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Entiende a tu pareja: Ser activos y constructivos

A menudo, las parejas discuten y se enzarzan en eternos debates que no tienen otra finalidad que la de discutir, centrándose en el problema que tienen entre manos y no en la solución. Del mismo modo, en muchas ocasiones la discusión se convierte en la única forma de comunicación, aunque esta tenga consecuencias negativas, reforzando cada vez más la necesidad de discutir para poder comunicarse, dando lugar a una atmósfera de emociones negativas y destructivas. Por supuesto, este tipo de ambiente no es el deseable para una pareja. Por esa razón, en este artículo verás una forma más adecuada de entender a tu pareja y a consecuencia, una forma de fomentar las emociones positivas y constructivas y evitar así la necesidad de discutir y de crear más problemas de pareja. Has de saber que existen 4 formas de reaccionar ante lo que nos dice nuestra pareja y que sólo una de esas reacciones genera una comunicación positiva, el activo-constructivo.

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4 formas de reaccionar ante lo que nos dice nuestra pareja

(Adaptado de Martin Seligman):

 Te propongo un ejemplo para que puedas entender mejor cada una de las formas de reaccionar: imagina que han ascendido y le han subido el sueldo a tu pareja. Estas son las diferentes formas de reaccionar ante el suceso:

entender a tu pareja 1- Activo – Destructiva: reaccionar de forma activa ante lo que te cuenta tu pareja (dando importancia a los hechos) pero a su vez hacerlo de una forma negativa y con desaprobación.

Ejemplo: “Pues me parece una responsabilidad demasiado grande. ¿Ahora pasarás más tiempo fuera de casa?”. Todo esto acompañado de ceño fruncido, gestos de desaprobación, etc.

 2- Pasivo – Destructiva: reaccionar de forma pasiva ante lo que te cuenta tu pareja (sin darle importancia) y a su vez hacerlo de una forma negativa y con desaprobación.

Ejemplo: “¿Qué hay para cenar?”. Acompañada de contacto visual nulo, desatención, etc.

 3- Pasivo – Constructiva: reaccionar de forma pasiva ante lo que te dicen (con una expresión verbal mínima) y a su vez hacerlo de una forma positiva.

Ejemplo: “Que buena noticia. Te lo mereces”. Acompañada de una expresión emocional mínima o inexistente.

 4- Activo – Constructiva: reaccionar de forma activa (mostrando emociones positivas y participando en la conversación) y a su vez hacerlo de una forma positiva y constructiva para ambos.

Ejemplo: “Que buena noticia! Cuéntame más. ¿Cómo ha sido? ¿Qué te ha dicho tu jefa? ¿Cómo te sientes ahora? Creo que podríamos ir a celebrarlo. Acompañada de sonrisa, alegría, emociones positivas, etc.

En las discusiones ocurre lo mismo. Normalmente, cuando nuestra pareja nos cuenta algo (sea negativo o positivo) no solemos reaccionar de forma activo-constructiva y por eso, muchas de las conversaciones en la pareja dan lugar a discusiones donde las emociones negativas son las que rigen la comunicación. No reaccionando de forma activo-constructiva provocamos respuestas como estas: “no me escuchas cuando te hablo”, “siempre que te digo algo me sales con otra cosa”, “por un oído te entra y por el otro te sale”, “siempre me dices lo malo de las cosas”,… Como puedes leer, esta es una gran fuente de conflictos y en la mayor parte de los casos, el inicio de grandes discusiones, en las que los reproches, el rencor y las emociones negativas están a la orden del día. Reaccionando de forma activo-constructivas podrás evitar discusiones y malos entendidos y que seais una pareja feliz. No obstante, para poder hacerlo, primero será muy importante saber cómo reaccionar de forma activo-constructiva.

 

pareja problemas hijos

4 claves para reaccionar de forma Activa-Constructivista y ser felices en pareja

1| Trabaja la empatía:

Para poder ser activos y constructivos en la comunicación es fundamental ponernos en la piel de los demás y entender como se sienten. Trabajando la empatía entenderemos mejor lo que nuestra pareja nos quiere decir y podremos responder de una manera más eficaz.

Ejercicio: piensa en cómo te sentirías si ganases un premio muy importante y en cómo te gustaría que reaccionase tu pareja ante ese suceso.

Para saber más sobre la empatía puedes leer AQUÍ

2| Trabaja la curiosidad:

Si no indagas y no muestras una actitud pro-activa hacia la vida difícilmente podrás comunicarte adecuadamente. Preguntando, hablando o escuchando se fomenta la curiosidad, la comunicación y las emociones positivas hacia uno mismo y hacia los demás.

Ejercicio: haz una lista de preguntas de cosas que no sabes de tu pareja e indaga para descubrirlas.

Si no se te ocurren preguntas, busca ideas AQUÍ

 

3| Trabaja la asertividad:

Tanto para dar buenas o malas noticias como para recibirlas, la asertividad será una pieza fundamental de cara a expresar tus sentimientos y entender los de la otra persona. De esta manera, evitarás muchas discusiones y sobre todo evitarás generar emociones negativas en tu pareja.

Ejercicio: lee y aprende sobre asertividad y si quieres saber más, apúntate a alguno de nuestros talleres.

Para conocer nuestros talleres puedes entrar AQUÍ

 

4- Trabaja la comunicación emocional:

De una forma u otra, comunicar desde las emociones es igual a comunicar desde uno/a mismo/a y por eso, es fundamental que trabajes como comunicar “desde ti”. De esta manera, serás capaz de expresar mejor a tu pareja lo que sientes y tu pareja podrá sentirse más entendida por ti.

Ejercicio: lee el artículo que te propongo a continuación y comienza a poner en práctica la comunicación emocional en tu pareja.

Para leer el artículo entra AQUÍ

 

Como ves, en la parejas es muy importante la comunicación y que ambos os entendáis y os sintáis entendidos. De esta manera, las discusiones dejarán de ser un problema y las emociones positivas y constructivas empezarán a ser las dueñas de vuestra relación. No obstante, si de algún modo todo esto no es suficiente y necesitáis ayuda profesional de cara a mejorar vuestra relación, podéis solicitar Terapia de Pareja  o si acabas de sufrir una ruptura podemos ayudar a superar tu ruptura. 

 

Mejorar las relaciones de Pareja (I): ¿Por qué se rompen?

“Ya conocen las noticias, ahora les contaremos la verdad”. El Gran Wyoming no se equivocaba. Creo que ninguna frase representa tan bien como esta la realidad sobre la vida misma. Mentiras, mentiras y más mentiras. Todo por la política, el dinero o los intereses personales. ¡Si!

Desde el mismo momento en el que nacemos, aceptamos una realidad que para nada es la verdadera y mucho menos la nuestra propia. Lo mismo ocurre con las parejas. Nos educan para buscar a un hombre o a una mujer perfectos, nos educan para tener hijos, casarnos, etc. etc. etc. Es más, ni siquiera nos explican como hacerlo. Hay que hacerlo y punto.

Y la cosa se suele hacer de esta manera tan curiosa: salir por la noche, emborracharse, conocer a una persona, pasar una noche juntos, quedar otro día, volver a quedar otro día, ser novios, vivir juntos, casarse, tener hijos y mandar todo a tomar por culo el día menos esperado. Groucho Marx ya lo sabía y por eso concluyó que “la principal causa del divorcio es el matrimonio”. Y el INE haciendo estudios a diario. Me da la risa. Pues no iba muy desencaminado Groucho. La principal causa por la que una pareja fracasa es porque no tenemos ni idea de lo queremos y mucho menos de lo que podemos ofrecer. ¡Sorpresa! Es decir, que no buscamos nada, aceptamos o nos conformamos con lo que nos viene. ¡Y punto!

volver con pareja

¿CUANDO DEJES DE BUSCAR APARECERÁ?

Parecido a los matrimonios concertados de ciertas culturas, pero en lugar de nuestros padres, aquí manda la noche, el alcohol y la falta total de criterio. Y me tienen dicho muchas veces la famosa frase de “cuando dejes de buscar, la encontrarás”. Me sigue dando la risa. Me imagino un día buscando hoteles en google y de repente, pensar en esa frase. Apagar el ordenador, y esperar a que aparezca el hotel sentado en el sofá y mirando al techo. Y no digo que nos pasemos el día obsesionados con encontrar a una persona adecuada, simplemente digo que podemos poner algo de nuestra parte. Molaría más una frase estilo “cuando dejes de ser un baboso, la encontrarás” o “cuando dejes de maquillarte con escopeta, aparecerá”. Mucho más acertadas, si cabe.

mejorar tu relacion de pareja

La realidad más cruda de todo esto es que en la mayor parte de los casos simplemente aceptamos al chico o a la chica que se nos puso al lado en el bar porque no creemos que podamos aspirar a algo mejor. Suena triste o poco romántico, pero no siempre hace falta un encuentro casual, una coincidencia milagrosa o un amor a primera vista. A veces, conocer a una persona, reírte con ella, disfrutar de su forma de ser puede ser increíblemente romántico. Pero aparece el primer problema y quizás el razonamiento más estúpido que haya oído en mi vida: “¿Y cuando llevemos varios años saliendo que historia vamos a contar de como nos conocimos?” A la gente le da vergüenza decir que conoció a alguien por internet ¡Yo flipo!. Parece que es mucho más bonito decir: “estaba en la discoteca, nos miramos y surgió el amor. Fue algo a primera vista”. ¡Claro! Y por eso 6 años después odias a esa persona y dices que saliste de una “relación tóxica”.

Pues quizás el problema no sea ni la convivencia, ni las discusiones, ni nada por el estilo, sino que desde un principio aceptamos algo que para nada era lo que queríamos ni a esa persona le podíamos dar lo que necesitaba. Triste, muy triste, pero real. Al contrario que en esas películas en las que todo es precioso y siempre sale todo bien, la vida se caracteriza por su gran sentido del humor.

SED REALISTAS: AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR

Lo que en un principio parece algo precioso, increíble y maravilloso, quizás a la larga sea algo tedioso, tóxico y rutinario. En definitiva, y como suele decir mi prima “no hagas un Disney”. Sed realistas. Al igual que cuando uno está triste, tiende a sentirse triste y actuar en consecuencia, el amor también es una emoción y como tal, tiene esa capacidad de “apoderarse” de todo nuestro comportamiento. Cuantas veces hemos confundido el sexo con los sentimientos, o la amistad con el cariño. Al César lo que es del César, se suele decir. El sexo no es amor, la amistad no es amor, el cariño no es amor. El amor es amor y engloba a lo sexual, lo emocional y lo racional. Me dijeron hace poco que “después de acostarme varias veces con ese chico aparecieron sentimientos”. ¡Quizás! Pero para nada motivados simplemente por el sexo, sino por lo emocional y lo racional. Es decir, la gente no se enamora de un pene, de unas tetas o de unos abdominales, sino de una personalidad o una forma de ser. Se enamora de un vínculo emocional o de momentos divertidos repetidos en el tiempo. Eso es lo que recordamos al final de nuestros días.

ENCONTRAR A LA PERSONA ADECUADA

Entonces, ¿qué podemos hacer para buscar a la persona adecuada? Lo primero y más importante será conocer a esa persona, valorando lo que en realidad nos gusta de ella y no enmascarándolo tras un velo de atracción sexual. Del mismo modo, podemos establecer unas prioridades sobre lo que aceptaríamos y lo que no. Recuerdo un capitulo de la famosa serie de televisión “Friends” en la que Monica deja a Richard porque este no quiere tener hijos. Eso es una prioridad. Y al igual que Monica, os invito a que racionalicéis ese momento, porque por mucho que os esforcéis, esa relación está condenada al fracaso. Es decir, ponernos a nosotros mismos por delante de la emoción. Las prioridades son nuestra seña de identidad. Y bien es cierto que existen algunas “pasables” pero muchas de ellas no lo son. No es lo mismo adaptarse que claudicar. Y este es el gran concepto. No claudicar.

Todo es negociable y adaptable, pero dejar de tener un hijo, dejar de viajar o no salir con los amigos/as es claudicar, y creedme cuando os digo que al igual que a un preso, estaréis condenando vuestra autoestima y vuestra relación. En resumen, cread un “egoísmo realista” en el que os pongáis a vosotros/as por delante sin olvidar las necesidades de los demás, pero siempre teniendo en cuenta lo que queréis y lo que realmente os hace felices. Esa es la formula secreta del éxito en una relación.

En el siguiente artículo, os hablaré de como la autoestima afecta a una pareja y como conseguir que lo que hoy es un problema, mañana sea el motor de nuestra relación. No os lo perdáis.

[button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/mejorar-las-relaciones-de-pareja-ii-la-autoestima/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]Mejorar las relaciones de Pareja (II)[/button]

Jorge

Bloqueo Emocional: «Monitis»

Mis queridas lectoras y lectores, hoy os voy a hablar de un tema que a todos nos compete.  ¿Quién no ha roto, le han roto o lesionado el corazón? ¡Y cuánto nos duele el dolor propio y el que hemos causado!…

Ante las rupturas, la gente tiende a acribillarnos a consejos. Algunos insípidos, otros beligerantes, autodestructivos y muchos de ellos repletos de mucha venganza… La mayoría de ellos nos proponen que «tiremos pa lante, que esa persona no nos merece, que salgamos a conocer gente, que nos acostemos con todo lo que se menee«, incluyendo avestruces… y en definitiva, «que un clavo quita otro clavo«.

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Muchas alumnas y alumnos vienen a mis talleres a buscar una fórmula mágica que les alivie el sufrimiento del duelo de la pérdida. Algo, que como sospecháis, no es eficiente. Si bien es cierto, que poner en práctica habilidades sociales para mejorar nuestra relación con el género que nos atrae, siempre viene bien para entretenernos, descubrirnos y mejorar nuestra autoestima, lanzarse a ligar no va ayudar a que ÉL o ELLA desaparezca de nuestra mente cuando nos arropamos en la cama y apagamos las luces cada día.

Conocemos gente a la que le interesamos… Y… Aunque nos forzamos… Nos sentimos BLOQUEADOS EMOCIONALMENTE.
Entonces nos frustramos. Queremos iniciar una nueva vida, en nuestros parámetros de atracción encaja ese nuevo chico o esa estupenda chica que nos llama, pero… No fluimos. ESTAMOS BLOQUEADOS EMOCIONALMENTE.

¿Qué hacer ante el Bloqueo Emocional?

1.- Aceptar que es Normal

En primer lugar ES NORMAL. A todos nos afectan  las rupturas de una forma distinta con ritmos e intensidades exclusivamente propios. Tendemos a comparar nuestras reacciones con las de los demás y eso nos frustra.
-A Ángela no le costó tanto acostarse con chicos tras romper con su novio. ¿Por qué tengo que estar yo así?
-Mi colega Marcos a la semana ya estaba ilusionado con la rubia aquella, por qué no se me empina a mí con la nueva chica si ya han pasado 3 meses?

Ver amigas o amigos nuestros que salen más que nosotros o disfrutan más de las relaciones nos frustra más todavía.

2.- Tú eres tu referencia

Cada uno tenemos un proceso y una historia que es única y particular, así que TENEMOS QUE COMPARARNOS CON NOSOTROS MISMOS.

3.- Buscar y encontrar lo positivo

TENEMOS QUE ESFORZARNOS EN ENCONTRAR LOS POSITIVO EN LOS  DEMÁS:
Es muy frecuente el…»No me gusta nadie». Por eso tendemos a quedarnos en casa y no salir. Todo el mundo tiene algún rasgo atractivo y algunas veces muy atractivos. Haz una lista de lo atractivo que tiene cada persona con la que quedes.

4.- Recueda tus puntos sexys

¿Por qué nos gustamos, hemos gustado y estamos gustando a los demás?
Eso siempre nos va ayudar a que nuestra autoestima no se derrumbe como un helado en un microondas. En estos círculos viciosos, más lo vivido en la ruptura, donde solemos escuchar quejas fundadas o infundadas suelen afectarnos demasiado negativamente a nuestra autoestima…

5.- Hábitos atractivos

TENEMOS QUE ESFORZARNOS, QUE NO FORZARNOS, EN CULTIVAR UNOS HÁBITOS DE RELACIONARLOS CON PERSONAS POTENCIALMENTE ATRACTIVAS
Sin presión: SIN marcarnos la obligación de tener que olvidarlo, de acostarnos o ilusionarnos.
Pero sin pausa.

Y ésto, queridas y queridos amigos, nos va ayudar a salir de ese pozo que nos hace sentirnos estancados y prisioneros. Un beso a todas y todos, y recordad que los baches siempre pueden ayudarnos a ser resilientes.

SIEMPRE VUESTRO, EGOH.

La vida postpareja (IV): Recuperación

En los artículos anteriores os hablé de las diferentes fases por las que se pasa tras una ruptura. Me gustaría hacer un resumen de las mismas para poneros en situación y que entendáis lo que os voy a explicar a continuación.

[button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/la-vida-postpareja-i-topicos-y-fases-de-la-ruptura/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]Fases y tópicos que no ayudan[/button] [button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/la-vida-postpareja-ii-negacion-y-culpabilidad/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]Fase de Negación y Culpabilidad[/button] [button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/la-vida-postpareja-iii-resignacion/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]Fase de Resignación[/button]

Resumen de fases de la ruptura

Todas las fases previas a la recuperación tiene una característica común: se refieren a momentos de dolor, momentos de duelo, momentos de sufrimiento. Es decir, que hasta ahora os hablé de todo el aspecto “matador” de una ruptura. En la negación evitamos la realidad, en la culpabilidad nos sentimos destrozamos psicológicamente y en la resignación aceptamos la realidad pero el negativismo aún nos puede.

FASE DE RECUPERACIÓN

Bien, pues para explicaros la recuperación usaré una metáfora que para la ocasión creo que resultará muy adecuada:

Supongamos que en lugar de una ruptura, habláramos de caer dentro de un pozo. Íbamos paseando tan tranquilos por un parque y cuando menos lo esperábamos caímos a un pozo.

En ese momento, al vernos dentro tirados en el suelo pensaríamos que eso no puede ser cierto. Es un shock. A continuación, pensaríamos en todo lo que podríamos haber hecho para no caer ahí y en todo lo que nos llevó a caer. No obstante, llegará un punto en el que aceptemos la realidad y nos demos cuenta de que estamos allí y que nada de lo que hayamos hecho antes puede cambiarlo. Sin embargo, y como si esto fuese una película de MacGuyver, siempre hay una escapatoria con la que no contábamos. Una cuerda colgando desde la parte de arriba del pozo. Una cuerda que hasta ahora habíamos obviado y que de repente parece ser nuestra escapatoria. Podemos seguir sentados para siempre en el pozo o podemos agarrar la cuerda y empezar a escalar un poco cada día. Y esto es precisamente la recuperación. Agarrar esa cuerda y empezar a escalar. Bien es cierto que con ayuda de nuestros amigos, familiares, etc. la escalada por esa cuerda será más fácil, ya que ayudan a tirar de la cuerda hacia arriba. El problema es que ellos no pueden estar continuamente ayudándonos, y por tanto debemos ser nosotros mismos los que nos esforcemos para escalar.

Como en todo avance, o como en todo momento difícil en la vida, siempre existen obstáculos y dificultades que nos harán más difícil el camino. No obstante, la creencia de que la vida son dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás nos puede ayudar a gestionar la caída. Siempre que tengamos claro que 2-1 es 1, podremos seguir adelante. Cada día son dos pasos adelante y uno hacia atrás, pero en global eso es un paso hacia adelante. Así se gestiona la recuperación. Los pensamientos sobre una vida mejor o los pensamientos sobre un nuevo futuro, nos motivan a levantarnos y a estar un poco mejor cada día.

Con esto quiero decir que la recuperación es la fase más larga de todo el proceso de ruptura. Principalmente, porque no se puede rehacer la vida en una semana, ni en un mes, y no se puede sustituir a alguien en dos minutos.  Sin embargo, desde el momento en que entendemos que ese día llegará, cogemos la cuerda y empezamos a escalar.

De todas maneras, esto no significa que nos hayamos olvidado de la persona que motivó nuestro dolor, sino que cada día le vamos dedicando un hueco más pequeño en nuestra cabeza. A medida que escalamos por la cuerda, la visión del lugar en el que caímos se ve cada vez más pequeño y la luz que nos guía a empezar nuestra nueva vida se ve con un poco más de claridad.

Muy bien. Pues llegado este punto, estoy seguro de que te estarás preguntando: ¿cómo hago para ser positivo y escalar por esa cuerda?

Te planteo una serie de ejercicios para avanzar un poco más cada día:

Ejercicio 1

Al igual que te dije en el artículo anterior, piensa en todas esas cosas que te hubiera gustado cambiar de él o de ella. Al mismo tiempo, piensa en todas las cosas que si que te gustaban. Ahora úsalas para que guíen tu nueva búsqueda. Úsalas como el primer objetivo de tu nueva vida. Es sencillo, se trata de volverse más exigente y darse cuenta de que por mucho que tardemos, si tenemos claro lo que queremos, lo conseguiremos. Es decir, define tu persona ideal y ponte manos a la obra.

Ejercicio 2

Establece una serie de objetivos vitales. Puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿dónde quiero vivir?, ¿con quién quiero vivir?, ¿en qué quiero trabajar?, ¿qué le falta a mi vida?, etc. Se trata de que definas con claridad cada uno de los objetivos que te interesen y que ellos sean las razones que te levanten cada día de la cama.

Ejercicio 3

Disfruta, disfruta, disfruta!!!! Diviértete con todo lo que hagas a partir de este momento. Parece mentira, pero el dolor nos regala una sensación de vida que es inigualable. Que no se diga en el futuro que te quedo algo por hacer. Como dice Egoland, “la diversión es el elemento vivificador, el fluido que lubrica la vida…..y el sexo”.

Si hacemos esto, estoy seguro de que la escalada por la cuerda será cada día un poco más sencilla. Y cuando miréis atrás que sea para ver todo el camino que lleváis recorrido y no para pensar en que es mejor dejarse caer.

Sin más, me despido con una frase que resume a la perfección toda esta serie de artículos. Ahora a recuperarse y a ser felices. Es difícil, pero estoy seguro de que lo conseguiréis. Yo confío en vosotros. Let´s Go!!!

“LA VALENTÍA MÁS GRANDE DEL SER HUMANO ES MANTENERSE EN PIE AÚN CUANDO SE ESTÉ CAYENDO POR DENTRO”

 JORGE

La vida postpareja (*): Mi caso personal

Desde que era pequeño, siempre oí que “la vida tiene un curioso sentido del humor”. Y ahora entiendo a que se referían. Es curioso que cuando empecé a escribir esta serie de artículos, yo mismo me encontraba manteniendo una relación con una persona. Una persona increíble, buena y especial para mi. Es más, era quien leía los artículos antes de enviarlos a los chicos de Egoland. Por aquello de “tener otro punto de vista”. Bien, pues lo realmente curioso es que hoy os escribo esto asumiendo mi vida postpareja. ¡Que graciosa es la vida! Esto no lo hago para dar pena, ni para que nadie que lo lea sienta lástima por mi, lo escribo para que os sintáis identificados conmigo y para veáis que esto pasa hasta en “las mejores casas”. A la vez, a mi también me sirve como ejercicio de reflexión y en cierto modo, y como dice mi compañero Yago Bader, para liberarme de mis cadenas personales. No os voy a plantear ejercicios, no os voy a dar claves, sólo os voy a contar una historia que espero que tanto a vosotros como a mi, os sirva para seguir adelante y ser más positivos cada día.

UN CASO PERSONAL

Martes 13 de noviembre de 2012. Me despierto como otro día cualquiera. Feliz, contento con mi vida, con mi trabajo, con mi pareja. Lo primero que hago es pensar en ella. Estaba enamorado. Un pensamiento vino a mi cabeza: “martes y 13, jajajajajaja, como si eso supusiera algo”. Tengo varias sesiones con clientes en mi consulta y uno de ellos, que es lector vuestro, y que por supuesto me dio su permiso para comentar esto, me empieza a hablar de su nueva vida tras superar su propia ruptura. Y este fue el día de las curiosidades de la vida. Yo le dije “todos tenemos que buscar a esa persona que nos hace feliz, yo ya la encontré y se que va a funcionar”. Por otro lado, a las 8 de la tarde me llamó mi primo, y entre las muchas cosas que hablamos me preguntó por mi relación. Le dije: “genial, poco a poco avanzando y yendo a mejor cada día”. ¡Manda carallo! En serio. ¡Manda carallo!.

Habitualmente, por las noches hablaba con mi pareja por whatsapp y comentábamos nuestro día, pero ese día no iba a ser como los demás. A las 11 de la noche me manda un “whass” y me dice que quiere hablar y yo pienso “no puede ser, me va a dejar”. Algo dentro de mi ya se lo olía. Así fue. Hablamos hasta las 5 de la mañana y obviamente no dormí en toda la noche. Lo estábamos dejando. Al día siguiente vino hasta mi casa y me explicó sus motivos. Estaba destrozado por dentro, llorando, en shock. ¡No me lo podía creer! Todas mis ilusiones de futuro, todo mi mundo se derrumbaba delante de mi. Si hasta me imaginaba con ella en el altar (y nunca antes había pensado siquiera en compartir piso con una tía). Motivado por mi rabia o por mi shock emocional, cogí todo lo que tenía de ella en mi casa y lo metí en bolsas. Cuando vino se lo di. Ella también lloraba, sufría, porque para ella yo era importante, pero sus motivos personales eran mucho más fuertes. Hablamos durante horas y no encontramos solución. Se acababa la relación con la persona que más quería. Se iba una persona importante para mi. Apagué el último cigarro con ella, cerró la puerta y se fue.

Los días siguientes consistieron en llorar, no comer, pensar continuamente en ella y por supuesto, negar la realidad. Y tanto la negué que durante cinco días y cinco noches traté de hacer como que nunca había pasado. Quité todas sus fotos, las guardé, eliminé todo lo que me recordaba a ella. La borré de facebook, del whatsapp, etc. El viernes salí para despejarme, y el sábado también. Incluso flirtee con una tía supongo que para paliar un poco el daño emocional. Pero al quinto día, el domingo, me di cuenta de que necesitaba tenerla ahí. Llegué a la conclusión de que era mejor tenerla como amiga que eliminarla de mi vida. ¿Cómo iba a quitar a alguien bueno de mi vida? (os debo decir que lo dejamos a bien y que para ella fue una decisión muy difícil también, por eso quería tenerla de amiga). Ese fue mi problema los primero cinco días. Quería borrar mi pasado, y eso es imposible. La llamé, lo hablamos, y decidimos seguir hablando pero no tanto como antes, y por supuesto, dando un tiempo a que el dolor desapareciera. Y es curioso como eso me hizo entrar de nuevo en la realidad. Lo acepté. Acepté que a partir de ese día ya no iba a ser mi novia, pero si una persona buena con la que había compartido muchas historias. Algunas, las mejores de mi vida.

Entonces llegó la culpa. Ese momento donde yo me empiezo a plantear todo lo que hice mal, y todo lo que podía haber hecho para mejorar. Me masacré durante días con eso. Que era culpa mía (de ella también, por supuesto), que podría haberlo hecho mejor. No veía luz al final del túnel. Me empecé a centrar en mi trabajo para estar distraído, y sí que estaba distraído, pero pensando en ella. Pero de repente algo cambió. Algo dentro de mi me dijo: “ya está bien de compadecerte, ya está bien de sufrir. No va a volver”. Lo asimilé. Me di cuenta de la realidad otra vez, pero esta vez más fuerte. Estuve mal todo el día y gracias a unos buenos amigos que me escucharon desde el día cero, empecé a ver un poco de luz al final de ese túnel oscuro que era mi vida.

Me resigné, acepté la realidad. Y como todos ya sabéis, empecé a desmitificarla. Empecé a ver cosas que antes no veía, empecé a entender cosas que antes no entendía. Y me di cuenta de que durante todo este tiempo mi felicidad había dependido de ella. Porque yo también soy humano y mi autoestima también se daña. Y la coña es que mi autoestima siempre había dependido de lo que dijeran los demás. De cómo me vieran los demás. Siempre había pensado que era infeliz por no tener una mujer a mi lado. Cuando la tuve fui feliz, por supuesto. Pero durante toda mi adolescencia y vida semiadulta me había olvidado de alguien. De mi. Había obviado a la persona más importante de mi vida. Yo. Puede sonar egoísta, pero como dijo Rafael Lechowsky “para aprender a querer a los demás, primero aprendí a quererme a mi mismo”. Y yo no lo hice. Nunca pensé en mi felicidad por mi mismo. Siempre dependí de los demás para ser feliz. ¡Manda cojones que haya que estar en esta situación para darse cuenta de esto! Ayer me desperté dándole vueltas a esto, y mi gran amigo Iván me hizo ver que detrás de cada cosa mala de la vida, siempre hay una buena. Yo ya lo sabía, pero que queréis que os diga, no lo veía.

Y hasta hoy. Me desperté, leí el artículo de Yago y me dije: “liberate de tus cadenas, empieza tu nueva vida pensando en ti. El amor y la felicidad volverán por sí mismo. Sólo necesitas tiempo y ser positivo”. Por eso decidí escribir esto. No lo iba a hacer. Me veía sin fuerzas. Sin ganas. Y si os soy sincero, ahora mismo me encuentro genial. Creo que escribir esto me ayudó a soltar toda mi “rabia” con la vida y me alentó a empezar de cero.

Ahora, creo que ya estoy preparado para escribir el siguiente artículo que es la recuperación. Porque yo ya estoy empezando ese proceso. Y os digo algo que siempre les digo a mis pacientes. En la vida siempre hay momento buenos y momentos menos buenos, y esa es la gracia de la vida precisamente. Disfrutar de todos los momentos que nos brinde la vida. Porque cuando me dejaron descubrí algo. Por primera vez en mi vida me sentí vivo de verdad. Cada segundo importaba, cada minuto era único, doloroso, pero único. Así que os propongo algo y me lo propongo también a mi mismo. VAMOS A EMPEZAR UNA NUEVA VIDA, VAMOS A EMPEZAR OTRA VEZ. RECORDANDO TODOS LOS BUENOS MOMENTOS QUE TUVIMOS CON NUESTRAS PAREJAS. APRENDER DE NUESTROS ERRORES. VAMOS A CREAR RECUERDOS NUEVOS Y POR FAVOR, VAMOS A SEGUIR ADELANTE.

Me despido y os recuerdo que muy pronto tendréis la ultima parte de esta serie de artículos. LA VIDA POSTPAREJA (IV): RECUPERACIÓN. Espero que os guste y que me dejéis muchos comentarios y por favor, no sintáis lastima por mi, porque ya estoy en fase de recuperación.

P.D.: que este artículo sirva como el punto inicial de mi nueva vida.

JORGE

La vida postpareja (III): Resignación

En el artículo anterior hice mucho hincapié en las dos primeras fases de la ruptura: la negación y la culpabilidad. Espero que muchos de vosotros ya hayáis superado ambas fases. Si es así, ¡Yeah! Estáis de enhorabuena. Y yo por supuesto, orgulloso. Para que los que acabéis de romper vuestras relaciones y para los que aún no superasteis las fases anteriores, ¡Ánimo! Se que seréis capaces (aunque no olvidéis leer los artículos anteriores).

[button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/la-vida-postpareja-i-topicos-y-fases-de-la-ruptura/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]Fases y tópicos que no ayudan[/button] [button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/la-vida-postpareja-ii-negacion-y-culpabilidad/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]Fase de Negación y Culpabilidad[/button]

Pero bueno, a lo nuestro. Este artículo va principalmente dedicado a todos los ex-novios y ex-novias de este mundo. Ahora tenemos una nueva forma de mandaros a tomar por c-. Obviamente, también va dedicado a todos aquellos y aquellas que estáis a punto de abrir la puerta de una nueva vida y ver lo que hay tras ella. Pero como en todo deporte de riesgo, siempre hay que dar un último impulso. Y ese impulso es empezar a creer en nosotros mismos. Ganar confianza, sentir que valemos, sentirnos como Superman cuando derrotaba a Lex Lutor, en fin, sentirnos increíbles. ¿Y por qué buscar sentirse así? Porque la última fase del cambio pasa por reforzar nuestra autoestima. Y si bien perdimos a alguien que era importante para nosotros y ocupaba un trozo de nuestro corazón, ahora tenemos que reemplazarlo por otro nuevo miembro biónico que nos sirva para sustituirlo.

Al igual que si tenemos una mesa y una de sus patas se rompe habrá que sustituirla por otra o dejarla a tres patas, nosotros tenemos que buscar sustituir a alguien que se fue o sufrir por ello. Obviamente, sustituir a alguien es difícil, porque nunca será lo mismo. Y es precisamente por eso, porque nunca será lo mismo, la razón por la que tenemos que seguir adelante. Un nuevo abanico de posibilidades se abre. Un montón de gente nueva a la que conocer. Y eso está bien. Pero hay un cabr– llamado miedo al que a veces le gusta ponernos la zancadilla. Ese miedo a “qué pasará ahora”, ese miedo a “cómo empiezo de nuevo” o ese miedo a “quién me va a querer”. Pero no os preocupéis. Sólo necesitamos de nuestra autoestima y de un poco de motivación y de esta última me encargo yo.

En cuanto a la resignación, la fase previa a la recuperación, deciros que es un arma de doble filo. Y es que en ella se producirá un efecto curioso, una mezcla de sentimientos positivos y negativos. Negativos porque asimilar es duro, porque asimilar es darse cuenta de la realidad, porque asimilar es darse de cara con la idea más cruel de todas: “ya no me quiere”. Y sentimientos positivos, porque a pesar de asimilar la realidad, también empezamos a ver que existen nuevas posibilidades. Y si bien es cierto, suelen predominar más los negativos. ¡No pasa nada!. Una de las cosas que mejores resultados nos puede dar es desmitificar. ¿Y qué es desmitificar? Empezar a buscar las pegas a todo aquello que pensábamos que era increíble y que obviamente, no lo era. ¿Y por qué desmitificar? Porque en este momento aún seguimos creyendo que la persona con la que vivíamos en “la isla” era única e irremplazable. Por cierto, si estás leyendo esto y crees que él o ella es irremplazable ¡te pillé!, porque eso significa que aún no borraste su número de tus contactos del móvil. No, en serio. Si crees eso, que es lo más probable, olvídalo. ¿Y cómo? Te preguntarás. Te planteo varios ejercicios exclusivos para esta fase de la ruptura:

EJERCICIOS PARA LA ESTA FASE DE LA RUPTURA

Ejercicio 1: Empieza a pensar en todas las cosas malas que tenía. Porque hasta hoy no creo que conozcas a nadie perfecto.

 

Ejercicio 2: Piensa en todas esas cosas que te hubiera gustado cambiar de él o de ella. Porque estoy seguro de que las había. Piensa en todas esas cosas que no pudiste compartir y que ahora, por tus circunstancias, puedes buscar en otra persona.

Ejercicio 3: Léete el libro de Egoh “Seductor”. Es una buena forma de ver que existen muchas mujeres y hombres increíbles por el mundo con muchas cosas nuevas que ofrecer.

Esta fase es crucial, es la más importante, porque lo que saquemos en limpio de ella marcará nuestro futuro más próximo. Si nos centramos en reforzar nuestra autoestima, en aprender de los errores o en creer que valemos por nosotros mismos, llevaremos con nosotros un arma muy poderosa: la capacidad de querer de nuevo a alguien y la capacidad de olvidar a la persona a la que antes queríamos y sobre todo, la capacidad de eliminar el rencor.

En resumen, os puedo decir por experiencia propia que no existe una fórmula secreta ni un remedio milagroso que nos ayude a sentirnos mejor. Pero sí que existe una actitud. Existe una actitud de felicidad con la que se viaja por la vida. Existe una actitud de caerse y volverse a levantar. Obviamente, y como ya os dije: hay que sufrir. Pero hay que hacerlo en la cantidad justa. Y tiene que llegar un momento en el que volvamos a levantar cabeza. Pero, y si levantamos cabeza, ¿qué es lo que veremos tras la ruptura?, ¿cómo volvemos a empezar una vez recuperados?. Todo esto y mucho más en La Vida Postpareja (IV). Y aunque sintáis que esto es sólo una fase, creo que va a ser mejor que me vayáis desmitificando. ¡A Recuperarse!

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JORGE

La vida postpareja (II): Negación y Culpabilidad

En el artículo anterior (leer aquí), os hablé sobre los tópicos y las diferentes fases por las que se pasa en una ruptura hasta que uno es, por fin, capaz de escapar de su pozo sin fondo personal. Es decir, de las fases por las que se pasa hasta que se llega a la Recuperación. Visto así, parece algo muy fácil. Un camino de rosas en el que con nada que hagamos volvemos a estar como nuevos. Para nada. Y es que la duración de cada fase varia en función de cada persona, de los motivos de la ruptura, de las circunstancias en las que nos encontremos, etc. Vaya, que depende de un montón de cosas. Y para eso os escribo este artículo, para allanaros un poco el camino y que cada paso que deis sea un poco más largo.

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 Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que no todos los que estáis leyendo esto os encontráis en el mismo punto de la ruptura, o eso espero, porque sino el tema de este artículo sería el porque os dejaron a todos a la vez. ¡Vamos al lío!

NEGACIÓN: Primera fase de la ruptura

Puede que muchos de vosotros estéis sufriendo en estos momentos el shock de la ruptura. Desde aquí os mando un abrazo. Y es que poco más se puede hacer. Suena duro, y quizás os sintáis decepcionados, pero ¿cómo se puede ayudar a alguien que niega los hechos? Os lo dije en el primer artículo y os lo digo ahora. Para todos los que conocéis a alguien que acaba de romper con su pareja, tres cosas: Escuchar, Abrazar y Compartir. Por otro lado, si eres tu quien está sufriendo las consecuencias de la ruptura, te recomiendo una cosa: borra su número de tus contactos, porque en el instante mismo en el que tomes tu primera copa el día de “salir para olvidar”, tus dedos se irán tan directos al número de tu ex-novio o ex-novia, como un día de resaca nos vamos a por el agua de la nevera. Además, sabemos que cuando uno está borracho, no está en las mejores condiciones para llorar por teléfono y suplicar otra oportunidad. Así que lo dicho, borrad su número. En serio, borradlo.

celos problemas imaginacion pareja

Como única recomendación para esta primera fase postpareja. ¡Tiempo! Con esto me refiero a que al igual que todos los seres humanos, tenemos que sufrir por la pérdida de un ser querido. Se trata de una “muerte” metafórica, dado que la persona a la que hacemos duelo, en principio no volverá a compartir la vida con nosotros. Por tanto, y como si de un funeral se tratase, llorad, entristeceos, expulsar toda esa rabia, buscar a alguien que os escuche y sobre todo. ¡Tiempo!

Ejercicio para la primera fase de ruptura: LA NEGACIÓN

Si crees que en esta primera fase tus sentimientos son demasiado fuertes, puedes probar a canalizarlos por medio de la escritura. Coge un papel, un boli y escribe una carta de despedida a esa persona con la que rompiste explicándole como te sientes.

Culpabilidad: Segunda fase de la ruptura

No obstante, muchos otros y otras, os encontraréis en otra fase más avanzada. Quizás en la fase de culpabilidad. Aquella en la que nos empezamos a reprochar a nosotros mismos todo lo que hicimos mal y como dice el refrán, a buenas horas mangas verdes, pensamos en todo lo que pudimos haber hecho mejor. Y aquí es donde empieza la “intervención”.

Este es el momento del cambio, el momento idóneo para empezar a soltar lastre en ese globo aerostático que es nuestra vida. Estáis en un momento en el que todo el dolor es atribuido a vosotros mismos. Donde el pensamiento repetitivo y “cabrón” está ahí para haceros sentir que no valéis para nada. Y aquí es donde tenemos que empezar a aplicar la lógica. Si la siguiente fase consiste en asimilar y aceptar lo sucedido, ¿No sería lógico empezar a asimilarlo? Todo lo que os quejéis, todo lo que penséis que podría haber sido no vale para nada más que para compadeceros de vosotros mismos. Entonces, ¿Cómo lo asimilamos? Con un proceso largo y dificultoso en el que la mejor medicina es ser positivos y cambiar nuestros pensamientos negativos por otros mejores.

Os planteo unos ejercicios:

EJERCICIOS PARA SUPERAR LA CULPABILIDAD

Ejercicio 1: Imagínate a ti mismo/a en casa llorando y a tu ex-novio/a por ahí pasándoselo bien. Visualiza la escena y fijate en lo que te compadecías de ti mismo. Él o ella por ahí pasándolo bien y tu llorando. ¿No crees que es hora de espabilar?

Ejercicio 2: Coge un papel y un bolígrafo, escribe en él un mensaje de autoayuda y cuélgalo en tu habitación. Por ejemplo: “Levántate. Ya está bien de llorar. Voy a empezar de nuevo”. El poder de la autoinstrucción poco a poco te irá motivando.

Ejercicio 3: Claro que lo podrías haber hecho mejor en tu relación, pero no lo hiciste. Coge todos esos errores que crees que cometiste y todas esas cosas que hubieras hecho y tómalas como un aprendizaje para futuras relaciones. Aprende de tus errores.

Estas son las dos fases más “difíciles” de la ruptura, porque en ambas hay un elemento común: no queremos ver lo que está sucediendo, o mejor dicho, no queremos asimilarlo. Todo lo que pongáis de vuestra parte para empezar a asumir los hechos, será para vosotros un éxito y un gran paso para alcanzar la meta deseada: la recuperación.

Por último, y para todos aquellos y aquellas que os encontréis un paso por delante en la recuperación, siento deciros que os voy a hacer esperar unos días. Podéis tomarlo como un tiempo de reflexión o aprovechar para realizar los ejercicios que aquí os propongo. Sea como sea, os propongo un trato. Vosotros empezáis a pensar en qué es lo que hace falta para dar ese último paso hacia la recuperación y yo me dedicaré a pensar en como “engañaros” para que me hagáis caso y deis ese último paso.

Sin más, me despido con una reflexión: ¿Es la resignación es camino hacia la recuperación? Todo esto y mucho más en La Vida Postpareja (III). Y si queréis romper conmigo, prometo negarlo todo y sentirme culpable.

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JORGE

La vida postpareja (I): Tópicos y Fases de la ruptura

Y Dios dijo: “Háganse los tópicos”. Está claro que si Dios hubiese tenido que elegir un momento para crear los tópicos, lo hubiera hecho en el instante exacto en el que alguien rompió con su pareja. Pero, ¿Por qué se usan los tópicos?, ¿en realidad, sirven de algo?

Estoy seguro de que todos y todas los que estáis leyendo esto, en algún momento de vuestra vida, habéis pasado por una ruptura. Y es en ese momento concreto, cuando parece que todo el mundo parece licenciarse en «Psicología Aplicada». Amigos, hermanos, primos, padres, abuelos, etc. Todos, absolutamente todos, parecen saber lo que es mejor para ti. Todos tienen ese “buen consejo” que por arte de magia te hará salir de tu estado de tristeza y dolor. Pues para nada.

Los tópicos son la forma más fácil y clara de demostrarle a alguien que no tenemos ni idea de como se siente. Imaginar a esa persona que acaba de romper, con la que él creía que era la “mujer de su vida”. Está triste, sufre, siente impotencia, está dolido, porque para él, esa era la única mujer. Y de repente, se le acerca alguien y le dice: “da igual, no te preocupes, no era para ti” o aun peor: “olvídala, era una zor–, (o un cabr–)”. En ese mismo instante, se produce un claro ejemplo de empatía cero, porque no le preocupa como se siente o lo que piensa, sino que se preocupa de solucionar algo que en esa fase de la ruptura aún no tiene solución. Tenemos que entender que como en toda pérdida, hay que sufrir. Es lo más humano que existe. Y si queremos ayudar a alguien en este momento, lo mejor es acercarse a esa persona, darle un abrazo, escucharla y compartir su dolor. Sin más. Todo lo que digamos a mayores sólo reforzará en esa persona sus sentimientos de tristeza, dolor, impotencia, incomprensión,  etc.

Entonces, ¿Cuándo es el momento adecuado para empezar a dar “consejos”? Como toda pérdida, la ruptura tiene una serie de fases siempre que tengamos en cuenta, por supuesto, que es a nosotros a quien dejan:

 

FASES DE LA RUPTURA CON TU PAREJA

1.- Negación:

Es el primer paso. Tras el shock emocional de la noticia vienen a nuestra mente pensamientos que tratan de amortiguar el golpe. Negamos la obviedad, evitamos asimilarlo. Todo un mecanismo de defensa para proteger nuestra integridad personal.

2.- Culpabilidad:

Empezamos a pensar en que podríamos haber hecho algo más para que eso no sucediera, una mirada al pasado en la que hacemos las cosas de diferente manera.

3.- Resignación:

Se consolida la realidad en nuestra mente y sufrimos las consecuencias de lo sucedido. Tristeza, falta de energía, insomnio, etc.

4.- Y por fin, la Recuperación:

Asimilamos la realidad y la aceptamos, aprendemos a vivir con ello y empezamos a mirar hacia adelante, asumiendo las consecuencias de la nueva situación. Y es aquí donde los tópicos hacen su función. Es aquí donde la persona está preparada para pensar “que le den”, “voy a encontrar a alguien mejor”, “me voy a comer el mundo”.

Pero todo esto es muy bonito escrito en “un papel”. ¿Y que hay de la realidad?, es decir, ¿cómo llegamos de una forma satisfactoria a la fase de recuperación? Todo esto y mucho más en La Vida Postpareja (II). Y aunque sintáis que estoy rompiendo con vosotros, no es verdad, es un tópico y es que “nos vamos a tomar un tiempo”.

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 JORGE