Ciencia y conciencia: La razón para la esperanza.

Amigas mías, permitidme hoy que me desvíe hoy un poco de la pura praxis en el texto para presentaros unos datos curiosos que os ayudarán y reforzarán en el camino que habéis decidido emprender.

Muchas veces, hablando con gente de lo más variado, me encuentro con muchos rechazos prejuiciosos ante la enseñanza de la seducción. La mayoría de gente, en realidad, se siente amenazada cuando alguien les introduce en un método de aprendizaje. Muchos se sienten menospreciados, como si por intentar aprender algo nuevo se les estuviera insultando, o llamando inútiles: Nada más lejos de la realidad. Cuando intentas explicarles de qué va el asunto, te saltan con que todo esto es inútil, que son cuentos, que no sirve para nada y que ell@s no lo necesitan.

Esta semana pasada he estado acudiendo a unos cursos de extensión universitaria de libre opción, de ellos, uno en concreto me había resultado muy interesante desde el principio. El curso se llamaba “¿Por qué tenemos miedo?”. Los primeros días se perdieron por unos derroteros neurofisiológicos y de la biología del miedo que aunque interesantes como base física, eran bastante poco atractivos. Por el contrario, los dos últimos días, se centraron en el estrés y sus repercusiones palpables a nivel orgánico y los ciclos de la depresión y sus repercusiones.

Para no irme por los derroteros biológicos que quizá muchas de las que leáis no estéis puestas en ellos, trataré de simplificar el tema. El estrés, los niveles de azúcar en sangre (cualquier comida que nos aporte azúcar, nos hace liberar serotonina, ya que es pro-insulina, necesaria para el metabolismo del azúcar. Vamos, que cuando estamos depres y el cuerpo nos pide dulces, no es por casualidad) y los cambios hormonales, sobre todo en los estrógenos (Ya sabes porqué cuando te va a venir la regla te hundes en un estado soporífero), son algunas de las causas por las que serotonina se ve alterada.

Los niveles bajos de serotonina se asocian a desequilibrios mentales varios (esquizofrenia, autismo infantil, trastorno obsesivo compulsivo, hiperactividad infantil…) pero sobretodo a depresión, estados de agresividad, migrañas, estrés e insomnio. También cabe decir que unos niveles bajos de serotonina hacen que estemos más ofuscados, menos lúcidos y que a la hora de tomar decisiones rápidas o calibrar consecuencias, erremos el tiro.

Por otro lado, el aumento de serotonina en los circuitos nerviosos produce una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y concentración. Es decir, que cuando la serotonina pone los “levels up”, estamos más a tono para enfrentarnos a toda clase de situaciones.

Recapitulemos, cuando se elevan los niveles de serotonina, nos encontramos en mejor disposición de salir de una situación con éxito, mientras que si estos disminuyen, sucederá lo contrario. Aclarado esto, sigamos a lo realmente interesante. Resulta que no solo un aumento de la serotonina nos puede ayudar a afrontar triunfalmente una situación, sino que el salir con maña de un reto, también eleva nuestros niveles de la dichosa moleculita. Es decir, se trata de un círculo vicioso, que queda bien ilustrado en una entrevista muy interesante a Dolors Muntané, periodista especialista en temas científicos que encontré investigando sobre el tema

–Hablemos de secreciones.

 

–Sabemos que los circuitos cerebrales y las secreciones neurohormonales que se utilizan para la sexualidad –la serotonina y la testosterona– son exactamente los mismos que se utilizan para la agresividad o para la competitividad, que es otra forma de agresividad. Por tanto, hay una relación muy íntima entre ambas actividades.

–¿En hombres y en mujeres?

–Sí. Hay estudios de mujeres presas que demuestran que las más agresivas son las que tienen más testosterona y serotonina. Y también ocurre con las mejores atletas.

–¿Tener más testosterona y serotonina es sinónimo de ser más violento?

–Sí. Un estudio realizado con chimpancés demuestra que los que tienen más serotonina y testosterona son los jefes de grupo, los que tienen más demanda sexual y más atención de las hembras. ¡Pero, ojo…!

–¿Qué pasa?

–Cuando los machos se enfrentan por conseguir el mando, al que gana le sube la serotonina y la testosterona. La conclusión es que la capacidad sexual o de agresividad no es genética, sino que está en función de la autoestima, de cómo se mira uno a sí mismo frente al grupo.

–Si creces en autoestima, ¿sube la testosterona y la serotonina?

 

–Sí. La sexualidad está ligada a la capacidad de autoestima.

¡He aquí lo interesante, amigas mías! Lo repito, por si no lo habéis leído bien: “La sexualidad está ligada a la capacidad de autoestima.”

¿Cómo se relaciona esto con lo que hemos leído antes? ¿Y cómo se relaciona esto con nosotras? Un poco más de paciencia, que ya estoy acabando y no os doy más vueltas con el dichoso tema. Resulta que una persona que tenga autoestima y confianza en si misma cuando se enfrente a una situación complicada emitirá pensamientos positivos: “Yo puedo con esto”, “Soy capaz”, “Voy a ser la mujer de la noche”, “Ahora mismo se volverá a mirarme”, “Tengo la suficiente entereza como para conseguirlo”. Mientras que una persona con baja autoestima, emitirá pensamientos negativos: “Parad el tren que yo me bajo aquí”, “Nunca se fijará en mí”, “Jamás superaré este examen”. Se ha demostrado con estudios científicos, que el primer grupo de personas positivas, al emitir estos pensamientos elevan sus niveles de serotonina. Mientras que los negativos, disminuyen sus niveles de serotonina.

Si hemos dicho que cuando estos niveles se elevan, tenemos más capacidad de concentración y de resolución de situaciones, resulta que es científicamente cierto que las personas positivas, con esperanza y autoestima, influyen activamente en su suerte. Como yo siempre digo: Es cuestión de actitud, chicas.

¿Y qué tiene esto que ver con nosotras? ¿Qué luz aporta sobre la seducción en la que queremos mejorar? Fácil, queridas mías, fácil. Para todos aquellos que opinan que no hacemos nada útil, les demostramos que cuando una persona ha estudiado y mejorado en algo, está mucho más segura de si misma y se siente más valorable. Es decir, que el mero hecho de haberse instruido en talleres de seducción o de haber estudiado sobre el tema, nos hace sentir que dominamos un poco más la situación. Y no solo eso, ya que, al menos yo, desde mi humilde posición, lo que pretendo es que TODAS aprendamos a valorarnos y a saber lo que valemos. De manera que, desde este movimiento de seducción, lo que conseguimos es subir nuestra autoestima y la confianza en nosotras mismas (y esto también se aplica a los chicos) y de esta manera cuando vayamos a enfrentarnos a una posible presa que nos interese, proyectaremos de forma inmediata pensamientos positivos, y subiremos nuestros niveles de serotonina justo antes de la seducción. De esta manera, cuando estemos interactuando con la persona, estaremos relajadas, tranquilas, concentradas y despiertas. De manera que no solo nuestro lenguaje corporal reflejará seguridad (algo muy atractivo de forma inconsciente) sino que tendremos éxito al poder tomar las decisiones adecuadas en cada momento.

Como veis, aquí os dejo una razón más para darles en los morros a aquellos que os pongan pegas cuando habléis de vuestro interés por la metódica de la seducción, amigas. Espero no haberos aburrido mucho, sé que el tema es interesante, pero no por ello menos denso.

Nos vemos dentro de muy poco en el próximo artículo.

 

La gata negra

 

Reflexiones de un seductor (IV): Voracidad emocional

Otro fin de semana. Un fin de semana enriquecedor cómo pocos. Reuniones, conversaciones interesantes y mucho aprendizaje. El equipo de Egoland Seducción se ha reunido al completo para desarrollar más este proyecto que cada día me tiene enamora de una forma genuina. Además un taller de tapas afrodisíacas y seducción.

 

Formar parte de un equipo al que admirás profesional y personalmente me llena. Aprendo mucho y con una edad mas o menos temprana estoy viviendo lo que es estar dentro de una empresa, la toma de decisiones, la negociación, el marketing, creación de productos…¿Por qué os estoy contando esto? Por qué es una experiencia nueva, intensa en mi vida qué me esta ayudando a crecer y a tener más que ofrecer a la gente que me rodea.

 

Es una experiencia al mismo nivel que un viaje a un continente extraño, un trío sexual, montar un grupo de música o ir al concierto de tu grupo de música favorito. Somos lo que hacemos. Estaréis de acuerdo conmigo en que no puedes esperar convertirte en una persona excepcional si no haces cosas excepcionales. Busca las cosas que te hagan sentir A TI, BAJO TU VISIÓN DEL MUNDO, cómo una persona excepcional, y Just Do It.

 

Personalmente, creo que a mí me caracteriza una búsqueda de estímulos y experiencias que me ha llevado a ser quien soy. Algunas de ellas un poco destructivas, otras absolutamente enriquecedoras, otras ni fu ni fa… Desde con quince años recorrer los barrios mas desfavorecidos para invitar a los vagabundos a vino a cambio de que me contasen sus historias, a disfrutar de las fiestas mas cool por Amsterdam o Roma. Yo elegí las que tenía que vivir, que no tienen por qué parecerse a las vuestras. Cada uno que busque las que les enriquezca.

 

El enriquecerse con historias, aventuras, vivencias, experiencias distintas y genuinas te abrirá la capacidad de percepción, podrás entender con mayor calidad a un número mayor de gente. Si durante 40 años sólo has visto el color azul, cuando veas todos los colores de golpe, te costará distinguirlos entre ellos.

 

Además lo que puedas ofrecer también será de mayor variedad y podrás elegir que ofrecer o trasmitir a cada una de las personas que tengas en frente. A fin de cuentas estarás exprimiendo mas la vida. Estarás viviéndola de una forma mas intensa.

 

La chica que cruza (II)

Ayer entré en un local sobre las once de la noche. Iba solo.

Tenia en mente a la chica que cruza, ¿y para qué negarlo? Quería sustancia para vosotros, mis lectores. Para poneos en antecedentes os recomiendo que leais el artículo «la chica que cruza».

Ayer era jueves y no tocaba encontrarme a esa titán de las perturbaciones emocionales. Según ella no podia darme el teléfono pero me informaba de que los viernes nos podríamos ver justo donde yo entraba por la puerta.

Era la primera vez que entraba en aquel lugar.

Poca gente, cálido, agradable y decorado de forma ibicenca. Música rollito chill out pero con gracia. Una rápida mirada bastó para darme cuenta de que no estaba.

Hola– me dijo una camarera rubia con una sonrisa bastante espontánea. –¿Qué quieres tomar?

Le devolví la sonrisa. Era muy guapa pero irradiaba una alegría contagiosa muy cotizada en los tiempos que corren. Y más entre las camareras.

-¿Qué tomarías tú si fueras yo?

-¿Si fuera tú? Con esa barba tomaria cerveza Judas.

-Ja ja ja- reí sin poder evitarlo.-No me gustan las motos. Para que lo sepas.

-¿Pero te gusta la cerveza judas?

-Sí. Eres una chica con reflejos- le contesté refozarndo su conducta y premiando su actitud.

-Gracias. La chica sabía relacionarse con la gente. A mi ahora me tenia contento, intrigado, satisfecho y mirándole el culo. Me había colado la cerveza más cara y ya tenia que esforzarme por recordar a qué había ido yo allí. En el local habian dos mesas de chicas, unas cuantas parejas y tres o cuatro grupos mixtos. Ni rastro de nuetra amiga.

La cosa estaba clara: Si la chica que cruza me había recomendado que fuera los viernes alli es porque era una asidua o porque trabajaba de camarera. La rubia entonces sería su compañera. Si empezaba a mandanguear con la rubia podría quedarme sin mi primer objetivo. Pero era ella la que tendría que suministrarme información sobre la segunda.

-Disculpa. Busco a una chica morena, muy alta atractiva con cara de ser modelo de ropa parisina. Suele estar aquí los viernes.

-¿Alejandra?

-Podría ser.

-Pelo liso, por los hombros, ojos grandes y una voz muy característica.

-De momento encaja.

-Olvídate de ella. Tiene novio.

-Tiene novio. Ok. Mientras me olvido, dime, ¿trabaja aquí?.

-Sí. Trabaja aquí.

-¿Camarera?

-Copropietaria.

-Eso la hace más atractiva. ¿Y te cae bien o mal?

-Si yo soy camarera y ella es mi jefa solo me puede caer bien, ¿no?- me dijo arrugando las cejas en una clara expresión de apelar a mi inteligencia y entender su código de ironía.

-Oye, me está gustando hablar contigo. Tienes tu punto gracioso irónico… Pareces una monologuista.

-¿Eso es bueno o es malo?

-Bueno, sin duda. Además sabes perfectamente como te quedan esos pantalones. Así que todo suma.

-Gracias. Hacía teatro y la noche te espabila mucho. Tienes que aguantar a muchos pesados. Pero hasta que consigo trabajo de lo mío es lo que hay.

Estaba empezando a cualificarse. Ella quería que yo supiera que «Hacía teatro, los hombres la acosan y que tenia proyectos».

-¿Y lo tuyo es?

-Logopedia.

-¿Logopeda? ¡Mira que bien! Una vez conocí a una logopeda. Acabamos dándonos besos… -y es que por mucho que intente planificar u organizarme para ir a por la tal Alejandra, no puedo contener mis avances ante una chica guapa al que empiezo a afectar. Ella me miró con una sonrisa. y me aplicó, ella solita, «el espectador de la película subtitulada». Y es que las mujeres lo tienen integrado.

-¿Tú no has venido a por Alejandra?

-Si. ¿Pero qué tendrá que ver una cosa con la otra? Yo vengo a por Alejandra, pero me encuentro una chica como tú, logopeda, con un cuerpo explosivo, inteligente, e intuitiva, y qué pretendes que haga? ¿Que no intente ligar contigo?

-¡Ja ja ja!… ¡¡Hombres!!- Dijo coquetamente mientras se daba la vuelta para atender a otras personas de la barra.

La estaba empezando a envenenar. Ella había asumido que yo iba a ligar con ella y ella sonreía. Aplicando el espectador estaba claro. Mi actitud, directa, sincera y transparente pero exigente le gustaba. Pero lo que creo que más le gustaba es que había captado en seguida algo que ella se valoraba mucho de sí misma. Su inteligencia.

Volvió a los dos minutos a la zona donde yo me encontraba. Se había soltado el pelo. Lo tenia rubio amechado pero natural y estaba preciosa. O sea… HABÍA MANDANGA. En ese momento miró hacia la puerta y me dijo seria y con cierta expresión decepcionante.

-¡Mira! Ha llegado tu amiga Alejandra.

Al girarme vi a un chica muy atractiva y guapa. Seria y altiva. No era la chica que cruza.

-No es ella.- le dije.

-¿Ah no?– dijo muy sorprendida. Tras unos minutos en los que Alejandra charlaba con mi nueva camarera rubia, volvió a acercarse a mi.

-Hay que hacerle caso a la jefa.

Desde luego– contesté. La cosa estaba clara. Si la chica que cruza no era la jefa, esta preciosidad debía ser mía.

-Tengo un plan. Te voy a preguntar el nombre en otro sitio. Eres una chica inteligente y por tanto estoy seguro de que valiente. (le apliqué la herramienta del directo examinador A o B). O me voy y que nos hayamos conocido no ha servido para nada, o ya que somos atractivos, guapos, perspicaces y que sabemos valorar lo bueno, mañana quedamos por la tarde antes de que entres a trabajar a tomarnos algo y a comprobar lo inteligentes que somos los dos….

Ella me miró un segundo y dijo ..

-Mañana no trabajo.

-¿Eso lo convierte en una cena? pregunté… -Bueno. -Una chica inteligente. Apunta tu número y te llamo mañana. Ella apuntó su número en mi movil bajo el nombre de Raquel y me despedí con una sonrisa.

-Puedes estar seguro de que solo me has caído bien y que mañana no va a pasar nada entre tú y yo.

-No me cabe la menor duda.- le dije con una sonrisa. Al girarme susurré sin que me oyera… «lo mismo que dijo mi última logopeda».


Salí por la puerta con una sonrisa. No había encontrado a la chica que cruza, pero me había cruzado con una chica preciosa, divertida y valiente. Y es que si es inteligente, la herramienta A o B no falla. Os contaré que pasará esta noche… pero antes, aprovechando que Raquel no trabaja hoy en el local, seguiré intentando encontrarla….

Aplicando la empatía a la seduccíon

Una vez hemos tratado el tema de la empatía, la negociación y la resolución de conflictos (aunque de una manera muy superficial, pero ya tenemos una pequeña base) me gustaría hablaros del potencial que esto tiene en el mundo de la seducción. De verdad que no os imagináis todas las posibilidades que Egoh y yo hemos encontrado y la cantidad de puentes que estamos tendiendo entre uno y otro mundo trabajando en conjunto. Quede claro, además, que con seducción no quiero quedarme en el hecho de “salir a ligar” o de intentar seducir a desconocidos. También es seducción conseguir que tu relación no se hunda en los mares de la rutina o recuperar una chispa perdida tras unos años de noviazgo.

 

Como ya hemos visto una pequeña base introductoria y para no hacer esto algo demasiado teórico, en las próximas semanas veremos algunos consejos prácticos para aplicar lo aprendido a la seducción. Empecemos con la empatía, que la tenemos reciente.

 

En realidad, muchas de las técnicas que se usan en seducción tienen mucho de empáticas, aunque no se hable de ello exactamente en esos términos. El Directo Examinador utiliza la empatía de manera transversal, está presente en todas y cada una de sus manifestaciones. Ahora bien, me gustaría tratarla por separado para conseguir una mayor conciencia de esta habilidad y exprimir al máximo todas las opciones que nos ofrece.

 

Al fin y al cabo, La empatía es el arma para crear un terreno en común, íntimo y mutuo, donde la comunicación se hace más efectiva y mucho más amplia que el simple hecho de hablar.

 

Pongamos un ejemplo:

Imagina que en lugar de plantearnos la pregunta “¿Por qué no me hace caso?” frente a un rechazo o una situación en la que la persona a la que pretendemos seducir simplemente no nos presta atención, somos capaces de decir “Sé exactamente por qué no me hace caso, porque soy capaz de entenderla”.

Si observamos a la persona, a la situación, al perfil que presenta (edad, cómo son sus amigos), al contexto (el lugar dónde se encuentra), su comunicación no verbal, su aspecto, la manera en que se sienta en esa silla, y somos capaces de integrar todos esos datos, estamos teniendo una información valiosísima, y la información, chicos y chicas, sabemos que es poder.

Sigamos con este ejemplo. Imaginemos que estamos en un bar, es de noche, y vemos un grupo de chicas donde una en particular nos llama la atención y pretendemos seducirla. Nos acercamos, desplegamos todas nuestras técnicas y ella, oh, nos rechaza. Antes de empezar a gestionar el rechazo, podemos intentar saber por qué nos ha rechazado, de manera que esa información nos resulte útil para posteriormente gestionarlo de una u otra manera. Supongamos que esta chica está, como hemos dicho, con su grupo de amigas, que están en un ambiente divertido y que se las ve con mucha complicidad entre ellas. El sitio en el que están es un bar normal de copas donde va gente de todo tipo, no especialmente a ligar si no de todo. Pongámonos en su piel. Todo apunta a que es una reunión de amigas, que están pasándoselo bien. Puede ser que no se vean muy a menudo y que esta sea la típica reunión de una vez al mes que es sagrada para ellas, por lo que es lógico y comprensible que sea más importante estar con ellas, a las que adora y no ve todo lo que le gustaría que perder el tiempo con un desconocido.

Teniendo esto en cuenta, podemos utilizar esta información a nuestro favor: “Veo que estás muy ocupada con tus amigas, desde luego se nota que os lo pasáis muy bien juntas, no me gustaría robarte el tiempo de algo tan importante como son los amigos, ahora, si quieres que nos veamos otro día… y una de las frases de Egoland para acabar

 

Es sólo un ejemplo fácil y sencillo de cómo poder utilizar la información que obtenemos a través de la observación empática para seducir. A partir de ahora iremos ampliando esto semana tras semana. Gracias, como siempre, por vuestra atención.

Aprende a aprender

Siguiendo con el artículo anterior quisiera hablar de lo que para mi es vital en la profesión a la que me dedico desde hace ya cuatro años.

Uno de los pilares de mi fama en este mundo de la seducción, que por supuesto se remonta a cuando trabajaba en la anterior empresa, y a la que le debo mucho por permitirnos aportarnos, es mi forma de enseñar la seducción.

Disfruto enseñando lo que sé. Pero lo que más me satisface es enseñar lo que mis alumnos tienen y no saben.

Ése es sin duda el momento más emocionante para ambos. Para mi y para él.

¿Por qué? Porque siempre he pensado que mi objetivo cuando tengo a un alumno delante es conseguir que disfrute de SU DIRECTO EXAMINADOR.

Cuando uno de vosotros venís a mi casa a un curso, ya teneis conocimientos sobre este mundo.

Vosotros sois distintos. Todos los somos. Con unos hábitos de conducta diferentes, experiencias e historias diversas, virtudes o carencias específicas y rasgos diferenciadores.

Cada uno es directo a su manera y examina bajo su criterio influido por su casa, ambiente, padres, amigos, educación e historias de verano…

Decía en el anterior artículo que una de mis aportaciones en este mundo y que considero imprescindibles para la escuela del DIRECTO EXAMINADOR es SENTIR DE VERDAD. Aprenderla a ella. Hacerla nuestra a base de integrar su esencia y sus elementos exclusivos en nosotros.

Yo os invito, a pesar de que hayan otros sistemas seguramente igual de eficaces, a aprender a aprender. No nos han enseñado nunca a aprender y a hacer nuestro algo.

Desde una perspectiva psicológica cognitiva-conductual, o sea, para los que creemos que el peso de nuestra conducta se basa en nuestra experiencia y la interpretación que hacemos de ella,«Julián» o «Guillermo» pueden modificar su autoconcepto (lo que piensan de sí mismos) y el concepto que tienen de ellos mismos en relación a las mujeres. Pues mi labor, entre otras cosas, he elegido que consista en ayudarles a definirse hasta la fecha para poder entenderse.

Desde nuestra perspectiva, el comportamiento de Julián y Guillermo podrá será modificado siempre que ellos entiendan que sus miedos o carencias en la comunicación u observación vienen dados por unas experiencias concretas que han sido interpretadas de una forma concreta.

Mi labor, antes de enseñarles mis herramientas y técnicas de persuasión o seducción consiste en ayudarles a evaluar el porqué de las consecuencias de las experiencias vividas y como le han influido.

O sea, que si la novia que tuvo con 17 años no le hubiera sido infiel, no tendría una actitud tan agresiva con las mujeres, demostrando estar a la defensiva.

Entiéndose a sí mismo a los 17 años y a su novia a los 16 podemos modificar y edificar a un Julián asumiendo y asimilando las cáusas de sus carencias o virtudes.

Y es apartir de ahí cuando un Julián o un Guillermo pueden individualizar su forma de ser DIRECTO. De una forma completamente suya y exclusiva, pues él y no otro, vivió la infidelidad a los 17 y a los 28 ha conseguido entenderla. Luego su faceta EXAMINADORA será distinta de la de un Tomás que ha trabajado de modelo toda su vida pero su padre lo ha machacado y vive una dependencia emocional por una carencia afectiva que le impide EXAMINAR de una forma congruente.

Mi experiencia en la vida me ha forjado una personalidad a la que algunas gusta, a otros inspira y supongo que a otros no tanto. Ni yo ni Helio entendemos la enseñanza de la seducción sin una intervención en algunas dimensiones de ella.

Potenciamos la autoevaluación y la autoseducción utilizando las herramientas de la psicología científica, herramientas propias y sobre todo, la idea de que las buenas influencias son el alimento del carisma, de la autocreación y de la exclusividad individual del DIRECTO EXAMINADOR.

Es lo que yo he vivido, chicos. Me dieron lo mejor y por ello quiero daros lo mejor de mi. Aprender a aprender es algo tan bello como fácil. Solo hay que ofrecerlo.

Aprende a aprender. No copies. Siente, integra y hazlo tuyo. Todos hemos seducido. Solo hay que reforzar conductas propias y ajenas.

Y quisiera despedirme con un email que he recibido de Antonio con su permiso. Mi alumno de este último FIN DE SEMANA. Creo que es la descripción perfecta de un curso con éxito de EGOLANDSEDUCCIÓN: «me hace feliz poder decirtelo».

En sus palabras y a su forma desmuestra qué es ser un nuevo Antonio, directo y examinador. Esto me hace feliz. Gracias a ti, Antonio.

Hola amigo, ya he llegado a Badajoz, y aunque mañana te enviaré un mail con mi opinión del taller para la web, quiero agradecerte offtopic el fin de semana que he pasado contigo, con Helio y con Mariela, pero especialmente contigo.

Conforme pasan los días me doy cuenta de la barbaridad de cosas que has compartido conmigo, de lo bien que me siento avanzando y del enorme aprecio que te tengo ahora que nos hemos conocido, ha sido un verdadero placer, y me hace sentir muy feliz poder decirtelo.

Un abrazo enorme de tu amigo Antonio.

Reflexiones de un Seductor (III): Reactividad.

Fin de semana calentito. He tenido despedidas, algo de golferio, obligaciones morales que cumplir, flamenquerío…Sólo recordaros que podeís escuchar el avance del podcast de Junio, que mañana saldrá el podcaste entero, que va a molar mucho y que la vida, salvo noticia de última hora, sigue siendo maravillosa.

En el post de hoy, vamos a hablar de las críticas que recibimos todos nosotros. Si las recibimos por ser unos estupidos, pues habrá que aceptarlas. Pero, ¿por qué nos llegan esas críticas de desconocidos, o no tanto, que nos duelen y que no entendemos el porqué?

Antes de acabar el post os daré el porqué. Pero dejadme hablaros de la NO REACTIVIDAD. Lo reactivo es repulsivo, cómo ya todos sabemos.»Helio, todo eso es muy bonito, pero ¿cómo hago para que las cosas no me afecten?».

Principalmente, teniendo paciencia contigo mismo. No tengas prisa. La mejora personal es un camino largo y que requiere constancia. Disfrutad de los esfuerzos que hagais para alcanzar vuestros objetivos. Premiaros por esos esfuerzos y no tanto por el resultado. El resultado sera consecuencia del esfuerzo y llegará tarde o temprano. Si nos centramos exclusivamente en la seducción, esto nos llevará al RECHAZO TRANSITORIO.

Tras este pequeño apunte sobre la no reactividad, que será abordada en «ACTITUD DE SEDUCTOR (IV)» ( a no ser que se me olvide), os dejo con el por qué de las críticas gratuitas e innecesarias. Si acabáis por convertiros en grandes seductores, personas, ingenieros, directores de cine o simplemente descatamos en algo, os vendrá bien tener presente este texto que encontré por la red. Si alguien conoce el autor, que me lo haga saber.

«Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien.»

La empatía

Después de conocer la semana pasada, qué es la negociación desde nuestra perspectiva y para qué puede servirnos, me gustaría que habláramos de la preparación de la negociación, del “antes”. Cuando queremos plantearle a nuestra pareja una situación de demanda, pedirle un cambio o cualquier otra situación que sabemos que puede derivar en un conflicto, lo mejor que podemos hacer es ir preparados.

Si tenemos previstas ciertas cosas, podremos llevar la negociación de una manera más inteligente y efectiva

 

(Aprovecho para repetir, porque aunque lo dije desde el primer día, cada semana alguien deja un comentario al respecto que la negociación y la resolución de conflictos se pueden extrapolar a muchísimos ámbitos y van, por supuesto, mucho más allá de las parejas, pero es exactamente en esto donde nos centramos en esta seccion de la web y a lo que enfoco mi trabajo.)

 

Dentro de la preparación, os voy a hablar de lo que considero que es la clave, del primer paso. Y no es otra cosa que la tan manida Empatía. Estamos acostumbrados a escuchar hablar de la empatía, una y otra vez, para todo, pero llevarla a la realidad es otra cosa.

¿Realmente nos ponemos en el lugar del otro? ¿De verdad lo hacemos con todas sus consecuencias?.

Ser empático significa mucho más que imaginarnos en la misma situación pero desde el punto de vista contrario, analizándolo desde nuestra conducta (os recomiendo ver mi segundo post: “La conducta y sus significados”) y juzgándolo bajo el prisma de cómo consideramos que la otra persona debería comportarse. Empatía significa ser capaces de sentir como el otro, de respirar como el otro. En resumen, de estar, de verdad, situados en la posición real de la otra persona. En una negociación de trabajo o de cualquier otro ámbito ajeno a la pareja, podemos contar con el inconveniente de no conocer a fondo a la persona que tenemos en frente. En cambio, a nuestra pareja (o esa persona con la que mantenemos una relación del tipo que sea) la conocemos de una manera íntima y personal (la profundidad de este conocimiento dependerá, claro está, de lo realmente íntima o duradera que sea esta relación), y tenemos que aprovechar ese conocimiento para ser más efectivos y tener una relación más sana, eficiente y feliz.

 

Así pues, y yendo a lo práctico, si por ejemplo le queremos pedir que pase más tiempo con nosotros porque nos sentimos un poco apartados últimamente y esto implica que va a tener que ver menos a sus amigas/os, antes de sentarnos y planteárselo, aprovechemos lo que conocemos de ella para intentar descifrar cómo va ella (o él) a sentir nuestra petición. Si dispone de muy poco tiempo porque trabaja mucho y ese poco lo tiene que repartir entre amigos, familia y nosotros o si por el contrario, tiene mucho tiempo y lo invierte principalmente con esa amiga que ahora mismo la necesita tanto. O si nuestros horarios son muy distintos entre sí y justo, de los dos días en los que coincidimos para vernos, uno de ellos es el único en que puede reunirse con sus amigas. De esta manera, al comprender –o al menos intentarlo- previamente a la persona a la que le vamos a plantear una demanda, estamos preparando el terreno para una negociación adecuada.

 

No es lo mismo plantear: “Quiero que pases más tiempo conmigo” que “Aunque sé que para ti es básico quedar con tus amigas los viernes porque te resulta imposible verlas otro día y sé lo importantes que son para ti, había pensado que, ya que pasamos poco tiempo juntos, quizá uno de esos viernes al mes podría ser para nosotros”.

 

Nada crea un clima más adecuado en una situación conflictiva que el hecho de que la parte demandada o “recriminada” se siente entendida y perciba que lo que se le pide no responde a una motivación egoísta, posesiva, injusta o vengativa, si no a una valoración de la otra persona de la situación de una manera adecuada y global, a un análisis racional y justo.

Si de verdad queremos conseguir más tiempo con ella, el hecho es que es muchísimo más probable que lo consigamos si planteamos nuestra demanda de una manera empática y comprensiva que si lo hacemos como una exigencia. Así pues, se trata, por una parte, de conocer mejor a la otra persona y aprovechar para mostrarnos con nuestra mejor cara (como siempre decimos, el conflicto nos sirve también para demostrar que somos comprensivos, tolerantes y dialogantes, características positivas y muy buscadas en las personas) pero también, de conseguir nuestros objetivos y por tanto, estar más a gusto con la otra persona.

 

No olvidemos esto: el practicar la empatía no es algo que hagamos únicamente por la otra persona ni nos estamos rebajando ni perdiendo rasgos alfa, es algo que hacemos por nosotros mismos, porque además de aportarnos sensaciones más positivas, nos ayuda a que nuestras peticiones sean más tenidas en cuenta y más escuchadas, y por tanto, a que sea mucho más probable que sean resueltas a nuestro favor. Tengamos esto muy claro, porque hay gente que piensa que mostrarse empático es una especie de favor que le hacemos a la otra persona, nada más lejos de la realidad

Seducción en el trabajo/Hotel


 

 

Un fin de semana da para mucho. Puedes irte de acampada, puedes empezar a estudiar un idioma, puedes dar un concierto o ir al estreno de una película croata. En mi caso, me ha servido para recordar que aún hay mujeres que me estimulan y no conozco. En un mundo donde las cosas son cada vez mas predecibles y mas homogéneas, llevarte sorpresas sirve para que las sonrisas te salgan más naturales. De todo eso hablaremos otro día.

Hoy os hablaré de mi historia con R:

Sería Septiembre o Octubre del año pasado. Estaba trabajando como DJ en uno de los hoteles mas prestigiosos de Valencia. La noche no prometía mucho. Era una cena de empresarios de un sector y la gran mayoría eran matrimonios que superaban los cuarenta. Yo ponía Caetano Veloso, Marisa Monte, algo de Chill Out, mientras observaba como cenaban. Esa noche era especial, me había quitado los pendientes y recogido el pelo. Esa cena era de nivel. El tiempo pasaba y yo me enviaba sms con una amiga para ver si cuando acabase me recogía.

Serían las doce y media cuando el maitre me dijo que la cena ya se había acabado, que empezaba la barra libre y que comenzase con mi discomóvil. Los comensales empezarón a levantarse y a acercarse a la barra. Del fondo de la sala apareció una rubia, alta, fina y con una cara que inspiraba belleza y frío. Una pasada. No me podía creer que no la hubiese visto antes. Se estaba sirviendo una copa. No se cuanto tiempo pasé mirándola, pero el maitre me hacía gestos para que empezase a sonar la música: La perdí de vista, volvió al fondo de la sala.

Maitre – Hey H! A esa chica ni te acerques que te conozco. Es hija de alguien importante. Ni te acerques.

Durante un par de canciones intentaba acertar con la canción que le hiciese levantarse y venir a la sala de baile, parecía que no tenía amigos allí. No había forma. Así que busqué la canción mas larga que tuviese y puse PLAY. Salí de la cabina y comencé a andar hacia su mesa. Estaba casi vacía. Había tantas objeciones que no se me ocurría ninguna frase con la que empezar a comunicarme. Así que me dije “Helio, tu eres bueno en esto, algo te saldrá”

Llegué a su mesa. Estaba sentada con dos señoras muy mayores y muy arregladas.

Helio – Buenas noches señoras. Soy el DJ y quería preguntarles si la música esta siendo de su agrado, pueden pedirme lo que quieran

La reacción fue un unísono

Ellas:“sí, sí, chico, muy amable”.

¡Ni me habían mirado! Se me escapó una risita, desde luego, no había generado en ella el mas mínimo interés, así que tenía que jugar mi principal arma, el sentido del humor:

Helio: “Menos mal, porqué ¿saben una cosa? En realidad soy el dueño de este hotel, y es la primera vez que pincho música”

Por fín había captado su atención. Las señoras ponían cara de que no les había hecho ninguna gracia. La rubia gigante entendió que lo que yo estaba haciendo era mostrar interés en ella, cosa por otra parte, a la que está muy acostumbrada.

Helio: Les invito a que pasen por cabina y pongan cada una de ustedes la canción que mas ilusión les haga. Ahora, si me permiten vuelvo a cabina que hoy soy DJ y si deja de sonar la música, tendré que despedirme a mi mismo.

Sabía que iba a ser díficil, pero yo había jugado mis cartas. Tras una miradita del maitre seguí concentrado con mi trabajo. R no venía a cabina. Las dos señoras tampoco. R se acercó a la pista de baile cuando faltaba media hora para que se acabase la discomóvil. Bailaba con un hombre muy atractivo y muy elegante.

Decidí jugar mi última carta. Cogí el micro y me arranque:

Helio: Ahora, por favor, ¡todos juntos cantémosle Cumpleaños Feliz a la señorita del traje blanco, que hoy es su Cumple!

Empezó a sonar la versión de Parchís de Cumpleaños Feliz. Todo el mundo cantaba. Menos ella que miraba hacia la cabina. Su cara estaba roja. Estaba demostrándole interés, que estaba dispuesto a jugar y que era un tipo diferente, o al menos, que hacía cosas diferentes.

Las caras de las señoras que estaban sentada con ella eran de total incredulidad. Así que tras acabarse la canción entró en cabina.

R- Tu eres muy malo

No os podeis imaginar lo nervioso que me puse al ver a esa mujer entrar con ese vestido, con esa elegancia y con ese TODO a la cabina, que tiene los cristales tintados y desde fuera no se ve nada de lo que hay dentro, pero de dentro si que se ve lo de fuera. La cara del metre cambiaba de color, morado, rojo, blanco, amarillo…

HelioVale, soy malo, pero no te chives, por qué, no te lo vas a creer, pero no soy el dueño del hotel (Sonreí. Ella sonrió.) Vamos a ver, ¿como quieres que no haya intentado conocerte?”

R – ¿Tu sabes quien soy yo?” (y dio media vuelta, haciendo ademán de irse).

Helio – Si te vas, seguro que no lo sabré. Y no sólo eso, si no que tu también te quedarás sin saber quien es el chico que ha hecho que un montón de empresarios desconocidos te canten cumpleaños feliz.

Su actitud era evidentemente examinadora, estaba muy acostumbrada a tíos interesantes. Tenía que jugar aún más fuerte.

R – Eres listo, pero eso para mi no es suficiente

Su contestación era un rechazo. Muestra de apatía. Pero también me había premiado. Estaba especulando con mi reacción. Yo no había justificado aún mi interés y era el momento de hacerlo, y además tomar una actitud examinadora.

Helio – Y que tu estés buenísima tampoco es suficiente para mí. Por eso quiero que te quedes y elijas una canción tú. Para saber que más hay.

Todo eso lo dije con una sonrisa enorme. Esforzándome por no creale ninguna tensión.

Ella se quedó durante un par de canciones en cabina. Nos dijimos que estudiábamos, a que nos dedicábamos y que sentíamos con lo que hacíamos.

R- Helio, yo me voy a ir que he quedado para ir a MYA, cuando acabes, pasate, a lo mejor aún estaré allí.

Su invitación era muy indirecta y me daba poco valor. Se notaba que estaba pendiente de las señoras que le acompañaban en la mesa. La bronca que le caería por estar en la cabina del DJ tanto tiempo sería comparable a la que me caería a mi por parte del metre.

Helio – Mira, R, hoy no puedo ir a MYA, pero dame tu móvil y otro día nos seguimos contando cosas.

La cosa había salido muy bien y disfrute mucho en la interacción, los dos disfrutamos mucho.

Ahora comparto una amistad preciosa con R, que además se esta pensando muy mucho participar de forma activa en el blog de forma anónima.

Herramienta de seducción: Aprender de ella

Una de las cosas más humanas y sentimentales que hay en la vida es aprender. APRENDER. No aprender. ¿Por qué? Porque APRENDER bien algo es hacerlo tuyo, impregnarlo de tu esencia, experiencia e imaginación. De esa forma lo practicas y lo integras en tu vida, emociones, pensamiento e incluso conducta.

Una de las cosas más guays que aprendí en mis comienzos en la seducción es a analizar mis historias de seducción de forma analítica para poder aprender de mi. Mi estilo de seducción. Hoy os voy a confesar uno de mis secretos en la seducción que creo que me define bastante:

Se trata de, como dice Helio en su triángulo, LA OBSERVACIÓN ACTIVA. (haz click para leer a Helio)

Cuando estoy ante ella, la que sea, intento captar su esencia, memorizar sus gestos, armonizar la melodía de su voz, ordeno sus pensamientos, imagino el olor de su sexo. En definitiva, ya antes de ser besada, APRENDO de ella precisamente lo que es ella.

Una de mis principios que ya se han divulgado entre la comunidad , es SENTIR DE VERDAD dentro del ROMANCE.

Y quiero desde egolandseducción ir diseccionando esto.

Hasta aquí, solo con eso, es un gozo ir salivando cada instante… ¿de qué? DE APRENDIZAJE.

Aprendo a ella de ella.

¿Qué incorporo a mi? A ella.

¿Con qué fuente de información? Con ella. Lo cual retroalimenta el aprendizaje del objeto. Que vuelve a ser ella.

Sí. ¿Suena confuso? Lo es. Pero es mágico.

Aprenderla es hacerla nuestra antes de habernos acostado y que incluso sienta que nos pertenece.

Es aprender a reconocer sus cambios. Es cambiar nuestras conexiones sinápticas en el cerebro para incorporarla entera a nuestros recuerdos con tan solo cinco minutos.

Una vez conseguido, integramos de una forma mucho más cómoda EL ESPECTADOR DE LA PELÍCULA SUBTITULADA y nos percatamos mejor de lo que está pasando. Entendiendo, como dice Santi, la Dramaturgia egolandiana, os invito a que la repaséis en su blog, como MARCO lógico de la interacción.

Ella tendrá que hacer de chica y yo de chico. Pero para nosotros no será una chica cualquiera, sino Inmaculada, y no otra.

LA CONOCEMOS sin todavía haber escuchado su vida y por ello emprenderemos el fabuloso camino de la COMUNICACIÓN.

Apasionante, ¿verdad?

Pues preparaos porque en los siguientes artículos vamos a desarrollar esto, los celos, descubriremos si esta noche “la chica que cruza” está donde dijo que iba estar y algo muy muy muy novedoso…

Os espero…

Actitud de un seductor: Naturalidad

Retomamos el concepto naturalidad. “La vía más directa y natural”. Y aquí me gustaría que nos entendieseis bien. El rollito “este chico es un natural” está muy bien. Los que ya estamos desde hace un tiempo en el mundo de la seducción le dábamos un significado un tanto peculiar.

Algo así como:

Un hombre, con poderes sobrehumanos por los que tiene la facilidad innata de saber comunicarse con mujeres de una forma que resulte atractiva y que puede llevárselas a la cama por arte de magia.

Ese es el significado que se le dio en un principio en La Comunidad de Seducción. Yo no reniego ni mucho menos de eso, pues cuando empezó a trabajarse sobre esto era necesario clasificar conceptos para aclararse y demás. Un trabajo excelente que abrió muchos caminos para el estudio de la seducción. Pero yo tengo una sorpresa que daros. Egoland no nació con esas actitudes ni aptitudes. Egoland, yo, tú que estás leyendo esto y te consideras un “NEO-AVEN”, el otro tú que se está leyendo esto y se considera un SUPER PUA y todas las personas que conocéis, TODAS, hemos tenido un proceso de aprendizaje y el trabajo de dotar de significado a las experiencias que hemos vívido.

 

De niño, de adolescente y de adulto tienes un contexto que te va acercando una serie de experiencias y no otras. La repetición de esas experiencias, el significado que les otorgáis, tanto tú como la gente de tu alrededor, todo sumado y bien removido con la imagen que tienes de ti mismo y del mundo forman un sabroso coctel : TU CONDUCTA y TUS EMOCIONES FRENTE A UN ESTÍMULO.

Si a ese estímulo le ponemos nombre de mujer, parece que ya va cogiendo sentido todo esto. Por eso nosotros hablamos de naturalidad. Porque nuestras experiencias nos han ayudado a actuar de forma natural delante de una mujer. ¿Entendéis la diferencia entre los dos conceptos de “naturalidad”?

Cuando pasabas a ser un AVEN, lo que habías hecho era tan sencillo y complicado al mismo tiempo como cambiar una serie de actitudes y conductas. ¿Hacías todo eso nuevo de una forma natural o artificial?

Yo empecé en esto de dar talleres y demás con 18 años recién cumpliditos. He aprendido mucho sobre la vida, sobre la seducción y sobre mí mismo, pero no me siento distinto a un tío que tiene miedo a hablar por la calle a una desconocida. No me diferencia nada más allá que una serie de conocimientos y habilidades que han surgido desde nuestra niñez por unas experiencias concretas.

Nuestra naturalidad se traduce en saber observar las necesidades de cualquier persona y codirigir la interacción hacia un destino óptimo para las dos personas siendo nosotros mismos, sea ella una pija millonaria o la mas punky de su barrio. ¿Por qué? Porque tenemos claro cómo se hace de una forma natural y no artificial ¡Eso es lo que enseñamos en Egoland Seducción!

 

Los últimos post están siendo “de pensar” , ¿eh? Imagino que la vuelta a clase habrá tenido algo que ver con todo esto. Os dejo con una cita de Sócrates que ya utilice en su día:
“Decir que algo es natural, significa que se puede aplicar a todas las cosas”