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Aprende a relajarte (I) Primeros consejos

Si hay algo que nos puede ayudar en nuestro día a día, tanto en nuestras relaciones con los demás, como cuando pasa algo especialmente estresante, es saber cómo relajarnos. Hay dos procesos en los que vamos a tener que estar atentos si queremos estar más relajados: bajar la entrada de estrés que tenemos y aumentar el recibir estímulos relajantes. Esto que es simple no siempre es sencillo; tras leer este artículo vas a poder tener pautas para conseguir ambas cosas ¡Comenzamos!

Escucha a tu cuerpo

“Mantener el cuerpo con buena salud es un deber. Si no, no podremos mantener la mente fuerte y clara” (Buda)

Jaquecas, dolor de espalda, alergias, agotamiento, ardor de estómago… No son enfermedades graves, sino pequeñas o medianas dolencias que se empeñan en fastidiarnos de forma recurrente, como si quisieran llamar nuestra atención sobre algo que nos está sucediendo.

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Pues así es. El cerebro es el gran procesador de los estímulos y el generador de todas nuestras reacciones. En consecuencia, muchas veces las dolencias relacionadas con el sistema nervioso solo manifiestan la dificultad de la persona para captar la realidad correctamente y elaborar una respuesta adecuada, que incluya el control sobre lo que acabamos haciendo y su adecuada organización en el tiempo y en el espacio. Aquí te voy a proporcionar varias claves para mejorar en este punto y ser consciente de lo que tu cuerpo te está diciendo a gritos:

Cultiva el aquí y el ahora

Escucha tus sensaciones, emociones, pensamientos y sentimientos al menos una vez al día: ¿Cómo te sientes en este momento? ¿Cómo percibes tu cuerpo? ¿qué emociones registras? ¿cómo las experimentas? Te servirá para practicar el aquí y el ahora.

Practica disciplinas corporales

No dejes de hacer regularmente actividades que te ayuden a relajarte y a aquietar la mente, tales como reflexología podal, taichi, yoga, pilates, masajes… Además de relajarte te proporcionarán mucho bienestar general.

Mejora la autoaceptación

Es muy importante reconocer lo propio sin negación o rechazo, como condición previa para poder cambiarlo, si es que entendemos que nos perjudica. Ponerse delante del espejo y que este refleje lo que nos está pasando.

Practica la “vida lenta”

relajarse-interiorizar-aprender-ligarVivir apurando cada segundo puede provocar una tensión nerviosa que genere una sensación de amenaza, de inquietud. Finalmente el desgaste puede llegar a provocar ansiedad y depresión (la depresión viene en muchos casos cuando ”las baterías se nos han agotado”)

La vida lenta es un movimiento en el que sus seguidores promueven el trabajar menos (o mejor dicho, trabajar mejor) en el sentido de la obligación de producir y de emplear buena parte de nuestra vida a cambio de dinero. Se centra en que la calidad de vida va hacia ser dueños de nuestra vida y de nuestro tiempo y no tanto en ganar más. De nuevo te presento algunas claves:

Apaga el televisor

Párate a pensar hasta que punto la televisión puede estar afectándote, cómo nos dicta lo que debemos comprar o cómo debemos vivir. Piensa en las cosas que puedes hacer (leer, jugar, pasear, reunirte con tu familia o amigos) en vez de devorar programas y anuncios que devoran la mente. Lo mismo podemos decir con un uso no racional de internet.

Busca lo sencillo

Recupera el placer de la lectura, da un paseo, contempla una puesta de sol, haz una excursión al campo, disfruta charlando con los amigos y saborea las cosas simples. Tener un hobby en el que ocuparte o iniciar uno que te interese además de relajarte te enriquecerá.

No hacer nada

Ahora tienes las excusa perfecta para esto, “El psicólogo Antoni que esmuy majo me ha recomendado no hacer nada” ¡Menos es más! Dedicando una hora al día a ti mismo te aseguro que recargarás las pilas y enlentecerás tu ritmo, aumentando tu productividad en otras áreas.

Esta vida lenta poco tiene que ver con no ser una persona apasionada, por ejemplo. Siendo responsables con nuestro cuerpo y nuestra mente podremos saborear mejor otras cosas, como nuestras relaciones o que aquellas cosas que nos apasionan. En el  próximo artículo vamos a entrar a fondo en cómo relajarnos más en las relaciones con los demás, trabajaremos a fondo la ansiedad social. Mientras te dejo con esta lista de reproducción para continuar aumentando tu nivel de relajación. Un positivo (y relajado) abrazo,

Masturbación: Porque nadie te conoce mejor que Tú

Lo que conocemos por el término de masturbación, tanto femenina como masculina, es la estimulación de los órganos genitales, ya sean propios o ajenos, con la finalidad de obtener placer sexual.

EL ORIGEN DEL TÉRMINO

El origen de este término es un cuanto peliagudo y sino juzgad por vosotros mismos. Esta palabra, que tanto adoro, proviene del latín manus (mano) y turba (alteración, perturbación), algo así como perturbar con la mano. Visto así parece lógico que muchos hayan optado por relegar esta magnífica práctica sexual a segundo plano o incluso a desecharla de su ¨menú¨ de practicas sexuales habituales. A pesar de esto, lo que no saben los que no son amigos de la masturbación, y quizás a los que si lo son se les escape, es que aporta numerosos beneficios.

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BENEFICIOS DE LA MASTURBACIÓN

Conocernos mejor: Con la práctica de la masturbación principalmente nos conocemos a nosotros mismos, saber qué es lo que te gusta hacerte o pedir que te hagan, (ritmo, intensidad, zonas que te estimulan más o menos) es la base de una buena salud sexual. Me gusta ver esto como la famosa frase para aumentar nuestra autoestima que dice: “¿Si no me quiero yo quién me va a querer?”, pues esto es lo mismo pero en el plano sexual “¿Sino me toco yo quién me va a tocar?”.

¿Si no me quiero yo quién me va a querer?”

Sistema inmunitario y estrés: Además de conocer nuestro mapa del placer, nos ayuda a reducir el estrés y con ello a tener un mejor sistema inmunitario (me consta de primera mano de gente que lo hace a diario y no se constipan) es un analgésico natural dado que propicia la secreción de endorfinas. Masturbarse relaja los músculos y provee de una sensación de bienestar, por lo que si nos tocamos antes de irnos a la cama nos augura un mejor sueño. Esto me recuerda a un dicho de una gran amiga mía “No hay insomnio que dos masturbaciones dure”. Ya sabéis, la próxima vez que no os podáis dormir aquí tenéis una posible y placentera solución.

“No hay insomnio que dos masturbaciones dure”

Terapia: La práctica de la masturbación está también recomendada terapéuticamente. En el caso de los hombres se usa como técnica para aprender a controlar la eyaculación como por ejemplo en casos de eyaculación precoz. Por lo que respecta a las chicas, en casos de disfunción orgásmica la masturbación también forma parte del tratamiento. Y por si fuera poco chicas, la autoestimulación genital nos ayuda a disminuir los malestares menstruales. (sé de alguna que va a ahorrarse un dineral en ibuprofenos). Aunque seguro que a vosotros se os ocurren más puntos a favor, como colofón os doy uno de mis favoritos. Gozar de ese momento íntimo dando rienda suelta a nuestras fantasías.

Después de leer esto, seas de los que se masturba constantemente, habitualmente, ocasionalmente, rara vez o en ninguna ocasión (todos tenemos derecho a elegir qué nos gusta practicar y en qué medida) no me podéis negar que se aleja mucho de ser una “turbación manual”.

 

Cómo nadie nace enseñado, en los siguientes artículos me centraré en las técnicas masturbatorias de hombres y mujeres para aprender o mejorar la manera en que nos palpamos a nosotros mismos y que nos puede ser una guía muy útil también para poder dar mayor placer al prójimo.  ¿Interesante verdad?.

 

Para acabar, voto por popularizar el nombre de autoerotismo que suena mucho mejor dejando a un lado eso de perturbar manualmente nuestros cuerpos. ¿Votos a favor?.

AINARA

Un San Valentín sin pareja ¿y qué?

Aunque personalmente tiendo a ignorar este día que me resulta la cumbre del antiromanticismo real, me detengo a hacer una pequeña reflexión para las que os haya cogido en un momento bajo de ánimos y pasar un san valentín sin pareja os esté poniendo de morros.

Mañana es el día del amor, o de los enamorados, o de lo que sea que diga el corteinglés. Pues bien, ¡Ámate a ti misma! Nadie ha dicho de quien tengas que estar enamorada, ¿No? Y no me cansaré de repetirlo, no nos mimamos lo suficiente. Si tus obligaciones no te permiten marcharte a pasar el día a un spa o hacer una pequeña escapada lejos del estrés y la rutina diaria seguro que sí puedes hacer otras cosas para demostrarte que tú lo vales.

Por ejemplo, ¿Cuánto hace que no te regalas un baño largo con espuma, música y aromaterapia en casa? Pues es un buen momento para hacerlo, ¿Sabías que el estrés y el cansancio es uno de los factores que más influye en nuestro organismo y se refleja en la piel, el pelo, las uñas…? Estar descansada y relajada es uno de los trucos más infalibles para tener un aspecto radiante.

Y bien, ahora ya me he dedicado un par de horas a mí misma, a darme un baño, a irme a la peluquería, a que me den un masaje descontracturante… ¿Qué hago? ¿Me vuelvo sola a casa a escuchar canciones de amor y beber vino? ¡No, nena! ¿No es san valentín? ¡Pues sal a celebrarlo! Seguro que no eres la única soltera de tu círculo que existe, queda con tu(s) amiga(s) e iros a cenar a un sitio que os guste, para reíros a gusto y compartir la velada. Ponte bien guapa, súbete a los tacones, y saca a pasear tu sonrisa.

Pero lo más importante, ya que estás luciéndote y con amigas, ¿Vais a terminar ahí la noche? No seas sosa. Iros a bailar o a tomar algo, ¡Mandanga is in the air! Es la noche de los enamorados y no es un mal momento para salir a cazar alguno. Sacad las zarpas, felinas, porque mañana la noche promete. Y sobretodo promete una cosa: Tú.