3 claves para evitar el rechazo siendo directo y natural (2/2)
En la primera parte de este artículo planteaba la siguiente cuestión: ¿Vale la pena empezar exponiendo abiertamente nuestro interés? Mi respuesta, era clara, es sí.
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Seguimos con las dos últimas claves para evitar el rechazo siendo directo
2. Cualifica de forma específica
El segundo elemento muchas veces viene en forma de por qué, aunque si no es así tendrás que incluirlo. Se basa en el hecho que a todos nos gusta gustar, y nos gustan más las personas que nos hacen cumplidos genuinos y sinceros. Por ello, es muy importante que incluyas una cualificación específica, real y creíble. De esta forma también te estarás desmarcando del 99% de la gente que tan sólo cualifica de forma general con cosas como “eres muy guapa” o “eres muy simpático”.
Si lo haces así, conseguirás que esa persona se sienta, de forma casi inconsciente, en deuda contigo. Porque tú le acabas de dar algo genuino y real sin pedir nada a cambio. Por ello lo más habitual será que intente saltar esa deuda o bien dándote las gracias o devolviéndote el cumplido. En cualquier caso, seguramente le caerás mejor y reducirás el riesgo de rechazo inicial.
Como suele ser habitual con todas estas herramientas, la clave está en la mesura. Si tu cumplido no suena sincero puede ocasionar precisamente el efecto contrario, por lo que ante la duda, es mejor no decir nada o decir algo muy evidente antes que inventártelo.
3. Da una salida
La tercera clave, y no menos importante, es que debes dar una salida. Dar una salida quiere decir que debes tomar la responsabilidad de hacerle entender a la otra persona (o personas) que si las cosas salen mal y resulta que no os caéis bien o que no os entendéis, no va a tener que aguantarte hasta las 3 de la madrugada.
De esta forma le estarás quitando muchísima presión y eso es muy positivo. Cuanto menos presionada y más libre se siente la gente, más agradable, persuadible y abierta se vuelve.
Además tú mismo estarás proporcionando a la interacción una salida que se puede utilizar como recurso de emergencia si es necesario. Si al cabo de 5 minutos (o lo que sea) resulta que las cosas no van según lo esperado, tanto tú como la persona que acabas de conocer podéis utilizar esa baza para terminar la conversación, ya que era lo pactado inicialmente. Si las cosas van bien, que no te quepa duda que nadie se acordará de los 5 minutos a los que te habías referido al inicio.
En este vídeo encontrarás las claves que explico además de un ejemplo práctico al final.
Existen otras herramientas para reducir todavía más las posibilidades de rechazo inicial. Si se te ocurre alguna, no dudes en compartirla aquí con todos nosotros, será un placer poder comentarla.
Enjoy