El mensaje de Whatsapp ante Gimena
Absolutamente satisfecho, me dirijo a casa tras una de las sesiones prácticas del Plan Integral Personalizado. Los chicos han hecho maravillas. Teléfonos, besitos, enamoramientos y los más nuevos han sexualizado con esfuerzo. Pero todos sin excepción proclaman una victoria honda y clamorosa contra sus miedos o hábitos corregibles.
Tras los abrazos, y últimas carcajadas, enciendo mi último cigarro ya con las botas en movimiento,satisfecho por ellos y por mí. Estamos haciendo algo muy grande y es indiscutible. La oscuridad de la noche se cierne sobre Valencia con contundencia. Son las 03,45 y los coches se ponen en marcha solo con dos posibles opciones: retirarse o seguir persiguiendo la energía lúdica del sexo y el cortejo.
Tarereo Born Into This de The Cult y aunque el cansancio se torna detectable, la sonrisa aparece palpitante en mi boca y mi corazón.
En la acera de enfrente camina en dirección contraria una chica alta, ataviada con una minifalda vaquera, pelo liso y unas facciones ampulosas. Pelirroja ella. Su altura, estilo y cuerpo despertaría el instinto cazador hasta de un caracol jubilado. Así que la miro y llevo mi mano hasta mi sien. La saludo con un saludo militar que devuelve con una sonrisa.
Sigo andando mirando al frente pero algo me parece oír junto a una risa… Me giro entonces… y se gira. SUFICIENTE.
-Chica, Espera…
Entonces el estribillo mi canción suena con más volumen en mi mente y camino hacia ella más flamenco y rockero que Ian Astbury. Al acercarme, detiene su paso y me recibe con una sonrisa de mueca inteligente.
-Perdona. ¿Se puede saber por qué diablos has tenido que aparecer a estas horas de la noche?
-Eso mismo digo yo – Responde con una voz intencionadamente segura de sí misma.
-¡Mírala!… ¿Quién eres, la chica más molona y segura de todo el Barrio del Carmen?
-Seguramente – contesta conteniendo el juego.
-En ese caso estoy muy enfadado contigo. Yo tengo más años que un loro y a estas horas yo ya no estoy tan seductor…
-Ese no es mi problema – responde ahora sí con una risa sonora.
-Sí que es tu problema. Estás ligando conmigo por algo y para algo. Igual que yo.
En ese momento se gira escondiendo una carcajada muda. Antes de que le de tiempo a contestarme le pregunto el nombre.
-Gimena.
-Gimena? ¡Qué nombre más inspirador!
-¿Sí? ¿Te lo parece?
-A mí es que me va mucho el rollito medieval. De hecho el verano pasado estuve en un monasterio de clausura durante una semana.
-¿Tú?
-Ya sé que tengo más pinta de protagonista de Sons of Anarchy pero las apariencias engañan. Por cierto yo me llamo Luis.
-Encantada.
El momento era absolutamente idóneo para hacer un NARRADOR.
-¡Qué maravilla de momento! ¿No te parece, Gimena? Cuando parecía que nos íbamos a dormir nos encontramos, nos gustamos y encima nos ponemos tontitos…
-¡Ja ja ja! Pues sí.
En ese momento suena mi teléfono. Mensaje de whatsapp. Al leer la primera parte del mensaje me acuerdo de un pequeño detalle…
«Tejón…»
-Gimena, créeme que si me hubieras pillado en otro momento de mi vida ahora nos iríamos a buscar un lugar tranquilo para husmear en nuestras historias y encontrar vínculos y utilidades mutuas… Pero…– ella frunce el ceño esperando alguna mala noticia- me tengo que ir sin tu teléfono y sin nada de lo que parecía que iba a pasar. Es que resulta que soy muy feliz. Ciao
Gimena se queda quieta, sin hablar un par de segundos, y tras tres de mis pasos la oigo mover sus tacones a un ritmo acelerado. Soy despistado, sí. Pero soy feliz siendo fiel en este momento.
Siempre vuestro, egoh
Siento inspiración no me acompaña estas horas, y no entendí la relación ( en la historia ) del «tejón». Gracias por vuestra aclaración.
La fidelidad tiene sus ventajas, Ego. Veo que vamos sentando la cabeza…
El tejón tenía que volver a la guarida jeje. Muy bien Luis, lo importante es ser feliz 🙂
Que alegría el saber que a pesar de ver a una despampanante mujer, le eres fiel a tus prioridades. Que orgullo ser un lector de aquí.
Asi que.. dirías que estas en edad de ser fiel? jaja