Entradas

Me tiene enganchada y bloqueada, ¿qué puedo hacer?

[pullquote]

 “Sé que me tiene ahí, y me revienta, pero no sé cómo darle la vuelta a la situación”.

“Si se enfada lo pierdo y no quiero perderlo”.

[/pullquote]

Soy Luis Tejedor, psicólogo, sexólogo clínico, escritor y director de este proyecto “Egoland Seducción”. Estos dos últimos años he recibido casi más mujeres que hombres en mis cursos personalizados. Así que voy a hablarte de los principales problemas que me estoy encontrando. La mayoría de casos son mujeres heterosexuales de 25 a 60 años.

A partir de ahora, voy a empezar a mandarte correos con los principales problemas que me encuentro en mis clientes o alumnas mujeres, por si de alguna manera, te ayuda a ti a alguna amiga, puesto que es una de las cosas que más me voy encontrando entre las mujeres que vienen a mi consulta o se conectan por Skype para las sesiones personalizadas.

En este caso, voy a relatar como si fueras “una mujer enganchada a un hombre pero no sé darle la vuelta a la situación”. 

A ver si te suena esto: estás “enganchada” a esta relación que empezó de una forma, y no se sabe muy bien cómo, ha acabado convirtiéndose en algo completamente distinto, una asimetría de atenciones, de apetitos, de ganas de más, planes y propuestas entre ambos. Un cambio de dirección de la relación. Y sobre todo, un cambio de significado respecto a “¿para qué estoy aquí» y «¿para qué está conmigo?»

Antes te proponía planes con ganas y en cambio ahora te llama cuando parece que no tenga nada mejor que hacer. Se reserva sus momentos guays de la semana para otras personas y no para ti. Antes se lo curraba y ahora parece que dé por supuesto que ya lo tiene todo ganado. Además tienes terror a parecerle una pesada o una mujer quejica. ¡Te aterra que te catalogue ahí! Y sobre todo, te aterra verte a ti misma como una mujer que se queja. Tú no eres así.

Ahora mismo… ¿crees que le importa algo pasar tu “examen de calidad” en la relación? Ya no le importa las caras que pongas cuando dice “esto es lo que hay”.

Déjame decirte algo: más de un centenar de mujeres han pasado por mis sesiones intensivas personalizas con distintos matices en las historias pero con la misma sensación de impotencia, desorientación y soledad respecto a comunicar cómo se sienten. Pues, como es obvio, también les avergüenza contar lo que está pasando a sus amistades. Te sientes ridícula contando la cantidad de cabronadas que te hace.

Yo no soy mujer. Soy un hombre con no poca experiencia en relaciones afectivo sexuales. Pero por mi profesión, he cultivado la habilidad de hacer a la persona que tengo delante subjetivizar sus problemas, fomentar sus más íntimas sensaciones y emociones por lo que me siento legitimado a hablarte de vías de solución. No porque por ser mujer te presuponga unas necesidades. en absoluto, sino porque también lo hago exactamente igual con los hombres. Cada persona es un mundo y eres tú la única que tiene una solución para tu historia. Lo que yo te voy a proponer desde mi larga experiencia, es un procedimiento que se adapta a ti, puesto que tú eres la que lo debes personalizar.

Soluciones a una relación asimétrica

Si has leído algo de mi obra sabrás que yo, contando por supuesto con los misterios de lo inconsciente,  parcelo la seducción y la atracción en tres cables independientes pero sinérgicos: el sexual, el emocional y el racional (la utilidad). 

 ¿Cómo eres percibida por esa persona en cada cable? Respecto al emocional: ¿crees que le podrías generar más ilusión, más reto, confianza para que te hable más clarito, o provocación para sacarlo de su rutina contigo?

1º Haz una lista de tus atractivos en cada uno de los cables. 

Pero también sabrás que primero empezamos por seducirte a ti misma para poder tener una visión realista y saludable de tus virtudes y lo mejorable respecto a tus atributos para, con un autoconcepto y autoestima equilibradas, empezar a comunicarlos y a seducir a los demás.

Y una de las cosas que más me encuentro, es cómo muchas mujeres tienen una alta concepción de sí mismas a nivel laboral, social, intelectual, pero en cambio en “esa relación” están bajo mínimos en el cable emocional. Hasta tal punto, que ni siquiera saben dónde encontrarse.

2º Haz una lista de cómo estás siendo percibida y tratada en “esa relación en cada uno de los cables”  

El asunto es más grave cuando sabes que tienes que hacer algo pero el miedo te paraliza. “Es que si le pongo esa línea roja, no volverá”. ¡Lo he escuchado de tantas mujeres!

3º Puntúa del 1 al 10 el miedo que te da moverte de donde estás.

Por otra parte, ¿cuánto hay de verdad en la imagen que tienes de esa persona? ¿Tiene tantos méritos, virtudes y atractivos como para tenerte tan atrapada?

4º Haz una lista con sus atractivos en cada uno de los tres cables.

Sí. El amor es un misterio, la atracción más, pero lo que realmente es un jodido misterio es ¿cómo es posible que una mujer como tú pueda paralizarse tanto, sin tomar perspectiva desde arriba, como una espectadora para poder verte en el “mapa real de la relación con la otra persona y contigo misma”.

Y, querida lectora, la bomba final es como a veces, con mujeres como tú que se han ido sintiendo así, llegamos juntos al consenso de que hay una parte muy íntima y misteriosa de sí mismas, que les hace crear ese enganche.  No hay tanto mérito de la otra persona.

Un enganche que les disocia la autoestima y el autoconcepto. Fuera de la relación tienen una autoestima alta pero dentro, es irrisoria una vez llegado a una determinada fase de la relación.

5º Pregúntate… ¿Puedo responsabilizarme de mi enganche? ¿Ésta es mi forma de vivir las relaciones intensas? 

Una de las cosas más necesarias que hacemos en este punto, cuando es necesario, es entender ciertas tendencias suyas, (tuyas), respecto a las relaciones, si es que no es la primera vez que ocurre. 

¿Desde cuándo y cuantas veces te ha pasado?  

6º Pregúntate ¿Cuántas veces he repetido esta posición en la relación y esta forma de vínculo?

Una vez hemos vislumbrado el origen, eres consciente de ello, vamos a aceptarla como una parte de ti hasta ahora. Concretamente como una tendencia tuya. Sí. Pero una vez aceptada como tendencia, vamos a diseñar una alarma con luces rojas y con sirena cuando te des cuenta que estás adoptando/entrando en tu modo yonqui. Para ello definiremos qué es para ti entrar en el modo yonqui y qué no. Qué síntomas en tu conducta, en tus emociones, pensamientos y nivel de ansiedad es el modo yonqui. No te lo diré yo. Me lo dirás y decidirás tú. Y yo, si es necesario te aportaré puntos de vistas distintos.  Entonces decidirás, qué síntomas activarán la alarma. 

7º Acepta tu tendencia de una forma realista y respetando tus singularidades. Establece unos límites, y prográmate una alarma para avisarte cuando estás repitiendo conductas. 

Después de limpiar las gafas con las que estabas viendo la relación, (ya nunca más con el criterio “me quiere, no me quiere, le quiero, no le quiero, esto está bien o no está bien) o ese tipo de variantes dicotómicas, mediremos esta relación en los tres cables. Suelo ayudar a establecer unos criterios justos y sobre todo realistas en cada cable respecto a cómo quieres sentirte a nivel sexual, qué emociones concretas quieres sentir y qué actividades, aportaciones y planes deseas en tus relaciones.

8º Establece unos parámetros (exclusivamente tuyos y no de ningún estándar universal) de calidad subjetiva al que aspiras en cada uno de los cables. 

Tras esto, te sugiero abordar el perfil de esa persona: su personalidad,  hábitos, sexualidad, necesidades, su comunicación, reacciones a tus reacciones, sus cambios, carencias, sus evasivas y silencios.

9º Establece unos parámetros de calidad subjetiva con “esa persona” en cada cable y compárala con la que aspiras a nivel global.

Es entonces cuando repasamos la historia de la relación desde otra perspectiva. Cómo ha ido evolucionando cada cable por separado para luego hacerlo en su conjunto En ese momento entendemos los cambios en su conducta y la relación en función de algunos principios psicológicos, de tal forma que casi podríamos predecir sus próximos movimientos porque hemos entendido la secuencia de sus emociones y razones como consecuencia de nuestros pasados movimientos (activos o pasivos) Y nos ayuda, por supuesto, a no repetirlos y a prevenir futuras cagadas.

10º Establece unos hitos, momentos  significativos en cada uno de los cables y posteriormente de la relación en conjunto. 

Es probable que en este punto, como tantas mujeres con las que he trabajado, estés confundida, preocupada y asustada. Muy movida y encendida por dentro de una forma confusa. Quizá sintiéndote culpable por haber llegado a esta situación, quizá enfadada contigo misma y con esa persona, con miedo porque probablemente se acerca algo gordo, con resistencias a seguir adelante pero empujada por alguna fuerza interior casi olvidada a seguir hacia delante con lo que estás haciendo conmigo.

Es normal.  Y además, eso es que vamos bien. Sinceramente. Es algo que suele conmoverme en el sentido más cómplice de la palabra. Pues, como tú, yo también he tenido mis batallas interiores.

11º Aprende a convivir con tu confusión y sé tolerante contigo misma. Confía en tu instinto. Y si quieres, sigue confiando en mí.

El siguiente paso será LEGITIMARTE A PROPONER AQUELLO QUE DESEAS. ¿Te has ganado o no el derecho a pedir como mínimo lo que estás dispuesta a dar? 

En esa batalla de quiero creer que me lo merezco, pero no acabo de sentir que me lo merezco es cuando ayudo a encontrar las tendencias que operan casi nunca visibles. Para ello, ella habla y se hace consciente de lo que no ha hablado. Sí. De lo que no hablado nunca. Muchas veces soy yo el que guío por mi intuición pero también por mi experiencia con preguntas que llevan a temas que se repiten de forma muy frecuente, en especial mujeres que acuden con estos síntomas. Y sí. La mayoría de veces vivimos momentos muy conmovedores. Las emociones afloran al encontrar el origen y el porqué. Todas y cada una de ellas lo han calificado como un momento muy importante en sus vidas.  Despegarse notablemente de aquellas cosas que habitan en nuestro inconsciente, que no veíamos cuantísimo nos influyen y que, al hablarlas, les damos un nuevo significado aligerando el peso invisible que estaban teniendo en nuestra vida.  

Y entonces SÍ hay un cambio. Porque quizás has probado técnicas de coaching, tips, consejos o aspirinas universales para todo el mundo, que incluso las menos ridículas sí te han funcionado durante algún tiempo porque las entiendes, pero has vuelto a tus tendencias ocultas. Porque están ahí, operando… 

Nosotros en este punto, sí consensuamos unas pautas para civilizar, domesticar  e incluso a veces casi eliminar, algunas tendencias: Culpabilizarte de lo que te ocurre  pero ahora sabiendo de donde te viene, echarle siempre la culpa a los demás recordando porqué necesitaste en el pasado adoptar esa actitud, imitar inconscientemente conductas quizá… ¿de alguno de tus progenitores? Despegarte o despedirte definitivamente de alguna persona de tu pasado sentimental porque ahora entiendes que tú la hiciste especial o ¿porqué fue tan especial para ti en ese momento de tu vida? 

Es entonces cuando retomando nuestros tres cables acordamos por qué sí puedes proponer aquello que deseas por encima de tus miedos. Porque ofreces algo imperfecto, pero digno y atractivo. Porque te sientes, ahora sí, con la obligación contigo misma de querer vivir tu historia a tu manera, y porque ahora te ves desde otra perspectiva y has trazado nuevas líneas rojas que cumplen una función que tú te crees. No te las ha marcado ningún Experto o Experta en “cómo hay que sentirse en una relación”. 

[pullquote]Porque ofreces algo imperfecto, pero digno y atractivo.[/pullquote]

Y ahora volvemos a “esa relación”. Porque le vas a informar de cuáles son tus nuevos standares de calidad, por qué no quieres menos y que va a pasar si no aprueban tu examen.

12º Encuentra TUS PROPIOS MOTIVOS SUBJETIVOS (no universales o de frases típicas de empoderamiento universales) para PROPONERLE a esa persona que respete tus nuevos límites y tus nuevos parámetros de calidad.

Lo siguiente será prepararte para enfrentarte al inevitable conflicto que se va a dar en cualquiera de las variantes que suelas utilizar con esa persona. En mi casa suelo enseñar y entrenar dialécticamente con “persuasión, negociación, argumentación, “comunicación emocional, herramientas de asertividad, etc.  Ya conoces a esa persona, previendo posturas y contestaciones. Incluso su versión “silenciosa” ante los conflictos.

14º Prepárate emocional y dialécticamente para el conflicto inevitable.

Sugiero entonces cultivar la paciencia, la empatía y la comprensión contigo misma. Contigo misma vas a tener momentos de flaqueza. ¡Obvio! Así que don´t worry. Es lo que toca. La cuestión es que sigas adelante tolerando tus pequeños momentos de debilidad. Durante el camino, sabes donde estoy. Tienes mi teléfono por si necesitas alguna supervisión.

Con esa persona, también. La gente no asimila los cambios a la primera. Sale a relucir el orgullo, las resistencias a perder privilegios, etc.  

15º Acepta tus momentos de debilidad durante el proceso de conflicto y replanteamiento de la relación.

Y ahora viene lo más importante. Es imprescindible que trabajes la congruencia respecto a lo que has dicho y lo que vas a hacer. Has informado de unos nuevos parámetros en cada cable y has dicho que menos de eso… no vas a aceptar. Querida amiga, si flaqueas aquí. Estás perdida. 

Hasta aquí todo bastante políticamente correcto en público. Y digo en público porque en la intimidad de nuestras sesiones, hemos sido lo suficientemente cómplices como para colocar en algunas zonas muy muy íntimas algunas cosas más dark o más black metal respecto a deseos, fantasías y excitaciones que podrían sonar contradictorias respecto a cómo queremos sentirnos en una relación, peeero… hemos entendido que dándole su espacio y su momento en las relaciones íntimas, y sólo ahí, tienen su lugar y es perfectamente coherente con quién eres y como quieres ser tratada.

Podría acabar aquí con el rollito barato (de consejos de bar o coach youtuber) una vez le has dicho que lo que quieres, si no te lo da, le das puerta. 

Y algunas mujeres lo han visto tan claro tras el proceso al que hemos llegado que lo han hecho. Pero otras no. Porque estarías asumiendo una estrategia de otros que no tienen ni la menor idea de la subjetivización que tú haces de tu historia. No existen recetas universales sino solo las que se adaptan a ti, a tu forma de ser y la relación que tienes contigo mismo y con tu pareja.

Tú sabes lo importante que es para ti esta historia, cómo vives tú algunas historias. Y ahora va a venir un youtuber que no te conoce de nada a decirte como vivir tu historia. Es tu historia, es tu forma de vivir la vida, es tu forma de ser protagonista y si quieres complicártela, pues te la complicas porque es tuya… 

La cuestión es que gracias al proceso que hemos seguido, durante estos dos o tres días, has hablado tú, te has dejado hablar en cada uno de los puntos y en cada uno de los síntomas que han aflorado con lo que yo te he ido planteando, como has ido masticando y salivando con tú saliva y no con la de ningún coach del cambio ni del empodoramiento universal, ahora te sientes distinta. Y no tienes ganas de acabar aquí. Esa persona te atrae mucho. Y te apetece, sientes la curiosidad de verte a ti misma reestimulando cada uno de tus cables, o dicho de otro modo. Tienes la curiosidad, o vamos a llamarlo, un poco las ganas de revancha contigo misma y de volver a sentirte atractiva delante de esa persona.

Pues a partir de ahora te ofrezco la segunda parte, si la quieres, de la RESEDUCCIÓN. Y voy a volver a repetir. Si y solo si te lo pide el cuerpo, y no tiene por qué pedírtelo de la reseducción, pero desde cierta distancia de esa yonqui que andaba consumiéndose a sí misma en silencio por algo de atención de la persona que tú sabes. 

Si es así, tengo una buena noticia para ti. Resulta que soy la persona que más experiencia tiene enseñando a seducir en España. Principalmente hombres heterosexuales, y… como te habrás dado cuenta, la seducción es la punta del iceberg. La gente que viene esconde otras debilidades más profundas. Y por mis cursos han pasado todo tipo de hombres hablándome de sus puntos débiles, de sus sensibilidades, de sus traumas y apetitos.

Gracias a mi larga experiencia en esta fase te recomiendo y sugiero que seas: 

  • Más eficiente de lo que fuiste para recuperar la estimulación en él de cada uno de los cables, para que deje de percibirte tal y como te ve ahora. Es muy probable que puedas mejorar mucho la información y cómo se te percibe y como informas de una forma explícita pero también implícita en cada uno de los tres cables.
  • En el cable emocional, por ejemplo, combina la provocación con cualquiera de sus herramientas para aturdirlo, sacudirlo de esa zona de confort en la que está instalado, genera la complicidad en el momento adecuado, por ejemplo con mensajes bilaterales antes del conflicto, muéstrate divertida porque está en tus planes a pesar de que él no se muestre. Que vea que tienes trazado un plan contigo misma.
  • En el cable sexual prueba a ser más creativa en la cama, primero porque seguramente ahora que estás redescubriéndote te lo pases mejor contigo misma, y también para que esa persona  entienda que estás en un punto de inflexión. Comunícalo tal cual. Una actitud expansiva que ahora es más exigente aunque facilitadora y asertiva respecto al cable sexual.
  • En el cable racional, prueba a tener tus propios planes muy sólidos, con él con gente o sola. Y ya que estamos, si te apetece nútrete de inspiración y asómate a algunas actividades o planes que antes no contemplabas. Propónselos.

Te propongo que hagas menos cosas con él pero que cada cosa aumente la intensidad de cada uno de los 3 cables de atracción entre vosotros con precisión, y sé muchísimo más clara en tus mensajes explicando por qué quieres lo que quieres y por qué lo dices.   

Es muy gratificante cómo puedes volver a sentirte atractiva e incluso adictiva  para la persona en la que estás pensando.  Y no por magia, sino por cosas que te habrás quitado de encima, por cómo expresarás con más luz lo positivo que tienes. Por cómo hemos trabajado tus atractivos, exclusivamente tuyos que te ayudarán a seducir en cada uno de los cables según sus debilidades. 

Tu actitud será, de suspendida en su actual examen a examinadora. Sí. Como lo lees.  Y le ayudarás a pasar tu nuevo examen con generosidad pero con exigencia. Porque lo que te recomiendo es que no castigues, sino que facilites su adaptación a las nuevas reglas.

Y lo más alucinante… después de todo eso, te darás cuenta de que YA NO ESTARÁS EN EL MISMO SITIO. Quizá, como muchas otras mujeres… ya no están enganchadas como estaban porque ahora son libres de elegir qué hacer con esa persona. Habrás dejado de ser una yonqui, y tranquila… podrás seguir montándote tus películas y tus dramas tan tuyos,  pero civilizadamente. Que no te devoren.

Y si necesitas, ayuda. Aquí me tienes.

Siempre tuyo, Luis

 

 

El halago del no (I): Más devoción, menos obligación

¿Cómo hacer que en mis relaciones haya más devoción y menos obligación?

Me molesta que Cristina haya dejado de querer quedar conmigo. Me molesta que Eduardo no haya querido colaborar en el proyecto que le he propuesto. Me molesta que mi novio haya querido ir a ver el Ballet con sus amigotes en lugar de venir a ver jugar al Hércules. En definitiva, me molesta no obtener lo que deseo de los demás. Pero hay algo que me molestaría mucho más: que los demás me estuviesen dando lo que deseo, sin desearlo ellos tanto como yo. O peor aun, a disgusto. Por ejemplo:

Cristina ha quedado conmigo, pero creo que lo ha hecho porque si no, sabe que me hubiese enfadado.

Eduardo ha empezado a colaborar con mi proyecto, pero me temo que realmente no cree en él, que lo ha hecho porque es el hermano de mi mujer.

Paloma me ha dado su número, pero lo ha hecho por no herirme y no tiene intención ninguna de llamarme.

No nos gusta.

mejores relaciones sinceras amistadSalvo con las personas que realmente nos deben algo, nos gusta que los demás actúen hacia nosotros con libertad. No por compromiso, ni por no hacernos daño, ni por miedo a nuestras reacciones. Si no estás de acuerdo con esta afirmación, no lo estarás con el resto del artículo. Por favor, no me leas por compromiso.

¿Te gustaría estar dentro de las cabezas de los demás y saber si los demás realmente actúan hacia ti porque quieren? ¿Te gustaría saber si tu novio ha quedado hoy contigo porque le apetecía verte, y no simplemente porque hacía dos semanas que no os veíais y temía que te enfadaras? ¿O si esa chica te está escuchando porque le interesa lo que le dices, y no simplemente por educación?

Pues con un módico pago de 999,97 euros EgolandSeducción te dirá como hacerlo. Ve, corre, paga, y descárgate nuestro lector de mentes.

No amigo. No puedes. Nunca conocerás completamente la motivación del resto de seres humanos. Nunca sabrás si tu mujer tiene sexo contigo porque realmente le apetece y no porque hace un mes que no lo tenéis.

Aun así, ¿te gustaría que tus relaciones tuviesen más devoción, libertad, calidad y honestidad y menos miedo a no herir, a defraudar, a sufrir represalias o a fallar a un compromiso?

Si es así, te espero en la segunda parte del artículo…

 

PD: recuerda que tus comentarios enriquecen este artículo, y que todo comentario o pregunta la responderé aquí o en nuestro canal de Youtube Egolandswers. Y si decides compartirlo, gracias de antemano por hacer algo tan halagador como es difundir mi trabajo.

 

 

¿Te relacionas para obtener, para compartir o para ofrecer?

Querido amigo mandanguero, estimada amiga mandanguera, este artículo va a comenzar con unas preguntas que te animo a responder de manera sincera. Las respuestas son para ti, y antes de entrar en materia en el artículo, quiero pillarte fresc@. Te dejo con ellas:

¿Tiendes a criticar a las personas que tienes cerca, te muestras a la defensiva con ellas, o tienes la voluntad clara de escucharlas y entenderlas? ¿Cultivas la empatía?

¿Das tu punto de vista incluso cuando no eres invitado a ello, porque crees que puedes aportar valor añadido a una conversación, compartiendo y respetando lo que los demás también tienen que aportar?

¿Sientes que tienes una necesidad que cubrir, sea la que sea, y sales por la noche pensando “A ver esta noche que pillo” o hablando con el resto de personas como un simple medio para mejorar tus habilidades… y no para también mejorar su noche?

¿Tienes muy claro que puedes aportar en pareja, en grupo, en tu trabajo y sabes definirlo en palabras y además proyectarlo adecuadamente?

¿Has etiquetado lo que llevas leído de artículo como de “me gusta”, “no me gusta”, “es aburrido”, “me encanta”… o piensas que además te puede despertar equis cuestiones para compartir con otras personas?

 ——

Fíjate que estas preguntas van abordando una cuestión, de diferentes maneras; cómo encaramos las relaciones con las demás personas. De manera sintética, podemos relacionarnos para obtener, para compartir o para ofrecer. Es verdad que no son incompatibles: lo has adivinado, sé que  estabas pensando en que escuchar a ABBA y a Radiohead tampoco es incompatible, me has quitado el ejemplo, pajarit@. Veamos las tres:

relaciones interes o generosidad

Obtener.

Está claro que nos relacionamos con los demás porque somos seres sociales y porque así obtenemos cosas. Compañía, validación social, sexo, apoyo, información, en fin, mil cosas que cubren diferentes necesidades. La cuestión es dónde ponemos el acento. Si sólo me centro en obtener, mi experiencia relacional quedará muy corta, enormemente limitada.

Y además, la verdad es que relacionarse únicamente para sacar cosas es más aburrido que ser un pulpo y estar encerrado en un garaje…

Compartir.

Algunos filósofos y pensadores nos hablan de la naturaleza humana de manera bastante pesimista. Sin embargo la psicología más reciente (¡bingo! me refiero a la Psicología Positiva) nos muestra claramente que el compartir, ser solidarios, generosos etc. es uno de los pilares del bienestar y de la felicidad.

Compartir historias y anécdotas en una conversación, proponer hacer una actividad y proyectos juntos, decir un piropo y sugerir que nos encantaría que nos lo devolvieran… En todos los casos estamos creando algo juntos, la palabra mágica: estamos compartiendo.

Ofrecer.

Sin esperar nada a cambio. Por el simple placer de dar, de mostrar, te regalar, de ofrecer nuestro ejemplo. Y pienso que este es el punto que de manera implícita siempre trabajamos en este proyecto; el pasar del obtener al compartir, y esto complementarlo con el ofrecer.

[pullquote]Atrévete a querer, atrévete a cuidar y a dejarte cuidar… atrévete a ser curios@ y a encontrar lo que hace único a los demás.[/pullquote] No te lo quedes para ti ya que estarás haciendo mejores a las personas que te rodean y a ti mismo. Ahora, te animo a releer las preguntas del inicio y compartir con nosotros tus respuestas… y aquello que te ilusionaría cambiar en las mismas. Sé feliz.

Empezar de nuevo fuera (II)

En el pasado artículo comentamos cuáles pueden ser las emociones positivas y negativas al cambiar de vida y empezar de nuevo fuera. Nos espera la aventura, el descubrimiento, el ampliar miras, el conocer gente atractiva y diferente… también quizás el sentirnos solos, el tener dudas, cierta ansiedad.

Pero vamos al meollo de la cuestión y a por una serie de tips para que este cambio y esta experiencia acaben siendo muy positivos en nuestra vida:

Aplica lo que ya sabes.

En situaciones donde tenemos tantos frentes abiertos podemos sentirnos desbordados por los acontecimientos, parecer que no llegamos. No todo es color de rosa ni todo el monte es orégano. Recuerda aquí que ya te has enfrentado a situaciones complicadas en el pasado y que seguro que en muchos casos acabaste superando todo aquello que te era difícil. ¿Cómo lograste hacer eso? Utilizando los recursos y herramientas que ya poseías, la suerte nos la buscamos y acabamos encontrando nosotros con nuestros propios actos.

¿Qué habilidades pusiste en práctica en el pasado? ¿Eres una persona extrovertida, que suele dar el primer paso? ¡Utilízalo!

Por el contrario eres más bien introvertido, y por tanto más reflexivo y prefieres conectar con quien a ti de verdad te interese? Pues utilízalo también en ese caso. Tienes una serie de fortalezas que has utilizado en tus estudios, en tu trabajo, con tus amigos, en tus aficiones… Esas son tus mejores armas para enfrentarte al nuevo contexto.

Recuerda y utiliza el nombre de las personas.

No hay palabra que suene más dulce en nuestros oídos que nuestro propio nombre, especialmente si viene de personas que conocemos poco. Esta es una herramienta muy sencilla… ¿pero la aplicamos siempre? Aquí, amiga o amigo, no vale lo de “yo es que soy muy malo con los nombres”.

Imagínate si estás en tu nuevo destino, Estocolmo, y en una cafetería dan una lectura poética de poetas rusos del siglo XIX. Te acaban de presentar a una rubia de tomo y lomo llamada Anastasia.

Pues a partir de ahí interioriza ese nombre para recordarlo después. Para ello hay reglas sencillas, si algo te llama la atención de Anastasia recuérdalo y asócialo a ella (¿un pañuelo rojo?, ¿una sonrisa especialmente luminosa?) En ese caso será “Anastasia sonrisa”. O asociarlo a algo que rime, tipo “Antoni el poni”. Luego sorprende a la persona llamándola por su nombre. Si hay mucha gente, céntrate en recordar el de determinadas personas, las que a ti te interesen.

Recuerda la regla de oro: si quieres amigabilidad, empieza ofreciéndola.

Las nuevas personas probablemente ya tengan su círculo montado, por ello quien normalmente dé el primer paso debas ser tú. Dicho esto, aquí entra en juego la flexibilidad y la capacidad de adaptación, que puedes mejorar. Si te has mudado a Lyon para una beca de postgrado y has conocido a Alain, natural de esa ciudad, es muy fácil que Alain ya tenga amigos de toda la vida por ahí. Al menos algunos. Pero hablando hablando descubres que a Alain le gusta mucho patinar y que tú también solías hacerlo. ¡Ya sabes el primer paso que vas a poder dar! Una tarde agenciarte unos patines y proponer salir por ahí. Quizás sea el otro quien dé el primer paso, si es así perfecto, pero no te cortes proponiendo cosas. No es estar necesitado, si no que es fácil de entender que quieres conocer gente nueva y que encima propones cosas divertidas.

Nuestro estado de ánimo fluctúa y esto es lo normal.

Pretender que nuestro estado de ánimo permanezca totalmente estable es un reto que las personas no hemos conseguido, que no creo que consigamos y que además es bonito que así sea. En muchas ocasiones la vida es como una montaña rusa llena de emociones, tanto positivas como negativas y ambas son necesarias.

Si nuestro estado de ánimo es cambiante en situaciones de estabilidad lo será más cuando hemos salido de nuestro ambiente habitual. Esto es algo que podemos tener en cuenta para decirnos a nosotros mismos que es una reacción normal a un contexto, personas y hábitos sociales diferentes.

Comunica o subcomunica tus virtudes y fortalezas.

Nuestros amigos nos quieren por determinados motivos. En ocasiones estos motivos les han llevado días, meses o años de conocer. En contextos nuevos y conociendo a personas nuevas a veces tendremos mucho menos tiempo para mostrar nuestros puntos fuertes o qué tenemos de valioso. Exactamente cuando acaban de presentarnos a ese chico o a esa chica tan atractivos. Pues aquí haremos lo mismo que ya sabemos que tenemos que hacer: sin que tengamos que sobrevendernos, en la conversación seremos sinceros, generosos, abiertos y mostraremos tanto nuestras virtudes como nuestros defectos; nuestros puntos fuertes también. Es más fácil empatizar y abrirse ante quien también lo hace.

Tu nueva ciudad, trabajo, ambiente, amigos etc. no son mejores ni peores, son diferentes.

Algo muy común cuando algo cambia en nuestras vidas es la comparación. Esto sucede cuando cambiamos de pareja, trabajo, ciudad etc. y lo he visto muchas veces en la consulta. “Ella era insuperable”, “Nunca encontraré un trabajo así”, “Como en mi ciudad en ningún sitio”… Todas esas aseveraciones llevan parte de razón… y parte de equivocación. La clave es buscar, pensar y encontrar activamente lo mejor del nuevo lugar y de los nuevos lugares a los que vayamos, y si en un momento determinado no los vemos seguro que poniendo de nuestra parte los acabaremos encontrando.

La web de Egoland Seducción es también tu nuevo mejor amiga.

Si como yo estás por la treintena recordarás el Gran Libro de Petete, donde venía recogido todo el conocimiento molón que un niño de los 80 necesitaba. Bien, pues esta web es tu nuevo libro de Petete. ¿Te puede venir bien el saber más sobre comunicación emocional, gestión del rechazo, sobre como ser extravagante (al hilo de lo que nos cuenta mi amigo Javi Santoro), a ser más persuasivos y carismáticos…? ¡La respuesta es un sí rotundo! Por eso bucea en la web para todo aquello que necesites y contáctanos si quieres saber más en lo que necesites.

 Espero que esta serie de dos artículos te haya gustado. Las nuevas experiencias, las nuevas personas, los nuevos amigos, al final acabarán nutriendo tu experiencia de vida. Quizás en algún momento no lo veas como nos pasa a todos, pero lo encontrarás. ¡Cuéntanos tu experiencia viviendo fuera!

Empezar nueva vida fuera (I)

Empezar de nuevo fuera

Amig@s, tras el artículo Introversión, timidez y fobia socia(leer aquí), el apartado del podcast que grabamos al respecto y el vídeo en mi casa (la cocina ha causado furor, estáis invitados si traéis cosas molonas para picar y café Juan Valdes) han surgido bastantes consultas y comentarios, algunos con denominación común. Es el caso de cuando en el momento actual nos toca ir fuera a buscarnos la vida, a estudiar o trabajar, y llegamos a un lugar nuevo. Es el empezar de nuevo, hacer amigos, adaptarnos, abrirnos, exponernos… Y esto, que puede resultar ser una experiencia realmente emocionante, puede tener su parte dura. Vamos al turrón.

ANTONI en el podcast de Octubre: Timidez, introversión y fobia social

[powerpress url=»https://www.egolandseduccion.com/wp-content/uploads/podcast/secciones/octubre2012/Podcast-Egoland-Seduccion-Octubre2012-Antoni-Introversion-Timidez.mp3″]

VIDEO HD sobre la introversión, la timidez y la fobia social

Como siempre, vamos a apelar a la Psicología Positiva utilizando la óptica de las emociones positivas y de las fortalezas personales. Irse fuera, a otra ciudad o el extranjero, puede estar motivado por la falta de oportunidades, aunque en todo caso es una elección libre y como una oportunidad podemos considerarla. Si lo hacemos es para progresar en nuestra vida, para seguir adelante y en realidad es una aventura que estamos empezando y que en muchos casos será un punto de inflexión. Emigrar y comenzar un nuevo capítulo en nuestra historia imprime carácter y es un proceso que nos llevará a ser personas más completas, nos proporcionará nuevos aprendizajes y que incluso nos dará un montón de historias y anécdotas que contar. No sólo eso, si no que seguro nos hará conocer personas diferentes, que de otra manera no hubiéramos conocido. Por fuerza habremos de convertirnos en personas más flexibles y abiertas de mente.

Aquí vamos a centrarnos en el conocer gente nueva y conseguir nuevos círculos sociales. Helio nos habló de cómo comenzar en este sentido en un nuevo trabajo. Aquí lo extenderemos al ámbito social y de relaciones. Vamos a desmenuzar primero algunas consecuencias negativas que podemos experimentar, en forma de preguntas que quizá nos vengan a la cabeza cuando ya estamos en nuestro nuevo destino:

 

–       Ansiedad. ¿Podré afrontar todo lo nuevo que voy a tener que vivir? ¿Tendré recursos suficientes? ¿Alcanzaré una posición de estabilidad personal como la tenía en mi lugar de origen?

–       Soledad. ¿Con quien salgo el viernes por la noche, si aún conozco a poca gente o a nadie? ¿Qué hago en los momentos de después de trabajar, cuando antes podía llamar a algún amigo para tomar cervezas? ¿Estoy capacitado para resolver bien esos picos de soledad?

–       Dudas. ¿He hecho bien en irme? ¿Cómo será el final de todo esto?

 

Pues bien amig@s, si ya os habéis ido, si quizás estéis pensando en hacerlo, o queréis ayudar a amigos en tal situación, todas estas preguntas tienen respuesta, y vamos a trabajar para que la misma sea la que más nos conviene. La regla de oro: si quieres amigabilidad empieza ofreciéndola.

En un nuevo ámbito eres tú quien quiere integrarse y los otros los que ya tienen círculos montados. Aquí no sirve de nada el hacerse la víctima, el que debe ser proactivo eres tu.

¿Por qué no alargar la comida de trabajo tomando un café en un sitio molón que has descubierto y que quizás tus compañeros no conocen? ¿Te interesa ir a un concierto de jazz y una conocida recuerdas que dijo que le gustaba ese tipo de música? ¡Ya sabes lo que vas a tener que hacer! Empieza por darles una oportunidad a los demás y cada vez irás obteniendo respuestas positivas. Pronto iremos desgranando este tema, esperamos vuestros comentarios y experiencias.