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Hombres y mujeres en la cama. Juguemos a encontrar las diferencias.

El Sexo.

Os encanta que hable de sexo. Lo se. Sobre todo cuando se me va el neurotransmisor y me entran ataques de géminis en crisis bipolar. Por suerte esto es por escrito y al menos puedo coordinar un poco mis salidas de tono.

Yo estaba hablando de algo…

¡Ah, sí! Leches, de sexo. El caso es que ya sabeis que lo mío es la sección más orientada a las mujeres y el petit comité entre amigas, pero por demanda masiva en general  de privados y similares (USAD LOS COMENTARIOS DE LA WEB Y EL CONSULTORIO que para eso os lo hemos regalado y además con una apariencia tan “sesi”), este artículo va enfocado a resolver algunas dudas existenciales que me han planteado algunos de nuestros seguidores. Y como nosotros estamos aquí para ayudaros, hoy le dedico el artículo a nuestros seguidores masculinos.

Bien, a ver, ¿Estáis sentados? ¿No? Pues sentaos. Encenderos el cigarro postcoital los que fuméis y haceros a la idea que esto es lo que os diría la mujer en vuestra cama si tuviera paciencia y ganas (o vosotros los cojones el valor de preguntarlo).

Las mujeres no somos hombres.

¡Dios, Gata, que gran descubrimiento! ¡Para esto tanta parafernalia! Pues no se, si tan claro lo tenéis, ¿Por qué no lo demostráis? Porque aparte de tener pechos, que sí, que nos diferencia de vosotros y además os encantan, tenemos unos botones diferentes que hay que apretar a la hora de excitarnos.  Por ejemplo, a vosotros os pone “el sexo” no me refiero como algo general, sino como algo particular. Una mujer que sea sexualmente abierta, que tome las riendas, cualquier insinuación bruta y llana sexual, os excita. Que os metan la mano en el pantalón, así, sin avisar: Premio gordo. Prueba a meterle la mano a una mujer sin avisar, y sin ponerla mínimamente a tono antes, aunque sea tu pareja, se le va a cortar de lleno el rollo.

Se dice que el cerebro es uno de los órganos sexuales más importantes, pues en la mujer, todavía más. Para que lleguemos plenamente al señor orgasmo, teneis que primero contentar a la mente. Una mujer se recrea más en lo que envuelve al coito, que en el mete-saca que tanto furor causa en los hombres. Así que, ¿Por qué no empezáis por propiciar el ambiente? Preferimos una luz tenue que los focos del plató para tener sexo y los ambientes relajados. No significa que un rapidito no siente bien de vez en cuando (sobre todo con las hormonas de fiesta loca) pero esto es lo que generalmente nos predispone. La hora de la siesta, esos largos momentos de no hacer nada. Que nos hagan sentir únicas, especiales, aunque sea un polvo de una noche, creer que hay una conexión.  Miradas. Sonrisas cómplices. Nos pone cachondas. Mucho.

Por otra parte, ¿Por qué le seguimos llamando a las caricias y a las muestras de afecto preámbulos? Debería pasar a llamarse directamente sexo, porque una de las cosas que empieza a provocar lubricación vaginal directamente son los mimos y los arrumacos. Aunque no sea un a saco, aunque no creáis que eso es erótico, para nosotras, sí, lo es. Besos, caricias, sentir la piel del hombre cerca. Si quisiéramos un pene entrando y saliendo de nuestra vagina de forma aislada compraríamos un consolador de tacto suave.

Y por último por hoy pero no menos importante. ¿Sabíais que las mujeres tenemos más de un tipo de orgasmo? Clitorianos, mixtos, vaginales… ¿Y que estos últimos son los más difíciles de conseguir? ¿Y qué además llega un momento de toma-daca que puede empezar a perderse la lubricación y hacernos daño? Pues ale, ¡Dadle al botoncito del placer! Que además está muy accesible, no como el fantasma del punto G. Que existe, pero tampoco es nada del otro mundo. Por cierto, sobre darle al clítoris con la lengua me ha dicho un pajarito que hay un artículo en la web muy reciente (un pajarito que no toma esteroides y aún puede levantar el vuelo).

Si teneis alguna otra duda aprovechad para pedir por esa boquita e intentaremos solucionároslas en la mayor parte.

¡Ánimo! Que ya llega el fin de semana. Sed malos.

Y no olvideis darle al me gusta o compartir el artículo a ver si entre todos arreglamos este lío y empezamos a pasarnoslo bomba en la cama…

La gata negra