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El día del sí: Experiencia personal

Os voy a contar como fue mi experiencia poniendo en práctica “El Día del Sí”. Todo esto con permiso de Yago: instigador y motor de toda esta puesta en marcha, así como gran escritor y un genial ejemplo a seguir, aquí tenéis el artículo inspirador.

[button color=»red» link=»https://www.egolandseduccion.com/vida-mandanguera-iii-el-dia-del-si/» size=»medium» target=»_blank» font=»georgia» textcolor=»#FFFFFF» bgcolor=»#500752″ align=»center»]El día de SÍ[/button]

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Era sábado y en principio parecía un sábado cualquiera. A la mañana sabía que iba a ser lo de siempre: salir, tomar algo, mandanguear, etc. Sin embargo, algo me llevó a releer el artículo de Yago. Flipé. Buenísima idea, me dije. “Esto hay que ponerlo a prueba”. Llame a un par de colegas con los que iba a salir y les comenté la idea. Respondieron con una sonrisa telefónica de esas que no hace falta verlas para saber que se están produciendo. Quedamos a las 7 de la tarde en un bar para tomar algo y comentar el asunto.

Nuestro planteamiento fue este: “esta noche vamos a decir a todo que sí, sin que ello implique un gasto económico enorme (imaginad que alguien me pide que le regale un coche) y sin que sea negativo para nosotros”. Decidimos contarles nuestra idea a otros cuatro amigos que salían con nosotros para que ellos fueran los “cabrones” que nos pondrían en ridículo continuamente. Decidimos plantearlo así para que todo el grupo estuviese implicado en nuestro “Día del Sí” y para que todos, participaran o no, también disfrutasen.

 Decir si es vivir experiencias

Empezamos con cosas chorradas. “¿Quieres escuchar una canción de Celine Dion?”. ¿Quién escucharía una canción de Celine Dion por deseo propio? Nadie con dos dedos de frente. (no os ofendáis fans de Celine). Así empezó la broma.

Empezamos a ridiculizarnos unos a otros. Y digo ridiculizarnos en el buen sentido de la palabra, porque estábamos haciendo cosas graciosas y lo estábamos pasando genial. Hablar con los ojos cerrados, hablar cantando, y cosas por el estilo. Pero lo bueno llegó cuando nuestros cuatro amigos “cabrones” empezaron a proponer cosas. “Me encanta este tema de funky. Bailar en medio del bar”. Y así fue. Un bar con 60 personas mirando a tres chavales bailando como locos. A todo esto, decidimos no beber nada de alcohol para hacerlo mucho más interesante. Para no hacer trampas, vaya. Luego nos propusieron una carrera a la pata coja en medio de la calle de los bares. Hablar con chicas y decirles lo bonitas que eran sus faldas. Regalar flores, hablar con gente y preguntarles cosas, etc, etc, etc. En general, hacer todas esas cosas que normalmente no te planteas hacer por vergüenza o por miedo. El simple hecho de saber que teníamos que decir que sí nos llevó a hablar con más de 30 tías, a reírnos toda la noche, a romper barreras de la vergüenza y la timidez, a conseguir más de un número de teléfono, y en general, a pasar una noche inolvidable.

 

Si os soy sincero, descubrí algo. Normalmente no hacemos según que cosas por nuestros prejuicios, por el miedo al rechazo, por nuestra forma de ser, por nuestra timidez, o por mil razones más. Pero con este sistema la cosa cambió. Nos daba igual todo. Éramos libres de hacer lo que quisiéramos, porque en nuestra mente, la única palabra que sonaba era: SÍ.

 

Así que chicos y chicas, os invito a que pongáis a prueba el SÍ en diferentes momentos y situaciones de vuestra vida, porque lo que está claro es que lo vais a pasar genial. Yo había empezado el día como otro cualquiera y al final de la noche sonreía en cama pensando en lo que había molado y en escribir este artículo. Y la verdad es que si hubiese hecho lo de siempre, seguramente no me acordaría si quiera de lo que ocurrió. Y os digo una cosa, cuando te planteas hacer cosas que normalmente no haces, sueles tener resultados que normalmente no tienes.

 

EJERCICIO: HAZ LA PRUEBA

Envíanos tu día del sí para que lo publiquemos y qué ha cambiado respecto a un día del Sí/No 

Jorge

Vida Mandanguera (III): El día del sí

En las dos partes anteriores ya vimos que vivir nuevas experiencias es algo fantástico y que implica un desarrollo claro, ya que si nos abrimos a nuevos estímulos, aventuras y vivencias estaremos abiertos a nuevos conocimientos, puntos de vista distintos y nuevas posturas, además os invité a comenzar a DECIR SÍ!!!

 

Hoy vamos a ver algunos ejercicios que os incitarán a tener una vida más mandanguera, con experiencias más estimulantes y con menos barreras a la emoción y el desarrollo.

Los ejercicios de Yago:

El dia del sí.

Lo que voy a pediros puede ser muy simple o muy complicado, depende de vosotros y como lo enfoquéis.
La propuesta es sencilla, elegid un día a la semana, el que más os guste, hasta puede ser el lunes (si, a algunas personas les gusta este dia) y prometeos a vosotros mismos arriesgaros a decir que Sí a todas las propuestas que recibamos ese dia y que no constituyan un peligro para nosotros, claro, o en todo caso, empezad diciendo que si a una sola propuesta a la cual normalmente diríais que no e id aumentando poco a poco.

Decir si es vivir experiencias

No planeéis nada, no montéis ninguna estructura, se trata simplemente de decir que sí a todas las propuestas. Ni siquiera tienen que ser la bomba de propuestas, se puede salir a comprar el pan y acabar mandangueando con una chica en la panadería. Eso es lo fantástico.

La complicación está en el aventurarse a vivir este tipo de cosas, porque generalmente conllevan miedos e incertidumbre, pero como bien dice Javier en su artículo de la extravagancia eso es la aventura, etimológicamente significa enfrentarse a lo que está por llegar y eso es precisamente lo que vamos a hacer, enfrentarnos y disfrutarlo.

Os informo de que cuanto más contraste exista entre la nueva experiencia y nuestra rutina, más posibilidades de pasarlo bien tendremos, es decir, que si nunca hemos pintado un cuadro en nuestra vida probablemente resulte más nutritivo eso que ir al parque que está al lado de casa si nos lo proponen.

Si una vez lo probáis obtenéis resultados negativos, tranquilos, abrirse a nuevas experiencias puede resultar en infinitas opciones, quizás no ligamos con ninguna chica en la panadería pero justo saliendo de ella nos encontramos un cartel a un concierto esa noche y ahí pasamos la mejor noche de nuestra vida, todo es posible.
Si obtenéis resultados positivos, genial, seguid haciéndolo semanalmente y pensad sobre empezar a implementarlo más veces.

Sin embargo, si salís y no obtenéis resultados positivos ni negativos y os aburrís tanto como estando en casa quizás es porque no os proponen nada que mole, para eso veamos el próximo ejercicio.

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=x5hGhxQWuhQ?showinfo=0]

Estructura PPP

No, no es un nuevo partido político, se trata de la solución a los días de aburrimiento.

Vale, ya hemos probado el ejercicio anterior varias semanas y no nos ha llevado a ningún lado, no ha pasado nada emocionante. ¿qué pasa si las circunstancias no nos regalan ninguna oportunidad con buena pinta?

Pues que nosotros creamos la oportunidad: La cosa consiste en tres puntos; proponer, promover y proceder.

  • Proponer: Si la vida no nos da limones, busquémoslos nosotros. Os sorprenderíais con la cantidad de eventos, cursos, conciertos y demás actividades se hacen en vuestra ciudad y nunca os habíais enterado.

Basta con buscar en google lo siguiente:

Eventos ocio X. (Donde X es la ciudad donde vivimos)

Solo con eso os aparecerán decenas de planes interesantes para ese mismo día o los siguientes.

  • Promover: Ya tenemos un plan que nos gusta, el siguiente paso es decidir si iremos solos o acompañados aunque en ambos casos necesitaremos promover el plan, ya sea a nosotros mismos o a los demás, para que suene mejor todavía y no quede otra opción que hacer eso.
  • Proceder: Ejecutar lo que habíais planeado, ir a donde toca y hacer lo que habíamos averiguado. No os dejéis llevar por la pereza en el último momento.

Por supuesto mientras os lo pasáis pipa haciéndolo podéis seguir poniendo en práctica el ejercicio anterior para que todo sea más flamenco y divertido todavía y no tengáis ni idea de cómo acabará el día.

Pregunta: Si, si, Yago, todo esto suena muy bonito, ¿pero tu también lo haces o nos estas usando como conejillos de indias?

Chicos y chicas, todos los artículos que escribo, a parte de llevar una extensa investigación y experiencia detrás, los he practicado numerosas veces, las suficientes como para poder aseguraros que funcionan si se le pone ganas y constancia.
Concretamente estos dos ejercicios han dado pie a muchas aventuras mandangueras y molonas que ya os contaré en otra ocasión.

Una persona muy sabia me dijo una vez que si vives con el puño cerrado no tendrás nada el día en el que abras la mano. Recordadlo.

Decid que sí y disfrutad.

Vida Mandanguera (II): Empezar a vivir experiencias, decir sí

Vivir nuevas experiencias es algo fantástico y que implica un desarrollo claro, ya que si nos abrimos a nuevos estímulos, aventuras y vivencias estaremos abiertos a nuevos conocimientos, puntos de vista distintos y nuevas posturas.

La apertura mental es algo que considero crucial, metafóricamente claro, no os abráis la cabeza con un martillo.

¿Cómo podemos empezar a vivir esas nuevas experiencias tan enriquecedoras?  Me alegra que me preguntéis eso, vamos a verlo a continuación.

Decir si es vivir experiencias

Sí al sí y no al no

Amigos míos, ya sabemos que abrirnos a nuevas experiencias mola , ¿pero cómo nos abrimos a ellas? Pues arriesgándonos a vivir las situaciones que las provoquen.

Es decir, diciendo Sí.  Me explico:

Yago, ¿te apetece venir a dar la vuelta al mundo este martes?  Sí.
Yago, ¿nos vamos a pintar las pirámides egipcias de morado? Sí.
Yago, en el crucigrama: afirmativo, de dos letras. .
Chicos, ¿nos vamos todos a Japón de mandanga? .

Creo que queda claro. Decir no no es malo, es necesario y de crucial importancia en muchísimos aspectos de nuestra vida, pero hay que saber cuando decir que sí.

¿Nunca os ha pasado que os han invitado a hacer algo que no teníais muchas ganas, os terminan convenciendo y al final la pasáis como enanos blancanievenses?

Pues eso chicos, es por un principio muy simple, el principio de Yago nº 329:

“Decir que sí nos ayuda a descubrir nuevas pasiones, a descubrirnos a nosotros mismos y a pasarla muy muy bien, si sabemos cuándo hacerlo.”

Debo decir que para idear esto me he inspirado por el libro “Yes man” de Danny Wallace, la película de su mismo nombre y la filosofía egolandiana de recordarnos siempre con una sonrisa. Os recomiendo las tres cosas.

Si estáis leyendo esto, intuyo que os interesa empezar a agregar un poco de condimentos a vuestro día a día así que vamos a ver los ejercicios que nos permitirán conseguirlo: