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Relato erótico: Un hombre afortunado

Por fin. Y digo por fin porque me ha llevado un tiempo poder estar aquí. Te estoy mirando a los ojos bonita y si supieras lo que pienso cuando los veo brillar te asustarías, o bien te excitarías o qué cojones, ambos a la vez. Me miras y parece que mientras se mueven tus labios me desnudas con tu mirada. Tienes un mojito entre las manos, se deshace el hielo mientras hablas conmigo sentada en la toalla encima de la arena de la playa de Barcelona. No sé que me estás explicando porque la Luna reclama mi atención. Hoy me siento un hombre realmente afortunado por el vestido que llevas. No voy a tener que hacer prácticamente ningún esfuerzo para desnudarte, y eso es en lo que pienso.

Mientras, tu sigues hablando y te interrumpo con un beso que ese brillito de tus ojos reclamaba. Te excita que te interrumpa y por eso me lo devuelves con más ganas de la cuenta. El mojito se cae, pero no nos importa. Tu sexo ahora está mojado con azúcar y hielos con sabor a menta, no creo que sea un problema. El frío que recorre tu entrepierna te obliga a pedirme que te toque, que te roce, que te bese lentamente esa entrepierna mojada, pero me resisto porque quiero que sufras excitada, mojada y muerta de ganas. Ese vestido que parecía tan fácil se resiste porque siento la necesidad de desnudarte completamente, no de manera parcial, así que con un tono dominante y autoritario te digo que te levantes, que quiero verte como te trajo Dios al mundo.

Tu rechistas, pero cumples mis deseos. Dejas entrever una lencería que le quitaría el aliento a un muerto, roja pasión de encaje, ajustada porque es una talla menos de lo que realmente deberías llevar, pero tu cuerpo me cuenta un secreto y es que al ser tan bonito se lo puede permitir, algo que no muchas mujeres pueden decir. Me acerco, te miro, te toco y gimes bajito y lento, como a mi me gusta. Me peleo con el cierre de tu sujetador y mis manos de pianista luchan por desabrocharlo como si de una caja fuerte se tratara, es normal, encierran un secreto. Como no puedo desabrocharlo a causa de la excitación y de tus temblores de piernas, decido reventarlo, partirlo, romperlo con la fuerza que saco de mis brazos, definidos y musculados, como a ti te gustan. Al escuchar y sentir como rompo tu sujetador te excitas más y más y lo mismo hago con tus bragas ya que estoy enfadado con ellas porque encierran tu sexo, húmedo, impaciente y deseoso de que le cuente secretos muy de cerca, con mi lengua. Tu excitación crece y llega el punto en el que ni tu ni yo podemos volver atrás, estás tan caliente que tiemblas entera, pero soy demasiado malo y un poco hijo de puta, voy a hacer que me supliques que te penetre, porque primero vienen los preliminares, esos tan largos que te llevan al estado en el que pierdes por completo toda consciencia de donde estás y de quien eres. Ese momento en el que estás completamente en mis manos y puedo hacer contigo lo que yo quiera, sabes que me excita sentirme poderoso.

Con un movimiento brusco pero controlado te hago caer a la arena de la playa, sin dolor. Estás completamente desnuda y así tirada pareces una sirenita recién salida del mar que pide ayuda porque estás mojada, pero no de agua salada. Agarro tus muslos con firmeza, tan largos y torneados que son de fácil manejo y por fin, me acerco a tu sexo, no puedes parar de temblar y lo entiendo. Acerco mi lengua al punto en el que tus muslos forman tu tronco. Juego primero con tu clítoris, suavemente muy suavemente. Agarras mi cabeza por detrás y no puedo controlarte así que el cunnilingus aumenta radicalmente su fuerza, me excita que – dentro de lo que cabe – expreses algo de dominancia así que sigo jugando con tu sexo, esta vez con mayor intensidad. Noto que tu coño se moja cada vez más así que subo y acaricio tus pezones mientras te miro a los ojos, tienes cara de estar exhausta, tus ojos parece que no enfocan bien y miras al cielo, la luna está allí arriba, dándome permiso para que haga aullar ya que ella quiere escuchar tu canto de placer. Paso mi lengua por tu pezón izquierdo y luego por el derecho, sabes que siempre he tratado igual a esas montañas de deseo que porta tu tórax. Yo estoy muy excitado ahora y me levanto, te cojo de la mano para que te arrodilles y me saco la polla, quiero una felación de esas que llevan mucha pasión, quiero que la agarres como si no hubiera nada más en esa playa, tu obedeces obediente y me la chupas como si no hubiera un mañana. Gimo, pero gimo porque no lo puedo evitar, ahora soy yo quien aúlla, mirándote a los ojos sintiendo esa sumisión.

relato erótico en la playa por la nocheSabes que me gusta y por eso me permites esos caprichos. Mientras me haces la felación jugueteas con mis testículos y me masturbas a la vez, tu también quieres que llegue a tu nivel. Ninguno de los dos podemos aguantar más y me pides que te penetre pero todavía no estás suplicando así que vuelvo a jugar con tu sexo, esta vez empiezo a masturbarte yo, quiero que te corras primero una o dos veces con mis dedos antes de que te penetre con mi polla, caliente como el tridente del diablo. Realmente sé donde tocarte, ya te conozco y ahora es cuando empiezas a aullar y la luna te lo agradece aumentando la intensidad de su luz esa noche. Ya te has corrido una vez, dos veces y estás a punto de llorar pidiéndome que te penetre fuerte, sin piedad y con pocos motivos. Mi polla asoma y me acerco a tu coño, primero juego con la punta y tu clítoris y cuando no te das cuenta te penetro, poco a poco. Subo la intensidad del deseo y el ritmo que llevo hace que te corras por tercera vez en unos pocos minutos. Cambiamos de postura y probamos medio Kama Sutra, sabes que además me gusta azotarte con cariño de vez en cuando, porque te duele un poco pero te excita muchísimo. Cuando estoy a punto de correrme me levanto y acerco mi polla caliente y mojada a tu boca, quiero correrme en tu cara con una última felación y eso hago, cuando te imagino impregnada con mi semen algo dentro de mí sube como una espirar de la punta de los dedos de los pies a la parte más alta de mi cabeza en forma de placer. Ahora tiemblo yo también joder, mis piernas no responden a nada más que a las órdenes de mi polla y tiemblo tanto que casi caigo al suelo.

Ahora nos bañamos en el mar, juntos, abrazados y acariciándonos, dándole las gracias al mundo y a la luna, por habernos conocido.

JOAQUIN VEGA

Relato erótico: La experiencia sexual más fuerte de mi vida

Hace unos años tuve la experiencia sexual más fuerte de toda mi vida: Aquel día empezó como otro cualquiera cogí mis cosas para ir a la universidad y tome el metro. En el vagón noté como los ojos de aquel extraño se fijaban en mi, recorriendo mi cuerpo lentamente, mi blusa que transparentaba mis firmes pechos, la falda de vuelo que dejaba entre ver el contorno de mi culo y piernas. Su fija mirada me incomodo, comencé à sudar y a acalorarme. Nada más salir del metro a la calle vi como una furgoneta se detenía. De repente noté un fuerte golpe y perdí la consciencia.

Cuando desperté estaba encadenada de pies y manos en lo que parecía la parte de atrás de un camión. Comprobé que mi ropa interior estaba intacta, y que todo parecía estar bien. Pasaron las horas hasta que la puerta se abrió, el hombre del metro apareció al final del camión y me lanzó un plato de arroz y una botella de agua.

-Come zorra que el viaje es largo

relato erotico femenino de un secuestroNada más cerrarse la puerta el camión se puso en marcha, se oían las voces de al menos dos hombres, estaba aterrorizada. Tras varias paradas llegamos a lo que parecía Marruecos, aunque nunca llegué a saber donde estaba. Me sacaron arrastras, dándome golpes hasta que una mujer cubierta con un velo me recibió. La mujer debía tener unos cuarenta años, pero aún se percibían sus grandes pechos bajo su túnica. Me llevo a una habitación y me sentó en una cama, me ató las manos al cabecero y las piernas abiertas a las patas. Rasgo mi ropa y comenzó a explorar mi cuerpo, cuando llegó a mi coño, comenzó a acariciarlo suavemente y de pronto metió sus dedos.

-La nueva putilla es virgen, al amo le encantará. 

Acto seguido colocó un artefacto que taponaba todos mis aujeros, mi coño y mi culo estaban cerrados.

-Así la primera vez serás solo del amo.

Me soltó de la cama y me llevo a una jaula que había en otra habitación contigua. La noche iba a ser dura pense, pero no me imagine cuanto. Veinte minutos después aparecieron los hombres que me habían secuestrado y me sacaron de la jaula. Aún seguía desnuda y comenzaron acariciarme, note cómo les engordan las pollas, se las sacaron.

-No vamos a poder follarte pero puedes lamernos hasta que nos cansemos.

Me metieron una de ellos en la boca, hasta el fondo y casi me hace vomitar, me agarraron de la cabeza tirando fuertemente hacia delante. Mientras tanto el otro lamia y mordía mis pechos. Cuando la polla que tenia en mi boca se había corrido comenzó el otro a metermela. Se corrió en mi cara. Siguieron turnandose hasta que no pudieron más. Tenia todas mis grandes tetas con mordiscos y chupetones, y estaba toda llena de corridas.

En medio de la noche apareció la mujer del velo otra vez. Y me llevo arrastras hasta lo que parecía un baño. Me comenzó a lavar, peinar…

-Tú, putita rubia vas à estar muy caliente para amo.

 

Temí por un instante que trajera a los hombres otra vez. Pero fue peor. Exhausta de chupar pollas fui encadenada dentro de la bañera con las piernas abiertas, boca abajo. Retiró mi «cinturón de castidad» y colocó el chorro de agua de la manguera en mi culo, llenándolo poco a poco, hasta que estuve bien limpia. Luego fue el turno de mi chocho, la presión del agua me hizo humedecer y al cabo de unos instantes me había corrido, sujeto el chorro con un cinturón y coloco un vibrador en forma de polla enorme en mi culo. Comenzó a meterlo y a sacarlo lentamente, una y otra vez hasta que entro hasta el fondo. Lo notaba vibrar, y deslizarse por mi culo. Lo sujeto con otro cinturón y se fue. Me volví a correr. La presión del agua en mi clitoris me hacía retorcerme de placer. Me corrí durante al menos un minuto. Mi culo me ardía, pero al mismo tiempo me estaba corriendo por detrás!!! Pasadas ya varias horas comencé a gritar. La tortura orgásmica duro toda la noche. La mezcla de dolor y placer no me dejo dormir y a la mañana siguiente aun seguía retorciendome en la bañera. La mujer del velo volvió a la mañana siguiente, me desató y junto con otras tres más jóvenes, me vistieron con una túnica transparente, depilaron, perfumaron y trenzaron mi pelo dorado.

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-Putilla lista para amo

Acto seguido estaba en una habitación lujosa, ya no parecía una mazmorra, sino un hotel de cinco estrellas. Me ataron nuevamente à la cama. Notaba cómo mi cuerpo se retorcía caliente sobre la sábana en búsqueda de sexo. Pero yo estaba aterrada. Un hombre gordo y grasiento entro en la habitación, se pasó la lengua por los labios y se colocó encima mio. Me susurro al oído

-Vas a notar mi polla hasta el fondo y nunca olvidarás cómo te voy a follar puta de mierda.

Me abrió la túnica y abrió las patas, haciendo presión sobre ellas. Y comenzó a lamerme el coño, pasándome la lengua lentamente hasta que llegó al agujero, la metió y comenzó à darle vueltas. Antes de sacarla escupió dentro y sin pensárselo más metió su polla gorda hasta el fondo. Grite de dolor. Empezó a sacarla y meterla hasta que se corrió, la saco antes y se corrió en mi cara.

-Limpiala zorra.

Gire la cara pero me la metió hasta la garganta. Cayó dormido sobre mi pero no sin antes meterme un dedo en el culo.

Cuando se despertó lo saco y me lo hizo chupar. Metió su polla en mi culo y siguió follandome hasta que se corrió dentro, la lefa salia hasta mis nalgas. Volvió a meterme la polla en la boca para que se la limpiara, y bajo hasta mi coño y volvió a lamerlo, gemia de placer, me gustaba la sensación se su lengua en mi coño, me volví a correr. Poco a poco comencé a adorar el placer que sentía cuando mi amo metía su polla en mi coño y culo y tras tres noches era yo quien buscaba su polla.

Pero tras varias horas follándome sin parar y atada a su cama, al cuarto dia mi amo llamó a otras dos mujeres que se unieron a nosotros, reconocí a la mujer del velo, por sus grandes tetas, que estaban en mi boca, aun atada por el cuello a una cadena forme parte de una orgia para dar placer al amo. Las tres atadas chupábamos la polla y lo huevos del amo, mientras que otra se masturbaba en su cara para que dusfrutara. A mi me tocaba las tetas con fuerza. Despues nos indicó que le acompañasemos al comedor. Nos hizo follarnos entre las tres en la mesa mientras comía con dos hombres.

Comí por primera vez un coño era suave y viscoso, mi lengua se deslizaba sobre este mientras ella se corría en mi boca. Pero tras ese espectáculo volvi a la jaula. Había esta vez 4 hombres ahí que al verme se desnudaron y comenzaron a tocarme. Me ataron a los barrotes por las manos, un me follaba por el cuelo, otro por el coño, uno me metía la polla en la boca y el otro se pajeaba mirando. Notaba el ardor y el placer por todo mi cuerpo se corrieron dentro y fuera, sobre mi. Grite de placer. Y cuándo se cansaron me dejaron ahí atada y sucia.

ENVIADO POR BLANCA

Relato erótico: Aventura callejera

Hola a todos, mi nombre es Karla.

Mido como 1.70mts y peso como 60kg. Soy blanca, pelo largo y rubio; de 23 años de edad, considero que mi físico es regular, ya que soy delgadita mis senos son pequeños y mis nalgas no son tan grandes, yo diría que mi físico no es que impacte, pero fea tampoco soy.

Esto que les voy a contar me sucedió hace poco, vivo en Maracay del estado Aragua en Venezuela. Ese día como a las 2 pm me fui al centro de Maracay al cajero del Banco Venezuela a sacar plata del cajero, era quincena y las colas de los cajeros no eran nada normal, llego pregunto quién es el último y me dispongo a hacer mi cola.

Observe el panorama, nada fuera de lo normal hasta que veo a un chamo como de unos 20 años de edad, de esos que tienen esa actitud de machito lanzado de barrio; él iba como a 4 personas delante de mí y al principio no me llamaba mucho la atención porque no se lograba ver muy bien, aunque hubo algo que me motivo a seguirlo observando y era su espalda ancha se veía por detrás bien encuerpadito aunque no se le veía mucho glúteo, cabe destacar que era un muchacho trigueño, de 1.68mts, como de unos 70 y algo kgs.

Cuando se volteó un poco más lo detalle muy bien y me dejo sin aliento, era un bebe demasiado lindo (moreno) a pesar de no ser tan alto, tenía una cara espectacular con una barbita así rapada que le daba un toque sexy, cargaba un sweater negro cuello v de esos de algodón que le marcaban su pechito y se le medio lograban ver los pelos del pecho, aparte cargaba un pantalón de los que dan en las empresas al igual que sus botas.

Sus ojos y su actitud me encantaron, estando ahí en la cola empecé a imaginarlo haciéndome sexo oral y yo lamiendo y acariciando su pecho. Ese día me sentía estresada, mi novio se había ido de viaje desde hace ya más de un mes y casi esa misma cantidad de tiempo tenía yo sin tener sexo, y el sexo es algo que me fascina; y ese chamo encendió esa chispa dormida en mí.

Total es que ya cuando el chamo casi llega su turno de llegar al cajero me puse a pensar que se me iba a ir y me puse a idear algo para conocerlo porque a la distancia que estaba de él me era imposible buscarle conversación, no se estaba ideando algún pretexto para no dejar para esa oportunidad de conocerlo y llegar a algo más. Total es que él ya se retiraba del cajero y yo decidí salirme de la cola para seguirlo disimuladamente y ver como hacía para conocerlo, en eso se me ocurre alcanzarlo y preguntarle una dirección cualquiera era solo un pretexto, pues lo hice y el me responde amablemente en eso lo miro fijamente y le digo que se parece a una vieja amistad, en eso comenzamos a hablar más y le pregunte si estaba muy apurado y me dice que no; hablando y hablando empecé a insinuarle cosas le pregunte si estaba comprometido con hijos mujer o novia y me dijo que solo tenía una niña pero que ya se había dejado de su mujer hace ya como 2 años, luego me pregunto igual y le dije que no tenía niños y le mentí le dije que había terminado con mi novio hace como 7 meses él me dijo que era linda que era raro que una chica como yo estuviese tan solo desde hace tanto tiempo y yo le dije igual q me parecía extraño que un hombre tan simpático y lindo estuviera tan solo desde hace 2 años, cosa que el respondió diciendo que si ha tenido relaciones pero nada serias con algunas amigas.

Como ya iban a ser las 4pm se me ocurrió decirle para tomarnos algo en algún sitio unas cervezas ( como era fin de semana el ambiente se prestaba), nos fuimos a un bar que está en el centro de Maracay y comenzamos a tomar y mi excitación se elevó mucho más, y él se relajó más, estábamos hablando de cosas estúpidas como por ejemplo donde vive , de que trabaja, etc., y por dentro tenia era ganas de hacerle de todo y él se notaba igual pero ninguno de los dos nos atrevíamos todavía a dar el primer paso.

Ya íbamos por la 5ta cerveza y le dije para ir al baño, ese día llevaba puesta una falda hasta las rodillas, una chaqueta tipo blazer (que había dejado en la mesa) y una blusa descotada; me baje las pantis y me subí la falda para agacharme a orinar en el sanitario, en lo que termino comencé a masajear mi vagina, mi clítoris de la excitación que tenía, y comencé a medio gemir cosa q me dio miedo no fuese a entrar alguien (pero como ese Bar es uno de los más alejado del centro casi siempre tiene poca gente), me limpié y me levante rápido ya que me había tardado mucho,  en lo que me subo mis pantis estaba toda mojada y es que se me había olvidado que el piso estaba mojado producto de una gotera que tenía la tubería del lavamanos, por lo que tuve que quitármela guardarla y quedarme sin pantis.

En lo que llego a la mesa que estaba algo alejada de la barra y de la poca gente que había él me dice que ya se estaba preocupando por mi tardanza y le dije que el baño estaba todo mojado y se me dificultó un  poco hacer mis necesidades ahí. El sitio no era muy iluminado y la parte donde estábamos sentados menos , me senté nuevamente al lado de él y le dije huy está haciendo algo de calor, el me miro con una risa de picardía y me dijo que tomara la cerveza que estaba bien fría me tome la mitad  de un solo trago, estaba tan relajada que me distraje en un momento viendo el teléfono y el de repente él se agachó a agarrar unas llaves que se le habían caído y yo distraída, tenía las piernas abiertas y el con toda seguridad tuvo que haber visto que no cargaba pantis porque se quedó mucho rato agachado bajo la mesa y que buscando las llaves, cuando me acorde cerré las piernas de inmediato y él se levantó. Seguimos hablando y veo que el alza su brazo hacia su zapato y yo no le pare porque pensé que se los estaba acomodando, pero de repente siento su pie desnudo acariciando mis piernas y yo muerta de la pena le dije: oye no, es que nos pueden ver; y él me dice dale mami acepta que no hay casi nadie.

Yo acepté y de repente me mete el pie en la vagina y me dice huy que rico se siente tu vagina calientita acobijando mi pie, (cabe destacar que sus pies eran muy lindos e higiénicos, y era la primera vez q tenía una experiencia así), luego me dice:

«huy y estas mojadita mami por favor mastúrbate con mi pie un ratico y disimula como si no pasara nada». Yo sudaba de la excitación el también y de repente el saca su pie todo lleno de baba y se acerca a mi dándome un beso súper profundo mientras me mete la mano en la vagina dándome suave y después duro y yo le dije para que se van a dar cuenta estaba nerviosa, luego me suelta nos separamos un poco me dijo q le gusto y que lo puse a mil.

Entonces me dijo, quédate quieta has como si nada, tranquila que el mantel de la mesa me cubre, me voy a agachar a lamerte la cuca y yo nerviosa le dije no estás loco nos van a sacar de aquí pero el hizo lo que quiso se bajó me abrió las piernas y me ha echado una mamamada de cuca demasiado inolvidable, no hallaba como contener los gemidos y mi contracción muscular.

Luego cuando iba por la décima cerveza me empecé a sentir un poco mal, no sé si fueron las cervezas que me cayeron mal y pensé mejor cuadro con este chico para después, y le dije sentada a su lado que me quería ir porque me estaba sintiendo mal y aparte porque eran las 7pm, pero él se acercó y me dijo al oído «no señor, usted no se va a ir lisa oyó, usted va a ser mi putica hoy porque esa cuca suya lo que quiere es guevo y bastante» Me clavó otro beso fuerte y me halo mi mano hacia su pene que estaba bastante erecto se bajó el cierre y me dice ahora te toca a ti puta mete la mano con cuidado y mastúrbame un rato.

La gente que allí estaba pensaría que éramos una pareja de enamorados que simplemente se daban unos cuantos besos jejeje, pero la realidad es que nos estábamos cogiendo muy discretamente. Cuando metí mi mano pude palpar que no era enorme le mediría unos 16 o 17cmts, pero si era bastante grueso y la cabeza era enorme, después que se lo masajeé saque mi mano me la limpie y él me dijo «vamos a cuadrar ahorita mismo mira que ya van a ser las 8pm«, yo le dije: «yo tengo que trabajar mañana a primera hora y el me dice que también el pero que no hay ningún rollo que nos vayamos para un hotel y ahí nos quedamos hasta el día siguiente y como a las 4am nos vamos para que nos dé tiempo de llegar a casa y cambiarnos de ropa.

Estuve de acuerdo, nos fuimos del sito a buscar un hotel y tocamos con la mala suerte que no encontramos ni una habitación disponible todas ocupadas. Eran como las 10pm y caminando pasamos por un parque de esos que están abandonados cerca del terminal de Maracay él me dice «mami no aguanto, el huevo está que me explota vamos a meternos a tirar ahí escondidos en esa casucha abandonada q esta en ese parque abandonado y luego vemos que hacemos». Le dije que sí, aunque temerosa pero excitada y ahí nos besamos nos desvestimos rápido y pude ver ese cuerpo hermoso desnudo tenía el pecho con unos bellitos q d inmediato acaricie y lamí ( tenía el cuerpo definido pero sin exagerar) y ese pene súper erecto y goteando góticas de baba de deseo y bueno mi cuca estaba echa agua pidiendo a gritos ese pedazo de carne dura, total es que me cogió sin compasión me mamo la cuca me hizo acabar como varias veces esa noche, grite como loca pero él me tapaba la boca, luego acabo dentro de mí diciéndome palabras sucias y gimiendo, nos acostamos un rato en unos cartones, luego como a la 1am comenzamos otra ronda esta vez sí me penetro por el culo mientras masajeaba mi vagina con una de sus manos acabándome en toda la rajita de mi culito, luego se lo mamé y nos recostamos nuevamente descansamos otro rato como hasta las 2 y algo.

El chamito era todo una bestia tirando me cargó contra la pared y mientras me besaba me daba unas embestidas que me hacían gemir de tanta excitación, no dejamos forma que no experimentamos cogiendo ese día, a pesar de corta edad tenía mucha experiencia. Ese día ya estábamos tan exprimidos que al acabar ya no salían casi gotas de nuestros cuerpos, cabe resaltar que soy multiorgasmica y mi hombre acabaría unas 4 veces.

Ya agotadísimos iban a ser las 4am nos arreglamos y salimos con cuidado nadie nos viera y derepente vimos a unos callejeros de unos 50 años que se dirigían al mismo sitio de donde ya habíamos salido y nos reímos y dijimos le invadimos su casa. Aquí finaliza mi aventura callejera y ese chamo es el que me sigue dando duro como me gusta hasta el sol de hoy claro ahora nos vemos en hoteles y lo hacemos decentemente.

KARLA

Relato erótico: Recordando…

Desde su encuentro con el pintor,  las necesidades de ella habían cambiado.

Él seguía marcando su teléfono de vez en cuando, aunque ella no respondía, que él la requiriera le hacía sentir bien. Había hablado alguna vez más con él, pero siempre desde una distancia que en nada se parecía al encuentro en el que los pensamientos de ella  no se apartaban un momento de su miembro.   Ella tenía otra cosa en mente… algo sórdido…. pero con alguien diferente. Quizá el pintor no era lo suficientemente complejo para tal historia. O quizá no le gustaba lo suficiente. 

Había pasado un mes de aquello y empezaba a necesitar otra experiencia más fuerte. Por su cabeza pasaban imágenes  cada vez más y más sugerentes; un hotel y el novio de su amiga, el camarero de la esquina, hombres atándola y rasgándole la ropa interior,  sus propios compañeros de trabajo arrodillados en la oficina… Cualquier cosa le resultaba excitante, aunque tenía mil contradicciones, sabía que aquello solo le traería problemas.

Por un momento se paró a pensar… la luz tenue de su mesilla alumbraba la cama de su cuarto. Hacía tiempo que no ponía una lavadora así que solo tenía ropa interior limpia y como hacía calor decidió no ponerse nada más.  Tumbada en la cama se empezó a acariciar, las cortinas ondulaban, sus pechos erguidos ya empezaban a exigirle más atención, deslizó suavemente una de sus manos al interior de las braguitas…

relato erotico mujer imaginandoSe acordó de cuando tenía 17 años, en aquel entonces todavía era muy inocente, le asustaba el mar, y los hombres con deseos ardientes y turbios, le habían contado que eran brutos y sin escrúpulos cuando estaban excitados. Ella ya había tenido sus primeras relaciones sexuales y le había ido bien, con su mejor amigo y novio del colegio.  Pero el mayor cambio vino cuando le conoció a él.


Tenía 36 años, era guapo y tenía un precioso mercedes rojo. Introvertido y muy observador, le conoció en un bar  andrajoso cerca de s casa al que iba ella por las noches después del instituto con sus amigas. Un día después de miradas furtivas la invitó a salir, ella se negó por pudor, pero la segunda vez que él preguntó ella no se pudo resistir.

El día que quedaron él apareció con otro amigo, este era demasiado hablador y también atractivo,  periodista, culto y menos complicado. Y también mayor. Él la había invitado a salir pero parecía ausente, algo le turbaba en su mirada, tan verde y  esquiva aunque de vez en cuando se posaba en el generoso escote que ella había elegido ese día para parecer mayor. También eligió ir sin sujetador,  era verano y se lo podía permitir.

Pasaron la noche entera bebiendo y riendo por los garitos del centro de la ciudad, los tres, ella a veces sentía que les deseaba a los dos, pero en ese momento era demasiado joven como para entenderlo.  Ella se alejaba de las insinuaciones evidentes que le hacía el amigo, para seguir con la mirada al inquietante chico tan mayor que le había invitado a salir. En un descuido del amigo, el se lanzó a su boca deseoso de tener un rato a solas con ella.  Sus manos concienzudas rodearon la cintura de ella que ya bailaba al son que el quisiera esa noche. Se humedeció tanto la ropa interior de ella que sintió vergüenza y se pregunto si pasaría el resto de la noche con él. Cuando cogieron el coche para volver a casa, el chico evasivo de los ojos verdes dejó a su amigo y fue directamente a su casa sin nisiquiera preguntar. Ella presa de la incertidumbre y de las parcas y escuetas palabras de su acompañante se excitaba cada vez más, le tenía miedo y ganas.

Él la invitó a subir, y aunque de nuevo las dudas asomaban en la cabeza de ella una vez más no pudo resistir.

Una vez en el ascensor el le subió la camiseta y la observó con la mirada perdida, los senos la curva de la cintura… La besó mientras la giraba poniéndola cara al espejo del ascensor y quedando él por detrás,  le introdujo sus manos por dentro del pantalón mientras miraba los ojos de ella, que extasiada no sabía donde mirar.  Jugó hábilmente con el clítoris de ella que se dejaba caer en sus brazos  que tenía el pelo despeinado y que se dejaba llevar. Cuando ella alcanzó el climax, avergonzada y tímida se puso de rodillas, abrió los pantalones de él y vorazmente se puso a lamer su miembro con algo de torpeza, que se fue diluyendo mientras la excitación en su pubis volvía a aumentar.

Le lamía el miembro mientras el la miraba sorprendido y extasiado, ella se tocaba, el miembro grande y duro apenas cabia dentro de su inexperta boca… Él le agarraba del pelo que caía entre los pechos desnudos, con firmeza pero sutil, y mientras ella con las rodillas desnudas clavadas en el duro suelo del ascensor, se asía con la boca y los dientes escondidos fuertemente al miembro. Ella movía su propia mano en el interior de su pubis que era fuego y que se derramaba. En una  de las ocasiones se clavó el miembro en la garganta y el semen recorrió toda la boca y ella terminó en un gemido de placer.

Ambos se vistieron y ella calló y él no dijo nada.

Mientras se retorcía en la cama, la luz alumbraba sus manos, una se introducía frenéticamente en su parte baja y la otra rozaba suavemente el clítoris, a cuatro patas, la cama barata que había comprado hacía unos días aguantaba el sexo solitario de ella, que se masturbaba hasta el agotamiento, mientras gotas perladas de sudor inundaban su cara.

 

Cuando terminó exhausta , volvió a pensar en él, hacía muchos años que se conocían, habían pasado demasiadas cosas juntos y separados, ella asintió en sus adentros, él fue quién desató  su locura.

 Enviado por PRADO

 

 

Relato erótico + audio: Pincelada de iniciación al sexo desenfrenado

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Era una noche fría, el vestido que le había prometido, se pegaba a cada tramo de su piel, sabía que si decidía llevar a cabo su plan sería conveniente que él tuviera alta la calefacción.

También le había prometido ir sin ropa interior, todavía su cabeza daba vueltas, ella no entendía porque había aceptado, ni siquiera le conocía, solo le había visto borracho una vez en un bar en Malasaña. Además tampoco era guapo aunque si lo suficientemente atractivo como para que las conversaciones mantenidas por teléfono hubieran ido subiendo de tono.

Necesitaba un cigarro, sabía que tendría que coger una carretera convencional para ir a su estudio asique si seguía hacia allí sin parar le tocaría estar toda la noche sin tabaco. Paró en una de esas tabernas irlandesas que abren en Madrid todos los días, pero le frenó en seco la idea de saber que llevaba un vestido de verano corto, entallado, sin medias y sin ropa interior en pleno invierno.

Pero las ganas, como siempre en su caso, fueron más fuertes y mientras compraba tabaco se dió cuenta de que todas las miradas recaían sobre ella, solo esa idea ya hizo que se le pusieran los pezones duros, así que decidió salir lo antes posible de allí, una mezcla de vergüenza y excitación aseguraban que la noche sería intensa.

Encendió un cigarro y miró el reloj del coche. Era la una menos diez y llegaba tarde. Aunque le daba igual, iba a casa de un desconocido y no tenía que mantener ninguna idea preestablecida, podía hacer lo que quisiera.

Ella quería estar a la altura de las conversaciones mantenidas, había decidido ir a su estudio en un momento de extrema excitación y ahora su determinación se truncaba. Pero la sola mirada a su bajo vientre completamente libre enmarcado por el precioso vestido blanco la convencía, soltó una mano del volante y hurgó en el recoveco de su pubis y lo descubrió completamente mojado.

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Cuando por fin llegó, él la esperaba en la calle, pues necesitaba su ayuda para llegar hasta el estudio. Estaba bastante mejor que como lo recordaba, sabía que era pintor, se lo había contado el único día que se encontraron en el bar de Malasaña y además, ella había indagado por la red y había descubierto que era alguien bastante importante en el mundo de la pintura.  Cuando subieron ella quiso ir al baño, le había parecido incluso guapo, los ojos castaños y felinos que la recibieron, le encantaban y quería arreglarse el vestido para ver como la felinidad de sus ojos cobraba vida.

Una cosa le excitaba sobremanera, según le había visto antes en el portal, él le había preguntado cual era su edad, ella tenía 24 años y su querido y desconocido pintor tenía 42.

cuadro erotico de ERNEST DESCALS mujer y senosCuando se acercó a él, una copa de gin tonic la esperaba (él se lo había prometido por teléfono) y él esperaba recostado en el tatami que se encontraba en medio del estudio. La sonrisa maliciosa y el asentimiento del pintor hicieron que ella se estremeciera y deseara poseerle con toda la furia de la que se sentía presa en ese momento. Ella sabía que él lo deseaba. Pero antes quería conocerle, hablar un poco, excitarse más. Mientras él recorría descaradamente su cuerpo con la mirada bebieron y se contaron cosas mutuamente. Él hablaba de sus pinturas aunque varias veces perdía la noción mirándola y ella intentaba conocerle, y le preguntaba siempre coqueta, con el batido de pestañas que siempre le había funcionado.

La excitación iba en aumento los pezones rasgaban la tela de su vestido y ella aprovechó para arremangárselo un poco. Él se lanzó a su boca y ella le frenó. El pintor puso una cara extraña, entonces ella empezó a jugar con él, su vestido ceñido era todo lo que los separaba y decidió subirlo más, donde empieza la cadera. Así quedó a su lado recostada en el tatami y enseñándole el triángulo blanco e inmaculado, donde todo acaba.

Ella intuyó como el pantalón de lino cedía el paso a un bulto enorme, la sonrisa y los ojos  del pintor se clavaban intensamente en el pubis de ella, libre y semi-descubierto por el vestido. No podía acercar su mano, pues ella había aceptado ir sin ropa interior si él prometía no tocarla hasta que ella dijera.  Pero no pudo resistirlo y acercó temblorosa su mano hasta su pubis pero ella una vez más le frenó.

El pintor la miró ardientemente divertido y ella aprovechó para coger la copa que había dejado al ras de la cama y que la obligaba a ponerse a cuatro patas. El pintor la maldijo con sorna y deseo poseerla frenéticamente asiendo su culo contra su cadera pero recordó la promesa y además no quería bajo ningún concepto que ella se fuera.

Cuando ella regresó a su lado contempló la cara desencajada por la pasión del pintor y el bulto, que ya levemente cubría su fino pantalón, temblando. Él, que ya no podía más, sujetó sus piernas y se las abrió introduciendo su mano bruscamente en el interior de su pubis, lo que hizo que perdiera la cabeza, pues estaba completamente mojado.  El siguió masturbándola mientras ella desbocada gemía. Sus manos recogían su pelvis que ascendía de arriba abajo y que dejaban ver la delgadez de unos muslos bien contorneados.

Imagen de Prado para relatos eroticosElla deseó que en ese momento hubiera más gente en la habitación, viendo como era libre, como su cuerpo rezaba una oración de sexo  y pedía a algún dios eterno que le diera la oportunidad y la valentía de hacer, algún día, un trío o un cuarteto.

Completamente perdida en las manos del pintor y extasiada apartó sus manos de su pubis, introduciéndose sus propios dedos y terminando en un gemido de placer. El pintor que ya cogía su miembro zarandeándolo de arriba a bajo se había quitado el pantalón y bajado los slips. Ella de una zancada se subió en su miembro mientras él, presa ya casi del éxtasis, le bajó por arriba el vestido dejando al descubierto dos bellos y redondos pechos más intensos y grandes de lo que le había parecido percibir a simple vista y comenzó a recorrerlos y a succionarlos fuertemente con la boca. Ella subía y bajaba apretando la vagina contra su miembro, incesantemente. Cuando ya no pudo más, ella gimió tan fuerte, que él lanzando un poderoso gruñido terminó inundando su cuerpo.

Ella quiso agradecerle los éxtasis y se quitó lentamente y lamió el semen que quedaba alrededor del miembro situándola a ella entre sus piernas.

Acto seguido, ella se sintió avergonzada, aunque se sentía más libre que nunca, se odió por tener pareja desde hace años y recurrir a lo más bajo de sus instintos con alguien que ni siquiera le gustaba. Sabía que no querría volver a verle, que quería a su novio por encima de cualquier cosa. Pero también que había disfrutado como nunca y que solo pensar en el pintor o en cualquier otro cabalgando con ella mojaba lo más intimo de su ser.

 

Querría repetirlo otra vez.

Escrito por PRADO