Ninguna relación es igual que otra, y para que se desarrolle de una forma satisfactoria y gratificante es imprescindible adaptarnos y entender que esa relación es única y diferente a otras. Y por eso, tanto de ti como de la otra persona, va a depender que esa interacción sea cuanto menos, memorable. Para ello, resulta importante poder cultivar una ACTITUD acorde a nuestro propósito de hacer que la relación funcione y tome la forma que nosotras queremos: una actitud basada en el humor, honestidad, generosidad, empatía, así como que sea asertiva y coherente con nosotras, será la clave para conseguir tu objetivo de que todo fluya favorablemente.