La pornografía cómo ejemplo de adaptación (II)
Antes de entrar en el análisis psicoeconómico de la su relación con la crisis y sin tener en cuenta perspectivas morales o éticas las anteriores funciones no tendrían ninguna connotación negativa, pero el uso del porno también puede llegar a ser patológico.
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Christophe Edwards, psicoterapeuta británico ha trabajado sobre las carencias que puede llegar a suplantar la pornografía y trata la relación de las personas con la misma cómo un terreno sensible a causar problemas de socialización. En el famoso documental de la BBC “Adictos a la masturbación” habla de cómo la pornografía puede convertirse en una vía de escape para las personas que se sienten juzgadas, presionadas en su día a día o simplemente no han sido valoradas por su entorno. Así que la herramienta que utiliza el porno para aliviar la ansiedad que les crea su vida real.
Internet es una herramienta multiusos y la pornografía un producto más con el que comerciar, deberíamos preguntarnos quiénes son los usuarios de la herramienta y por lo tanto potenciales consumidores de los productos que en ella se comercializan.
Desde el punto de vista de la psicología económica, la necesidad que cubriría sería el disfrute del sexo para la población adulta soltera en unas dimensiones que se desconocían y que podían sustituir a la imaginación. Pero no sólo esa sería su función pues está demostrado que las personas emparejadas también son consumidoras de pornografía en internet. La función del porno es también la de acercar el exotismo de otras razas, situaciones sexuales que no vamos a vivir, que no nos atrevemos a provocar en nuestra vida de pareja, investigar qué tipo de comportamiento sexual tienen otras personas que no soy yo o simplemente fantasear.
Ahora bien, sabiendo que el contexto económico influye en la conducta del hombre y por supuesto el hombre influye en la situación económica, ¿Cuál ha sido la relación existente entre la industria del sexo en internet y la crisis económica? ¿Ha cambiado el comportamiento de los usuarios? ¿Hacia dónde?
En primer lugar, hablaremos de un servicio que tiende a la baja para después analizar la oferta que no solo ha sobrevivido sino que ha aumentado su consumo.
El negocio de las páginas de pago fue uno de los mayores de USA durante la primera década del nuevo siglo. Pero la crisis ha afectado y mucho al negocio del porno por internet, según los estudios del economista Carlos Blanco, los ingresos de las páginas a las que tenías que suscribirte previo pago han caído hasta un 95%. Sólo las páginas con un público eminentemente fiel al producto o a la persona aún sobreviven, como es el caso del famoso por extravagante (un saludo Javi) Torbe y su página web.
¿Y los actores y actrices profesionales? Ante la piratería, los sueldos a la baja y los empleos escasos, los protagonistas de las películas para adultos han tenido que buscar nuevas opciones para obtener ingresos, como los shows vía ‘webcam’, que son tipos de contenidos que no pueden ser pirateados, ya que son en vivo e interactivo. Algunos cómo Max han sido fichados por Egoland 2.0. Ah ¿Qué no es actor porno? Perdón. Siempre pensé que sí.
