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Jugando a conocernos (I): El Juego de las preguntas

Nuestros padres, madres, abuelos y abuelas ya lo hacían. Dedicaban parte de su tiempo a los juegos. Al igual que ellos, la mayoría de nosotros/as nos criamos jugando en la calle, en el patio del colegio, en casa… Jugábamos a la oca, al parchís, a las cartas, a la pelota, a la comba, a las canicas, etc. Y pesar de que entre nuestros abuelos y nosotros existen grandes diferencias, hay ciertas cosas que con el paso de los años no han cambiado: una es la moda hipster y la otra es que todos usamos los juegos para relacionarnos y disfrutar con otras personas. Tanto si querías acercarte a otros niños en la playa durante el verano como si querías hacerte amiga de las chicas que tenían dibujados cuadros con números en el suelo, la clave estaba en los juegos. Bien! Esto nos lleva a una reflexión: si siempre nos hemos relacionado jugando, ¿por qué no hacerlo ahora también?

Vamos a ponerlo sencillo. Acabamos de quedar con un chico o una chica que nos gusta y una de las cosas con las que nos topamos es con los temidos y odiados momentos en blanco, con la falta de temas de conversación o incluso con que la otra persona apenas nos pregunta por nosotros/as. Solución: proponer un juego. ¿Que persona molona, divertida y en su sano juicio rechazaría una invitación a un juego? Sólo dos tipos de personas: los jugadores de fútbol de la 4ª división ucraniana y las señoras que compran tortilla precocinada en Mercadona. El resto de personas no son tan temerarias y muy probablemente aceptarán.

El primero de los juegos que me gustaría proponeros, tanto a chicos como a chicas es el “Juego de las Preguntas”. Es algo sencillo y tiene muy buenos resultados. Os lo explico:

EL JUEGO DE LAS PREGUNTAS

El juego consiste principalmente en hacer preguntas. ¿Fácil no? Uno de los dos hace una pregunta y el otro debe contestarlo de forma sincera. A continuación, el otro hace la pregunta y es el primero quien debe contestar. Este es el fundamento básico del juego y a parte de poder conocer mejor a la otra persona nos va a permitir que esa persona también nos conozca a nosotros/as, añadiendo un toque de diversión como podréis comprobar si lo ponéis en práctica.

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JUEGO EMOCIONAL, RACIONAL, SEXUAL

Sin embargo, este juego nos dará muchas más posibilidades de las que se pueden apreciar a primera vista. Nos va a permitir sacar nuestro lado emocional, racional y sexual. Porque fundamentalmente el juego se resume en preguntar por estos tres aspectos. Lógicamente conlleva una progresión y no sería productivo empezar por preguntas con mucho contenido sexual, pero lo cierto es que es perfecto para esto que solemos llamar “avanzar en la interacción”. Por otro lado también nos va a permitir explorar ciertos aspectos que nos interesen de la otra persona, es decir, no tenemos porque centrarnos sólo en las preguntas, el contenido o la explicación de cada respuesta puede alargar mucho la conversación. A mayores, y para darle un toque más interesante, podemos añadir una regla más. Si la otra persona no quiere responder o la pregunta le resulta muy embarazosa, puede pagar prenda, la ronda, un peluche, o lo que os apetezca, con lo que el juego invita a responder o a pagar por no hacerlo, y eso chicos y chicas es lo que hace que la vida sea divertida.

Es decir, que nos va a permitir sexualizar la conversación de una manera lógica y progresiva. Cada vez podemos añadir más contenido sexual en las preguntas y además será bien recibido. Nos va a ayudar a conocer aspectos de la otra persona que en condiciones normales no conoceríamos permitiéndonos explotar la conversación al máximo. También nos ayudará a introducir comunicación emocional y por tanto ser más conmovedores/as, teniendo nuestro momento para expresarnos con sinceridad. Nos dará la posibilidad de disfrutar, reírnos y pasar un rato agradable. Del mismo modo, dará pie a cualificar a la otra persona si la respuesta que da nos mola, al igual que dará pie a narrar lo que ocurre. Y por último, nos permitirá divertirnos con algo que a priori suele producir mucha ansiedad y nervios.

La verdad es que este juego tiene muchas más posibilidades, pero dejaré que seáis vosotros/as quienes las descubráis, porque lo divertido de un juego es atreverse a disfrutarlo. Y no olvidéis que la frase “afortunado en el juego, desafortunado en amores” no siempre tiene porque ser cierta. Sed felices y ¡a jugar!

SEGUNDA PARTE CON EJERCICIOS PRÁCTICOS

Jugar mis debilidades

En el libro “Seductor Egoland” expliqué un poco mi experiencia sobre como jugar nuestras debilidades. Para mi algo tan importante, como curioso a la vez. Aun me sorprende la forma de reaccionar de la gente ante cierta actitud. A veces, incluso tu imagen cambia en el momento en que conocen tu debilidad y del modo en como la expones.

JUGANDO DEBILIDADES CON M

A continuación, os contaré algo que me ocurrió estando con una muy buena amiga y que viene como anillo al dedo para mostrarlo como ejemplo.

Estaba en casa de M, mi modelo madurita a la que tan cómodo me hace sentir cuando la visito. M, preparaba la cena mientras yo me disponía a preparar la mesa y colocar las velas, que ese momento merecía. Aproveché para situar mi bebida y cubiertos bien posicionados en la mesa, asegurándome de que ella quedara a mi lado derecho, ya que es mi único oído con resto auditivo y si quedaba en el lado contrario, entorpecería nuestras conversaciones y con ello nuestra velada.

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Ya con la cena en la mesa, y con las ganas de devorar esos platos que tan buena pinta tenían, nos dispusimos a situarnos cada uno en nuestro lado de la mesa. Pero se veía que M tenía la costumbre de comer siempre en el mismo lado de la mesa, justo al contrario de donde coloqué mi bebida.

Tal como fue a echar mano a cambiar las bebidas de sitio, la interrumpí y le dije…

No no, mejor déjame en ese sitio, que este oído lo tengo averiado y prefiero enterarme bien de las cosas bonitas que me dices.”

Las carcajadas fueron inevitables y M, no solo había aceptado mi debilidad, sino, que pasó a un segundo plano centrándose en mi actitud y las risas del momento.

“¿Tu eras el cortado?…no tienes morro tu ni nada, te estas apoderando poco a poco”.

Decir, que es lógico que luego sientan curiosidad y pregunten sobre nuestras debilidades. Exponerlas fomenta la cualificación mutua entre ella y nosotros, de nosotros depende hacer un mundo sobre el tema, o quitar hierro al asunto con el humor o la aceptación.

No se ustedes chicos. Pero,¿no os parece bonito que dos personas se descubran sin mascaras y sin tapujos?

CONOCERSE SIN MASCARAS

De ese modo como bien decimos en egolandseducción, la interacción siempre irá por parte iguales, sin la necesidad de aparentar ser súper alfas y estar por encima de nadie, mostrándonos tal cual somos el uno al otro. Además, algo muy curioso que he ido descubierto con la experiencia cuando muestro mis debilidades, es que la persona que tengo delante, llegan a abrirse mucho más, llegando a destapar sus vulnerabilidades personales.

La empatía y la persuasión en estos casos hacen su trabajo por sí solos, acelerando la calificación mutua y facilitándome en muchas ocasiones el camino hacia el encuentro sexual con ellas.

Como he dicho antes, de nosotros depende como nos tomemos el hecho de mostrar lo que no podemos ocultar. Si lo pensamos bien, tarde o temprano se descubrirá aquello que ocultamos y con ello denotaremos poca aceptación con el tema, ¿no os parece que atajamos camino mostrándolo encima de la mesa en su momento, con aceptación o humor?. De este modo no solo salimos airosos, si no, que será una actitud más atractiva.

Yo personalmente me río de mi mismo con los demás, contando las anécdotas que he vivido debido a mi falta auditiva. Eso si, una cosa es reírnos de nosotros mismo con los demás, y otra muy diferente es aceptar una falta de respeto de los demás hacia nosotros, en ese caso debemos imponernos  y reclamar nuestro respeto.

Ni que decir, que hacer un mundo o lamentarnos de nuestras debilidades tampoco nos favorece, ya que denotamos no tener buen autoconcepto. Una persona con un marco bien sólido tiene buen autoconcepto, no tiene problemas de ser examinado por lo demás, no tiene problemas de reírse de si mismo, o expresar lo que piensa o siente ante los demás.

Así que, la forma en que expongamos nuestras debilidades precisamente puede formar parte de nuestra propia marca personal.

 SELU