Mi amiga e inolvidable…alemana

Pongamos que hablo de un café en el hotel de mi madre, pongamos que es una tarde más, y que hace nada que lo he dejado con la mujer que ha marcado una relación años y años de vida…

Pero con una excepción. Hoy en la terraza se encuentra A, una alemana rubita, molona y que sonríe cuando mi madre nos presenta. (por tema de trabajo)

Encantado de conocerte, este es mi número, nos llamamos prontito…

Pasaron los días y las semanas, y A y yo empezamos a conocernos. Cenábamos juntos, nos reíamos y nos contábamos nuestra vida.

Cuando me di cuenta, A me había invitado por segunda vez consecutiva a su casa. Cenita bien adornada, buen vino (creerme ayuda), y una conversación sobre viajes, perros, objetivos, su vida, mi vida… y por supuesto, MANDANGA.

Por lo visto, la noche iba viento en popa con una mujer que se había puesto un vestido precioso sólo para cenar conmigo… No podía evitar sentirme afortunado aquella noche.

Ella me contaba sus proezas, sus méritos y lo que ella quería de la vida… cada vez nos sentíamos más unidos el uno al otro, y cada vez con más ganas de conocer nuestros secretitos y nuestras cositas…

Estuvimos un rato en un pub, unas copitas y de vuelta a casa.

Una vez allí, me di cuenta de que era yo quien debía llevar la iniciativa.
Confieso que con más miedo que valentía, me puse en ropa interior y sin mediar palabra me metí en la cama… Lo curioso del asunto, es cuando ella HIZO LO MISMO, y ni siquiera se inmutó.

Todo iba bien, nada podía fallar… exceptuándome a mí mismo. No encontraba el momento, la frase… Pero no iba a ser tan guay la cosa.

-Selu, ¿te puedo contar un secreto?-dijo de pronto.

-Claro, puedes confiar en mí.

-Es que no se como empezar…-hizo una pequeña pausa- En mi empresa tuve un rollo con un compañero que estaba casado, estuve con el casi dos años.

(Debo confesar, amigos, que en ese momento me quedé sin una palabra en la boca.)

-Ah, pues no lo sabia…

Empecé a sentirme incomodo, la noticia me genero frustración, impotencia.

¿Mal juego interno? Más bien diría poca experiencia en el tema.

Intente dominarlo pero todo fue en vano. Ya no conseguía centrarme en la conversación con la naturalidad con la que lo solía hacer. Me levante y me fui a dormir a una cama individual, a partir de hay todo se torció.

Después de algunos años de bagaje y con algo más de experiencia, analizo la situación y soy mas conciente de lo que estaba pasando en aquella habitación.

¿Qué ocurrió?
si aplicamos el ESPECTADOR DE LA PELICULA Y LA SUBTITULAMOS, lo siguiente…

-«Ambos en ropa interior, en la misma cama y contándonos nuestros secretos mas íntimos”.

-Ella empezó a sentir cosas hacia mi y no quería tener ningún secreto conmigo, y con ello crear un vínculo de confianza entre nosotros.

Buscaba que la entendiese y algo de complicidad por mi parte.

¿Cómo lo enfoque yo?

Sintiéndome que me trataba como un tampón emocional al que contaba su basura.

Me sentí poco deseado sexualmente.

No deje de Compararme con la persona que estuvo con ella.

Con mi actitud hice que se sintiera mal con ella misma.

Y hasta aquí, amigos, la noche que pudo terminar en mandanga con una amiga guiri… De esto hace ya tiempo…

Pero, ¿no mola recordar con una sonrisa los errores cometidos en el pasado, y reírnos de ellos a pierna suelta?

Como siempre digo, escuchad lo que nos dicen ellas pero sobre todo…

OBSERVAR, ANALIZAR Y EXPRESAR….para mi este, siempre a sido el mejor atajo.

Un saludo, selu!

 

 

2 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *