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Nuestro cerebro en la época del amor:MANDANGA PRIMAVERAL

Señores, el verano no termina de arrancar, este año el cambio climático hace estragos y la primavera se alarga, estamos en plena polinización y esto según se mire puede ser muy bueno o muy malo, ya que la primavera además de mucha mucha alergia, produce una serie de efectos en nuestro cerebro que más vale tener en cuenta porque provocarán una serie de cambios a nivel físico, mental y social a los que nos veremos obligados a adaptarnos aunque no queramos pero ¿cómo?.

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NUESTRO CEREBRO: ASTENIA PRIMAVERAL

Como sabemos, nuestro órgano estrella (el cerebro) regula los estados de ánimo (júbilo, euforia, ansiedad, depresión, nerviosismo…), el ciclo de sueño-vigilia, la alimentación, la temperatura corporal e incluso el apetito sexual. El aumento de horas de sol influye directamente sobre nuestras hormonas, y otros factores como el cambio meteorológico (supuestamente a mejor), los olores, los colores… nos activa, contribuyen a mejorar nuestra sociabilidad, sobre todo con el sexo opuesto, y es por ello que dicen que la primavera la sangre altera, pero a que se debe?

Piensa en Bambi y recuerda como en primavera los animalillos despiertan de su letargo invernal y están medio atontados y bastante perezosos. Es lo que se denomina la “astenia primaveral”. Al mismo tiempo las hembras se apresuran a construir y adecuar sus respectivos nidos como poseídas por el espíritu de la naturaleza. A los machos les entran muchas ganas de salir a buscar provisiones para el invierno y llenan la despensa hasta arriba. Es época de abundancia de frutos y semillas, así que la hembra puede permitirse comer un poco más y engorda bastante ayudada por sus hormonas. Hembras y machos se acicalan y entran en celo. Es la época del cortejo.

Toda esta actitud está encaminada a la reproducción: parecer más sana, fértil y atractiva, tener reservas de alimentos para el embarazo, tener un lugar donde puedan crecer las crías sanas y bien alimentadas mientras el tiempo acompañe… es la época del amor. Pues bien, para nosotros es exactamente igual. Tenemos todavía mucho de animales, por lo que si te sientes a ratos débil y a rato hiperactiv@, sobre todo sexualmente no te asustes es normal.

Estoy harta de verlo en consulta. Mujeres deprimidas que de repente tienen el impulso repentino de arreglarse y salir a la calle, no sin antes comprar algún mueble o hacer una limpieza a fondo. La misma feria en Andalucía no es más que una enorme exhibición pagana de la primavera, las flores y el cortejo puro y duro. Y cuesta bastante entrar en un traje que simula una flor cuando llevas todo el invierno acumulando provisiones en forma de reservas de grasas a base de cocido.

¿POR QUÉ NOS AFECTA LA PRIMAVERA? LAS HORAS DE SOL

Pero después de esta explicación antropochurrigueresca, veamos científicamente porqué nos comportamos inevitablemente así: Todo depende, como hemos dicho de los cambios de luminosidad: el cambio horario, el incremento de las horas de luz… elevan nuestros niveles de neurotransmisores cerebrales (especialmente serotonina y melatonina), sustancias capaces de inducir un estado de bienestar, por lo que en general nos sentimos más alegres. Esta es una de las razones por las que el carácter de nuestro país, especialmente en el sur donde hay más horas de luz es tan valorado, ya que en otros países donde no tienen tanta suerte son muy frecuentes los trastornos afectivos estacionales en otoño y primavera. De hecho hay países como Canadá, en los que he podido comprobar personalmente que por el simple hecho de ser Español, ya eres considerad@ un-una semidios-a.

Aparte de los amigos neurotransmisores tenemos la revolución hormonal. Nuestras hormonas están de fiesta y la libido se dispara de repente estemos en casa, en misa o en el trabajo. Se produce el destape al que hacía meses que no estábamos habituados y es época de idilios romances e incluso infidelidades. Ello nos obliga en numerosas ocasiones a tener que reprimir nuestros impulsos para poder llevar nuestra vida normal y se sufre un poquito. Hay un conflicto entre el cuerpo y la mente. Toda una guerra que se libra en el interior de nuestro cuerpo ¿no es para volverse loc@?

A mi por lo menos me afecta bastante, hasta que averigüé el cómo y porqué se produce, lo cual me permitió darme cuenta de que yo no era un extraterrestre sino que es un proceso innato, universal e inevitable. Es decir, lo único que podemos hacer al respecto es saber que existe y estar mentalmente preparados para asumirlo hasta que se pase o simplemente trabajar para aprender a utilizarlo en mi beneficio y conseguir disfrutar de ello pasándomelo bien.

ESTUDIO SOBRE LOS CAMBIOS ESTACIONALES

Veamos cómo se produce esta especie de adolescencia estacional bastante molesta: Investigadores del Reino Unido, en 2010, publicaron un estudio en el que identifican dos genes (EYA3 y TAC1) que se activan en primavera, cuando las horas de luz diarias aumentan, e incrementan la concentración de ciertas hormonas que nos ayudan a adaptar a los cambios estacionales. Concretamente evaluaron la función de una molécula denominada tuberalina que, cuando los días comienzan a tener más horas de luz, envía señales a la glándula pituitaria (situada en la base del cerebro), y ésta estimula la secreción de hormonas implicadas en el control de los cambios del organismo, como la prolactina, que influyen en factores como la hibernación, la reproducción, el almacenamiento de grasas, la capacidad para combatir enfermedades, etc.

Osea que gracias a los genes, las hormonas y la amiga prolactina, o más bien por su culpa, las mujeres florecemos y los hombres estáis un pelín más capullines (cariñosamente, claro) y es por ello que todo en primavera es tan hermoso, y sobre todo fácil. Hay más ganas y menos ropa. NO SUFRAS, APROVECHA!!

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DESENFRENO Y EUFORIA VS ASTENIA: Síntomas

Sin embargo, lamentablemente no todo es euforia y desenfreno en primavera, hay personas que notan la llamada astenia primaveral, un cuadro clínico que va ligada a una sensación de fatiga y debilidad generalizadas que aparece con la llegada del buen tiempo. Los síntomas son tono vital bajo, tristeza o aplanamiento emocional, desinterés, desmotivación, desgana, falta de concentración, trastornos del sueño o del apetito… aunque éstos, pueden ser síntomas de trastornos afectivos, o bien trastornos respiratorios o alergias, que en mi caso al menos, me produce una incomodidad tremenda continuada, y por tanto una mala leche impresionante, así que estoy menos receptiva y más borde de lo normal después de meses continuados de mocos, ojos irritados, disnea, ronchas etc. etc. Algo que solo un alérgico puede comprender. Si es tu caso, busca un chico o chica que también tenga alergia y empatiza. Tendréis horas de conversación. Sin embargo si no lo eres y das con alguien que tenga esa mala suerte, intenta ponerte en su lugar y comprender su situación lo mejor posible, ya que una de las cosas que más nos afectan es la incomprensión.

Osea que por un lado estás muy activo pero por otro lado te sientes enfermo, débil, desanimado y desganado. No importa, eso es lo que hace tan especiales las siestas en primavera. Lo importante es tener fuerza de voluntad para salir del sofá e ir a hacer deporte para bajar todos los cocidos del invierno. Es entonces cuando llega la odiada operación bikini. Los gimnasios se llenan y todos nos ponemos a dieta. Esto también contribuye al cabreo generalizado de la población por desequilibrios en la alimentación, ya que las dietas siempre afectan igual en este sentido. El problema es que ya tenemos bastante enfado con la crisis y el no poder aprovechar el buen tiempo para salir a tomar unas tapas, lo cual unido a la dieta produce una inmensa frustración que puede generar un desajuste en el estado de ánimo del individuo.

La solución: hacer una dieta sana y completa, comer cosas ligeras y frescas con pocas calorias y bajas en grasas como las frutas y verduras de temporada que ayuden a nuestro sistema nervioso y faciliten la conexión neuronal, como el plátano, las nueces…

El deporte, sin embargo produce endorfinas que reducen la sensación de dolor y producen un estado de ánimo de alegría y satisfacción. Si además se realiza al aire libre podemos ponernos moren@s y disfrutar de todos los beneficios que el sol nos ofrece que son innumerables como para escribir un artículo aparte, y disfrutar del impacto visual y aromático del estallido floral de plantas y árboles, y los recuerdos que nos traen olores tan característicos como la hierba y la tierra mojadas, el jazmín, la lavanda, la madreselva o la dama de noche…

Los aromas son una de las mejores herramientas para transportarnos en el tiempo y recordar vivencias pasadas, es por ese motivo que el olfato es una pieza clave para terapias de reminiscencia. A todos nos gusta recordar cosas buenas que nos han pasado, así que levanta del sofá, sal a la calle, disfruta del paisaje, habla con la gente, socializa, aprovecha las bodas, los bautizos, las comuniones y relaciónate… te sentirás de mejor humor. Entonces cuando haya alcanzado la cima del bienestar, conoce a alguien interesante y averigua en que parque jugaba de pequeñ@, o dónde tuvo su primer beso y lleval@ allí. Como mínimo será una cita especial.

Así que espabila QUE NO DECAIGA LA MANDANGA PRIMAVERAL!! Y hablando de mandanga primaveral Selu seguro que tiene alguna anécdota que contarnos ¿y tú? ¿Cómo te lo montas para seducir en primavera?

       Ana

www.psicojerez.es.tl