La chica que cruza (IV)

Si recordáis la historia (os invito a leer el transcurso de los sucedido en el apartado de Historias de seducción anteriores) ella había roto el diálogo e interrumpido nuestro beso por un motivo sorprendente.

-Estoy casada.

En ese momento me quedé helado. Y tras pasar unos segundos… reaccioné como suelo en situaciones de estres…

-¡Como en las películas!-dije.

Y sin poder contenerme me reí algo incrédulo y resignado.

Ella al verme, se desconcertó y sonrió sonrojada. Hasta que no pudo evitarlo y rió unos segundos conmigo.

La situación era la que era. Y había que aceptarla. Como os decimos siempre en esta casa, el humor es un forma de aceptarse, aceptar las situaciones más incómodas para convertirlas en cómodas y sin las presión de las soluciones express. Por otra parte, mi experiencia en la vida, con alumnos y sobre todo con las mujeres, me ha hecho darme cuenta de que quitarle hierro y gravedad a lo que la persona que tiene delante es infalible. Desdramatizar una situación de carencia, inferioridad o vergüenza va a facilitar que se sienta a gusto contigo.

Ella nos había jodida la fiesta por estar casada, pues la mejor demostración de que no ha hecho nada grave ni me debe nada es que compruebe que ni me ha hecho daño, ni la situación va implicar ninguna ofensa a nadie.

No podéis imaginaros como me lo agradeció sin palabras.

-Eso quiere decir que si acabamos siendo novios será mucho más densa la historia de como nos conocimos… ¿»eres consciente»?

 

Ella esta soltó una carcajada desconcertada. Ya se había solucionado la situación presente. Ahora había que solucionar la futura.

-Soy consciente. Lo siento.-dijo de nuevo bajando la mirada.

-Entiendo que lo sientas. No me parece ni el momento nio el lugar para estar casada.

Ella volvió a reir. Y yo también.

Pedimos otra ronda.

Me contó algunas diferencias entre ella y su marido sin entrar en detalles. Me habló de su momento.

Muchas veces he oído en la comunidad de seducción que escuchar cosas relacionadas con su vida con otros hombres supone «tragarse su basura» y que eso no había que consentirlo.

Es una de las cosas más peligrosas que he escuchado como norma en esto de la seducción.

DEPENDE.

Ella me estaba explicando su situación y necesitaba de mi la comprensión de un hombre y un confidente. Es la respuesta NATURAL de un seductor.

Y por supuesto, así lo hice.

Poco a poco, os iré revelando técnicas de escucha y guía que utilizamos en la psicología para que os sientan personas interesadas y empáticas con la historia de los demás.

Yo, por supuesto le conté mi situación sentimental y como me sentía en este momento de mi vida.

Ella me propuso cambiar de sitio. Y así lo hicimos.

Durante el camino le propuse pararnos en una esquina.

La apoyé contra la pared. Me acerqué en silencio milímetro a milímetro.

Ella no dijo nada. Volví a besarla y esta vez no hubo brazos en medio. Estaba asumiendo lo que estaba pasando y yo asumía mis riesgos. Me hubiera podido rechazar de nuevo.

¿Y qué?

Éramos un hombre y una mujer en un momento sensible, emocionalmente voraz, sincero e inmersos en una historia de cómplices.

Llegamos a nuestro destino excitados pero serenos. Ella sentía que conmigo no tenía nada que esconder y que yo me mostraba tal y como yo era.

Hablamos de cine, de música, de planes cada uno por su cuenta.

Y tras una hora de descubrimiento mútuo me dijo:

-Quiero intentarlo con mi marido. Lo amo.

Yo la miré en silencio. Con cierta resignación.

-Lo entiendo.

Volvimos a besarnos. Dió un trago a su vino, cogió el bolso y se levantó.

-Gracias, Luis. Ya sé lo que quiero.

Entonces se fue con una sonrisa mirando hacia abajo.

Acabé mi vino pensando en lo sucedido.

Me sentía tristemente bien.

Había ayudado a una mujer a tener claro algo: Después de probar a ser infiel o jugar con ello, iba a tomar las riendas de su relación. Amaba a un hombre con el que tenía un problema. Había probado lo que le pedía el cuerpo y el alma. VIDA y PASIÓN. Como todos, había cometido un error y se dió cuenta de que quería luchar por su relación porque yo le había hecho recordar por qué se enamoró de él.

LLamé a mi amigo Winnie. Compañero infatigable de mandanga.

-Winnie, ¿esta noche salimos?

-¿Estás «flamenco»?

-Esta noche me siento muy orgulloso del género femenino y quiero agradecérselo.

 

Actitud de un seductor: Curiosidad

¿Sabíais que muchos antropólogos hablan de que el aprender a cocinar la comida fue lo que impulso a los seres humanos a convertirnos en sedentarios?

 

¿Sabíais que el baile típico de la Comunidad Valenciana es la “muixaranga” y que hay muchísimas variantes del mismo?

 

¿Sabíais que el guisante es una fruta y no una verdura?

 

¿Sabíais que Dave Grohl, cantante de Foo Fighters fue el batería del mítico grupo de los 90, Nirvana?

 

La curiosidad por aprender y conocer el mundo que nos rodea es básica para poder ser un autentico seductor. Primero porque para poder funcionar en el mundo que te rodea, primero debes sentirte a gusto en él y eso es imposible si para ti, el mundo que te rodea es un completo desconocido.

 

Preguntar para saber, saber para disfrutar mas de lo que te rodea, disfrutar de lo que te rodea para resultar atractivo. ¿No os parece lógico?

La capacidad de aprendizaje y de asimilación de conceptos nuevos son una característica muy humana y debemos empezar a cultivarla. Aprendiendo a valorar este gigantesco mundo que nos rodea y del que formamos una parte, prescindible sí, pero que puede también sumar.

Depende de nosotros el que nuestra conducta sume.

 

Y sabiendo cómo ya sabemos, que de la mujer que tenemos en frente podemos aprender mucho, hacer esas cosas maravillosas que tiene un poco nuestras y que nuestra experiencia con ella nos ayude a ser mejores personas; ¿como aprenderemos de lo que ella tiene que enseñarnos sin una actitud de querer aprender, de curiosidad?

 

Os invito a que intenteís conocer el mundo que os rodea, que aprendáis a disfrutar de esos detalles que para la mayoría de gente son desconocidos, a observar con interés las particularidades de la historia y sobre todo a que tengáis la mente abierta al texto, conducta y contexto de la chica que tengamos enfrente para enriquecernos de ella.

 

 

Para despedirme os dejo con otra opinión del curso del 29 por parte de Farrell. Un abrazo y a seguir curioseando.

 

 

 

……………………….Opinión por Farrel

 

 

 

¿Qué decir de este taller? Intentare no explayarme demasiado, pero dicho en pocas palabras: te marca un antes y un después.

Mi relación con las féminas era mas bien mediocre, eso como poco, hasta que llegue al punto de sentirme vacío, hueco, me faltaba algo. Estaba claro que necesitaba ayuda. Lei algunos libros sobre seducción que, aun sin practicarlos, me ayudaron para aprender de ellas; pero no era suficiente. Por suerte, la oportunidad llamo a la puerta, ¡Helio llegaba a Las Palmas, por fin! . Al principio tenía mis dudas, ¿un taller que te ayuda a mejorar tu relación con las mujeres? Me parecía algo mas bien‘de frikis’, sin embargo me trague el orgullo, me arme de valor y me inscribí. Ahora me alegro por la elección que hice.

El taller en si, me pareció tan divertido como instructivo. Por ejemplo, aprendí que ¡no me conocía ni a mi mismo!. Además nunca se me habría ocurrido expresarme emocionalmente, y gracias a Helio ahora sabia como hacerlo. También me encanto saber que había personas como yo, con interés en esto. Nos divertimos mucho practicando, P. , B. , M, y yo, herramientas como el ‘boomeregoland’ y el ‘yo estuve ahí’, herramientas tan sencillas como efectivas.

Y todo enseñado por alguien que te hace sentir, no en una relación maestro-alumno, sino mas bien como un ‘amigo que sabe’ para un ‘amigo que no sabe’. El estilo de Helio es tan natural y directo como eficaz; domina la materia con una fluidez digna del titulo de maestro. Nos lo demostró con cierta camarera, mientras practicábamos, ¡y todo casi sin darse cuenta!. Cuesta creer que, además, sea algo tan sencillo, que se podría resumir en: ¿Por qué ocultar lo que sientes por ella, y por qué no demostrárselo desde el principio?.

Llega la salida, y Helio para empezar nos propone algunos ejercicios de calentamiento. Decir que las tbs con las que he estado, o me las han presentado o eran ya conocidas del trabajo o instituto. JAMAS había abierto sets, NUNCA había empezado una interacción desde 0. Empezando, me sentía como un cachorrillo asustado, pero ahí estaban mis compañeros, el profe y mi propio esfuerzo para ayudarme. Poco a poco ese miedo se evaporaba, abrir sets ya me resultaba mas facil,¡ incluso conseguí abrir el mejor set del lugar!, solo el hecho de aprender a controlar ese miedo de entrarles a las tías…, en fin, siento que he dado un paso de gigante. Básicamente, es como si lo difícil se volviera fácil.

Debo decir que lo que enseña Helio te ayuda tanto en la relación con féminas como en la vida misma, a enfocar todo de una forma más positiva, entre otras cosas. Desde luego nunca me habría esperado tanto de este taller.

Seguro que me dejo algo en el tintero, pero ahí queda eso. Por desgracia no pude asistir al 2º taller ‘el triangulo de helio’, será la próxima vez. ¡ Espero que no hayan sido los únicos talleres que imparta este champion en canarias!.

Sin más, saludos desde Las Palmas

Farrel.

Dedicado a mis compañeros de taller P. , B. , M y por supuesto al profe, alvaro, un autentico crack.

Reflexiones de un seductor: Reactividad II

Escribo esto después de un taller muy productivo. Un Jueves lleno de magia, de mandanga y de esa sensación que te da el trabajo bien hecho. Y Egoland Seducción cumple tres meses en minutos. ¿Que si lo vamos a celebrar? Pues claro que sí. Si algo nos gusta a nosotros son las celebraciones. Por eso os regalamos un taller irrepetible por localización y por precio.

Ahora, vamos a la segunda parte. Se ha escrito mucho sobre reactividad. Tanto que se me hacía dificil proponeros algo nuevo. Pero creo que lo he conseguido. Y lo que os voy a ofrecer no es teoría, sino practica. ¿Por que Helio no es reactivo?

 

¿Nos metemos en harina?

 

Veréis, lo que os ofrezco es no solo ser conscientes de que estamos haciendo, cosa que ya os hemos explicado en mil y una ocasiones.

 

“Esto es un juego” “No importa el resultado” “El hecho de acercarte ya es un premio” “Te estas superando a ti mismo independientemente de si te la ligas o no”

 

Todo eso ya os lo hemos contado y se lo sabe hasta el dependiente de los tebeos de THE SIMPSON. Ahora yo os voy a ayudar a llevar todo esto a la práctica.

 

Kinki Bwoy que tiene una canción que dice así ;

 

“ Mi canción-relación que me ayuda a estar más tranquilo por qué ella cuida mis espaldas-es el sentimiento que una nuestras almas-fuerza y corazón son mis únicas armas”

 

Como yo lo percibo, es lo que esta diciendo es que es su pasado, su obra, lo que ya ha hecho, lo que le da seguridad para afrontar el futuro. ¿Cual es mi herramienta para no ser reactivo? Yo mismo, mis antecedentes, mis sueños conseguidos y los que aún estan en proceso, el sobresaliente que saque en primero de carrera, las carcajadas que le he sacado a mis amigos, los trenes que he perdido en Madrid por que Egoland y yo habíamos salido despues de dar el taller.

 

“Como ves, sigo estando aquí, que para levantarme mas de cien veces caí…”

 

Yo, os invitó a luchar por ser conscientes de que nuestro pasado nos hace imborrables, lo que nos empuja a hacer lo que hacemos, lo que ha creado nuestra identidad.

 

¿Queréis además una buena noticia? Que nuestro pasado lo estamos escribiendo hoy. Con eso creo que os lo estoy diciendo todo. Cómo me esta molando eso de daros algunos apuntes musicales os dejo con Wax Tailor, un productor de hip hop frances que es uno de los referentes de la música fusión, que da unos conciertos que flipas con violines, contrabajos y cantantes muy bien seleccionados para cada tema. Os dejo con Positively Inclined. Una canción que va directamente de ser positivos. Un poco el vaso medio lleno o medio vacío.


Sexualidad femenina y tú

Queridos lectores, hoy nos vamos a poner femeninos, que ya va siendo hora y vamos a instruirnos en algo vital y poco abordado en el mundo de la seducción masculina, por triste que parezca.

Vamos a hablar de los diversos, enorgullecedores y exclusivos orgasmos femeninos.

Como nosotros, ellas disfrutan y aspiran a vivir gran parte del mejor de su tiempo en las sensaciones de satisfacción al lograr un fabuloso orgasmo. Si nosotros vivimos como un torrente de placer nuestra eyaculación, yo me atrevería a definir sus momentos como un alud de endorfinas, una corroboración de sus decisiones de antaño sobre sus vidas independientes, una excusa inefable para maquillarse de lo que a veces no pueden representar y la solución a algunos de los conflictos emocionales más descarados de sus vidas. Sus orgasmos empapan al cuerpo de una rica sensación de bienestar, una choque de palmas con ellas planeando lo sucedido, un sentimiento de confort indescriptible y reconciliador con las escenas más turbias de sus ensoñaciones o las más puras de sus añoranzas.

Han sido ellas, las mismas que no podían ser y que son. ¿Cómo? Sí. Ellas son y serán, quieren ser y quieren que las descubras para descubrirse a sí mismas.

Algunas nunca han descubierto esta explosión en sus entrañas. Como hombres seductores, os pregunto, ¿Para qué diablos somos seductores si no nos responsabilizamos de poder generar y dar aquello que las va a hacer sentir definitivamente femeninas, enriquecidas, mujeres y privilegiadas por no ser hombres?

-Es que la naturaleza no las obliga a tener un orgasmo… No es culpa nuestra…

Tampoco la naturaleza la obliga a ser deliciosa con su artes, lenguas, manos, huecos y miradas y en cambio ella se deshace en deleitarnos con sus virtudes…

¿Seremos tan asnos y torpes como para racanear en nuestras capacidades amatorias?

Ningún alumno mío escatimará un segundo de su tiempo en lamer, acariciar u ofertar sus habilidades para otorgar placer, vida y sexo, que al fin y al cabo es lo mismo.

El clítoris es una las zonas con más terminaciones nerviosas en el cuerpo. Alrededor de 8. 000 lo envuelven al clítoris y le dan la perfecta razón de ser el órgano meramente sensitivo por excelencia.

Somos uno pero somos 8000. Porque ella es única y como tal sus sensaciones son propias y exclusivas de ella. Que nadie se agobie en las comparaciones y todos demos tiempo al tiempo a la hora de la conexión. El aprendizaje es precisamente un valor y una virtud que debemos gozar recíprocamente con ella.

Estudia el cuerpo de una mujer, estudia como ella se deja estudiar, complementa y aumenta su interés por el estudio.

Eres un hombre Directo y examinador. Natural y por tanto explorador.

No te decepciones delante de ella. ¿Cómo? La única forma de decepcionarte es no disfrutando de entregarte para generar que ella se entregue.

Siempre vuestro.

Egoh.

Seduciendo de día / Malabares en la biblioteca

La psicología me gusta tanto que en verano me toca estudiarla. Septiembre, mes protagonista de muchas canciones me espera con exámenes. Total, que os voy a contar una cosa, no tanto por el nivel de seducción que muestro, sino más que nada porque a mi me resulta graciosisíma.

 

El jueves había dormido en casa de una amiga y mis horas de sueño habían sido bastante pocas. Así que ahí estaba, en la cafetería de enfrente de la biblio acabándome mi café, pensando en lo maravillosamente que mis amigos lo estarían pasando en sus camas soñando con probablemente historias sobre piratas o aventuras en el espacio.

 

Había una chica con el pelo rubio, melena de anuncio y piel bronceadísima que estaba en la mesa de al lado subrayando apuntes. Yo me imaginaba con mi cara de sueño y me reía de que la pobre chíquita iba a tener que soportarme intentando conocerla. Era la excusa perfecta para no entrar aún a estudiar.

 

-Hola, ¿que tal? – dije sonriendo.

 

-Hola, buenos días – me contestó. Tengo suerte, pensé. Esta chica es un amor. Si me hace caso con estas pintas debe ser la persona mas educada del mundo.

 

-Verás, yo soy Helio, y este verano me lo voy a pasar encerrado en esta biblioteca. Necesito hacer amigos por aquí cerca- exageración, sentido del humor.

 

La conversación fue amena, duro unos cinco minutos, ¿qué estudias? ¿has aprobado muchas? no se qué…Nada del otro mundo. Conociendo nuestro contexto. Ella me dijo que venía todos los días de lunes a viernes y que «claro que podíamos ser amigos». D estudiaba veterinaria y tenía que aprobar no se cuantos mil creditos este septiembre para poder irse de prácticas a no sé donde. A esas horas no soy un gran receptor de información.

 

-D, ha sido un placer, mañana nos tomamos el café juntos, que se está haciendo tarde y aún no he entrado a la biblioteca.

 

Ella me hizo un comentario sobre una perdida al móvil, posiblemente para que le pidiese su número, pero sabéis que yo soy un romántico y me gusta dejar algunas cosas al azar así que me hice el sueco. Estaba claro que nos íbamos a encontrar en la biblioteca en un par de días como mucho.

 

Así que entre en la biblioteca, busque la sala de CIENCIAS y me senté en la mesa de una chica que ocupaba dos sillas con sus libros. Me senté enfrente. Una chica con el pelo corto, rizado, moreno, una espalda triangular preciosa y le dije que «muy buenos días». Ella asintió.

 

Estuve un ratito estudiando a Likert, McGregor y señores bastante mas listos que yo. De pronto me descubrí preguntándome si acertaría con el bolígrafo en la calva de un señor que había a unos veinte metros. Luego dedique un rato a preguntarme si existen los peces con problemas de sobrepeso.

 

Así que decidí darme una tregua y tirarle un poco los trallos a la chica guapísima que tenía enfrente.

Tenía libros de etología y de plantas.

 

Perdona, me he fijado en tu pelo y me parece super currado. Me gusta la gente que para estudiar se pone guapa.

 

Se me quedó mirando. Me sonrió y bajo la vista a sus libros. No me apetecía pensar mucho así que utilicé una frase de Egoh que me hizo mucha gracia.

-¿Te llamas Ana?

-No

Yo tampoco, ya tenemos algo en común encantado soy Álvaro. Recordad de que si lo que ofreces es diversión y una sonrisa la gente os recibirá por lo general con una sonrisa.

 

La cosa mejoró bastante. Se presentó. E era veterinaria, pensé que era una casualidad muy divertida. Le pasé una notita con un comentario gracioso sobre el tipo que estaba sentado dos mesas mas allá. Poco a poco justificando mi interés en ella de un modo físico. Ella me pasó una notita que ponía que no sabía que los chicos guapos también podían ser graciosos. Mi reacción a su apatía me había mostrado como un tipo atractivo. Es alucinante cómo nuestra actitud dice tanto de nosotros. Yo, como podeís imaginaros, cada vez estaba más flamenco y pasándomelo pipa. Había MANDANGA

 

¡Sorpresa! D, la chica de la cafetería llegó y nos saludó a los dos.

 

-¡Ah!, ¿que también conoces a Helio?

D, que tonta no es, vió las notitas y sonrió. Me parece que esté es un listo. Se ponía interesante mi verano en la biblioteca. Las primeras chicas con las que flamenqueo y resulta que son amigas y que recogen juntas los apuntes y se despiden de mí con una sonrisa de “te hemos pillado”

 

Pero, no sólo eso, hoy Lunes, llegó a la biblioteca un poco tarde, entro por la puerta y me encuentro con D y Y (que ya tendrían su particular conversación sobre el chico que les entró a las dos el mismo día) con nada más y nada menos que L, una chica armenia con la que estuve quedando durante un par de meses. Las saludo a las tres, se quedan extrañadísimas todas, yo el que más y nos despedimos con un “mañana nos vemos por aquí, que hoy no has madrugado

 

Me muero de la risa imaginándome la conversación de despues de salir: “¿Y tú de qué lo conoces?” Me muero de la risa del azar y sobretodo me muero de la risa de que aún tengo mes y medio para gestionar todo este lío que tengo entre manos. La vida, salvo noticia de última hora, sigue siendo maravillosa. Os dejo con una canción de un grupo de origen gitano, afincado en Nueva York que canta “Start wearing purple” Egoland seducción somos violeta también. ¿No son ya muchas coincidencias?

 

http://www.youtube.com/watch?v=sM1Ahn0Osjo


Ganar / Ganar

Hemos hablado ya por aquí del paradigma Ganar/Ganar, una de las herramientas más valiosas de la resolución de conflictos. Vamos a profundizar.

Lo primero es tener claro que más que una técnica aislada frente a un conflicto, es una manera de entender el conflicto, una filosofía, una manera de pensar. Todos los días tenemos interacciones con personas, y en muchas de ellas se plantea una necesidad de acuerdo, de negociación, etc… Pensar en Ganar/Ganar significa pensar en el beneficio mutuo (sin dejar de pensar en el nuestro).

No es una perspectiva “solidaria” ni que denota poca personalidad o carácter como muchas personas pueden pensar al toparse con esto y no profundizar. La agresividad, la intransigencia y el demostrar “mucho carácter” (lo pongo entre comillas porque demasiado habitualmente se confunde esto con mala educación o agresividad, cuando en realidad no tiene nada que ver) no son rasgos positivos ni que nos hagan ser percibidos como poderosos. Al contrario, ser capaces de negociar nuestra postura pensando, a la vez, en la de la otra parte, ser conciliadores y capaces de razonar en base a la empatía y a la persona concreta que tenemos en frente situada en un contexto determinado en lugar de reaccionar igual ante cualquier conflicto, denota inteligencia, madurez y carácter (bien entendido). Y estos sí son rasgos que nos otorgan poder. Al fin y al cabo este es un proceso de pensamiento y razonamiento mucho más lógico que ponerse a gritar o exigir que sólo nuestra manera de ver las cosas se entienda como válida.

Se trata pues de entender la vida como un espacio en el que buscar cooperación frente a la competición que suele imperar. Nuestro éxito no pasa porque otra persona pierda, ni mucho menos. Ahora bien, quizá nuestro éxito pase por ganar un poco menos de lo que teníamos previsto, pero en compensación, podemos ganar también que el otro nos perciba de una manera mucho más positiva. En nuestra relación quizá no consigamos todo lo que le estamos pidiendo a nuestra pareja, pero si conseguimos el 60% y además, el extra de que ella se sienta aún mejor con nosotros porque nos percibe como personas inteligentes y conciliadoras, realmente quizá hayamos ganado más que si consiguiéramos el 100% y una imagen agresiva, de cabezonería y de personas con las que es frustrante dicutir ¿no creéis?

¿Cómo llevar esto a la práctica? Una manera muy gráfica ante un conflicto (o cuando queremos plantear una demanda que, obviamente, tiene unas consecuencias para la otra parte en tanto que tiene que ceder, aceptar o cambiar algo) de plantearnos seguir este paradigma es hacer las siguientes preguntas (y plantearlas con una comunicación empática):

  1. ¿Qué es lo que quiero yo?
  2. ¿Qué es lo que quiere la otra persona?
  3. ¿Cuál sería una solución válida para mí?
  4. ¿Cuál sería una solución válida para la otra persona?
  5. ¿Cuál es el punto medio entre mi solución y la suya?
  6. Verbalizar este acuerdo: “Nuestra solución entonces es esta: ….”

 

Veámoslo con un ejemplo, siguiendo estos pasos:

 

Imaginad que últimamente vuestra pareja no pasa demasiado tiempo con vosotros. Antes solía quedar con vosotros cada día después de trabajar y ahora, la mayoría de los días prefiere quedarse en casa viendo la tele en el sofá. Vosotros sentís la necesidad de retomar ese espacio común y de pasar más tiempo juntos, ya que sentís que estáis entrando en una situación rutinaria, aburrida y que si no solucionáis, os llevará a un punto en el que no queréis estar.

 

  1. Planteamos que, aunque entendemos que las personas cambian, que hay épocas y etapas y que sabemos que últimamente está más cansada, queremos volver a recuperar esos momentos juntos.
  2. La otra persona, por ejemplo, argumenta que últimamente está muy cansada y que cuando sale del trabajo lo único que le apetece es tirarse en el sofá.
  3. Para nosotros, una solución válida es recuperar más tiempo
  4. Para la otra persona, una solución válida es invertir el tiempo en algo que no sea muy cansado ni que requiera un gran esfuerzo mental
  5. Un punto medio sería quedar tres días, dos de ellos en el sofá de ella, pero nosotros elegimos una película para ver juntos (o un programa, serie, etc..), y el otro día nosotros elegimos el plan
  6. Planteamos “Entonces hacemos esto ¿te parece bien? Dos días son para ti sola, los otros tres, dos los pasamos en tu sofá pero yo elijo una serie para que la veamos juntos, y el otro yo elijo el plan ¿vale?”

Obviamente no es un contrato inamovible ni un corsé: todo se puede renegociar, no se trata de verlo como una obligación que tenemos que cumplir a rajatabla, pero es una manera de, simplemente, iniciar una nueva manera de gestionar una situación que en principio nos estaba causando disgusto. Es importante entender esto, que más que firmar un contrato o hacer un horario, lo realmente trascendente es plantear la necesidad de comunicarnos y de solucionar entre los dos una situación que a nosotros no nos gustaba.

¡¡Espero que os guste!!

La chica que cruza (III)

 

Queridos amigos,

Me quedé a medias con una historia que había añadido protagonistas. «La chica que cruza».

Si recordáis, al ir a por ella me encontré con una animada y pizpireta chica que me aconsejaba productos de importación por mi barba y que aceptó una invitación para cenar conmigo.

Así pues, no hace muchos días ocurrió esa cita.

Yo llegué bastante flamenco. Tenía una confianza ciega en que esa chica y yo íbamos a disfrutar de nuestra cita de una forma clamorosa y que la cosa iba a acabar bien. ¿Por qué? Porque ella había demostrado ser inteligente e ingeniosa. ¿Y eso qué quiere decir? Que iba a saber valorar mi ingenio, iba a inspirarme e iba a hacerme reir. Combustible perfecto para alimentar las llamas de mi fogosidad y de mi comunicación fogosa.

Al llegar me la encontré con un vestido rojo y de falda corta. Un recogido en el pelo tipo antiguo y un maquillaje tan ligero como efectivo.

Era obvio que admiraba a Audrey Hepburn. Eso confirmaba mis sospechas.

Inteligente, refinada, culta y con un alto de concepto de sí misma. En la cama sería fogosa, abierta pero con la necesidad de tener un papel coprotagonista. Querrá tener su momento de mando.

-Hola.

-Hola. El vestido te queda de muerte.

-Gracias. Tú también estás bien.

-No mientas. Mi operación bikini está siendo más costosa de lo que yo creía. Pero te aseguro que para cuando tengas que presentarme a tus padres ya estaré delgado.

Ella rió y me dijo que a sus padres les gustan con pasta. Que lo demás les dá igual. Lo que me llevó a corroborar que estaba delante de una chica especial. No había dicho lo típico de «vas muy rápido».

Nos sentamos en una terraza y utilicé el espectador de la película para corroborar lo que se avecinaba. Entonces hice un narrador…

-Nos conocemos una noche, quedamos, vienes preciosa yo vengo precioso… ¿Te das cuenta de cómo nos lo vamos a pasar?

-¿Te das cuenta tú de que aquí no va a pasar nada esta noche?

Esa frase implicaba una afirmación clamorosa de que sí iba a pasar algo por el matiz de la TEMPORALIDAD. Ella había dicho «esta noche». Eso me hizo sonreir y relajarme más todavía. Todo era cuestión de minutos… más o menos… pero minutos. Así que quise disfrutar de lo que tenía delante.

Una de las técnicas de las que os hablaré en mi libro para que viváis de forma rabiosamente intensa es fotogafriaros mentalmente con ella en las escenas más representativas de cada momento. Ásí como grabad los audios en una grabadora invisible para que empiece a formar parte de vuestra memoria a cortoplazo y poco a poco la incorporéis a la de largo plazo. De esa forma dispondréis de un sin fin de recuerdos con ella y os permitirá APRENDER DE ELLA. Tema abordado también en este blog y de importancia vital en el libro.

-Cierto, esta noche no va a pasar nada. Pero quiero que sepas que es probable que esta noche vaya creciendo en mi unas ganas intensas de que pase algo. Todo irá en función de si eres una chica abierta, inteligente y divertida. Ya te digo yo, que físicamente me encantas.

Ella rió con cierta incredulidad. Y es que yo me encontraba tan transparente y conectado con la energía que me imaginaba envolviéndonos que la interacción me parecía coser y cantar. Aunque en mi caso, lo de coser no está tan claro…

Hablamos de nuestras vidas de una forma intensa, divertida, yo dirigía la conversación hacia donde necesitaba, hacia donde me interesaba, y apenas hacía falta cortar hilos porque realmente a ella le interesaban las mismas cosas de mi que a mi de ella. Una hora después utilicé de nuevo el espectador de la película subtitulada para comprobar que estaba pasando. Era perfectamente coherente la escena con el texto. Esto iba como lo seda.

-¡Si esta noche no es maravillosa que me aspen! Te conozco, comparto tres de tus hobbies, a los dos nos flipan los Foo Fighters, eres rápida y fluída como el agua, ese vestido te queda de miedo y encima te estoy atrayendo… ¡Que maravilla de noche!

Ella volvió a reir e intentó repetir mi frase..»te estoy atrayendo«… le impactaba mi actitud tan segura y a la vez cómica.

-¿Pero tú de donde has salido, Luis?

-No te centres en mi origen´. Céntrate en el papel que puedes tener en mi camino.

-Eres un chico distinto– me dijo…

Eso me obligó a besarla.

Entonces ella me apartó con una mano.

Por favor… – me dijo algo incómoda. Estaba claro que ella me deseaba, así que había que averiguar ese otro problema.

-¿Demasiado rápido?

-Estoy casada.

 

Evitar señales ambiguas inconscientes (I)

 

Que levante la mano aquellas personas que alguna vez hayan creído que le interesaban a alguien que luego ha resultado que no estaba interesado en ellas.

¿Nadie? Vamos, chicas, que estamos entre amigas.

Eso está mejor.

Y, ahora, que levanten la mano, aquellas que, alguna vez, un amigo íntimo al que consideraban como un hermano se les ha declarado o las ha invitado a salir o las ha intentado besar.

¿Muchas, a qué si?

¿Y cuántas os habéis sentido culpables o mal por ello, o porque a raíz de eso habéis perdido a esa persona? Todas. Y si alguna no se ha sentido culpable por hacerle daño a alguien, que se lo haga mirar (lo digo desde la más sincera preocupación psiquiátrica).

Hay varias situaciones en las que podemos dar señales de que estamos interesadas y somos receptivas a que un hombre de un paso más allá. La primera y la más sana de estas situaciones es cuando realmente tenemos un interés por la otra persona, y lo que queremos es que él se de cuenta de que, ¡Eh, estoy aquí, y me gustas! Desgraciadamente, da la casualidad de que en estas situaciones hay veces que no sabemos cómo conseguir mandar estas señales de forma efectiva. Esto lo trataremos en otro artículo más adelante, ya que también es fundamental a la hora de seducir.

Otra situación, es cuando nosotras mismas estamos confusas. El chico te interesa, te resulta atractivo, pero aún estás valorándolo. Obviamente, de forma consciente y/o inconsciente, mandarás señales de que te gusta estar con él, que él puede coger al vuelo y precipitarse. Este no es el caso que pretendo abordar, ya que todas tenemos derecho a tener dudas y mantener la situación en un margen de seguridad. Ellos también lo hacen. Pero mi consejo y decisión personal es resolver estas situaciones cuanto antes mejor, ya que suelen ser complejas y tensas, y si se alargan mucho pueden acabar saliéndonos mal y encontrarnos que por pensárnoslo demasiado, hemos dejado pasar la oportunidad.

Más vale arriesgarse y arrepentirse de haber hecho algo que quedarse siempre con la duda de que hubiera pasado si lo hubiéramos hecho.

Un tercer caso que tiene su justo momento y medida es el de la pesca deportiva. A todas nos ha pasado que denemos una relación, sea más o menos estable, pero que es exclusiva. O que nos apetece sacar las uñas pero tampoco tenemos ganas de nada que trascienda. Noches de esas que te apetece subirte a los tacones y ponerte ese vestido con el que te sientes irresistible. Por que sí, porque a todas nos gusta subirnos la autoestima de vez en cuando. Y sales a arrasar, y mandas señales, no porque esperes seducir a nadie, sino porque estás cargada de energía positiva, y eso manda pancartas luminosas visibles en kilómetros a la redonda. Y es muy probable que no se te peguen ni uno ni dos, sino diez o veinte chicos entrándote. Y según tu humor jugarás o no un rato con ellos, pero lo que está bastante claro es que a no se que aparezca Brad Pitt en un caballo blanco no vas a darles tu número de teléfono. No es lo que buscas. Una vez tienes el pez en el anzuelo lo sueltas para que se vaya nadando. Esto no es reprochable. Siempre y cuando no te aproveches de ellos para que te paguen las copas y/o algo más. Sé buena (y no una zorra).

Porque de esa clase de mujer voy a hablar ahora. Es la que manda falsas señales de forma completamente consciente y con un objetivo muy claro. Es su modus vivendi. Señorita de compañía pero sin poner anuncios. Se aprovecha de su facilidad para seducir hombres para hacer con ellos lo que quiere. No es que caigan porque reciban falsas señales, sino que les tiende trampas deliberadamente. Y no es que esté jugando con ellos un par de horas en un bar una noche porque se aburría en casa, eso ya hemos dicho que no está mal del todo. Es que los tiene entre las uñas durante meses, aprovechándose de que le pague cenas, de que le haga de chófer, y de los detallitos que le hace. Esta chica les manda señales ambiguas para que no acaben de decidirse con ella pero tampoco la den de lado. Enganchados. Así los tienen. Seguro que más de una vez nos ha gustado un chico que estaba detrás de una de estas. Y seguro que te han dado ganas de cometer homicidio premeditado.

Bien, pues haznos un favor: A mí, a ti, al mundo, y sobre todo a Ellos…

NO SEAS UNA DE ELLAS

Y tú diras, pero Gata, yo no soy así. Y yo te diré, TODAS podemos ser así sin darnos cuenta, incluída yo. Pero la diferencia está en intentar ponerle remedio. De ahí el ¿Cómo evitar mandar señales ambiguas?

Porque este es, en realidad, el tipo de señales ambiguas que más mandamos la mayoría de mujeres: De las que no nos enteramos. Esto nos pasa a las chicas que, sin darnos cuenta, somos abiertas y atractivas, de forma inconsciente: Las gatas de cuna. Nos acercamos con una familiaridad tranquila e inocente, y no nos damos cuenta que estamos mandando cañonazos de indicaciones erróneas a los chicos con los que nos relacionamos.

Y estas son las que abordaremos en el próximo post para aprender a dejar de mandarlas.

 

Hasta pronto, chicas.

 

La gata negra

La mandanga empática

¡Hola Chicos! La verdad es que esta semana estaba preparando un post bastante serio cuando de repente he leído el de Egoh y he decidido posponerlo en pro de algo un poco menos denso pero absolutamente importante:

La verdad es que haciendo un poco de reflexión y de autocrítica, creo que nos tomamos todos demasiado en serio a nosotros mismos. Desde mi posición en este blog intento transmitiros una serie de conceptos que, desde luego, son como para tenerlos en cuenta y para tomárnoslo como algo serio que puede mejorarnos considerablemente la vida, pero lo cierto es que hay que tener en cuenta que hacia donde nos dirigimos con todo esto es a la búsqueda de la felicidad ¿no? Y ¿a alguien puede concebir una felicidad sin risas? Si algo me ha llamado la atención de Egoh desde que le conozco (y van ya unos cuantos años) es su dominio absoluto del sentido del humor, del no tomarse demasiado en serio. Me refiero, obviamente, a ese “tomarse en serio” que nos lleva a convertirnos en un compendio de poses, frases y actitudes que están tan alejadas de la naturalidad que al final rozan el ridículo y nos convierten en una parodia de lo que podríamos ser (y lo que es peor, sin ser conscientes de ello). Por ahí hemos pasado todos. Y yo me incluyo.

Creo que es muy importante –y sobretodo, muy divertido- el concepto que nos propone Egoh: saber que podemos mejorar, que debemos mejorar, que podemos analizar, estudiar, aprender… y que todo ello nos hará mejores seductores y mejores personas pero si perdemos el norte y nos olvidamos de que en nuestros recuerdos, al final, lo que realmente pesa son los buenos momentos (y la mayoría de ellos suelen ir bañados en sonrisas, risas o carcajadas) creo que estamos olvidando el absoluto quid de la cuestión. No estoy diciendo, desde luego, nada innovador o que no sepamos todos, pero creo que conviene recordarlo de vez en cuando. Desdramatizarse a uno mismo, ser capaz de verse desde fuera, reírse de uno mismo cuando realmente se es gracioso es, sin duda, una de las mejores terapias que conozco. La mayoría de esos momentos en los que estamos agobiadísimos por algo, son una fuente absoluta de risas si somos capaces de mirarnos desde el otro lado y quitarle hierro al asunto. Si además podemos compartir eso con alguien, os aseguro que no sólo descargaréis muchísima tensión si no que transmitiréis una sensación grandiosa. Hace tiempo leí una frase, creo que anónima, que decía:

Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará motivo de diversión.

 

Otra de las cosas que siempre he pensado, como supongo que muchos de vosotros, y que creo que merece la pena reflexionar al respecto es que la mayoría de personas somos capaces de llorar a solas, y de hecho es la manera en que solemos hacerlo, pero ¿Cuántos somos capaces de reír a solas? Si conseguimos ese punto de confianza con nosotros mismos como para ser capaces de reír solos, chicos, os aseguro que estaremos trabajando en una autoestima y un autoconcepto tan poderosos como la teoría de seducción con el nombre más rebuscado que se os ocurra

 

Al final, todo el mundo queremos pasárnoslo bien ¿no? (ya sabéis, Girls just wanna have fun). Tampoco estoy diciendo, obviamente, que nos pasemos el día ridiculizándonos, pero ante un mismo hecho, el tomarse algo a pecho o descojonarse hasta la lágrima, pueden cambiar todo. Si estáis intentando ligar con una chica y acabáis en el suelo por un mal paso, en vuestras manos está el hundiros y convertiros en un ser de dos centímetros o el aprovecharlo para hacerla reír como hace tiempo que nadie lo hace. Así que chicos, esta semana, relajémonos con los conceptos y simplemente recordémonos que el motivo de todo es echarnos unas risas. Sonreíd, alegradle el día a esa chica y pasadlo bien. ¡Es lo único que realmente importa!

Seducción para mujeres: La apertura

Apertura: Llamar su atención.

Haciendo símiles con el ajedrez os diré que la apertura de juego es fundamental. Estos criterios sirven tanto para hombres como para mujeres. Me estoy refiriendo, amigas mías, a que una primera puesta en escena es básica para enfocar hacia que rumbo va a girar nuestra historia, ya que aunque es verdad que una buena apertura nos puede garantizar el éxito, también es cierto que un mal comienzo puede ser difícilmente corregido.

 

Sin entrar en grandes hitos de la estrategia, hay algunos movimientos clásicos que todas deberíamos conocer a la hora de abrir una nueva partida. Si me permitís que siga con mi licencia metafórica, os explicaré estos primeros conceptos a golpe de tablero:

 

1.- Mover una pieza o un peón diferente en cada movimiento:

 

No te ancles en un solo tipo de cliché. Si algo se valora cuando conocemos a alguien es la originalidad. No me cansaré de decirlo las veces que haga falta, cuando intentas seducir a alguien te estás “vendiendo”. Tu intención es demostrarle con la mínima cantidad de movimientos posibles a tu presa que tiene delante, quién eres tú (o lo que tú quieres que vea de ti). La meta está en que comprenda qué puede salir ganando si decide jugar contigo.

 

2.- Abrir el juego con los peones de rey o dama, ya que pueden ocupar el centro.

 

Empieza fuerte. No uses medias tintas, eso solo lo hacen las perdedoras. El miedo, la vergüenza y las salidas de emergencia no te van a ayudar a conseguir tu objetivo, así que te las dejas en casa (los planes B, con el tiempo, te surgirán de la manga como si nada, pero por el momento, siempre puedes improvisar, o utilizar alguno de los que te propondré en un texto futuro). Él no sabe tus defectos, ni tus temores, así que actúa como si no existieran. Plantéate esta máxima. Él no sabe que te interesa. ¿Verdad que hablas con miles de personas y no tienes ninguna tensión al hacerlo? Esto es porque no estás tratando de ganar la partida con ellas. Por eso mismo estás relajada. El truco está en que aprendas a estarlo aunque él te interese, porque esta confianza se nota, y actúa como un imán positivo para ti.

Y sí, obviamente si mueves con los peones centrales estás descubriendo al rey y a la reina (muestras tus intenciones y te descubres ante las demás fichas), pero también estás monopolizando el centro del tablero, y eso siempre te dará ventaja ¿Qué es lo peor que te puede pasar? ¿Recibir una negativa? Estás jugando con un 50 % de probabilidades, si no te lanzas a mover ficha tus posibilidades se reducen a 0.

 

3.- No sacar la dama demasiado pronto, sobre todo a casillas avanzadas. Nos la atacarían y deberíamos romper la primera regla.

 

Ojo al dato, queridas. Jugar fuerte no significa exponernos. Como siempre digo, los tempos son fundamentales en la seducción, y hay un momento para todo. Quizá hacia el final del primer contacto llegue el momento de adelantar la dama (Por ejemplo: “Entonces, me has dicho que te gustan las chicas morenas, ¿Verdad? ¿Eso quiere decir que no me vas a dar una oportunidad de hacerte cambiar de opinión?”), pero eso lo tendremos que decidir según evolucione la interacción, y para evaluar esto es fundamental el siguiente punto.

 

4.- Enrocar lo antes posible, para resguardar al rey y conectar las torres.

 

Cuidado con el Enroque porque solo podrás hacerlo una vez y siempre y cuando no hayas tocado las fichas que se utilizan para hacerlo. Es decir, chicas, si veis que habéis metido la pata, que os han dado un corte mayúsculo o que por lo que sea las cosas no salen como queríais y tenéis que tomar un nuevo rumbo podéis recurrir a resguardar el rey de nuevo tras la seguridad de otras fichas, pero tened en cuenta que si utilizáis este tipo de movimientos más de una vez perderán por completo su sentido y efecto (Puedes utilizar un comentario para salir por la tangente o puedes necesitar llamar por teléfono, pero no puedes hacerlo tres veces en una hora).

 

5.- Procurar mantener, al menos, un peón en el centro.

 

Puedes irte por las ramas, retroceder, dejarle a él llevar la voz cantante un rato, pero ten siempre presente quien está tiene las riendas y domina el tablero. No dejes nunca libre tu puesto de ventaja, porque aunque permitas que las cosas se dispersen un poco, tienes un objetivo, y necesitas esa posición central para reconducir las cosas a tu terreno cuando lo creas oportuno: “¡Sí! A mí también me encanta Wong Kar Wai, pero la verdad es que tu pareces todo un enterado, ¿Eh? Me encantaría ver una película de él contigo y que me explicases tu punto de vista ¿Qué te parece?

 

8.- En general, colocar las torres en las columnas que estén libres de nuestros peones, o detrás de nuestros peones más avanzados, sobre todo si están pasados o pueden avanzar más casillas que otro.

 

O lo que viene a ser lo mismo, chicas, tenéis que ir por delante de las jugadas del otro. Dejar espacio donde sabes que te vas a tener que mover. Esto se consigue con tiempo y práctica, pero tranquilas, que yo estoy aquí para daros mi experiencia y que avancéis sin tener que haber pasado obligatoriamente por todo el proceso. Os pondré un ejemplo práctico de todo esto, que es como mejor se entiende.

Supongamos que te mueres de ganas de quedar con un chico que conoces mediante una amiga, pongamos, por ejemplo, porque lo has visto en unas fotos del facebook con ella. Le agregas como amigo, suponemos que él aceptará, porque eres chica, porque eres mona, y porque tenéis un amigo en común. Para esta parte aseguraos, sed pillas, de que si tenéis como yo el facebook cerrado, la foto que tengáis de perfil y que él verá cuando investigue quién demonios sois, es una foto atractiva y que le vaya a morder el gusanito.

 

Y llega el momento, le ves conectado, tenemos dos opciones, o él te pregunta porque demonios le has agregado, o le saludas tu primero, pero en un caso u otro, la conversación acabará desembocando en quién eres tú y porqué le has agregado. Si sois listas, empezaréis fuerte, como ya he dicho, y jugando a la ventaja.

 

: ¡Hola! = ) Perdona si te molesto. Es que te agregué el otro día y quería presentarme como Dios manda : P Soy, (inserte su nombre aquí). Te vi el otro día en unas fotos de (inserta el nombre de tu amiga aquí) y me llamaste la curiosidad… ¡Por eso te agregué! ¿No te importa, no?

 

Movemos peones centrales y descubrimos al rey y a la dama, pero vamos por delante de él.

 

Más adelante, empezamos a dirigir la conversación hacia donde nos interesa, previniendo sus posibles respuestas y como reaccionar ante ellas. Lo voy a poner como un interlocutor más bien pasivo, ya que casi no le conocemos y somos nosotras las que pretendemos conseguir algo de él.

: “Pues me encanta la foto que sales con (tu amiga) en los jardines de Viveros. Yo es que soy muy de ir por allí, pero últimamente no he podido ir lo más mínimo. Ya sabes, exámenes y todas estas cosas que solo sirven para quitarnos tiempo.”

Él: “Aaaaah, buffff. Pues la verdad es que ya hace mil años que sacamos esa foto (eso tú YA lo sabías). De hecho fue después de la primera evaluación, me parece.”

: “Vamos, que tú también los tienes como un recuerdo lejano.”

Él: “Sí jajaja Los exámenes no nos dejan vivir a nadie.”

: “La verdad es que estamos todos igual, ¿Tú cuando acabas?”

Él: “Ah, pues esta semana que viene. Que ya va siendo hora.”

: “Yo también termino este miércoles próximo, lo más seguro es que me escape a los jardines a visitarlos, que ya me están echando de menos.”

Él: “Bien que haces : P”

: “Pues que sepas que ayer me dejaron un mensaje de voz, y me dijeron que un chico muy guapo (introducir características similares a él) hace ya tiempo que no se pasa por allí. Igual te tendrías que hacer el ánimo y venirte conmigo, no sea que se enfaden contigo.”

Él: “Ah, si? xD”

: “Sí, sí, completamente en serio te lo digo. Mira, vamos a hacer una cosa, dame tu móvil y así cuando me vaya a pasar por allí, te doy un toque y si te viene bien te vienes conmigo. Así, si están cabreados por nuestra ausencia, yo te defiendo.”

Y voilà, ya tienes su móvil y un encuentro en camino, y para rematarlo siempre puedes decir algo similar a:

: “Y además, si quieres, te llevo un trozo de ese pastel que te he comentado antes que sé hacer, y lo pruebas (Intercámbiese por cualquier otro aliciente que hayáis introducido previamente y con toda intención en la conversación).”

 

Bueno, amigas mías, aquí tenéis un pequeño primer paso para empezar a practicar el juego. Siento la tardanza, pero los exámenes me están asfixiando viva, prometo no tardar tanto con el próximo. Sed buenas y no dejéis de ser malas.

 

La gata negra