Ligar con extranjeras: Las italianas del bar

Son las 3 de la tarde de un jueves prefallas.Los petardos se suceden cada vez con más frecuencia y las calles se empiezan a llenar de estátuas de cartón. En breve la ciudad se convertirá en una desproporcionada riada de turistas con ganas de mandanga. Estoy en un bar escribiendo para la web y a dos mesas de mí se han sentado tres chicas italianas. Ninguna de las tres se me antoja irresisitible, pero sí me pusiera a imaginar, podría, perfectamente, dejarme utilizar para sus fantasías de vacaciones-España-torero.

El caso es que van con maletas y llevan un mapa. Voy a acercarme y os cuento:

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Pues ha sucedido lo siguiente:

-Hola ¿os puedo ayudar?

 Me han dicho que sí de forma muy abierta y sonriente. Estaban esperando que un amigo las recogiera. Se iban a quedar hasta el lunes en casa de un amigo cerca de mi casa. Una de ellas tenía unos ojos azules grandes y luminosos como rasgo más destacado. Otra llevaba una cola de caballo larga y bien sujeta, de ojos negros profundos y voz grave y la otra era castaña, con gafas y hablaba poco.

 -¿De donde sois?
-Milano– ha dicho la de la cola de caballo. Tal y como se ha estado dirigiendo a mí, me ha parecido  la más segura y confiada. Ha estado sonriendo de forma voluntaria para agradarme. La chica de gafas en cambio no abría la boca y al parecer era la que menos español entendía. La de los ojos azules intentaba aportar cosas pero se le veía demasiado incómoda con el idioma.

Nos hemos pedido unas cervezas porque les he dicho que en fallas se bebe cerveza. Tres italianas con cerveza suelen ser más divertidas que sin cerveza. Hemos dialogado sobre Italia. Al trabajar en un barco de cruceros como pianista conocí bastantes puertos del país. Les hacía críticas de forma divertida sobre sus costumbres y su forma de comunicarse y ellas reían. Sobre todo la interlocutora más participativa. Que si son incapaces de hablar a volumen normal, que si los italianos son unos pesados ligando, etc

Había que sexualizar la conversación cuanto antes para comprobar qué posibilidades había. El caso es que según ellas los españoles tenemos muy buena fama allí como seductores. Yo me he hecho el sorprendido, aunque más de una italiana me lo había dicho antes y después de dormir con ella. Hablando de ligar, seductores, Italia-España he querido sexualizar aun más la conversación:

-¿Qué clase de fantasía os habéis propuesto cumplir  en este viaje a Valencia?

Tras intentos, al final han entendido exactamente qué quería decirles con la pregunta. Y ha sido ahí donde las tres se han reído como locas. La chica de gafas ha puesto  muy roja y las dos más parlanchinas han contestado algo así como que son fantasías que no se podían contar a un desconocido.

-No soy tan desconocido. Llevamos una hora hablando, sabéis que vivo aquí arriba, que me dedico a la psicología y que me encantan las italianas. ¿Qué más queréis saber de mí para contarme vuestras fantasías?

Las miradas coquetas y de interrogación se han sucedido entre ellas entre sonrisas.. Entonces, como aconsejo a mis alumnos, he empezado yo por dar ejemplo y ponérselo fácil.

-Pues mi fantasía es conocer a unas chicas italianas, beberme unas cervezas con ellas, salir esta noche de fiesta y acabar enamorado de alguien o de “alguienes”.

Quizá fue el momento donde las carcajadas se han hecho más sonoras.

-Tú eres muy español- me ha dicho la chica de cola de caballo.

En  ese momento  ha entrado por la puerta Hugo. Un amigo del barrio de toda la vida.

-¡Hugo! –. Las tres chicas se levantan y acuden raudas al abrazo del nuevo personaje en la historia.

Al verme, Hugo sonríe maliciosamente.

-Sólo podías ser tú, Luis.

-¿Qué esperabas?

 Nos hemos reído con una complicidad intensa.

-Ya veo que habéis conocido al valenciano más golfo de Valencia nada más llegar.

-Sí. Luis es muy simpático.

-Soy simpático, Hugo. ¿Qué le vamos a hacer?

Hugo tras ayudarles con las maletas me ha lanzado una mirada buenrollera pero muy aclarativa: Que me olvide. Y así lo he hecho. Me he despedido de las tres deseándoles una feliz estancia en Valencia. Sin duda Hugo iba a por la de la cola de caballo.

Y yo os escribo con dos cervezas en el cuerpo. Sin italianas pero con una moraleja más en que contaros: A veces, las que están en tu barrio puede que lo estén por tu vecino.

Siempre vuestro, egoh.

17 comentarios
  1. Anthony
    Anthony Dice:

    buena historia, interesante, pero con un final que no me lo explico. por que las dejaste ir? solo por que te lo dijo?

    esto me hace reflexionar sobre algunos hombres, que no importa lo bien que te valla con las chicas, siempre quieren que no te comas nada.

    saludos

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    • Rednal
      Rednal Dice:

      Yo lo veo más bien como que hay muchos peces en el mar y no hay necesidad de robarle la captura a otro pescador, sobre todo si es del barrio de toda la vida 😉

      Un abrazo

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        • Mateo
          Mateo Dice:

          Me ha encantado la pausa,me reí bastante . y ahora que lo pienso ya esperaba un buen artículo porque me tome el gusto e poner como banda sonora de la película
          Can´t stop de los Red hot chili Peppers .Me la pasé bien leyendote gracias ahora voy con uno de Helio.

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  2. nesfas
    nesfas Dice:

    Se divierte, las divierte con presencia, sus ocurrencias y como decía desde el principio «ninguna se les terciaba irresistible»… por lo que no me ha extrañado que las dejara marchar con «Hugo»…

    //* sin duda hay bastante chicha en este post 😛

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  3. Compartimental
    Compartimental Dice:

    Independientemente de que sea o no Miss Florencia, si con las que mandangueas ya han quedado con un colega tuyo, veo más que correcto lo que has hecho Egoh!! Más importante que ser un buen seductor es ser buena persona. Y lo segundo retroalimenta lo primero.Saludos!! ^^

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  4. Hermes
    Hermes Dice:

    Ja jaja. Me encanta como se lo haces fácil a las chicas. Eres el simplificador de la seducción. Los gurús de la seducción lo enredan todo y acabas perdiéndote. Qué maravilla leerte, ego.

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  5. Rodo
    Rodo Dice:

    Una vez saliendo de un concierto fuera de mi ciudad vi a una australiana sola, la aborde y nos comunicamos con lo poco que sabía de inglé y lo poco que ella sabía de español, inicie la interacción luego algo de kino, lo toque del hombro luego de la cintura y después de la mano, le dí un beso simple y se negó a un beso francés, yo no puede continuar porque tenía que tomar mi autobús de regreso.

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  6. Eliel
    Eliel Dice:

    Tienes que ligar en Puerto Rico, las mujeres de mi pais son muy bellas te lo aseguro y te lo firmo. Aunque si vienes no digas «vengo a ligar» porque en Puerto Rico la palabra ligar significa que vas a mirar con ojos de deseo el cuerpo de una mujer o un hombre segun sea el caso aunque si dices «quiero ligar contigo» pues ahi te entienden 🙂

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  7. Rick
    Rick Dice:

    Yo diría que el secreto de egoland es hacer lo que quiere en cada momento viendo lo que pasa a su alrededor de una forma responsable.

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