Gestionar el conflicto (II): Las conductas y su significado

Hola!

DespuÈs de mi primera intervenciÛn, os cuento un poco lo que voy a aportar en esta web y mi intenciÛn al escribir este blog. Mis intervenciones van a ir mayoritariamente enfocadas a la resoluciÛn de conflictos dentro de las relaciones e interacciones†y a intentar enseÒaros tÈcnicas para que, adem·s de†resolver problemas concretos, adoptemos una nueva manera de concebir el conflicto, la gestiÛn de las relaciones y en general, a mejorar nuestra comunicaciÛn y manera de relacionarnos con nuestra pareja (o cualquier persona con la que mantengamos una relaciÛn). Es decir, cultivando nuestra inteligencia emocional aprenderemos a ser personas con mayor capacidad de prevenciÛn, negociaciÛn† y con una mejor y m·s inteligente comunicaciÛn (con permiso de mi compaÒero Santi).Estas estrategias no son exclusivas para hombres a aplicar en relaciones con mujeres, sirven para cualquier persona, independientemente de su sexo, que quiera† mejorar sus relaciones y tambiÈn son extrapolables a todo tipo de conflicto, aunque aquÌ nos centraremos en los de Ìndole sentimental y contaremos con los matices de las diferencias de gÈnero.  En esta ocasiÛn os quiero hablar de algo muy b·sico en las relaciones humanas, pero que por mi experiencia veo que, por obvio que resulte, sigue siendo la clave de la mayorÌa de conflictos en las parejas, la base para iniciar un verdadero cambio en nuestra manera de relacionarnos. Se trata de las conductas y sus significados simbÛlicos.Las conductas, por sÌ mismas, carecen de significado. El significado simbÛlico que tienen las conductas se lo damos las personas. TambiÈn es evidente que muchas conductas sÌ tienen un significado aceptado por la mayorÌa de nosotros y que viene dado por la sociedad, el contexto cultural, etc… pero hay muchas conductas, m·s sutiles, cuyo significado varÌa para cada persona y cuyo significado viene dado por la historia personal, la ideologÌa, las experiencias, etc.. de cada uno.Y por lo que estoy viendo en este mundo de la seducciÛn se generaliza muchÌsimo las interpretaciones de las conductas femeninas. Uno de los errores m·s comunes que cometemos las personas es juzgar las conductas de las otras en base al significado que tienen para nosotros, dando por sentado que es el ˙nico y el correcto. Ello conlleva mucha frustraciÛn porque ella ve que no somos capaces de entenderla y adem·s deja de vernos tan maravillosos y comprensivos o en†vuestro caso, tan alfas como parecia. øPor quÈ? Porque le atribuÌmos a sus actos un significado que no tienen. Es decir, valoramos las conductas de los otros d·ndoles el significado que tienen para nosotros. Esto solo conduce al†error y a situaciones injustas, porque no dejamos que sea la otra persona la que nos explique quÈ significan sus actos. øQuÈ generamos? Impotencia y†un bloqueo comunicativo frustrante y que dificilmente podemos resolver sin asumir que es cada persona la que debe hablar sobre sÌ misma y la que debe explicar por quÈ act˙a de determinada manera.

Quiero enseÒaros a manejar este concepto porque cambiando nosotros nuestra actitud estamos cambiando nuestra relaciÛn y enseÒ·ndole a nuestra pareja, con nuestro ejemplo, que ella puede hacer lo mismo para, a la larga, desarrollar entre los dos una manera m·s eficaz, sana y libre de conflictos innecesarios, de afrontar nuestra relaciÛn. Pongamos un ejemplo gr·fico. Supongamos que en nuestra relaciÛn de pareja se da el tÌpico caso de que nosotros somos muy dependientes y ella muy independiente.

Para nosotros, que somos incapaces de pasar m·s de un dia sin dormir con ella o de pasar un dÌa sin escuchar su voz, el hecho de no llamarla un dÌa significarÌa que tendrÌamos poco interÈs, ya que, si todo va bien, querrÌamos verla todos los dÌas. Cuando ella nos dice que ese dÌa va a pasarlo con sus amigas y que prefiere que no durmamos juntos porque no sabe a quÈ hora acabar·, en nuestra mente, autom·ticamente, aparece el significado que esa conducta tiene para nosotros,††por ejemplo, desinterÈs, que ya no le gustamos, que va a enamorarse de otro, o en vuestro caso, que ya no sois lo alfa que creÌais ser, etc… y una de las reacciones que solemos tener es agobiar a nuestra pareja, preguntarle por quÈ no quiere dormir con nosotros, si ya no se siente atraÌda por nosotros, etc o hacer caso de muchos consejos que he escuchado por este mundo de la seducciÛn, como que hay que hacer todo lo contrario resultando inmaduro e infantil o pasar de ella completamente, no llamarla en cinco dias e intentar demostrarlo que somos independientes de ella de una forma exagerada y ridÌcula.

Nuestra manera de entender estas conductas viene , muchas veces, determinada por nuestras experiencias anteriores. Por ejemplo, recordamos una antigua relaciÛn donde la chica empezÛ a distanciarse, a querer quedar menos con nosotros y al final nos acabÛ dejando, de manera que en nuestro cerebro, cuando alguien nos pide m·s espacio, se nos activa la alarma porque creemos que es un signo inequÌvoco de crisis o de abandono.Analicemos ahora la otra parte. Imaginemos que ella es una chica independiente, que necesita su espacio y cuyo concepto de una relaciÛn sana, normal y funcional, no pasa necesariamente por estar 24 horas al dia con su pareja, tiene amigas con las que queda habitualmente y le gusta leer, trabajar o simplemente, estar sola algunos ratos para hacer cosas que prefiere que nosotros no veamos (como envolverse en una mascarilla verde horrorosa, leer revistas de moda o hablar con sus amigas de frivolidades y temas que sabe que no nos interesan en absoluto). Esta chica quiere a su pareja y su ˙nica queja respecto de su relaciÛn es que necesita ese espacio y su pareja no se lo est· dejando. Est· pues, necesitando un pequeÒo cambio que, de no darse, desembocar· en una relaciÛn que no le es satisfactoria porque no le deja el tiempo necesario para sus cosas.
OPCI”N 1. Nosotros, cuando ella nos comunica o nos demuestra con sus hechos que necesita algo m·s de espacio, nos agobiamos pensando que nos va a dejar, que algo va mal, anticipamos una crisis y empezamos a:
1.A )preguntarle que por quÈ necesita ese espacio, que quÈ es lo que tiene que hacer que nosotros no podamos ver o ser partÌcipes. Ella, que pedÌa espacio, se encuentra† con que no sÛlo no tiene ese espacio extra, si no que de repente se encuentra con una situaciÛn m·s agobiante que la que tenÌa antes de plantear su necesidad, por lo que a˙n necesitar· m·s ese espacio y por tanto, a˙n querr· distanciarse m·s. A nosotros esta reacciÛn parece confirmarnos nuestro miedo y a˙n le preguntamos m·s, o incluso nos enfadamos y planteamos cosas como si nos est· ocultando algo y mostramos una desconfianza patente, con lo que ella, que simplemente pedÌa algo m·s de tiempo, se encuentra con que su pareja no sÛlo no la conoce y entiende y no atiende a sus necesidades en la relaciÛn si no que adem·s parece no confiar en ella. Resultado: un conflicto emocionnalmente enmaraÒado y difiÌcil de resolver.

1.B) Para intentar demostrarle que no somos dependientes y que no la necesitamos dejamos de llamarla, no le cogemos el telÈfono, nos hacemos los ausentes, le contamos†rollos sobre que no nos entiende y que no tendriamos por quÈ explicarle lo que nos pasa. O sencillamente decimos que no nos pasa nada actuando como si† pasara. «Tipical masculine ridiculous»

OPCI”N 2. Cuando ella nos comunica o nos demuestra con sus hechos que necesita algo m·s de espacio, pensamos en ella y en lo que conocemos de ella y observamos que en su vida y siendo una chica independiente o que est· evolucionando a una situaciÛn de independencia (las personas evolucionan y tienen todo el derecho a hacerlo) tiene sentido el que ella nos demande un poco m·s de espacio. No tenemos ninguna razÛn para desconfiar porque ella sigue siendo nuestra pareja y lo es por voluntad propia,† est· con nosotros porque quiere estarlo. Si bien una experiencia anterior donde un reclamo de m·s espacio desembocÛ en que nos abandonaran, Èsta es otra persona diferente y con su propia personalidad que nada tiene que ver con nuestra pareja anterior, por lo que tiene su derecho propio a expresar sus necesidades sin ser juzgada por los actos de otra persona que nada tiene que ver con ella. AsÌ pues, entendemos que sus palabras o sus actos significan exactamente lo que parecen: que quiere m·s tiempo para leer, estudiar, estar con sus amigas o ver esa serie que tanto le apasiona y que a nosotros nos parece el s˙mmum del aburrimiento. Respondemos a su demanda diciÈndole que entendemos sus necesidades y que le concederemos ese espacio extra, pero que nosotros, que la necesitamos y queremos, tambiÈn queremos una pequeÒa compensaciÛn. Le guiÒamos un ojo, le sacamos una sonrisa y le decimos que el tiempo que pasemos juntos la queremos para nosotros y queremos compartir con ella un montÛn de cosas como por ejemplo, una cena rom·ntica el prÛximo s·bado. Resultado: Ella consigue ese espacio extra, nosotros dejamos claro que la entendemos, la conocemos y confiamos en ella, y adem·s remarcamos que, si bien, entendemos su necesidad, ella tambiÈn tiene que entender la nuestra y «mejorar» el tiempo que pasemos juntos, que si bien ser· menor, puede ser de mayor calidad. Hemos, adem·s, dejado claro que somos personas con confianza en nosotros mismos y en ella, que la respetamos y que tambiÈn tenemos nuestro propio mundo m·s all· de ella (podemos aprovechar ese tiempo extra para quedar con nuestros amigos, apuntarnos a un curso, leer el blog de Maria en egolandseducciÛn.com, ir al gimnasio o lo que sea que nos guste), lo que nos hace personas interesantes y con una valÌa m·s all· de nuestra relaciÛn con ella.

Evidentemente, es sÛlo un ejemplo sencillo de como puede cambiar una situaciÛn potencialmente conflictiva gestion·ndola desde una perspectiva m·s inteligente emocionalmente. TambiÈn es evidente que para llegar a sentirnos cÛmodos actuando como en la situaciÛn 2, tenemos que hacer un trabajo previo con nosotros mismos para llegar a sentir de esta manera. Otra cosa que tambiÈn influye es la sinceridad con nuestra pareja, pero como es otro tema del que quiero hablar largo y tendido, de momento lo he obviado, por esquematizar m·s, ir familiariz·ndonos primero con cosas m·s b·sicas y poder profundizar m·s adelante con un base bien adquirida. Poco a poco iremos viendo estrategias para trabajar este tipo de habilidades. No es una tarea sencilla, pero sÌ apasionante y que puede cambiar mucho y a mejor nuestras relaciones. °Muchas gracias por vuestra atenciÛn!

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