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Lo imposible: Resiliencia y motivación para sobrevivir

Algunas películas nos permiten disponer de ejemplos inmejorables de ciertas variables psicológicas, en el caso de “Lo imposible”,  el film nos proporciona un material buenísimo para hablar de la capacidad que tenemos los seres humanos para sobreponernos, incluso en las circunstancias más difíciles, extremas incluso.

Es verdad que esto en los animales y plantas también existe, los seres vivos estamos programados para sobrevivir. En realidad, aunque pensamos que por disponer de la inteligencia estamos en  un escalón superior y ello haya hecho que en épocas pasadas nos hayamos flipado como especie (el hombre como centro del universo), la realidad es otra: el cerebro no está programado para responder a las grandes preguntas si no para procurarnos la supervivencia: qué como, qué bebo, cómo me caliento, cómo tengo sexo… o lo que en nuestra época nos proporciona todo eso, dinero, trabajo, recursos, contactos. Es decir, cómo me las consigo apañar.

 

Por eso este no será un artículo de crítica cinematográfica si no desde el punto de vista de la Psicología Heterosocial. Eso sí, en mi opinión se trata de una buena película que como punto más fuerte tendría el que consigue lo que desde el principio te deja claro: te quiere meter en la historia lo máximo posible (lo consigue) y como punto débil el que quizás abuse de la parte lacrimógena. A quien sea de lágrima fácil que lleve pañuelos (o aún mejor, un hombro cariñoso donde cobijarse). No quiero desvelar tramas o finales, de entrada sólo comentaré que la historia trata de una familia occidental de padre, madre y tres hijos que en 2004 viajan a Thailandia, pillándoles el tsunami. Por un lado quedan la madre y el hijo mayor (quienes de verdad sostienen la historia) y por otro el padre y los dos hijos pequeños. Varios puntos me parecen claves:

RESILIENCIA O CAPACIDAD PARA SOBREPONERSE

En realidad creo que esta es una película sobre la resiliencia. La peli nos ofrece múltiples ejemplos de dolor físico y de dolor emocional. En el primero tendríamos las propias heridas provocadas por el desastre y en el segundo el quizás más terrible de no saber si los seres queridos están vivos o muertos, solos o acompañados, quizás agonizantes o atrapados. ¿Cómo se consigue superar? En la historia los protagonistas lo consiguen por los destellos de esperanza, por los pequeños momentos de tranquilidad o descanso. Todo ello combinado con la desolación de un lugar arrasado y de muchas personas alrededor heridas, muertas o en shock.

SOLIDARIDAD

En las grandes tragedias se extreman tanto los comportamientos miserables como los de ayuda al otro, aquí nos centraremos en lo segundo. Aparte de las historias que todos conocemos, en la Alemania nazi hubieron familias que escondieron a personas desconocidas que eran perseguidas, poniendo su propia vida en juego. En Lo imposible queda plasmada la solidaridad de varios de los personajes, ayudando aunque nada les obligue a ello. En una de las primeras escenas, cuando la madre y el hijo mayor por fin se ponen a salvo, ella, malherida, oye el llanto de un niño. El primer impulso de su hijo es el obligar a ambos a quedarse a salvo, a lo que ella se niega. Este hecho tendrá consecuencias posteriores positivas.

BÚSQUEDA DE SENTIDO

Aunque no se explicita, es decir, no se hace hincapié en ello, está presente el hilo de dotar de sentido a todo lo que le está pasando a los protagonistas, en este caso el reunir de nuevo a la familia, el de superar los obstáculos con la lejana esperanza de encontrar al resto. Recuerda al más que recomendable libro “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl, donde además se cita a menudo la frase de Nietzsche “Quien tenga un porqué para vivir podrá superar casi cualquier cómo”.

 

En definitiva, vale la pena verla y pensar en lo que nos cuenta, el debate posterior está asegurado. ¿Lo extendemos aquí abajo? No es una crítica de cine, si no de los mensajes…

¿Qué os ha parecido la historia que nos cuenta? Mientras, recibe un positivo abrazo.

El espectador de la pelicula subtitulada (II): La exnovia

Estoy en una terraza de verano.Saboreo un té al limón helado escribiendo para mi revista. Unas ocho personas comparten mi escenario. Mi objetivo era bajarme escribir sobre los celos y voy utilizar mi presente para acabar haciéndolo sobre el espectador de la pelÌcula subtitulada de nuevo.

Hace veinte minutos, al pedir la consumición ha pasado por la acera. Teresa. Y digo Teresa porque es un nombre propio completamente distinto al nombre real. Teresa, es una exnovia de feliz vida emparejada, que desde hace dos años ignora mi existencia de una forma, creo, que demasiado exagerada. Nunca he entendido esa necesidad que tienen algunas de romper cualquier vínculo con exparejas, e incluso de reescribir la historia para no tener ninguna justificación que permita charlar algún día, llamarse para preguntarse cómo va todo, o incluso recordar viejos tiempos en la cama si no hay nuevas parejas de por medio.

Para un profesional de la psicología como yo, acostumbrado a analizar conductas, el espectador de la película subtitulada es la VÍA para poder sacar conclusiones.

¿Qué pinta una persona que me ha dicho sucesivas veces que me ama ignorando mi existencia hasta niveles ridÌculos?

-Hola Teresa.

-Vaya. ¡Qué sorpresa! Luis. ¿Qué tal?

Estaba algo más delgada que la última vez que la vi. Nerviosa y sonriente. El encuentro parecía haberle roto los planes fueran los que fueran.La he invitado a sentarse conmigo. Primero tenía mucha prisa, luego la estaban esperando hasta que finalmente y por mi insistencia ha accedido compartir mi mesa.

-¿Qué es de tu vida?

-Bla bla bla bal…. Estoy viviendo con mi novio… bla bla bla…

-Estupendo Teresa. Yo estoy soltero.. bla bla bla bla… mi trabajo bla bla bla…

La conversación giraba en torno a nuestras vidas desde una exposición objetiva radical de hechos y acontecimientos. Y por eso, tras unos minutos después he querido romper la dinámica llevándola al abismo de las emociones vinculantes. ¡Era Teresa! La misma chica con la que he planificado épocas, coqueteado con diseños de casas y saboreado sus recovecos.

-Teresa. Te mandé dos emails y dos sms. Y no me contestaste a nada.

-Sí. Es que no pude. Estaba liada y tal y bla bla bla bla

-¿Sigues pensando en mi?

-¿Yo?  Pero qué dices, Luis? Soy muy feliz. Oscar me da todo lo que necesito.. bla bla bla…

No pude evitar utilizar el espectador de la película subtitulada: Si tenía todo lo que necesitaba, ¿por qué huía de mí? ¿Por qué no era capaz de contestar mis mensajes como alguien que se alegra de las buenas noticias de una persona de la que sabes sus inquietudes?

 

¿Por qué si el texto dice LO TENGO TODO, la escena dice HUYO DE VERTE?

Una vez más, el texto y la escena no eran congruentes. Ella intentaba rehacer su vida con el lastre de un reproche por nuestra ruptura. En el pasado yo no accedí dar un paso más vinculante, y ella no estuvo dispuesta a asumir que nuestro nivel de implicación en la pareja era asimétrico.

-¿Me tienes miedo, Teresa? ¿Me echas de menos?

-Luis. ¿cómo puedes decir esa memez? Tengo a un hombre que me hace feliz, que me demuestra† diariamente que soy la mujer de su vida. No tengo tiempo ni para echarte de menos ni para tenerte miedo.

-Me alegro de verdad por ti. Pero, ¿sabes? que no contestes un mensaje tan cordial o poco amenazante para tu relación como ¿Cómo estás?», parece que me percibas como una amenaza o que pretendas castigarme.

-Eso es una tontería.

-Yo solo quiero saber si quieres recibir mis mensajes de cuando en cuando o prefieres que me olvide de que existes.

-Luis. No quiero recibir tus mensajes. Aunque sean cordiales.

– Entiendo.

El espectador de la pelÌcula subtitulada me lo decÌa claramente. Su expresión, esta vez, mucho á·s sincera, relajada y transparente transmitía su verdadero mensaje: No te he olvidado» «Necesito más tiempo para poder ser tu amiga porque mi relación no ha conseguido fulminar mis reproches hacia ti.»Antes de levantarse, me ha mirado con los ojos humedecidos, apretado la mano y me ha dicho «cuídate«.He soltado sus dedos aceptando los designios del destino y la he visto marcharse sin poder evitar un suspiro en mi pecho.

Teresa…

Herramienta de seducción: El espectador de la pelicula subtitulada

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Hoy vamos a explicar una herramienta para entender todo este asunto de las interacciones amorosas.

El espectador de la película subtitulada». Contemplar lo que está pasando entre ella y tú como si fuera una película.

 

GÉNESIS DEL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA

Cuando yo aterricé en el mundo de la seducción, año 2007, ante cualquier frase de ella había que contestar otra que no te hiciera perder VALOR (o sea no te hiciera perder parámetros de macho alfa).

Todo era una batalla de frases para acabar no pareciendo un tipo sin éxito sexual. (frusco).

Me di cuenta, entonces, en mi intención de naturalizar el juego que se proponía y para ayudar a mis alumnos a interiorizar lo que yo hacía, que hacía falta una herramienta que realmente les permitiera dejar de actuarde verdad como los hombres de los que evitaban parecerse.  El enfoque era atacar el marco de una mujer demostrando estar a la defensiva.

¿Quién está pendiente de no perder? El que sabe que puede perder. Y de eso iba el juego. Yo no entendía que se propusiera una forma de ligar que consistiera en NO PERDER hasta que ella pierda. Con la seducción tenemos que salir ganando los dos

 

HERRAMIENTA DE SEDUCCIÓN: LA PELÍCULA SUBTITULADA, UN NUEVO ENFOQUE

 

Así que había que hacer algo que por aquel entonces se integró en el sistema en la empresa en la que trabajaba (seducción científica):

Quise aportar algo que modificaba radicalmente lo propuesto:

 

Ser espectador de la interacción, interpretarlo de una forma neutra para luego NARRARLO.

 

Eso cambiaba radicalmente el juego. Ya no había que hacerla perder o evitar perder algo. (Valor). Ahora solo había que observar literalmente qué estaban haciendo la chica y el chico (yo) para poder dirigir la interacción desde una perspectiva de ganador con alta expectativa de cómo debía acabar la relación.

Es una satisfacción personal comprobar como la literatura de la seducción, solo hay que comprobarlo leyendo lo que se ha escrito, desde aquella primera piedra junto a otras, se ha orientado y sigue orientando hacia la perspectiva de: La observación, la dirección y la comunicación explícita de nuestra evaluación en la interacción.

Así que antes de explicar otras herramientas entendamos EL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA.

 

EJEMPLO DE LA HERRAMIENTA DE SEDUCCIÓN

Estamos en nuestro coche. Son las tres de la mañana y la hemos conocido hace tres horas.

Nos ha demostrado infinidad de señales de cortejo, tales como tocarse el pelo, hablarnos de sus hazañas profesionales y, entre sus historias, en ningún caso aparece su novio.

Al preguntarle si le gustamos nos dice que no. Que ella tiene novio y que no somos su tipo de hombre.

¿Qué podemos hacer?

 

1- Decirle una frase que quede de macho alfa intentando parecer que ella no nos interesa… (Muy típico en el mundo de los estudiantes de la seducción)

2- Utilizar EL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA

 

El texto de la pelÌcula es

 

Él: ¿Te gusto?

Ella: No. No eres mi tipo.

 

Pero ahora eliminemos el texto subtitulado de la escena y observemos la acción: Una chica tocándose el pelo, metida en un coche de un chico a las tres de la mañana de un sábado. ¿No tiene otra cosa que hacer? ¿No podría estar en el coche de un hombre que sí fuera de su agrado?


Y es aquí, amigos, donde debemos evaluar la acción y no el texto. Guiarnos por el espectador de la película subtitulada:

Y entender que no hay que hacer el menor caso de lo que nos dice sino de lo que hace.

Deberíamos, o bien, cualificarla mejor, o bien lanzarnos a su boca.

Como estamos hablando del directo examinador, vamos a preveer un posible rechazo y deberemos tener preparada una herramienta para gestionar el rechazo.

 

En el próximo post se ejemplifica con una historia real la aplicación de EL ESPECTADOR DE LA PELíCULA SUBTITULADA.