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Definiendo la seducción del Siglo XXI: Poder o seducción

¿Poder o seducción?

En los dos artículos sobre “El Halago del no”  planteábamos un método para aumentar las probabilidades de que nuestras relaciones tengan mayores dosis de libertad y devoción, y menores de obligación y compromiso. Si quieres entender de un modo más global lo que a continuación expondré, te conviene leerlas, sino, quizá algún día saquen la película.

Al final de dicho artículo nos encontrábamos ante un dilema:

¿Cómo modifico una actitud en Paula cuando respetar a Paula significa que no debo pedirle que cambie?

¿Cómo hago que Jaime sea más detallista sin ser yo quien le pida que lo sea?

Para abordar este dilema trataremos un concepto que la sociología y la ciencia política han estudiado a fondo: el poder. La definición sociológica clásica es la de Max Weber:

Poder es la probabilidad de que un actor dentro de una relación social esté en condiciones de hacer prevalecer su voluntad incluso contra su resistencia, al margen de la base sobre la que descansa dicha probabilidad.

Esquemáticamente, el poder es la capacidad de que A logre que B haga C (suponiendo que C es lo deseado por A), tanto si a B le place como si no.

Desde este punto de vista, hay algo que el poder no puede lograr: que a B le plazca lo que A desea.

Seducción o poder

Como veíamos en “El Halago del no (I): más devoción, menos obligación”, no nos gusta que nuestros amigos nos llamen solamente porque si no lo hacen nosotros nos enfadaremos, no nos gusta que nuestra pareja tenga sexo con nosotros simplemente porque hace tiempo que no lo tenemos, no nos gusta que nuestro hijo nos escuche solamente porque en caso contrario le castigaremos… lo que preferimos es que los demás actúen hacia nosotros desde la libertad.

Queremos que el cambio o la actitud “nazca de ellos”, decimos en ocasiones. Y esto, es algo que el poder no puede lograr. Esto, es algo mucho más complejo.

Y es aquí donde entra la seducción, tal y como yo la entiendo. La seducción que parte de la siguiente creencia:

Ante el estímulo adecuado todos estamos dispuestos a cambiar. La tarea infinita y emocionante del buen seductor es encontrar ese estímulo.

Cuando estudié en Madrid recuerdo que varios profesores me provocaban ganas de salir disparado hacia la biblioteca para leer determinados temas sobre los que habían hablado. Me producían admiración, curiosidad, me hacían intuir que estudiar más podía ser apasionante. Conscientes o no, ellos modificaban mi actitud: me convertían en mejor estudiante. Pero yo estaba encantado con que modificasen mi actitud, ya que yo era el primer interesado en ello. Esos profesores eran seductores.

EL OBJETIVO DEL SEDUCTOR RESPONSABLE

Seductor responsableEl seductor responsable, tal y como yo lo entiendo, procura algo muy ambicioso: lograr cambios en los demás, procurando que los demás sean los primeros interesados en realizar esos cambios. Esta perspectiva está muy alejada de la connotación negativa que en ocasiones se da a la seducción, entendiéndola como manipulación, como modificación de actitudes desde el poder.

Además, en cuanto a la seducción hombre – mujer, considero que es la perspectiva de seducción que afortunadamente nos depara la sociedad actual. Porque por primera vez en la historia humana, la mujer puede ser más poderosa que el hombre, puede tener más independencia económica que él y alcanzar reconocimiento propio sin estar atada a la figura masculina. Incluso, atención, puede reproducirse sin relación con un hombre. Esto implica modificaciones en la distribución social del trabajo, la conducta reproductiva y la libre elección de los vínculos sociales. Por primera vez en la historia, la mujer puede elegir desde la libertad, no desde la necesidad. El hombre a su vez se encuentra en la misma condición de exigencia.

Si algo bueno tiene el cariz individual de la sociedad actual, es que lo social requiere más que nunca de seducción, porque en este contexto, el poder ni resulta tan útil, ni es deseable que sea el motor principal de nuestras relaciones. Con todo, parece ser que en líneas generales andamos un poco torpes en seducción, y no me parece casualidad que sea en estos años cuando ha surgido la demanda social de aprender a seducir (y la oferta, henos aquí).  Como en todo lo valioso, se trata de un campo donde hay mucho más por descubrir que descubierto. Un campo en el que nunca dejamos de aprender, y que interesa independientemente de sexos y edades.

Esta perspectiva de la seducción “responsable” requiere reflexión, paciencia, y por supuesto formación. Pero en todo caso, considero que está interesada en lograr objetivos buscando el equilibrio entre dos fuerzas:

1. Cuidar y proteger de la libertad del otro.

2. Cuidar y proteger mi libertad.

 

Resulta sorprendente con qué frecuencia descubrimos que el equilibrio es virtud, ¿verdad? Pues bien, en el siguiente artículo procuraremos ver algunos ejemplos que ilustren este enfoque.

Aprovecho para confesar que empecé a colaborar felizmente con Egoland por sentir que, teniendo cada colaborador propia personalidad, existe una sintonía común con la proyección que he mencionado.

PD: recuerda que tus comentarios enriquecen este artículo, y que todo comentario o pregunta la responderé aquí o en nuestro canal de Youtube Egolandswers. Y si decides compartirlo, gracias de antemano por hacer algo tan halagador como es difundir mi trabajo.

 

El halago del no (I): Más devoción, menos obligación

¿Cómo hacer que en mis relaciones haya más devoción y menos obligación?

Me molesta que Cristina haya dejado de querer quedar conmigo. Me molesta que Eduardo no haya querido colaborar en el proyecto que le he propuesto. Me molesta que mi novio haya querido ir a ver el Ballet con sus amigotes en lugar de venir a ver jugar al Hércules. En definitiva, me molesta no obtener lo que deseo de los demás. Pero hay algo que me molestaría mucho más: que los demás me estuviesen dando lo que deseo, sin desearlo ellos tanto como yo. O peor aun, a disgusto. Por ejemplo:

Cristina ha quedado conmigo, pero creo que lo ha hecho porque si no, sabe que me hubiese enfadado.

Eduardo ha empezado a colaborar con mi proyecto, pero me temo que realmente no cree en él, que lo ha hecho porque es el hermano de mi mujer.

Paloma me ha dado su número, pero lo ha hecho por no herirme y no tiene intención ninguna de llamarme.

No nos gusta.

mejores relaciones sinceras amistadSalvo con las personas que realmente nos deben algo, nos gusta que los demás actúen hacia nosotros con libertad. No por compromiso, ni por no hacernos daño, ni por miedo a nuestras reacciones. Si no estás de acuerdo con esta afirmación, no lo estarás con el resto del artículo. Por favor, no me leas por compromiso.

¿Te gustaría estar dentro de las cabezas de los demás y saber si los demás realmente actúan hacia ti porque quieren? ¿Te gustaría saber si tu novio ha quedado hoy contigo porque le apetecía verte, y no simplemente porque hacía dos semanas que no os veíais y temía que te enfadaras? ¿O si esa chica te está escuchando porque le interesa lo que le dices, y no simplemente por educación?

Pues con un módico pago de 999,97 euros EgolandSeducción te dirá como hacerlo. Ve, corre, paga, y descárgate nuestro lector de mentes.

No amigo. No puedes. Nunca conocerás completamente la motivación del resto de seres humanos. Nunca sabrás si tu mujer tiene sexo contigo porque realmente le apetece y no porque hace un mes que no lo tenéis.

Aun así, ¿te gustaría que tus relaciones tuviesen más devoción, libertad, calidad y honestidad y menos miedo a no herir, a defraudar, a sufrir represalias o a fallar a un compromiso?

Si es así, te espero en la segunda parte del artículo…

 

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Ser más libre: Consigue la vida que quieres en 21 dias

Si la libertad significa algo, es el derecho de decir a los demás lo que no quieren oír.
– George Orwell 

[toc wrapping=left] ¡Hola damas y caballeros!

¿Como estáis después de tanto, tanto tiempo? Yo genial. Con este artículo vuelvo a mi linea y nos damos caña de nuevo, vamos a ver. Hoy vamos a aprender a conseguir la vida que queramos, a aprender a incorporar nuevos hábitos y a aprender a ser más libre.

Muchos de los chicos con los que colaboro para su desarrollo se ven algo imposibilitados a la hora de expresar lo que sienten y piensan (ser ellos mismos) de un día para otro, ¿por qué? Pues considero que sucede por, entre otras cosas, tres grandes factores.

#1 Por el aprendizaje asociativo: Si hemos asociado (en base a nuestra experiencia o influencias externas) que expresar lo que sentimos puede conllevar una respuesta negativa, entonces decidiremos no hacerlo, para evitar el dolor.

#2 Por la habituación y la sensibilización: Si nos hemos habituado a contener nuestras emociones a la hora de expresarnos será mucho más fácil mantener esa habituación que romperla. (Ej. La primera vez que vemos a una mujer impresionante y no le decimos nada nos torturamos por no hacerlo, si la vemos cada día en el trabajo y nunca le hemos dicho nada en los últimos años, no decirle nada un día más no va a pesarnos tanto, sin embargo decirle algo va a resultar mucho más complicado).

#3 Por el entorno: Podéis leer más en el artículo de Javi sobre el hecho social

También te puede interesar:

Estas dos formas de aprendizaje nos limitan y encadenan, imposibilitando la acción real que decidamos cometer.

– Persona del público: Entonces Yago, ¿cómo demonios podemos expresar lo que sentimos?

– Yago: Siendo libres

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¿Que diablos es ser libre?

Libre:
1. Que no está sujeto ni sometido:
2.Que carece de obstáculos, impedimentos, etc.

Estas son algunas de las definiciones que nos da la R.A.E., pero bueno, la R.A.E. generalmente no nos va ayudar a ligar.

Hay unas cuantas definiciones más, pero está claro que tiene algo que ver con sentirnos exentos de limitaciones, limitaciones que en la seducción, y en la vida, nos impiden actuar de una manera deseada.

¿Cuantas veces os ha pasado lo siguiente?;

  • Vemos a una mujer que nos atrae, queremos decirle algo pero al final no podemos.
  • Hay una chica que nos gusta hace mucho, pero ella es nuestra amiga y no quiere ir a más.
  • Una mujer nos rechaza y nos sentimos dolidos, ofendidos, indignados o deprimidos.
  • Te pones a aplaudir el primero, nadie te sigue, te quedas aplaudiendo solo y todos te miran (esto no tiene nada que ver, pero no me digáis que no os sentís un poco idiotas).

Cosas que a todos nos han pasado, pero ¿que pasa luego?

Nos arrepentimos, nos frustramos, nos decimos que nunca volverá a pasar, decidimos cambiar,  y al final volvemos a encerrarnos en el mismo círculo. ¿por qué repetimos una y otra vez el mismo proceso?

Liberación

Todos nacemos libres, pero en el camino nos vamos encadenando poco a poco, nuestra estructura moral y psicológica se va desarrollando con nuestro crecimiento y nos va condicionando.

Si miráis a cualquier niño pequeño veréis que su estructura moral es muy distinta a la vuestra, no tiene miedo de expresarse como quiere ya que, entre otras cosas, a esa edad sus acciones están mucho más aceptadas socialmente, pero a medida de que vamos creciendo esa aceptación social va cambiando y se espera que cumplamos ciertos cánones de educación, responsabilidad, decencia, etc.

Es decir, nos vamos encadenando. Una vez estamos encadenados, estamos jodidos.
Muchas veces no podremos expresar lo que sentimos, no podremos actuar como queremos, no podremos ni cumplir las metas que deseamos, ¿por qué? Porque estamos limitados.

Las Cadenas

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“Las cadenas” son los factores que han condicionado nuestra conducta a lo largo de nuestra vida,  comprenden mayormente toda la influencia que hemos sufrido por parte de la educación y del entorno.

Yo las divido en tres partes:

Educación Directa:

Es el aprendizaje y la evolución producida por medio de influencias directas y referentes importantes para nosotros. (Padres, hermanos, amigos muy cercanos, mentores, personas que admiramos…) Suele ser la más determinante y la que más impacta en nosotros.


Educación Indirecta:

Parecido al anterior, es el aprendizaje y la evolución producida por medio de influencias con menos importancia para nosotros que las directas. (Música, televisión, cine, libros, revistas, la consciencia colectiva…)


Entorno:

Una vez más, es el aprendizaje y la evolución producida por medio de las influencias que conforman nuestro LUGAR y MOMENTO de nacimiento, y todo lo que eso conlleva. (Ideología Religiosa, Ideología política, clima, cultura, historia, influencias regionales…)

Durante toda vuestra vida habéis estado actuando influenciados por estos tres aspectos. Aspectos que, muchas veces, os impiden expresaros como queréis, aspectos que hacen que sufráis, que os arrepintais y que no os dejan fluir con lo que sentís. Ahora bien, debéis saber que no podemos vivir sin cadenas, siempre van a existir factores condicionantes para nuestra manera de ver el mundo y como actuamos sobre el. Así que si queremos sentirnos más libres lo que tenemos que hacer es transformar nuestras cadenas por defecto a otras que me beneficien más en mi entorno y vida, es decir, elegir YO las cadenas que poseo. Veamos cómo podemos hacerlo:

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¿Cómo funcionan las cadenas?

Como ya hemos visto, las cadenas son el resultado de la mayor parte de la educación que hemos recibido a lo largo de nuestra vida, y nos condiciona durante toda esta misma. Ahora bien, ¿por qué nos afectan tanto las cadenas? Porque construyen nuestra actitud.

Como ya sabéis, la actitud es la forma de actuar de una persona, el comportamiento que adoptamos para enfrentarnos a todas las circunstancias que nos rodean, y la educación que recibamos influirá enormemente en este aspecto. Por ejemplo, nacer en África o en Móstoles (Entorno) o que nuestros padres, cada vez que hablamos con los niños vecinos, nos digan que son mala gente (Educación Directa).

¿No creeis que este tipo de cosas influirá mucho en nuestra manera de actuar y de relacionarnos con la gente? Pues yo estoy convencido de que sí.

Una vez entendemos que nuestras cadenas conforman, en mayor o en menor medida, nuestra actitud hay que pasar al siguiente paso, a las conductas concretas que nos impiden actuar de la manera que deseamos.

Nuestra actitud genera unas conductas y esas conductas, a lo largo del tiempo y de reincidir en ellas, generan hábitos (práctica adquirida por la repetición de un acto).  Así que si, chicos, somos un cúmulo enorme de hábitos y de conductas limitantes que repetimos una y otra vez sin darnos cuenta.

Por supuesto, no todas nuestras conductas van a ser erróneas para relacionarnos con nuestro entorno, vamos a ver, nuestros padres no nos educaron tan mal, así que el primer paso para liberarnos sería detectar esos hábitos nocivos para nuestros objetivos. Una vez detectado ya podemos a proceder a cambiar ese hábito nocivo y transformarlo en uno más apto para el objetivo que busquemos conseguir.

Esquema que enseña la influencia de nuestras cadenas y cómo transformarlas.

Repaso

Las cadenas (Ed. Directa, Ed. Indirecta y Entorno) influyen de una manera tremenda en nuestra actitud, llegando a estar esta muy condicionada por estos tres aspectos.

Una actitud generará, con el tiempo, conductas concretas ante estímulos similares. (Si tenemos una actitud introvertida seremos más propensos a exhibir una conducta tímida ante grupos sociales)

Las conductas concretas generan hábitos que pueden ser positivos o negativos, estos hábitos pueden ser transformados a otros más efectivos. (Si solemos tener conductas tímidas y no participamos en las conversaciones con gente nueva nos habituaremos, haciendo mucho más difícil romper ese hábito en un futuro)

Cuanto más repetimos un hábito, más lo reforzamos e interiorizamos. Y por lo tanto, potenciaremos más las conductas concretas que los forman. (Cuanto menos nos comuniquemos y sociabilizemos, más se reforzará nuestra conducta tímida)

Transformar los hábitos negativos o crear nuevos hábitos nos permitirá asumir nuevas conductas, y por lo tanto, poco a poco ir transformando nuestra actitud hacia lo que queremos conseguir.  Es decir, deberíamos hacer el camino inverso, desde nuestros hábitos hacia nuestras cadenas, para conseguir un cambio en profundidad.

Ejemplo:

Hacemos un curso en egolandseducción y eso nos introduce el hábito de salir a conocer mujeres a la calle cuando queramos, repetir este hábito va a generar una serie de conductas concretas (nos volveremos más ingeniosos, divertidos, observadores y experimentados al respecto), esa serie de conductas, cuando se van acumulando en un gran número, terminan incidiendo de gran manera sobre nuestra actitud, ayudándonos a transformarla y por tanto, crear nuestras propias cadenas. 

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Los Hábitos

Como he dicho antes, los hábitos son una serie de actos que, en base a la repetición, los adquirimos como parte de nuestras conductas. Son la clave para conseguir la transformación de las cadenas y la libertad, siempre que sepamos cómo trabajar sobre ellos.

Si bien hábitos puede haber muchos distintos todos tienen una estructura común, es la siguiente:

  1. Detonante: El estímulo que produce el inicio del hábito, puede ser una acción, una emoción, una palabra, un sonido, etc. En los hábitos automáticos el detonante suele ser un estímulo del cual no somos conscientes. Sin embargo, para crear nuestro propio hábito podemos introducir el detonante que deseemos.
  2. Rutina: La acción de hábito, es decir, lo que hacemos o dejamos de hacer cuando este se produce. Este es, obviamente, el paso más difícil de cambiar o de adoptar a la hora de crear un nuevo hábito.
  3. Recompensa: El premio que recibimos para completar la rueda del hábito, puede ser una sensación, como sentirnos satisfechos de salir a correr, una acción, como irnos a dormir, puede ser consumir algo, como una buena comida, etc.

Vamos a verlo, ejemplificado:

– Situación: Estamos en casa jugando al WoW, cuando nos damos cuenta de que llevamos todo el mes igual, decidimos pegar un cambio y salir a hablar con mujeres a la plaza más cercana, pero cuando llegamos y vemos a una mujer despampanante, no se nos ocurre otra cosa que ponernos nerviosos y no hacer nada.

Detonante: Pensar en ir a hablar con una mujer atractiva. Nervios.
Rutina: Escapar de esos nervios y ansiedad no acercándonos a la mujer.
Recompensa: Salir del estado de nerviosismo.

Muchísima gente (yo me incluyo) ha repetido esta estructura en algún momento a lo largo de su vida. Si bien es necesaria, para no sentirnos ansiosos todo el dia, no nos va a ayudar a cumplir nuestro objetivo, que es hablar con la mujer despampanante. Y cuanto más repitamos esta estructura (ponernos nerviosos y no acercarnos), más reforzaremos el hábito, y más difícil se nos hará acercarnos a la próxima chica. (eso no implica que sea imposible)

Así que, para cumplir nuestro objetivo vamos a tener que transformar ese hábito o crear uno nuevo.

[bctt tweet=»Crea tus propias limitaciones.»]

Transformar o crear un nuevo hábito.

Como hemos visto, transformar o crear hábitos es el primer paso para cambiar nuestra actitud, pero en la escuela no nos enseñaron a hacerlo, así que ¿como nos lo montamos?
Veamos.

Para cambiar un hábito o crear uno nuevo es necesario saber cuál es el detonante y la recompensa, a partir de ahí deduciremos la rutina. Para encontrar el detonante de un hábito veamos las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué hora es?
  2. ¿Dónde estás?
  3. ¿Qué tienes cerca?
  4. ¿Qué acabas de hacer? o ¿Qué tienes que hacer?
  5. ¿Qué estás sintiendo? o ¿Como te sientes?

La respuesta a una de estas cinco preguntas será el detonante, en base a la situación que experimentemos será una u otra.
Una vez tenemos el detonante vamos a buscar la recompensa, para eso basta una simple pregunta:

  • ¿Qué crees que necesitas para satisfacer el hábito?

Vamos a verlo con el ejemplo anterior, si quiero ir a hablar con unas mujeres y se que mi hábito es huir de ello me pregunto “¿Qué tienes que hacer?” y/o “¿Qué estás sintiendo?”, la respuesta será el detonante.

Detonante: Ir a hablar una mujer desconocida por la calle. Nervios, ansiedad.

Puesto que un estado de nerviosismo y ansiedad no es sano para el cuerpo humano la recompensa se deduce fácilmente al preguntarnos qué necesitamos para satisfacer el hábito.

Recompensa: Salir del estado de nerviosismo y ansiedad.

La rutina será el medio por el cual, a partir del detonante, nos ayuda a obtener la recompensa, en este caso concreto la rutina que conlleva menos esfuerzo es decidir no acercarnos, y así resolver los nervios que nos provocaban hacerlo.

Rutina: No acercarnos a hablar.

Y así ya tenemos completo el hábito, ahora que lo comprendemos pasemos a cambiarlo.
Transformar un hábito que ya cometemos

El primer paso que tenemos que hacer es observar la recompensa, salir del estado de nerviosismo y ansiedad en este caso, e intentar reemplazarla por otra recompensa que pueda satisfacer al hábito, por ejemplo:

Recompensa: Tranquilidad, sentirnos orgullosos de nosotros mismos.

Esta recompensa es aplicable a la situación de acercarnos a la chica y cerrará el círculo, ya que si nos sentimos tranquilos y orgullosos dejamos de lado la ansiedad y nervios anteriores.

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Nuevas Rutinas

A continuación tendremos que buscar una nueva rutina que se adapte a la nueva recompensa y que parta del mismo detonante.

Rutina: Hablar con la chica, preguntándole una calle.

Es algo simple, que podemos hacer y nos ayudará a reforzar el hábito de hablar con desconocidos, al final quedará algo asi:

Detonante: Ir a hablar una mujer desconocida por la calle. Nervios, ansiedad.
Rutina: Hablar con la chica, preguntándole una calle.
Recompensa: Tranquilidad, sentirnos orgullosos de nosotros mismos.

¡Y ahí tenemos nuestro hábito transformado! ¡Ahora a darle caña cada día para realmente habituarnos!

Este es el último de los 4 artículos sobre la transformación desde nuestros hábitos. Con ejemplos y resumen, aquí tienes la serie completa.

Crear un nuevo hábito

Ahora veamos como crear un nuevo hábito, primero vamos a decidir qué hábito queremos adoptar, ya que, depende del nivel de exigencia de este mismo, nos resultará más fácil o menos fácil habituarnos. Imaginemos que queremos adoptar el hábito de tomarnos dos vasos de agua antes de irnos a dormir, en ese caso es muy fácil, nos marcamos un detonante y una recompensa, luego introducimos la rutina necesaria:

HÁBITO ESTRUCTURA CORRECTA

Detonante: Tener sueño y ganas de irse a dormir.
Rutina: Beberse dos vasos de agua.
Recompensa: Irse a dormir.

Como veréis, la exigencia de este hábito es baja, por lo tanto adaptarnos a algo así sería relativamente sencillo, ahora imaginemos que queremos adoptar el hábito de hacer dos mil millones de abdominales a la mañana, un hábito que nos exige un poquito más que el anterior, por tanto será más complicado, veamos como quedaría si lo hiciéramos como el anterior ejemplo.

HÁBITOESTRUCTURA INCORRECTA

Detonante: Despertarse y lavarse los dientes.
Rutina: Hacer dos mil millones de abdominales.
Recompensa: Desayunar.

Un poco absurdo, ¿no? Pues bien, con los hábitos que requieran un nivel de exigencia mayor vamos a tener que dividirlos a lo largo de los días, de manera que los hagamos de manera progresiva, por ejemplo, la rutina del día uno sería hacer 50 abdominales, 75 el dia dos, 100 el día tres (por poner algun numero, no soy ningún experto en abdominales).
De esa manera, llegaríamos al hábito que nos habíamos propuesto yo habituados a hacer un gran número de abdominales.

Este punto es muy importante chicos, por eso hay tanta gente que se propone dejar completamente de fumar un dia para otro y terminan recayendo en el hábito, porque el nivel de exigencia de dejarlo así de repente es muy grande. Sería mucho más fácil si nos planteasemos una rutina progresiva y diaria donde cada día fumemos menos, hasta que no fumemos más.

[bctt tweet=»No vivas una vida de reacción. Vive una vida de acción. «]

La recompensa también aumenta en las actividades de mayor exigencia, si un dia fumamos menos la recompensa no debería ser simplemente la satisfacción de haberlo hecho, si no algo que nos atraiga más (una buena comida, un masaje, relajarnos en casa, lo que sea) de manera que cuando se dispare el detonante ya estaremos disfrutando de la futura recompensa y la rutina ni la notaremos.
Es recomendable que la recompensa vaya variando para no salir de un hábito y caer en otro. (dejar de fumar pero empezar a comer mucho).

La cantidad de días necesarios para habituarnos completamente variará en relación al nivel de exigencia del hábito, aunque el doctor Maxwell Maltz  afirma que en 21 días se puede interiorizar el 80% de un hábito sin problemas, asi que ya sabeis chicos…
¡21 días para ser más molones!

Resumen General de la serie de los hábitos

A) Las cadenas son todas las influencias que obtenemos por parte de distintas fuentes de educación, son la educación directa, la educación indirecta y el entorno.

B) El camino que recorre nuestro aprendizaje desde las cadenas hasta nuestra conducta y hábitos nos condiciona y limita.

C) El camino inverso, desde los hábitos hasta la actitud, nos permite crearnos nuestras propias limitaciones.

D) Para cambiar nuestra actitud, tenemos que cambiar los hábitos nocivos o crear otros nuevos, para eso necesitamos saber el detonante, la rutina y la recompensa.

E) Para transformar un hábito, reemplazamos la recompensa y la rutina, para crear un hábito primero miramos cuánto nos exige, si es poco hacemos el ciclo sin más, si nos exige mucho lo dividimos a lo largo de los días, aumentado la exigencia de la rutina cada día hasta llegar al hábito propuesto.

F) Nos exija mucho o poco, lo creemos o lo transformemos el hábito tiene que hacerse cada día hasta un mínimo de 21 días para empezar a asimilarlo.

Chicos y chicas, perdonadme si me ha quedado algo complicado, pero os voy a pedir un favor, no os toméis esta serie de artículos como unos más de los de Yago, esta es una herramienta que nos permitirá cambiar una cantidad de cosas inimaginables en nuestra vida, tenedla en cuenta.
Y si teneis dudas al respecto ponedla en los comentarios o agregadme a mi cuenta de facebook “Yago Egolandseduccion” y podré responderos por ahí.

¡Un abrazo colectivo!

Debate: ¿Libertad y pareja son incompatibles?

He conocido a una persona que me llena en muchos aspectos de mi vida. El Sol brilla más desde que forma parte de mis días. Mi sonrisa al verle sólo es comparable al día que ganamos el mundial.

Por otra parte siempre he presumido de ser una persona independiente emocionalmente y sólo yo quiero ser dueñ@ de mi tiempo.  La libertad esta tatuada en mi piel.

¿Solter@ es lo mismo que libre?  ¿Al comprometerme con una pareja estoy renunciando a mi independencia? ¿Conseguir una pareja es el fín de mi vida cómo seductor@?