Enamorarse por un día: Conmovido

Hola amigos. Tras una noche de reflexión, voy a hablaros de lo que sentí ayer. De cómo me conmoví delante de una chica…de la esencia de la seducción. Pero antes de empezar a leer, debéis poner esta canción:

[divide]Todo empieza como cualquier otra cita: nervios, ilusión, expectación… Sólo falta la chica.

De camino hacia mi destino pongo las canciones preparadas de rock que suelo escuchar para mantener mi ánimo alto. Aún no sé qué me espera. Como siempre, tengo alta expectativa y confío en mis posibilidades más que cualquier otro ser humano viviente, debido quizá a mi optimismo radical.

Una vez llegado al lugar de encuentro aguardo con ansia su llegada. Por fin volveré a contemplar esa mirada cargada de misterio…seductor misterio. Esta vez decido abandonarme a la improvisación, a hacer lo que surja. Por ello, le digo que ella será mi guía. Me dejo llevar…aunque no estoy del todo convencido, tengo miedo…

La veo venir a lo lejos. Su silueta curvilínea y su pelo de hiedra hacen su contemplación de lejos una auténtica obra de arte. Sin duda, la noche se avecinaba llena de sorpresas. Se va acercando  y cada vez puedo vislumbrar con mayor claridad esa mirada…esos ojos cargados de magnetismo. Viene sonriendo. Sin duda me lo tomo como que ella ha compartido mi ilusión y mis nervios por este encuentro. Saludo y aprovecho para olerla. Dios…qué olor más sensual y sexual. Apenas puedo contener las ganas de besarla allí mismo, en medio de la calle sin darle tiempo a respirar. Pero me controlo, decido que ella marque el ritmo, por primera vez en muchísimo tiempo.

Me lleva a sitios cargados de oscuridad, misterio y romanticismo. Sin duda, en consonancia con su mirada y su cabello oscuro…y sin embargo, contrastado por su actitud de inocente niña abrumada por lo que se avecina. Paseamos bajo la luz de la incipiente luna, que quiere salir entre el ambiente mojado y las nubes furiosas. El encuentro prometía, y así se lo hice saber. Una afirmación que hizo reflejar sus fuegos internos en un sonrojo muy genuino.

Como no quería que la cita decayese, decido distensionar ese romanticismo tomando algo en un bar…un bar preferiblemente cuya decoración sea de madera, ya que aporta calidez (créditos a mi amigo Pedro). Tomamos algo, sabiendo lo que se está por venir. De repente me encuentro conmovidoabrumado por mis propios sentimientos. Sentimientos que hacía tiempo creía que no podría volver a experimentar. Decido ir al aseo a desconectar y poner mi mente en orden. Soy Jorge, el gran seductor, me digo a mí mismo delante del espejo…y no puedo evitar sonreírme. «El seductor ha sido seducidoamigo«. Ante esto sólo me queda una opción: conmoverme ante lo que está pasando…y dejarme llevar más aún. Reconocer los sentimientos que estoy experimentando como propios y usarlos para hacérselo saber a ella…que no tiene más opción a rendirse ante ellos.

Decido dar una dirección a la cita y decirle que me lleve a donde tenga pensado ya mismo. No estoy dispuesto a que la cita se eche a perder por culpa de estar sentados en un sitio lleno de olor a frituras. Me mira con esos ojos…esa mirada que me vuelve loco, me turba y me hace sentir poderoso, protector y vulnerable a la vez. No sé cuánto tiempo más podré aguantar esas ganas de besarla y hacerla mía.

Para mi sorpresa, ella misma me lleva a un lugar desde donde se ve toda la ciudad. Unas vistas maravillosas combinadas con una presencia magnífica y esa mirada tan espectacular hacen que me conmueva más aún…y así se lo hago saber. Sin darme apenas cuenta, estoy embelesándola con mis manos en su cintura y las suyas en mi cuello


«¿Sabes? Esta noche está siendo mágica…y la compañía sólo hace que aumente la magia…»

Comienza a llover suavemente, y es el inicio de la lluvia plateada en consonancia con la tensión sexual que había la que marcan el ritmo del tan esperado, apasionado y romántico beso…ese beso que ya probé una vez y me tiene con adicción expectante. Besos y más besos. Me dispongo a pasar a un plano más íntimo pero empieza a diluviar y tenemos que refugiarnos donde buenamente podemos. Un sitio demasiado iluminado, pero solitario…tengo que controlarme para no arrancarle la ropa allí mismo a plena luz y así se lo hago saber, de una manera suave…


«No te imaginas el esfuerzo que estoy haciendo para no devorarte aquí mismo…te salvas por la luz que hay».

No responde, pero en el fondo de su mirada veo que su deseo es similar. Más caricias, besos y abrazos. Eso, en conjunto con el toque de niñita que tiene y su actitud e inocencia hacen que me afirme a mí mismo que acabo de enamorarme…enamorado por una noche. Esa sensación la conozco bastante bien, y por ello puedo afirmarlo.

Cesa la lluvia, pero ya es tarde y debo retirarme, pues el camino es largo y la carretera mojada. De camino al coche más besos y más conmoción. Le hago ser consciente de lo que está provocando en mí, a lo que sonríe tímidamente. Le pido que no vuelva a hacer eso, pues no controlaré mis ganas de poseerla ahí mismo. Vuelve a hacerlo pero controlo mis impulsos más primitivos y sólo la levanto en peso, dándole el beso más apasionado hasta ahora. Una vez dentro del coche, miro la hora y es imposible hacer nada más en tan poco tiempo…le doy los besos más apasionados de los que soy capaz, pues ella se los merece. Pongo la radio y suena la canción que estáis escuchando “I don’t wanna miss a thing” de Aerosmith. 4 minutos de besos apasionados que hacen notar la sangre más profunda de mi cuerpo en mis labios. No soy capaz de controlarme y soy consciente de que debemos irnos si quiero llegar a tiempo a casa. De camino a su casa, decido describirle mis sensaciones más profundas y que esta cita debería repetirse sin diluvio.

«No sé si estarás sintiendo lo mismo que yo…pero desde luego, esta ha sido una noche cargada de emociones. Creo que debería repetirse un día que no llueva, ¿no te parece?»

Ambos estamos de acuerdo en que ha sido una de las noches más mágicas de nuestras vidas…y que hay que repetirla. De camino a casa aún sigo flipando y pensando que por estos valiosos momentos merece la pena haber estudiado seducción. Gracias por esta noche, S.

Amigos, no sé si os ha pasado alguna vez, pero así veo yo la esencia de la seducción: el seductor seducido, el enamoramiento de una noche, la capacidad de conmover y ser conmovido, fuego de pasión, seducción en estado puro. Un abrazo compañeros, espero que os pase alguna vez esto que a mí.

escrito y vivido por JORGE

 

12 comentarios
  1. Jorgetr
    Jorgetr Dice:

    Muchas gracias chicos. La verdad es que me halagan mucho vuestros comentarios. Esa es la idea, sucumbir a la seducción y darnos cuenta de que ambos jugamos y nos conmovemos juntos.

    Responder
  2. Austin
    Austin Dice:

    Jorge, y yo me pregunto ,

    Q hace q no sientas seguir enamorado de esa chica y esa mirada por más tiempo q una noche ?
    Hasta cuándo crees q te durara esa conmoción, ese enamoramiento ? Una semana, un mes …?

    Precioso relato, por cierto

    Responder
    • Jorgetr
      Jorgetr Dice:

      Austin, no me pregunto cuánto durará, sencillamente me dejo llevar por el momento. Hay momentos irrepetibles que deben no estropearse a veces con planes de futuro. Simplemente, es algo que quedará en nuestros corazones como algo muy bonito.

      Lo que hace que no siga enamorado más allá del momento es la combinación de mis ganas de salir a conocer más chicas, estar ilusionado sabiendo que esa misma tarde tengo una cita con otra y sin poder dejar de pensar en la anterior. En definitiva, estoy muy solicitado jajaja.

      Por mi parte, seguiré viéndome con esta chica y si veo que me va llenando más, tendré que pensarme si darle exclusividad…aunque hoy por hoy no me veo preparado para ello.

      Responder
    • Jorgetr
      Jorgetr Dice:

      Luis, tan solo es un 4% de lo que llegué a experimentar. Lo he reflejado como buenamente he podido, pero no está a la altura del momento…

      Responder

Trackbacks y pingbacks

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *