a gestionar sus conflictos de la manera más saludable posible. Evidentemente, su capacidad para comunicarse adecuadamente revertirá en el éxito y la durabilidad de la relación.

FUNCIONAMIENTO DE LA AUTOESTIMA

Los primeros años de vida son claves a la hora de construir nuestra autoestima. La manera en que nuestros progenitores nos eduquen, sus formas de mostrar afecto y la utilización del premio y del castigo serán esenciales a la hora de determinar nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos. Sin embargo, la autoestima es dinámica. No somos prisioneros del trabajo que hicieron nuestros educadores, y es que podemos aprender a reconstruirla y a cultivarla de manera que ésta se desarrolle saludablemente.

Existe la creencia de que nuestras circunstancias tienen un enorme peso sobre nuestra autoestima. Si tengo un buen trabajo, si tengo buenas relaciones sociales, si soy una persona atractiva… mi autoestima será buena.

[pullquote]La autoestima es dinámica. No somos prisioneros del trabajo que hicieron nuestros educadores, y es que podemos aprender a reconstruirla y a cultivarla de manera que ésta se desarrolle saludablemente.[/pullquote]

Circunstancias 🡪 Autoestima

Efectivamente, nuestras circunstancias tienen cierto peso sobre nuestra manera de sentirnos con nosotros mismos, pero si nuestras circunstancias determinaran nuestra autoestima, la autoestima estaría reservada solo para aquellas personas que han nacido en el primer mundo, que se han criado en familias estructuradas y que desfilan por las pasarelas como modelos. Pero esto no sucede. De hecho, la relación sería más bien la inversa. Si confío en mí mismo, es más probable que asuma los retos necesarios para optar a un mejor puesto de trabajo. Si estoy en paz conmigo mismo, mis relaciones con los demás serán más naturales y satisfactorias. Si me quiero a mí mismo, es más probable que me cuide y que, por lo tanto, tenga un mayor atractivo físico. Es decir, si tengo una buena autoestima, mis circunstancias mejorarán.

Autoestima 🡪 Circunstancias

Pero, entonces ¿Qué factores determinan la autoestima? ¿Cómo se transforma? Para comprender cómo sucede la construcción de la autoestima, veamos un ejemplo.

Se hizo un estudio midiendo los niveles de autoestima de un grupo de taxistas y de un grupo de altos cargos de empresas importantes. Las condiciones laborales (p. ej., salario, carga de trabajo, número de horas a la semana) eran siempre mejores en el segundo grupo que en el primero. Es decir, las Circunstancias laborales eran siempre mejores en el grupo de los altos cargos. A la hora de medir los niveles de autoestima de unos y de otros, se pudieron observar unos niveles de autoestima ligeramente superiores en el grupo de los altos cargos. Sin embargo, los investigadores no conseguían entender que las diferencias fueran tan pequeñas, teniendo en cuenta la abismal diferencia entre las condiciones laborales de unos y de otros. De este modo, decidieron entrevistar a un taxista con buena autoestima y a un alto cargo con baja autoestima, para tratar de esclarecer los motivos por lo que las diferencias en autoestima eran tan bajas. En el caso del taxista, cuando se le preguntó por sus niveles de satisfacción con su trabajo, éste dijo que eran muy elevados ya que gracias a su trabajo podía llevar dinero a casa con el que sacar adelante a sus dos hijos, que iban muy bien en el colegio últimamente. El alto cargo respondió que sus niveles de satisfacción eran bajos, ya que estaba profundamente frustrado por no haber alcanzado la presidencia de su empresa todavía.

Como podemos observar, las diferencias en los niveles de satisfacción laboral de uno y de otro radica en el foco de atención en el que cada uno se centra a la hora de analizar su situación profesional. La manera en que valoran sus circunstancias.

Valoración de las Circunstancias 🡪 Autoestima

Esto es lo que ocurre con la autoestima. Cuando se padecen problemas de autoestima, generalmente existe una magnificación de los puntos débiles y una minimización de las virtudes. Y claro, cuando los defectos eclipsan con su tamaño a las virtudes, la atención tenderá a posarse sobre ellos más frecuentemente. De este modo, cuando me observo a mí mismo reflejado en un espejo tengo dos opciones: fijarme en los kilos que he ganado estas navidades o fijarme en lo bien que me queda el pelo últimamente.

Y es que la autoestima es precisamente eso; el reflejo que veo cuando pienso en mí mismo. Los humanos somos capaces de construir una imagen de nosotros mismos (una identidad o autoconcepto) y de otorgarle después un valor (hacer una autovaloración). Éste es un proceso que ocurre de manera incesante. Nuestro pensamiento dedica ingentes cantidades de tiempo a reflexionar sobre nosotros mismos, sobre nuestra identidad y sobre aquellas facetas que podemos mejorar de nosotros mismos.

coyete y correcaminos autoestimaMucha gente piensa, incorrectamente, que fortalecer la autoestima tiene que ver con alcanzar nuestras metas. Todas. Ser perfectos. Pero amigos, nadie es perfecto. Y, sin embargo, existe mucha gente con una autoestima saludable ¿Dónde está la clave?

Lo veremos con la metáfora del coyote y el correcaminos. El coyote se pasa la vida persiguiendo al correcaminos. Pero jamás lo ha alcanzado, ni lo hará. Todos somos coyotes, persiguiendo a nuestro yo ideal. Se trata de una persecución perpetua, interminable. Cuando alcance al yo ideal que persigo hoy día, mi yo ideal se habrá desplazado, habrá mutado. Como quien intenta alcanzar un arcoíris. Es simplemente imposible.

No obstante, es preferible que la tensión que existe entre quién soy y quién me gustaría ser, jamás desaparezca. En cierto modo, es esta tensión la que confiere sentido a nuestra vida, la que nos hace levantarnos de la cama por las mañanas, la que nos hace esforzarnos y sacar lo mejor de nosotros mismos. Pero, si la autoestima no tiene que ver con alcanzar al correcaminos ¿en qué consiste entonces? Al parecer, la autoestima depende de la manera que tenemos de animar a nuestro coyote para que persiga al correcaminos. Existen dos opciones: el látigo y la zanahoria.

La utilización del látigo consistiría en animar al coyote mediante azotes: “has engordado, vete al gimnasio”, “hace siglos que no tienes sexo, ponte las pilas”, “eres inútil, a ver si encuentras un trabajo de lo tuyo de una vez por todas”. El látigo, por lo doloroso, moviliza la conducta. Sin embargo, el combustible del cambio es la propia autoestima. Cada pequeño avance que hacemos hacia nuestro correcaminos se paga caro. Es probable que conozcas multitud de personas que han alcanzado grandes metas gracias al látigo. Gracias a una especie de disciplina autolesiva con efectos adversos. Si bien es cierto que el látigo puede producir grandes resultados, los daños colaterales sobre la autoestima son demasiado elevados. Además, hay ámbitos en los que el progreso es imposible de conseguir sin una buena autoestima. Véase, por ejemplo, el ámbito de la seducción y de las relaciones sociales. Mientras que puede resultar posible tener una autoestima debilitada y progresar a nivel físico, es complicado alcanzar una vida afectivo-sexual plena sin una buena autoestima de base ya que, como hemos visto, nuestra autoestima determinará en gran medida nuestros niveles de atractivo y la calidad de nuestras relaciones de pareja.     

La zanahoria parte de una filosofía diametralmente opuesta a la del látigo. El látigo posa su atención sobre el fracaso personal que suponen los defectos propios y los subraya para convertir la frustración en movimiento. Por el contrario, la zanahoria parte de una actitud de aceptación y compasión hacia el yo actual. El punto de partida es un profundo amor propio hacia nuestro coyote, aceptando las propias debilidades. A sabiendas de que jamás se logrará alcanzar la perfección, de que no podemos esperar a ser perfectos para querernos a nosotros mismos, porque es un hecho que jamás alcanzaremos a nuestro correcaminos. No obstante, no hay que confundir la zanahoria con el conformismo. La zanahoria también ambiciona el crecimiento. Pero en vez de centrarse en el sufrimiento que provoca no haber alcanzado nuestros objetivos, se centra en la alegría y la ilusión que suscita la idea de poder hacerlo con el esfuerzo y la perseverancia necesarias. Por ejemplo, “puedo gustarme y ser feliz sin pareja, lo cual no quita para que me motive la idea de poder llegar a compartir mi vida con alguien que me quiera y a quien quiera”.

En definitiva, este es el funcionamiento básico de la autoestima. Si te pica la curiosidad y quieres conocer tus niveles de autoestima (y de otras dimensiones psicológicas relacionadas con la seducción), puedes hacerlo en nuestra página web, en el apartado de Evaluación Gratuita (arriba a la derecha). Además, si quisieras trabajarla con nosotros, puedes pinchar en el link que se deja a continuación. Ahora toca ponerse manos a la obra, toca perseguir a nuestro correcaminos ¿A qué estás esperando?

Autor: Hugo Pérez

Se inicia el Plan Integral de seducción para mujeres

Después de unos meses de parón, en el que hemos aprovechado para crear nuevo material y productos que pronto iréis conociendo… Vuelven los talleres presenciales de Seducción y Habilidades Sociales para Mujeres.

PLAN INTEGRAL DE SEDUCCIÓN PARA MUJERES

Hola,  ¿Qué tal estás?  Tengo algo que contarte: y es que vengo con noticias bien frescas. Y con cambios.  El contenido que hasta ahora impartíamos en el Taller básico de Seducción para Mujeres, lo hemos extendido a 4 sesiones:

curso de seducción para mujeres

SESIÓN 1 DEL PLAN INTEGRAL DE SEDUCCIÓN PARA MUJERES

CARISMA Y GESTIÓN DE RELACIONES

Autoconcepto, Autoestima y Carisma
Gestión de relaciones (gestión del conflicto, gestión del rechazo)

SESIÓN 2 DEL PLAN INTEGRAL DE SEDUCCIÓN PARA MUJERES

AVANCE Y COMUNICACIÓN EMOCIONAL

Cualificación

Comunicación emocional y sexualización

SESIÓN 3 DEL PLAN INTEGRAL DE SEDUCCIÓN PARA MUJERES

HERRAMIENTAS DE CONVERSACIÓN Y FORMAS DE VINCULACIÓN

Inicio de la conversación (provocar situaciones)

Formas de vinculación

SESIÓN 4 DEL PLAN INTEGRAL DE SEDUCCIÓN PARA MUJERES

EMPODERAMIENTO FEMENINO: ACTITUD ASERTIVA, NATURAL Y SEDUCTORA

 

 

A lo largo de estas 4 sesiones vamos a profundizar y trabajar en los aspectos más significativos para que puedas cultivar una actitud natural, honesta, asertiva y seductora que te lleve a conseguir tus objetivos, metas y deseos en base a tus intereses o apetencias personales.  Vamos a trabajar, en lo que nosotros llamamos:

LA SEDUCCIÓN 360º

Una mujer seductora 360º es una persona que se conoce, se acepta, se mejora en lo que cree oportuno, y básicamente una mujer que vive plenamente en todos los ámbitos que conforman su vida porque actúa conforme a sus deseos, intereses, apetencias y VALORES y los comunica de una forma personal y única.

curso para ser mujer seductora

El objetivo final es que adoptes una actitud que te permita gestionar tus relaciones de la forma más saludable, eficiente y satisfactoria posible.

¿Lista para pasar a la acción?  ¡Ya están publicadas las próximas fechas! Empezamos en Madrid, el próximo Sábado 7 de Noviembre con la primera Sesión: CARSIMA Y GESTIÓN DE RELACIONES . En Barcelona estaremos el Sábado 14 de Noviembre; y en Valencia….

En el siguiente link tienes toda la información:¡ Taller Integral seducción para mujeres .Para cualquier duda, cuestión o para más información ponte en contacto; estaré encantada de hablar contigo e informarte de todo. Espero verte pronto.

 

6 claves que te harán ser mejor comunicadora.

Hola chicas,

¿Qué tal va todo?

Me abro hoy con un gran tema: ¡la comunicación! ¿Por qué? Obvio: es súper necesario, imprescindible; la comunicación es la base de nuestra vida, de nuestras relaciones… Y os digo más: casi todo lo que hagamos, queramos y consigamos, va a estar influenciado por nuestra habilidad comunicativa.

QUE ENTENDEMOS POR COMUNICACIÓN

Vamos a situarnos. A nivel general: ¿qué entendemos por comunicación? Pues se trata del intercambio de ideas, pensamientos, sentimientos, actitudes, emociones… Lo que sea. Es dar y recibir, y todo ello podemos hacerlo mediante el uso del lenguaje hablado, escrito, corporal… En fin, disponemos de un cómputo de sistemas para transmitir: “¡Hola, mundo! Pienso, siento, conozco, quiero…” que nos permite obtener y recibir cosas, resultados u objetivos.claves-comunicacion-mujeres

Ahora bien, ¿realmente le damos el valor que tiene?

Es decir, ¿tenemos en cuenta que ejercitar y preparar nuestra comunicación es crucial para gozar de unas relaciones satisfactorias: en el trabajo, con la familia, con nuestros amores…? Básicamente, en todos los ámbitos de nuestra vida. Lo pregunto, porque muchas veces no lo tomamos como algo prioritario, y sin duda, lo es.

Y no, no es nada fácil. En las relaciones humanas, la mayoría de desacuerdos y diferencias surgen por una falta de comprensión. Discusiones, malentendidos, llegando incluso a rupturas, y principalmente, porque no nos entendemos:

“No, no te he pillado; es más, quizás te he pillado justo al revés, y lo único que quiero hacer es…”

La cuestión está en que: hacerlo de forma efectiva puede suponer la diferencia entre éxito VS. problemas con los demás.

REFLEXIÓN:

Antes de entrar a exponer ciertas pistas, pregunta clave: ¿por qué muchas veces NO comunicamos, es decir, por qué parece que no nos escuchan, no nos entienden, pasan de nosotras, o no conseguimos lo que queremos? ¿Qué es lo que hace que no lleguemos a los demás? ¿Cuáles son nuestras barreras? O, a la inversa:

claves-comunicacion-mujeres¿Comprendemos debidamente? O, ¿nos montamos líos mentales sin realmente pillar bien los mensajes?

Os expongo algunas posibilidades: el problema puede estar en el tono de voz que utilizamos, en la forma de movernos, de estar, de apoyarnos, de expresar… Pero también, por una falta de credibilidad o seguridad al emitir nuestros mensajes… O, ¿qué me decís de las interpretaciones que hacemos? Y no digo malas, porque no me gusta la palabra “malo”, pero ¿inadecuadas? En fin, ¡tantas cosas! ¿Valoramos?

CLAVES PARA COMUNICAR – QUÉ ES IMPORTANTE

Vamos al grano. Pistas, claves… que son esenciales para desarrollar nuestra comunicación:

LO BÁSICO

1. Ser curiosas.

Y vivir, experimentar mucho: cuanto más curiosas seamos, más cosas nos pasen, más viajemos, más leamos, en sí, cuanto llamar-atencion-hombresmás nos nutramos de experiencias, más atractivas seremos para los demás. Asimismo, para saber comunicar, imprescindible: hablar mucho con la gente, interesarnos, preguntar… Y es que, todo el mundo nos puede aportar cosas

2. Enriquecer nuestro vocabulario

nuestros discursos pueden dotarse de una variedad exquisita de palabras… ¡Ojo! La finalidad no es “mostrarnos” o lucirnos con un súper vocabulario, sino entretener, divertir, captar más la atención del otro, y que nos entienda. Aplausos sin comprensión… No, gracias

TENIENDO EN CUENTA AL OTRO/S

3. Adaptar nuestro mensaje al otro.

Es decir, adecuar nuestra comunicación en función de: ¿a quién me dirijo? ¿A un político, a mi padre, al tío súper majo del bar, o a un compañero de trabajo…? Cada persona es diferente; así que es necesario preguntarnos por: quién es, qué siente, cómo es su personalidad, qué necesidades y qué gustos tiene, ¿qué me genera…? Se trata de desarrollar nuestra capacidad de EMPATÍA, observar, sentir, acomodarnos al otro, y comunicar en función de eso.

4. Despertar su curiosidad, sorprender.

Para ser buenas comunicadoras, importante: llegar, conectar con los demás. Y, ¿cómo? Si queremos despertar la curiosidad de ese chico tan guay (por ejemplo), lo principal es: que lo hagamos protagonista de nuestro diálogo, que se identifique con lo que contamos. Muchas veces nos centramos más en lo que a nosotras nos interesa contar, que en lo que al otro le puede resultar interesante escuchar. ¡Ojo con hablar demasiado de nuestras hazañas o de nosotras mismas! Sí que a todos nos gusta, pero a veces nos perdemos en explicar anécdotas que pasaron hace mil años, o en tender más al “sí,porque yo…”, cuando los demás esperan el “TÚ”.

TENIÉNDONOS EN CUENTA A NOSOTRAS

5. Comunicación no verbal.

Casi todo lo que expresamos, lo hacemos a través de nuestro cuerpo: postura, gestos, mirada, tono de voz… Nuestras emociones hablan, y mucho, a través de todo ello; por lo tanto súper importante conocer nuestro lenguaje no verbal. El objetivo está en que nuestra comunicación sea equilibrada: es decir, que nuestro cuerpo y nuestro discurso estén en sintonía.

¿Cómo?

Tomar conciencia. Observaros como si fuerais espectadoras de vosotras mismas. ¿Cómo me expreso?

mujer-comunicacion-femenina

6. Conocerse y ser coherentes.

Para que nos hagan caso, y para que nuestras ideas y nuestros mensajes convenzan, se entiendan, no podemos obviar el hecho de que: hemos de ser coherentes y precisas. Comunicar con intención, solidez y seguridad. Y para ello, hay que prepararse.

1) Por un lado, conociéndonos: encontrar lo bueno que tenemos para aprovecharlo, y conocer lo que nos hace estar inseguras, para trabajar en ello y poder jugarlo a nuestro favor

2) Por otro lado, me repito, pero… coherencia: saber qué quiero, para qué, por qué… ¿qué pretendo? Que nuestra comunicación sea creíble, justificada y coherente.

Y no, no se trata de ser unas súper mujeres, sino de tomar conciencia y ejercitarnos un poco… Ya iremos viendo más específicamente ciertas herramientas o actitudes que pueden ayudarnos a ello.

PUNTO FINAL

Como punto final, subrayo que: la comunicación es básicamente, seducción. El objetivo es seducir a quien nos escucha; es decir, trascender, generar algo, enganchar. Se trata de conectarnos a las emociones del otro, de sentir y de hacerlo sentir. Chicas, juguemos a nuestro favor, sintamos, y emocionemos. Y que nuestros actos nos lleven a los resultados deseados; sin duda, lo que queremos es disfrutar de nuestras relaciones,

¿no?

En próximos artículos, trataremos aspectos más concretos y específicos de la comunicación: Asertividad, empatía, persuasión…

Un abrazo,

Laura

Los seis niveles del Juego Interno

Egoland 3.0, que bien suena. Suena tan bien como el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band… ¡o más! Y es que en esta nueva etapa como veis proponemos un montón de contenido ajustado a las necesidades que hemos detectado en los últimos años, en todas las personas con las que hemos trabajado. Así como formatos que nos habéis pedido. No os quejareis, mandangueritos y mandangueritas, todo para los que nos seguís fielmente.

[pullquote]El Juego Interno es todo lo que piensas y sientes interactuando con los demás, y que por tanto condiciona lo que haces[/pullquote]

Una de las demandas que siempre nos salen es cómo me siento más seguro/a, cómo rompo mis miedos, mi ansiedad de aproximación… En lo que a mi respecta, a lo largo de todos estos años me he ido enfrentando profesionalmente – en el significado más puro de esa palabra, “poner una cosa o a una persona frente a otra” a hacer que las personas con las que he trabajado superaran todo aquello que les obstaculizaba a mejorar su relación con los demás. Me encanta, y sobre esto precisamente va lo que llamamos Juego Interno.

Así, el Juego Interno viene referido a todo aquello que pensamos o sentimos cuando nos relacionamos con los demás. Sea a un nivel puramente social, pasando ya a un plano más personal o llegando a lo sexual. Te pongo dos ejemplos de ello, dos situaciones en las que se ve reflejado el juego interno que tienes:

– Ves a una chica hablando con sus amigas, por la noche, y te apetece enormemente atractiva. Por fin reúnes el valor para acercarte a hablar con ella pero de repente algo te hace sentir que harás el ridículo y te quedas bloqueado.

– Pese a que te consideras una chica con cosas positivas por las que los chicos se sienten atraídos por ti, siempre acabas cayendo en los mismos errores (sea autosabotearte, siendo demasiado exigente o por el contrario demasiado permisiva, por ejemplo) No sabes exactamente porqué pasa esto, y todo ello te hace sentirte mal.

En ambos casos hay algún fallo o aspecto mejorable en tu juego interno. En este artículo y en su continuación vamos a entender mejor cómo podemos cambiarlo.

 

Los seis niveles del juego interno.

Antes de meternos en materia voy a lanzar una advertencia. La posibilidad de cambiar en ocasiones da mucho miedo, pero aquí con esto que os voy plantear reúno cantidades de conocimiento generado en Egoland con el ejemplo de los mayores expertos que conozco en seducción y mis aprendizajes trabajando en consulta y talleres. Así que siéntete seguro/a de que te proponemos cosas sólidas y sensatas.ser valiente para mi vida

Algunas de las personas más admirables que he conocido han sido precisamente aquellas que aunque les daba miedo cambiar, salir de su zona de confort y dar un paso más… personas que a pesar de sus miedos acababan poniéndose en marcha y cambiando.

También quiero adelantar que el contenido de este artículo va a hacer que determinados mecanismos de defensa se activen. Además precisamente de aquellas personas que más necesiten leer web y entender su sentido ¡Avisado/a quedas de las consecuencias! 😉

Niveles de cambio y de aprendizaje.

 

infografia-niveles-6De una manera lógica basada en el sentido común, seguro que al leer estos pasos te sentirás identificado/a. Ello por tu propia experiencia en el día a día o recordando cómo fue el proceso de querer cambiar algo (cambiar = aprender).

Estos estadios de cambio están basados en las dinámicas del aprendizaje y han sido utilizados también por la PNL. Todos los cambios a los diferentes niveles son buenos y deseables. Los primeros niveles son más fáciles de cambiar, a medida que vamos avanzando del 1 al 6 es más difícil. O requiere más esfuerzo, o más sutileza o mayor cantidad de aprendizajes para ello.

#1 El entorno.
#2 Los comportamientos.
#3 Las habilidades.
#4 Las creencias.
#5 El autoconcepto.
#6 La espiritualidad.

Tú eres tú y tus circunstancias, como dice el conocido aforismo. Y es verdad. Las circunstancias son todo aquello que nos rodea, desde la vivienda donde vivimos, nuestra localidad, nuestras amistades, el nivel de ruido en el que nos desenvolvemos, si vivimos en una ciudad grande, en un pueblo o en una aldea…

Cambia tu entorno y empieza a cambiar tu juego interno.

Todo aquello que nos rodea tiene una influencia decisiva en quienes somos, en cómotaller juego interno seduccion nos vemos y en qué es lo que hacemos finalmente, en cómo acabamos actuando. Podemos poner mil ejemplos. En esta Egolandswer que llamamos Me da vergüenza ligar porque me siento observado, Luis y yo hablábamos de cómo en localidades pequeñas o medianas la influencia del entorno cuenta a la hora de seducir y de sociabilizar:

[youtube=https://www.youtube.com/watch?v=WVbQ-oro7FQ&w=320&h=240]

Ahí, si vemos que esto nos influye demasiado, tenemos dos opciones: o cambiamos nosotros o cambiamos de sitio y vivimos en otro lado. En la primera opción podemos provocar pequeños cambios en nuestro entorno modificando nuestra actitud. Y lo ciertro es que en determinados entornos cuando alguien empieza a hacer cosas diferentes el entorno puede ir cambiando. En la segunda, el cambio de entorno es total y por tanto empezamos de nuevo. En ambos casos como puedes ver estamos haciendo para modificar el entorno que nos rodea y por tanto los estímulos externos.

El objetivo aquí es que por ello nuestro juego interno cambie. Lo interior tiene una influencia decisiva en lo interior, y viceversa. Se retroalimentan y si es en la dirección que queremos esto es bueno.

¿Qué puedo cambiar en mi entorno para trabajar mi juego interno?

A lo largo de estos años y de tantos y tantos talleres he visto que en nuestros alumnos y alumnas aparecían una serie de temas comunes. Por ejemplo el de las amistades. ¿Tienes amigos y amigas potenciadoras o que te limitan a la hora de relacionarte con los demás? Si no te ayudan en este punto debes de encontrar y desarrollar nuevas amistades. No se trata de que elimines amigos de tu vida porque sí. Pero recuerda de nuevo: si quieres cambiar de verdad debes de cambiarlo todo.

En todo caso aquí la regla general es añadir y sumar, no eliminar porque sí. Lo mismo en tu vivienda habitual. Si por ejemplo quieres tener más citas y más exitosas donde vives, tu apartamento y hasta tu habitación son temas cruciales (puedes consultar esta serie de artículos sobre citas que escribí aquí en el blog). Poderoso caballero es Don Dinero, podreis decir. Pero en tantas otras cosas, como en el caso de la vivienda, se puede ser creativo. Un entorno en el que vivas y esté aseado y muestre tu personalidad no tiene por que ser caro.

Probablemente surjan dificultades y miedos por el camino, como en todo proceso de cambio. Puedes pedir consejo a personas que conozcas que hayan pasado por lo mismo, o a los caballeros de la tabla redonda, que en este caso seríamos los instructores de esta casa.

Si queremos cambiar de verdad tenemos que cambiarlo todo. Con cambios cosméticos y superficiales tendremos sobre todo la sensación de que estamos cambiando… pero no conseguiremos más que cambios superficiales. Si quieres un gran cambio debes de poner la carne en el asador. Esta será tu mejor aventura, y como veremos en próximos artículos cambios en esta área influirá positivamente en otras.

ejercicio-juego-interno

Un super, hiper y requete positivo abrazo,

Antoni.

Los seis niveles del Juego Interno (I)

Egoland 3.0, que bien suena. Suena casi tan bien como el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band… ¡o más! Y es que en esta nueva etapa como veis proponemos un montón de contenido ajustado a las necesidades que hemos detectado en los últimos años,por todas las personas con las que hemos trabajado. Así como formatos que nos habéis pedido. No os quejareis, mandangueritos y mandangueritas, todos para los que nos seguí fielmente.

Una de las demandas que siempre nos salen es cómo me siento más seguro/a, cómo rompo mis miedos, mi ansiedad de aproximación… En lo que a mi respecta, a lo largo de todos estos años me he ido enfrentando profesionalmente – en el significado más puro de esa palabra, “poner una cosa o a una persona frente a otra” a hacer que las personas con las que he trabajado superaran todo aquello que les obstaculizaba a mejorar su relación con los demás. Me encanta, y sobre esto precisamente va lo que llamamos juego interno.

Así, el juego interno viene referido a todo aquello que pensamos o sentimos cuando nos relacionamos con los demás. Sea a un nivel puramente social, pasando ya a un plano más personal o llegando a lo sexual. Te pongo dos ejemplos de ello, dos situaciones en las que se ve reflejado el juego interno que tienes:

– Ves a una chica hablando con sus amigas, por la noche, y te apetece enormemente atractiva. Por fin reúnes el valor para acercarte a hablar con ella pero de repente algo te hace sentir que harás el ridículo y te quedas bloqueado.

– Pese a que te consideras una chica con cosas positivas por las que los chicos se sienten atraídos por ti, siempre acabas cayendo en los mismos errores (sea autosabotearte, siendo demasiado exigente o por el contrario demasiado permisiva, por ejemplo) No sabes exactamente porqué pasa esto, y todo ello te hace sentirte mal.

En ambos casos hay algún fallo o aspecto mejorable en tu juego interno. En este artículo y en su continuación vamos a entender mejor cómo podemos cambiarlo.

Los seis niveles del juego interno

Antes de meternos en materia voy a lanzar una advertencia. La posibilidad de cambiar en ocasiones da mucho miedo, pero aquí con esto que os voy plantear reúno cantidades de conocimiento generado en Egoland con el ejemplo de los mayores expertos que conozco en seducción y mis aprendizajes trabajando en consulta y talleres. Así que siéntete seguro/a de que te proponemos cosas sólidas y sensatas.

Algunas de las personas más admirables que he conocido han sido precisamente aquellas que aunque les daba miedo cambiar, salir de su zona de confort y dar un paso más… lo acababan haciendo.

También quiero adelantar que el contenido de este artículo va a hacer que determinados mecanismos de defensa se activen. Además precisamente de aquellas personas que más necesiten leer y entender su sentido ¡Avisado/a quedas de las consecuencias!

Niveles de cambio y de aprendizaje.

De una manera lógica basada en el sentido común, seguro que al leer estos pasos te sentirás identificado. Ello por tu propia experiencia en el día a día o recordando cómo fue el proceso de querer cambiar algo (cambiar = aprender).

Estos estadios de cambio están basados en las dinámicas del aprendizaje y han sido tomado por la PNL. Todos los cambios a los diferentes niveles son buenos y deseables. Los primero son los más fáciles e cambiar, a medida que vamos avanzando del 1 al 6 es más difícil. O requiere más esfuerzo, o más sutileza o mayor cantidad de aprendizajes para ello.

1. El entorno.
2. Los comportamientos.
3. Las habilidades.
4. Las creencias.
5. El autoconcepto.
6. La espiritualidad.

En este primer artículo quiero acabar con un ejercicio. Te propongo que pienses en determinados momentos, en algunas tareas más fáciles o más difíciles, o en retos concretos a los que te hayas enfrentado ¿Qué es lo que quisiste cambiar primero? ¿Y en otros? ¿Con qué resultado? Esto te va a servir – y mucho en los artículos que vendrán.
Un positivo – y veraniego – abrazo.

Antoni

Items de portfolio