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La promiscuidad femenina: Un avance en la sociedad

Y con esto no quiero abrir heridas ni perturbar los férreos cimientos del homo sapiens. Pero sí que hablo de una liberación no de “libertinismo” y de independencia a todos los niveles, económica, mental y por supuesto sexual.

Parece que promiscuidad lleva anexo un matiz peyorativo con el que no estoy de acuerdo, por eso voy a recordad que la promiscuidad es tener varias parejas sexuales sin ningún tipo de ataduras de ninguna índole (ni afectiva ni económica). Pero lejos de parecer esto un artículo redactado por el doctorado de la universidad de psicología de Wisconsin (eso se lo dejo a los psicólogos de verdad) me voy a limitar a defender en un artículo a la mujer que decide por propia voluntad lo que hará con su cuerpo.

liberacion sexual femenina

¿POR QUÉ DA MIEDO LA LIBERTAD SEXUAL EN UNA MUJER?

Son muchos los años y los siglos y las religiones que han pretendido encerrar el cuerpo de una mujer en una caja, pero actualmente y cada vez más vemos a mujeres que caminan independientes y que se suman a los altos puesto ejecutivos, manteniéndose lejos de un núcleo familiar al uso, o incluso ejerciendo ambas posiciones, la de madre y esposa y cargo importante de alguna empresa.

¿Miedo en la libertad sexual de la mujer? En un siglo como es este donde la homosexualidad deja de ser algo dentro de un armario para exhibirse incluso con connotaciones erótico festivas, sería absurdo pensar que puede existir miedo o rechazo hacia esas mujeres que hacen de su capa un sayo y no se pliegan al esquema familiar típico decidiendo así disponer de varias parejas sexuales según sus apetencias y libertades.

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MUJERES CON PERSPECTIVAS, HOMBRES CON OPORTUNIDADES

El hecho de ser una mujer independiente que se permite el disfrute carnal con diferentes tipos de hombres abre un abanico de posibilidades enorme a la hora de sentarse en serio y plantearse encontrar pareja cuando se busca una estabilidad familiar.

Además este tipo de mujeres que no responden a una definición concreta y que viven ajenas a las miradas reprobatorias que les lanzan los novios y/o maridos de sus amigas, suponen un ardid necesario para ese tipo de hombre que no busca ataduras, ya que:

1º Se evitaría el enorme trabajo de hacer como que quiere algo serio cuando eso no es real (y luego vienen los problemas)

2º Encontraría en esta mujer una amistad ya que ambos serían sinceros el uno con el otro

Incluso podría quitarse de la memoria histórica del hombre (y de la mujer), algo que en el inconsciente todavía resuena como un eco prehistórico, la idea de que una mujer es para un hombre  y si no es así esa mujer no es adecuada y cuanto más lejos mejor. Yo daría una definición mucho más realista para los tiempos que corren:

La mujer que decide  no compartir su vida con una única persona, es tan coherente con ella misma y con la propia esencia del ser humano como la mujer que decide casarse y tener hijos.

Sé que el reformateo que ha de producirse en la cabeza de cualquiera con este tema es harto complicado ya que siglos nos avalan la otra idea, la de la mujer sumisa y obediente.

Pero también antes vivíamos en cuevas de piedra y ya no.