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La prometida 1 (ligando con mujer casada por selu)

Andaba bien relajado viendo la televisión y como de costumbre dejo el portátil encendido con mis redes sociales abiertas, era una de esas noches en la que estaba tan cansado que parecía haberme dopado para dormir. De repente suena el sonido que ya tengo metido en el oído de tantas noches de intenso chateo. Eso si, siempre me puede la curiosidad y termino por mirar, era Carmen que me saludaba. Decir que Carmen estaba prometida y en cuestión de meses se casaba, aún así, estuvimos liados hasta semanas antes de su boda. Pero recuerdo que en su momento me mandó un mensaje, que decía lo siguiente…

 

C: Esto es una locura en tres meses me caso, esta mañana estaba probándome el traje y me acorde de ti. Es mejor que no nos veamos más.

 

Amigos, mi amiga se casaba. Yo era un golfo que le gustaba, pero no dejaba de ser un golfo… A veces, simplemente hay que entenderlas y hacerles sentir entendidas, a la cual respondí…

 

Yo: C, como se que tu querrías lo mejor  para mi, yo también deseo lo mejor para ti y sobre todo que la vida te entregue lo mejor de ella. Cuídate mucho, te mando un beso enorme. Muack!

 

Desde aquel mensaje no nos volvimos a ver, ni volví a saber de ella en unas tres semanas posteriores al mensaje anterior. Esa noche me decía por messenger que quería verme para darme algo. En ese momento intuí que era una excusa femenina para quedar conmigo. Decidimos quedar al día siguiente en casa, y así poder hablar mas tranquilos sin que estuviera preocupada, por el quién la verá conmigo.

Ligando con una mujer prometida, sexo mujer casada

Llamaron a la puerta y allí estaba, con ese pelo largo y tan bien cuidado que tanto me gusta de ella, me di cuenta de que portaba en la mano un sobre, por un instante se me pasó por la cabeza lo que podía ser, la verdad que no la veía capaz de hacerlo.   Pero…¡lo hizo!. Carmen  me invitaba a su boda (¡ni de coña accedería!) ….pero en ese momento no hice el feo de no aceptarlo. Y en casos así no puedo evitar acordarme de Egoland y dejar algo de veneno.

Yo: C, accedería encantado a tu boda, y sé que será fabuloso, pero entenderás que no sería un momento muy agradable para mí, y se que no me sentiría muy a gusto….

Todo esto me marcó, porque una vez mas me demostró que la mayoría de las veces las chicas hacen lo opuesto a lo que dicen. Recuerdo, que nada mas entrar a casa levantó los brazos como si yo portara un arma en las manos y dijo….

C: Solo vengo a darte algo y hablar, eh.

 Acto seguido la invité a entrar en casa con un gesto, ignorando lo que había dicho….

 

Yo: claro, claro, pasa, todo bien?… un café?..Ponte cómoda.

 

Vamos a ver, si utilizamos una vez mas el espectador de la película, se veía a la legua lo que estaba pasando. Y si a la vez prestamos atención y subtitulamos lo que está ocurriendo, sacaremos conclusiones.

(APLICANDO EL ESPECTACADOR DE LA PELICULA SUBTITULADA)

1.- Lo primero que hace nada mas entrar a casa es quitarse el cartel de chica fácil y examinándome con una negativa. (escena)

2.- ¿Qué hace una chica a punto de casarse en casa de un chico con el que ya ha tenido rollos anteriores, sentada tan a gusto en su sofá y accediendo a sus besos? (subtítulo)

 

 

Estuvimos hablando un buen rato sobre el tema de su boda y demás, yo por supuesto le dije que no estaba nada de acuerdo y que no me sentía muy cómodo hablando del tema.

C: Al menos dime que te lo pensaras, ¿vale?

 

¿Se trataba de un examen?.. quizá, no lo sé.

 

Pero, lo que sí se, es que después de esto, estuve meditando mucho sobre todo lo ocurrido, y tomé la decisión de dejar nuestros encuentros fugaces. Ya que Carmen y yo nos llevamos muy bien, pero a ella se le veía que empezaba a afectarle, y eso, lo hablamos desde un principio. Ambos nos atraíamos pero no dejaba de ser eso, algo efímero.

Tras expresar que no me sentía cómodo con ese tema, conseguí cambiar el rumbo a la conversación, y pasarlo bien con unas charlas, risas, café y buena música de fondo. Su tono de voz,  movimientos, me daba clara señal de que estaba nerviosa y encantada de estar allí. Y que por supuesto, sentí que ella pedía a gritos que fuera yo quien tomara las riendas de lo que estaba ocurriendo en ése momento. Y así que lo hice. Me acerqué lentamente a su boca y le dije…

Yo: Lo siento, pero ya me costaba ha sido nada mas entrar en casa, olerte y uuuf.

 Acto seguido la besé. ¿Cual fue mi sorpresa?… ella no se negó, y no solo eso,  colaboraba con cada paso que yo  marcaba. Una vez más que razón tenía Egoland cuando me decía…

No hagas caso de lo que dicen, si no, de cómo actúan.

Estaba claro, había venido a casa y como mujer, sintió que debía ponérmelo difícil y de ese modo ver como yo reaccionaba. También ella necesitaba una excusa o pretexto a lo que estaba ocurriendo, para después no sentirse mal consigo misma. Y en este caso fue…

Me acerqué a llevarle la invitación, pero como ambos nos gustamos y nos atraemos, nos dejamos llevar y surgió.

Una vez mas como he dicho antes, cuando estoy con una chica, no me limito a actuar en base a lo que ellas me dicen, si no, más bien a como actúan tras lo que les digo o hago. Las negativas que nos ponen no son siempre malas, a veces son señales de que todo marcha a favor, ya que ellas no se limitan a examinar con actos o comentarios a todos los chicos que van encontrar por su paso, más bien al que le gusta o le llama la atención.

 

Esa misma tarde-noche, fue la última que nos vimos a solas, lo que en principio fue una visita relámpago para entregarme algo, se convirtió en una despedida que ni ella ni yo olvidaremos. Lo demás lo dejo en manos de vuestra imaginación… Eso sí, lo que tengo muy claro, es que me alegro muchiiisimo de que ambos hayamos cuidado y conservado la amistad que tenemos.

 

AHORA OS DEJO CON LA VISIÓN TEÓRICO-PSICOLÓGICA DE TODO ESTO QUE OS HE CONTADO DE MI COMPAÑERA ANA

                                                                                                                                Selu.