Entradas

La vida postpareja (IV): Recuperación

En los artículos anteriores os hablé de las diferentes fases por las que se pasa tras una ruptura. Me gustaría hacer un resumen de las mismas para poneros en situación y que entendáis lo que os voy a explicar a continuación.

[button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/la-vida-postpareja-i-topicos-y-fases-de-la-ruptura/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]Fases y tópicos que no ayudan[/button] [button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/la-vida-postpareja-ii-negacion-y-culpabilidad/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]Fase de Negación y Culpabilidad[/button] [button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/la-vida-postpareja-iii-resignacion/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]Fase de Resignación[/button]

Resumen de fases de la ruptura

Todas las fases previas a la recuperación tiene una característica común: se refieren a momentos de dolor, momentos de duelo, momentos de sufrimiento. Es decir, que hasta ahora os hablé de todo el aspecto “matador” de una ruptura. En la negación evitamos la realidad, en la culpabilidad nos sentimos destrozamos psicológicamente y en la resignación aceptamos la realidad pero el negativismo aún nos puede.

FASE DE RECUPERACIÓN

Bien, pues para explicaros la recuperación usaré una metáfora que para la ocasión creo que resultará muy adecuada:

Supongamos que en lugar de una ruptura, habláramos de caer dentro de un pozo. Íbamos paseando tan tranquilos por un parque y cuando menos lo esperábamos caímos a un pozo.

En ese momento, al vernos dentro tirados en el suelo pensaríamos que eso no puede ser cierto. Es un shock. A continuación, pensaríamos en todo lo que podríamos haber hecho para no caer ahí y en todo lo que nos llevó a caer. No obstante, llegará un punto en el que aceptemos la realidad y nos demos cuenta de que estamos allí y que nada de lo que hayamos hecho antes puede cambiarlo. Sin embargo, y como si esto fuese una película de MacGuyver, siempre hay una escapatoria con la que no contábamos. Una cuerda colgando desde la parte de arriba del pozo. Una cuerda que hasta ahora habíamos obviado y que de repente parece ser nuestra escapatoria. Podemos seguir sentados para siempre en el pozo o podemos agarrar la cuerda y empezar a escalar un poco cada día. Y esto es precisamente la recuperación. Agarrar esa cuerda y empezar a escalar. Bien es cierto que con ayuda de nuestros amigos, familiares, etc. la escalada por esa cuerda será más fácil, ya que ayudan a tirar de la cuerda hacia arriba. El problema es que ellos no pueden estar continuamente ayudándonos, y por tanto debemos ser nosotros mismos los que nos esforcemos para escalar.

Como en todo avance, o como en todo momento difícil en la vida, siempre existen obstáculos y dificultades que nos harán más difícil el camino. No obstante, la creencia de que la vida son dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás nos puede ayudar a gestionar la caída. Siempre que tengamos claro que 2-1 es 1, podremos seguir adelante. Cada día son dos pasos adelante y uno hacia atrás, pero en global eso es un paso hacia adelante. Así se gestiona la recuperación. Los pensamientos sobre una vida mejor o los pensamientos sobre un nuevo futuro, nos motivan a levantarnos y a estar un poco mejor cada día.

Con esto quiero decir que la recuperación es la fase más larga de todo el proceso de ruptura. Principalmente, porque no se puede rehacer la vida en una semana, ni en un mes, y no se puede sustituir a alguien en dos minutos.  Sin embargo, desde el momento en que entendemos que ese día llegará, cogemos la cuerda y empezamos a escalar.

De todas maneras, esto no significa que nos hayamos olvidado de la persona que motivó nuestro dolor, sino que cada día le vamos dedicando un hueco más pequeño en nuestra cabeza. A medida que escalamos por la cuerda, la visión del lugar en el que caímos se ve cada vez más pequeño y la luz que nos guía a empezar nuestra nueva vida se ve con un poco más de claridad.

Muy bien. Pues llegado este punto, estoy seguro de que te estarás preguntando: ¿cómo hago para ser positivo y escalar por esa cuerda?

Te planteo una serie de ejercicios para avanzar un poco más cada día:

Ejercicio 1

Al igual que te dije en el artículo anterior, piensa en todas esas cosas que te hubiera gustado cambiar de él o de ella. Al mismo tiempo, piensa en todas las cosas que si que te gustaban. Ahora úsalas para que guíen tu nueva búsqueda. Úsalas como el primer objetivo de tu nueva vida. Es sencillo, se trata de volverse más exigente y darse cuenta de que por mucho que tardemos, si tenemos claro lo que queremos, lo conseguiremos. Es decir, define tu persona ideal y ponte manos a la obra.

Ejercicio 2

Establece una serie de objetivos vitales. Puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿dónde quiero vivir?, ¿con quién quiero vivir?, ¿en qué quiero trabajar?, ¿qué le falta a mi vida?, etc. Se trata de que definas con claridad cada uno de los objetivos que te interesen y que ellos sean las razones que te levanten cada día de la cama.

Ejercicio 3

Disfruta, disfruta, disfruta!!!! Diviértete con todo lo que hagas a partir de este momento. Parece mentira, pero el dolor nos regala una sensación de vida que es inigualable. Que no se diga en el futuro que te quedo algo por hacer. Como dice Egoland, “la diversión es el elemento vivificador, el fluido que lubrica la vida…..y el sexo”.

Si hacemos esto, estoy seguro de que la escalada por la cuerda será cada día un poco más sencilla. Y cuando miréis atrás que sea para ver todo el camino que lleváis recorrido y no para pensar en que es mejor dejarse caer.

Sin más, me despido con una frase que resume a la perfección toda esta serie de artículos. Ahora a recuperarse y a ser felices. Es difícil, pero estoy seguro de que lo conseguiréis. Yo confío en vosotros. Let´s Go!!!

“LA VALENTÍA MÁS GRANDE DEL SER HUMANO ES MANTENERSE EN PIE AÚN CUANDO SE ESTÉ CAYENDO POR DENTRO”

 JORGE