Enamorarse por un día: Conmovido

Hola amigos. Tras una noche de reflexión, voy a hablaros de lo que sentí ayer. De cómo me conmoví delante de una chica…de la esencia de la seducción. Pero antes de empezar a leer, debéis poner esta canción:

[divide]Todo empieza como cualquier otra cita: nervios, ilusión, expectación… Sólo falta la chica.

De camino hacia mi destino pongo las canciones preparadas de rock que suelo escuchar para mantener mi ánimo alto. Aún no sé qué me espera. Como siempre, tengo alta expectativa y confío en mis posibilidades más que cualquier otro ser humano viviente, debido quizá a mi optimismo radical.

Una vez llegado al lugar de encuentro aguardo con ansia su llegada. Por fin volveré a contemplar esa mirada cargada de misterio…seductor misterio. Esta vez decido abandonarme a la improvisación, a hacer lo que surja. Por ello, le digo que ella será mi guía. Me dejo llevar…aunque no estoy del todo convencido, tengo miedo…

La veo venir a lo lejos. Su silueta curvilínea y su pelo de hiedra hacen su contemplación de lejos una auténtica obra de arte. Sin duda, la noche se avecinaba llena de sorpresas. Se va acercando  y cada vez puedo vislumbrar con mayor claridad esa mirada…esos ojos cargados de magnetismo. Viene sonriendo. Sin duda me lo tomo como que ella ha compartido mi ilusión y mis nervios por este encuentro. Saludo y aprovecho para olerla. Dios…qué olor más sensual y sexual. Apenas puedo contener las ganas de besarla allí mismo, en medio de la calle sin darle tiempo a respirar. Pero me controlo, decido que ella marque el ritmo, por primera vez en muchísimo tiempo.

Me lleva a sitios cargados de oscuridad, misterio y romanticismo. Sin duda, en consonancia con su mirada y su cabello oscuro…y sin embargo, contrastado por su actitud de inocente niña abrumada por lo que se avecina. Paseamos bajo la luz de la incipiente luna, que quiere salir entre el ambiente mojado y las nubes furiosas. El encuentro prometía, y así se lo hice saber. Una afirmación que hizo reflejar sus fuegos internos en un sonrojo muy genuino.

Como no quería que la cita decayese, decido distensionar ese romanticismo tomando algo en un bar…un bar preferiblemente cuya decoración sea de madera, ya que aporta calidez (créditos a mi amigo Pedro). Tomamos algo, sabiendo lo que se está por venir. De repente me encuentro conmovidoabrumado por mis propios sentimientos. Sentimientos que hacía tiempo creía que no podría volver a experimentar. Decido ir al aseo a desconectar y poner mi mente en orden. Soy Jorge, el gran seductor, me digo a mí mismo delante del espejo…y no puedo evitar sonreírme. «El seductor ha sido seducidoamigo«. Ante esto sólo me queda una opción: conmoverme ante lo que está pasando…y dejarme llevar más aún. Reconocer los sentimientos que estoy experimentando como propios y usarlos para hacérselo saber a ella…que no tiene más opción a rendirse ante ellos.

Decido dar una dirección a la cita y decirle que me lleve a donde tenga pensado ya mismo. No estoy dispuesto a que la cita se eche a perder por culpa de estar sentados en un sitio lleno de olor a frituras. Me mira con esos ojos…esa mirada que me vuelve loco, me turba y me hace sentir poderoso, protector y vulnerable a la vez. No sé cuánto tiempo más podré aguantar esas ganas de besarla y hacerla mía.

Para mi sorpresa, ella misma me lleva a un lugar desde donde se ve toda la ciudad. Unas vistas maravillosas combinadas con una presencia magnífica y esa mirada tan espectacular hacen que me conmueva más aún…y así se lo hago saber. Sin darme apenas cuenta, estoy embelesándola con mis manos en su cintura y las suyas en mi cuello


«¿Sabes? Esta noche está siendo mágica…y la compañía sólo hace que aumente la magia…»

Comienza a llover suavemente, y es el inicio de la lluvia plateada en consonancia con la tensión sexual que había la que marcan el ritmo del tan esperado, apasionado y romántico beso…ese beso que ya probé una vez y me tiene con adicción expectante. Besos y más besos. Me dispongo a pasar a un plano más íntimo pero empieza a diluviar y tenemos que refugiarnos donde buenamente podemos. Un sitio demasiado iluminado, pero solitario…tengo que controlarme para no arrancarle la ropa allí mismo a plena luz y así se lo hago saber, de una manera suave…


«No te imaginas el esfuerzo que estoy haciendo para no devorarte aquí mismo…te salvas por la luz que hay».

No responde, pero en el fondo de su mirada veo que su deseo es similar. Más caricias, besos y abrazos. Eso, en conjunto con el toque de niñita que tiene y su actitud e inocencia hacen que me afirme a mí mismo que acabo de enamorarme…enamorado por una noche. Esa sensación la conozco bastante bien, y por ello puedo afirmarlo.

Cesa la lluvia, pero ya es tarde y debo retirarme, pues el camino es largo y la carretera mojada. De camino al coche más besos y más conmoción. Le hago ser consciente de lo que está provocando en mí, a lo que sonríe tímidamente. Le pido que no vuelva a hacer eso, pues no controlaré mis ganas de poseerla ahí mismo. Vuelve a hacerlo pero controlo mis impulsos más primitivos y sólo la levanto en peso, dándole el beso más apasionado hasta ahora. Una vez dentro del coche, miro la hora y es imposible hacer nada más en tan poco tiempo…le doy los besos más apasionados de los que soy capaz, pues ella se los merece. Pongo la radio y suena la canción que estáis escuchando “I don’t wanna miss a thing” de Aerosmith. 4 minutos de besos apasionados que hacen notar la sangre más profunda de mi cuerpo en mis labios. No soy capaz de controlarme y soy consciente de que debemos irnos si quiero llegar a tiempo a casa. De camino a su casa, decido describirle mis sensaciones más profundas y que esta cita debería repetirse sin diluvio.

«No sé si estarás sintiendo lo mismo que yo…pero desde luego, esta ha sido una noche cargada de emociones. Creo que debería repetirse un día que no llueva, ¿no te parece?»

Ambos estamos de acuerdo en que ha sido una de las noches más mágicas de nuestras vidas…y que hay que repetirla. De camino a casa aún sigo flipando y pensando que por estos valiosos momentos merece la pena haber estudiado seducción. Gracias por esta noche, S.

Amigos, no sé si os ha pasado alguna vez, pero así veo yo la esencia de la seducción: el seductor seducido, el enamoramiento de una noche, la capacidad de conmover y ser conmovido, fuego de pasión, seducción en estado puro. Un abrazo compañeros, espero que os pase alguna vez esto que a mí.

escrito y vivido por JORGE

 

Mi primera cita con Helio…La genialidad

Otro nuevo artículo de mi primera cita con Helio. Antes que anda os pido un fuerte aplauso a las chicas cómo C—cín que se prestan a compartir con nosotros cómo se sintieron para que podamos aprender por su propia experiencia algo sobre este mundo que Einstein decidió llamar seducción.

“La genialidad es darse cuenta de lo obvio”.

A riesgo de parecer impresionable, hay frases que usadas en el momento preciso, por muy típicas que a ciertas personas le puedan parecer, me producen una atracción irremediable. Algo así debió pasarme la noche que conocí a Álvaro. Os pongo en contexto: bar, música agradable, cerveza, poquita gente y en compañía de una amiga escocesa muy, muy cercana.

bar pub mesa ligar cita

De repente, entran tres chicos que a mi parecer formaban un grupo característico, interesante. Esta vez la intuición acertó. Después de varios encuentros de miradas fortuítas (o no tanto), se acerca a nuestra mesa uno de ellos, imagino que ya sabéis de quién se trataba, y nos dice con bastante salero,

-Aquellos dos chicos de la barra son mis amigos, ¿os importa que nos sentemos a charlar un rato con vosotras?

Silencio…mi amiga y yo nos miramos, sonrio casi inconscientemente y le digo que sí.

Nota Helio: Mi mensaje era sincero y congruente. El qué se lo comunico, el porqué esta implícito y el para qué lo comunico. Mi comunicación tiene que facilitar mensajes reales y que sean fáciles de interpretar.

Rápidamente Álvaro pasó a la acción, me pareció extremadamente extrovertido, y muy ingenioso. Me dio la sensación de que todo lo que pasaba por su mente salía por su boca, sin pasar ningún filtro. Hacía preguntas de todo tipo, propuso varios juegos, que ahora sabiendo más cosas sobre él, podría adjetivar como psicológicos. Nos hizo mojarnos, opinar sobre nosotros mismos y los demás de la mesa, observarnos… Fue un rato muy divertido, nos reímos mucho, o al menos, yo me reí mucho. Sabe jugar bien sus cartas.

Nota de Helio: La mandanga, la diversión y poder conocerse para poder vincularse es el camino más rápido del mundo para que alguien se sienta atraído por ti.

Al cabo de dos semanas o así nos volvimos a ver, en un encuentro cuanto menos interesante, y que desde luego no entra en lo que se conoce como cita estándar. Me propuso ir a…. estudiar! sí, sí…tal y como lo leéis, ESTUDIAR. Y la verdad es que acepté encantada.

NOTA HELIO: ¿Estamos en exámenes? ¿Nos apetece quedar? Pues de una forma natural, sin historias de valor ni rollos…quedamos para estudiar.

La única condición que puse es que llegara después que yo (manías personales…), y la cumplió con creces…estuve al menos media hora esperándolo!!! Será por eso de que lo bueno se hace esperar J

Antes de empezar con la mañana de estudio amenizamos el largo desayuno con una conversación de esas que te hacen empezar el día con energía positiva y optimismo! Los nervios del principio dieron paso rápidamente a la comodidad, al placer de estar con alguien que te transmite tanta energía y que a la vez te escucha atentamente, aunque muchas de tus respuestas no le terminen de convencer! Puede llegar a ser muy cabezota!

En definitiva, no es que esa mañana rindiéramos en exceso en la biblioteca, pero fue una mañana provechosa en el sentido más ámplio de la palabra.

Nota de HELIO: Mi interés en ella justificado, sexualizar gradualmente y de forma sincera…acaban en flamenquerío molón, cómo no podía ser de otra manera.

Comparando con citas anteriores de Helio, se podría pensar que en ésta la seducción brilla por su ausencia, pero, nada más lejos de la realidad. Hay millones de formas de seducir y la suya sin duda es la más natural.

Fdo: C…cín.

biblioteca mesa ligar cita

Mi primera cita con Helio…por M

Álvaro quiere que les cuente cómo nos conocimos y nuestra primera cita. No suelo escribir, pero cómo es un bonico haré el esfuerzo por él y si a ustedes les sirve de inspiración o al menos se ríen un rato, pues en algo habré ayudado, ¿no?

Comenzó la cosa con una jauría de mujeres en un cumpleaños, mi 34 cumpleaños para ser exactos, podrán pensarse que con mi edad soy una señora pelotuda y mas vieja que las brujas de los cuentos de Disney, pero la verdad es que estoy divina, llamó bastante la atención y si no, pregúntenle a Álvaro. Esa noche estaba rebuena, estábamos todas mis amigas bailando y éramos en centro de atención de cualquier mirada, estábamos rearregladas. Veníamos de lo de Lau, una amiga, nos habíamos bebido unas copas y en el pub no había nada que me nos gustase , sólo bailábamos y nos reíamos de los que con sus tímidas pelotudeces trataban de cogerse a alguna mina.

primera cita beso helio diversión

Un nene, flaquito y con una sonrisa gigante rompió el circulo que formábamos mis amigas y yo, venía de frente hacia mi y mis amigas se quedarón en blanco, con los ojos de plato, ese chico se paró frente a mi y me preguntó:

 

-“¿Qué hay que hacer para ligar contigo?”

-Ser millonario- le dije

-¿Y no sirve con mentirte y decirte que soy millonario?

-¡Mentime y no te hablaré nunca más!

 

 

(Apunte de Helio: Diversión, ser sincero y mostrar mi interés con naturalidad. Probablemente unos mil millones de hombres hayan intentado ligar con M, por eso mismo, le preguntó, le pido ayuda y ante su semi negativa, uso el sentido del humor y no muestro que me afecte negativamente.)

 

Estuvimos hablando un rato y recuerdo que nos reíamos mucho. Mis amigas me pellizcaban y me ponían caras para que me alejase de él. Les parecía un chico demasiado chico, pero la verdad es que a mi los chicos jóvenes y con huevos cómo él me gusta. Esto va para las mujeres que sé que cada vez visitan más su pagina.

 

“Chicos chicos, problemas chicos; Chicos grandes, problemas grandes”

 

Se despidió y se fue con el número de mi celular, y esa misma noche me envió un sms. No recuerdo bien que decía, pero era bien gracioso. Después de un par de días quedamos para ir a la feria del vino en el río. Él iba reloco con una camiseta negra y unos zapatos marrones que no pegaban nada, pero con el tiempo ya vi que eso de los zapatitos es habitual en él.

Estuvimos platicando, le dije que mis amigas no me dejaban quedar con él, el me contó cosas súper divertidas sobre su trabajo y su vida. Era un  nene, pero me estaba poniendo cardíaca, cuando le salía de las narices se mordía el labio y me miraba el escote (me había puesto escote para que lo mirase, pero esperaba encontrarme con alguien más nervioso)

(Apunte de Helio:Necesario sexualizar, no sólo con nuestro texto sino también con nuestra conducta.)

La cita iba bien, pero el no me había besado. Yo pensaba “bésame, bésame, bésame” y el no hacía nada, así que decidí besarle y él me siguió el beso. Fue bonito y él se río. Me enojé por que se reía y me abrazaba, sentía una mina estúpida, pero en seguida me dijo que estaba super nervioso y que le encantaban las mujeres que podían tomar la iniciativa. Nunca me creí lo de que estaba nervioso, pero igual, es un amor.

 

(Apunte de Helio: Estamos en el siglo XXI y las mujeres no son un objeto extraño al que hay que manipular para no sé qué de sus genes. Tienen las mismas ganas o más que nosotros de vivir experiencias divertidas, frescas y que recordar con una sonrisa.)

Mi primera cita con Helio…El chico que me hizo sonreir

Mi primera cita con Helio (V) El chico educado que me hizo sonreír en un mal día.

Yo soy E. Tengo 23 años y soy de Valencia. Helio me ha pedido que os cuente cómo nos conocimos y a mi me pareció bien, por que la verdad es que para mi fue un día bastante especial. Soy comercial de una empresa telefónica y algunas veces me toca hacer puerta fría. Un trabajo que no me gusta, pero de momento es lo que hay. Para los que no lo sepáis la puerta fría consiste en ir ofreciendo servicios del tipo telefónica (Internet, telefonía fija, etc…).

Ese día en concreto había discutido con mi ex-novio, en ese momento estábamos en la época final, una etapa muy dura para ambos y además él se estaba portando un poco mal…bueno cosas de parejas. No sólo eso, si no que además mi jefe me había echado una bronca gigante por un envío que hice mal. Un día horroroso. Cuando toqué a su timbre y me abrió le pregunté si estaba interesado en adquirir telefonía fija y me dijo que no, sonrió y cerró la puerta. Cuando toqué a su vecino no parecía contestar nadie, así que llamé al ascensor.

Ni me había fijado en él, cuando trabajas de cara al público te quedas muy poco con la gente, ves a demasiados al día y de hecho lo último que te apetece es hablar con alguien si no es para cerrar un contrato. Pero su puerta se volvió a abrir. Iba despeinado, con una camiseta negra sin mangas y unos vaqueros claros algo rotos muy chulos. Y me hizo reír.

-Perdona, me acabo de dar cuenta de que una chica preciosa acaba de tocar a mi puerta y a mi se me ha ocurrido no hacerle caso. Debo estar volviéndome loco o algo…

Le conteste que muchas gracias pero que tenía que irme. Se acercó a mí y se presento. Yo antes le había dicho antes mi nombre y por la cara que ponía, se veía que se le había olvidado. Antes de preguntarme mi nombre me contó que compañía le estaba timando y que no sabía que hacer. Me lo contó con mucha gracia, hablaba cómo si yo fuese la presidenta de mi compañía o la mayor especialista del mundo y la verdad que se le veía muy tierno.

-Perdona, estoy aquí contándote problemas aburridísimos y ni te he preguntado ni tu nombre ni te he ofrecido algo de beber. Pasa.

-Es que, tengo que seguir trabajando. Y me llamo E.

-Vamos a ver, E, yo también tengo un trabajo, y todos sabemos que lo más aburrido del mundo es trabajar y estamos todos deseando que alguien nos de la posibilidad de escaquearnos un rato. ¿Sí o no?

Eran las 12 del mediodía mas o menos y este chico me estaba dando muy buen rollo. Pensé que un descanso con un chico simpático no me iba a venir mal, así que accedí, pero me tenía que prometer que iba a escuchar la oferta de mi compañía.

-Si me sonríes así, escucho la oferta, me compró la gorra, me hago presidente y te asciendo a Primera Ministra belga si hace falta.

Estuvimos en su salón sentados unos quince minutos. Hablamos de quien era yo, de quien era él, a qué se dedicaba (la verdad que me costó mucho creérmelo), y nos reímos bastante. Estaba muy cómoda con él, aunque mi compañero me llamó dos veces para ver donde estaba. Así que tuve que decirle que tenía que marcharme, pero que podía llamarme cuando quisiera. Me acompañó a la puerta y se despidió con un beso en la boca. Yo me quedé flipando. Si lo que enseña se parece a esto me parece muy bien…pero no os hagáis todos tan golfos que éste tiene mucho peligro.
Me encanta quedar con él para charlar y contarle cosas, porque se nota que lo más importante para él no es darte un beso o no. Lo que más destacaría de Helio es su capacidad para escuchar y que te rías con él. Un abrazo a todos.


—————————————
A veces chicos, chicas preciosas como E. llaman a nuestra puerta. Le agradezco mucho a ella y a todas las chicas que han escrito su primera cita conmigo por lo valientes que son y por su generosidad.

Al final, lo que hizo que E se detuviera un rato a descansar conmigo fue que su rechazo no me molestó, primero porque yo entendí su rechazo, no reaccione de manera negativa, sino todo lo contrario. Sentido del humor ante las objeciones y un deseo real de conocerla y de que me conozca.

 

Os recuerdo que la diversión, el conocer a alguien que te trasmite emociones positivas y la naturalidad son difícilmente rechazadas.

Mi primera cita con…La gata negra

Me copio de Helio esta sección que me ha gustado mucho y que a partir de ahora hago parte también de mi blog. Siempre es productivo recibir información de como los otros viven tu forma de ser, y además, siempre puedes acabar riéndote de uno mismo.

Os dejo con la primera colaboración que he pedido a quien es ahora un buen amigo.

***

La conocí una mañana de abril, en un examen al que no tenía ganas de ir. Bueno, en realidad ya nos habíamos echado el ojo por los pasillos de la facultad, puesto que compartíamos aula en las prácticas de la tarde. La cuestión, es que allí estaba yo, intentando inventarme una pregunta sobre el desarrollo embrionario de un pollo en el huevo, cuando oí que alguien abría la puerta a mis espaldas. Miré el reloj y pensé: A alguien no le van dejar hacer el examen…. Pero me equivocaba, el sonido de unos tacones de infarto sonaba cada vez más cerca y cuando pasó a mi lado no pude evitar levantar la vista de la hoja que tenía delante. Mi concentración cayó en picado. Tras un breve cruce de palabras con el profesor al cargo, se sentó en la última fila, mascando chicle y sin dejar ese aire de niña buena que la envolvía pese a llegar tarde y alterar a toda la clase (o por lo menos al sector masculino).

Acabé a duras penas el examen, no sin dirigir de vez en cuando mi mirada a la última fila. Lo entregué, salí de la sala, y de pronto, como una ola, alguien me abordó preguntándome que había respondido en la dichosa pregunta del huevo y el pollo. Cuando me repuse del susto, la vi a ella, enarcando una ceja, esperando mi respuesta, a la cual solo pude responder con palabras inconexas. Se me quedó mirando y me preguntó si me conocía de algo, y allí empezó una conversación, que acabó con una breve despedida y su dirección de messenger apuntada en una hoja de mi libreta. Sinceramente, lo primero que había pensado de ella era que era un chica creída y altiva, pero después de hablar con ella pensé que estaba absolutamente loca, no obstante, me cayó bien, muy bien, era como un torrente de agua fresca en un día de calor, no se como explicarlo, es un persona que atrae a todo el mundo que se acerca a ella, tiene ese gancho que te atrapa.

Hablamos, mucho, largo y tendido, congeniamos muy rápido, y de vez en cuando nos saludábamos por los pasillos de la facultad, cada vez con mas asiduidad, hasta que un día decidimos quedar a hacer un trabajo juntos. Lo cierto es que me sorprendió un poco que accediera a ello, pero por otro lado, no había nada malo en que dos compañeros de facultad quedasen para hacer un trabajo en común, ¿no?

Comimos en un restaurante de la zona, mientras una tormenta anegaba las calles en el exterior. No me había reído tanto en mi vida, fue sentarnos a la mesa y la conversación fluía sola. Jugamos a un juego, yo hacía una afirmación y ella debía argumentarla, por descabellada que fuese, y no había forma de ganarle. Las horas pasaban, y en ningún momento surgió ningún silencio incómodo, todo era buen rollo y risas, era como si la conociese desde hacía años. Estaba loca, sí, pero es esa locura que te contagia, que te hace sacar a la persona que llevas dentro, que te hace mostrarte sin vergüenza y sin miedo a que te vayan a herir. Estaba realmente cómodo. En pocos días había pasado de ser la típica diosa inalcanzable (cuando la vi por primera vez), a ser un tía brutalmente afín a mí.

 

Dejó de llover y nos fuimos paseando a un parque cercano, nos sentamos en uno de los pocos bancos que no estaban empapados y ella, hábilmente, me robó la sudadera alegando que tenía frío. Se tiró sobre el banco apoyando la cabeza en mis piernas. Ambos mostrábamos interés, pero nadie daba el primer paso. Realmente no era una prioridad dar el primer paso, nos tanteábamos, avanzando y retrocediendo, como en un baile. No era tan importante el fin, sino el cómo. Estábamos profundizando el uno en el otro, y analizando las posibilidades, no era un peón en su tablero, el juego estaba siendo de igual a igual. Conforme avanzó la tarde, se puso la capucha dejando solo al descubierto sus labios. Me costó horrores no darle un beso, pero la verdad, es que hubiese roto el momento si lo hubiese hecho. De nuevo se puso a llover. Antes de despedirnos, hicimos una apuesta en la cual, quien perdiese, invitaría a comer al otro la semana siguiente.

Si os dais cuenta, perdiese quien perdiese, el resultado era que teníamos otra cita por delante. Gané yo (o me dejaron ganar), la cuestión es que aquel día preparó un maravilloso picnic, con su cestita, cubiertos, mantelito…. Nos tumbamos en la hierba del río, comimos, hablamos, reímos, divagamos, tonteamos…. como en las veces anteriores, la conexión había sido instantánea. La tarde fue avanzando, y estábamos cada vez mas cerca el uno del otro, cuando ya el espacio que nos separaba era de milímetros, le hice una pregunta, a la que con una sonrisa angelical me respondió con una bordería, nos reímos unos segundos, nos quedamos mirándonos a los ojos y acabamos besándonos un largo rato (que se me hizo muy corto) sobre la hierba.

Y así fue como La Gata Negra y yo nos conocimos. Ese fue el primero, pero no el último de los besos que vinieron. Y aunque podría explicar como fue el último, eso, amigos, es otra historia.

Mi primera cita con Helio: Reggae Music

Helio, para mi Álvaro, me ha dicho que primero tengo que presentarme Soy una chica de Valencia, tengo 24 años y tengo una carrera de ciencias acabada desde hace una semana. Siempre me he considerado una chica de mente abierta, la gente piensa que soy una chica atractiva y, esto no se si es importante pero me gustaría decirlo, en general los chicos que conozco por ahí me suelen resultar muy aburridos.

 

Estaba con unas amigas en una noche de conciertos reggea en un pueblo muy cercano a Valencia. Eramos un grupo de seis amigas. Serían las doce o un poco más y ya iban por el segundo grupo. Mis amigas habían conocido a dos chicos y estaban hablando con ellos. Yo sólo disfrutaba de la música y charlaba con mis amigas, no me apetecía conocer a ningún chico y la música me gustaba.

 

Los dos chicos tenían unas pintas muy raras. Uno era mas guapo que el otro, mas masculino, con barba, moreno y parecía que a una de mis amigas le gustaba. Hablaban ellos apartados, bebiendo y bailando solos. El otro chico era más flaquito, con el pelo largo, guapete, pero no gran cosa, y parecía que llamaba la atención de todas mis amigas. Me picó la curiosidad y me acerqué.

 

Estaban en circulo y él llevaba el peso de la conversación, una conversación muy absurda por otra parte. Creo recordar que hablaban de que animal salvaje sería más difícil tener en casa. Luego la conversación fue desvariando hacia lo mucho que le gustaría tener un mono. El chico delgadito que hablaba con todas y con ninguna a la vez hacía bromas sobre como vestiría al mono y que le enseñaría a reirse de sus bromas y de que cuando tuviese novia la obligaría a llevarle a amigas para el mono. Que el mono no tenía por qué ser soltero…Pensé que era el típico graciosito y volví mis cavilaciones y a la música.

 

Recordad que para resultar atractivo a corto plazo podemos imitar roles, inventarnos un personaje, etc…pero para nuestra forma de ver la seducción lo mas importante es disfrutar del proceso, divertirnos nosotros mismos como base fundamental para resultar atractivos.

 

Un rato despues volví a cruzarme con los dos chicos. Bailaban a su rollo en medio del montón de gente. Saltaban y se despeinaban. Se miraban y se reían. El flaquito me sonrió, cogió mi mano y bailó conmigo hasta que la canción se acabó. Luego me dijo que se llamaba Álvaro. Luego me dijo que le encantaba mi tattoo, que era muy salvaje y que daba una mezcla muy original a mis pintas (de aspecto puedo parecer muy clásica, pija en lenguaje común)

 

Yo estaba con pocas ganas de chicos. Así que le solté algo un poco borde. Él sonrió y me dijo algo que tengo presente siempre desde que me lo dijo “Lo positivo siempre es positivo, da igual quien te lo diga” Me dierón ganas de disculparme, me quede un poco cortada, no sabía muy bien como reaccionar, pero en seguida él me dijo “Tranquila, ahora tu me dices algo bueno de mi y yo te pongo cara chunga y así estamos en paz”

 

La sinceridad, ofrecer algo positivo y el buen rollo siempre resultan atractivos. Ádemas yo percibí que mi segunda frase había tenido un impacto en ella y lo mejor para ambos era que yo se lo pusiera fácil. Otra cosa muy importante, la gente, tanto en seducción como en otras facetas no esta acostumbrada a la generosidad, no saben como reaccionar y muchas veces intentan buscar segundas intenciones. Nosotros, aún sabiendo que contamos con esa realidad, os recomendamos con esta revolución de actuar con generosidad, hasta que seamos tanta gente que ofrece cosas positivas (verbalmente, conductualmente, etc…) que se convierta en algo normal.

 

Después de eso me sentí mas cómoda con él. No parecía el típico ligón, estábamos hablando a gusto. Me pregunto que cosas me apasionaban. Me contó lo mucho que le apasionaba lo que hacía. Me dijo que se notaba que soy una chica exigente, que eso le gustaba de mí…Su amigo vino a recogerle porque debía irse. Me estresaba la idea no volver a verle.

Estábamos rodeados por mis amigas y su amigo. Él puso una voz como de altavoces de super mercado (porqué la verdad es que es un poco payaso) y dijo “A ver, disculpen las molestias, les agradeceríamos a todos los presentes que se girasen durante cuarenta segundos pues tengo que pedirle el telefono a esta chica que mola mogollón y encima esta buenísima

 

Todos se giraron y me besó. Fue muy divertido. Seguimos quedando de vez en cuando. Me gustaría contaros algo sobre Helio, Álvaro, aunque parezca un poco cabroncete, una vez quedas con él durante un tiempo te das cuenta de que es un chico muy dulce y que necesita lo que todos necesitamos, cariño. No se si publicará esto último…

 

Mi primera cita con Helio (II): Marta

Mi primera cita con Helio fue, como mínimo rara. Era verano. Era el hermano pequeño de un amigo al que siempre he querido mucho. Nos habíamos visto un par de veces y siempre me había trasmitido buenrrollo. Era un par de años menor que yo, pero nunca actuaba cómo si lo fuese. Así que cuando me dijo que teníamos que quedar no me lo pensé. Me apetecía saber que pasaba con ese chico que siempre sonreía. (Acordaros de obviar las objeciones y seguir ofreciendo cosas que sumen)

 

Quedamos a las cinco de la tarde, hacía calor y yo le esperaba en una plaza del centro de la ciudad. Me había puesto guapa sin exagerar. El apareció con pantalones cortos y camiseta de tirantes. Se lo había currado bastante poco. Apareció riéndose, y antes de decir hola me dijo algo así cómo “Tengo una mala noticia y una buena. La mala es que tengo hora con el oftalmologo y se me había olvidado. La buena es que cuando acabemos tu serás la que decida el resto de la tarde” (Convertir que se me había olvidado en algo positivo, con sentido del humor y aceptación de la realidad, es lo que provoca un cambio de lo que ofrezco resulte atractivo o no.)

 

La verdad es que yo me quedé un poco flipando. El chiquillo que tenía en frente me estaba diciendo que el plan que ibamos a hacer era ir al oftalmologo, y se había quedado tan pancho. Así que mientras me preguntaba sobre mi verano y cosas cómo si tenía planeado que fuese el mejor verano de mi vida fuimos yendo hacía el hospital. (Como siempre, comunicación emocional, diversión y ofrecer cosas que a ti tambien te resulten divertidas)

 

Estaba siendo la cita mas rara de mi vida. Estabamos sentados tonteando en la sala de espera del oftalmologo. Creo que estabamos hablando sobre dientes o algo así cuando el doctor le llamó. Le dije que le esperaba fuera pero me hizo entrar con él. Lo que pasó dentro nunca lo olvidaré.

 

Empezó a preguntarle al doctor trucos para gustarme mas. El señor, Helio y yo empezamos a tener una conversación de amigos y no parábamos de reírnos. Se estaba montando una fiesta ahí dentro. Le hizo las pruebas y Helio no paraba de preguntarle tecnicismos con un interés casi infantil. Estaba super mono. (La diversión, las experiencias que sean nuevas, ademas de compartidas, crean una conexión que será muy dificil de romper).

 

Despues me dejó a mi elegir el siguiente plan. Nos sentamos en una terraza. Ya no era infantil. Lo veía mucho mas hombre. No se explicarlo. Estaba deseando que me besase. Él estaba mostrando interés en mi y yo estaba comoda, pero pensaba “Cabrón,¿no te gusto o que te pasa?” (El hecho de mostrar interés en ella de forma gradual y justificando el por qué me gustaba, hizo que dejase de verme como un niño a verme como un hombre)

 

Luego llegó el beso. Y nos lo pasamos muy bien. Yo seguí con mi vida y el con la suya. Lo que mas me gusta de Helio y es lo que me ha empujado a contaros nuestra cita, es que noto que su amistad es verdadera y aunque yo ahora tenga novio y ya no pueda quedar con él en ese rollo, me siento muy a gusto haciendole este favor y se que puedo contar con él para lo que sea.

 

Sinceridad, diversión y comunicación real y sin etiquetas, una vez mas, son mis consejos para que os lo paseís tan bien en las citas cómo lo hice yo en esta.

Mi primera cita con Helio…(por Nirvana)

No se me ocurre mejor forma de empezar esta sección que con A. La finalidad de esta sección es concierciarnos de que lo que nosotros hacemos y decimos tiene repercusión en la imagen que la persona que esta delante de nosotros tiene de ti como hombre y como seductor.

Chicas nos contaran que sintieron y como reaccionaban a mi conducta en su primera cita conmigo. Interesante ¿no?

 

El estreno de esta sección lo hacemos por la puerta grande. Con una mujer aventurera, inteligente, artista, valiente y un largo etcétera que se podría resumir en “chica de las que dejan a Helio un par de días pensando sólo en ella

 

Durante su texto iré añadiendo cosas que puedan resultar de ayuda en morado. Disfrutadlo

 

 

» MI PRIMERA CITA CON HELIO»

Comenzaré diciendo que yo no esperaba tener una cita y por supuesto no buscaba (o al menos no en ese sentido) todo lo que ocurrió ese viernes noche… aunque lo cierto es que fue sorprendentemente divertido.

Era un extraño viernes por la noche en Valencia en el que no tenía ningún plan más que quedarme en casa a trabajar en mis proyectos.. todos mis amigos habían decidido que salíamos sábado a ver un concierto. Estaba intentando inspirarme un rato así que me conecté a facebook… a ver que hacía la gente por ahí.. y entre otras personas encontré a Helio conectado.

Así que hablando le pregunté que plan tenía para esa noche y me dijo que se quedaba en casa trabajando en la web… “anda mira como yo” Los dos en casa el viernes por la noche trabajando…

Él me dijo que “estaría muy tarado si no aprovechaba una de las pocas oportunidades de encontrarte en Valencia y sin plan”, ya que yo trabajo en otra ciudad. No me pareció mala idea y me vendría bien para refrescarme. (Darle un aire teatral, divertido y fresco ayuda a no mostrar necesidad y mostrar que tú tambien te estas diviertiendo con lo que pasa)

Estamos quedando? “Me dijo él.. así medio en broma y medio en serio.. “¡ pues a las 12 menos 6 nos vemos! Me pareció perfecto.. no nos conocíamos, más que de una noche que nos habíamos visto y haber hablado por facebook pero me parecía ingenioso y divertido este chico! Así que pensé en reirme un rato con este chico. !Qué bien! (Nadie rechaza divertirse, nadie rechaza pasar un buen rato. Si lo que ofreces es de calidad, la demanda se multiplicará)

Mi primera impresión al verle fue pensar… Que mono este chico, que pena no tener 10 años menos.. pero a lo largo de la cita me di cuenta de que esa es una ventaja con la que él juega y una vez estas conversando con él no lo tienes en cuenta. (Cuando exista algo que para ella sea una barrera, lo mejor es obviarlo, no darme demasiado peso a la objección y seguir disfrutando del proceso de comunicación. La objección, simplemente desaparecerá)
“En realidad quiero ver como es y como se desenvuelve” Su espontaneidad me había causado curiosidad. Tenía muy claro que íbamos a estar muy cómodos pues yo soy bastante sociable y me encanta aprender de la gente y me interesa todo el mundo, pero lo cierto es que Helio me sorprendió mucho más de lo que esperaba.
Lo primero que percibí fue una seguridad en sí mismo poco común para un chico de su edad.. y que no dejaba de sonreír lo cual transmitía muy buen rollo y hacía que yo sonriera también.(Ofrecer una sonrisa es una de las maneras mas faciles de conseguir una sonrisa de tu acompañante. Y si no, allá cada cual. Recordad ser generosos con vuestras emociones)

Estuvimos en un bar hablando primero un buen rato sobre MI ( he de reconocer que sabe escuchar muy bien y es muy observador) y cuando ya le había aburrido con mis locuras de vida decidió contarme algo interesante sobre él. (En este caso era tremendamente fácil escucharla y valorar lo que me estaba contando. Sus aventuras alrededor del mundo…conocía personalmente a uno de mis idolos musicales de la infancia!)

Así que me contó que estaban montando una empresa de SEDUCCIÓN. Y que él enseñaba a la gente a ligar…Mi impresión fue algo así como VENGA YA QUE FUERTEEEEE!

Eso explicaba esa seguridad en sí mismo y esa forma tan natural de desenvolverse, nada cortado.. todo fluía, era como conocernos de toda la vida. Él me comentaba con completa naturalidad en que se basaba su trabajo y que sentía haciéndolo, no se como pero me hizo sentirme participe todo lo que me contaba. (Comunicación emocional. Hablar desde mis emociones y sentimientos sobre como vivo lo que me rodea y qué me hace sentir—En el Podcast de este mes abordo este tema en concreto, pronto podreís descargarlo)

¡Pero claro si el enseña estas cosas imagino que está utilizando sus conocimientos para hacer que yo me sienta así de cómoda! Y bueno tenía tanta curiosidad por aprender que le pedí que me enseñara cosas…y le escuché mientras me explicaba de que se trata lo que hacen y cómo intentan utilizar la naturalidad para dar confianza a la gente que realmente quiere aprender a conectar con otra gente.

Lo cierto es que si él hace lo que enseña REALMENTE FUNCIONA!! Me explicó tantas cosas de los pequeños detalles y magia que envuelven el arte de seducir, y sobre todo la importancia de ser natural…(Estaba siendo generoso y compartiendo mis emociones con ella. Eso lógicamente crea una conexión entre nosotros)

Y así fueron pasando las horas, y seguimos tomando cervezas.. me parecía tan interesante y se expresaba de una forma tan divertida qué a pesar de saber que tenía diez años menos que yo quería estar ahí en ese momento con él.. me lo estaba pasando muchísimo mejor de lo que esperaba y ¡quería pasar más tiempo con este chico tan interesante y divertido! Me salió natural entrar en su juego y mostrar también mi parte seductora. (Durante la conversación fuí mostrando mi interés de forma gradual en ella y justificando mi atracción)
Así que bueno.. la noche se convirtió en un pequeño juego de seducción… por supuesto ya los dos sabíamos como iba a acabar.. y así acabó… con ganas de volver a vernos pronto imagino y pasar otro rato divertido…


¡Un abrazo a la gente del blog!
Nirvana