No sé lo que quiero

He leído muchas veces que un gran seductor/seductora debe tener las ideas claras y objetivos definidos, adherirse a estos con voluntad de hierro, no debe dejarse influenciar por los factores que le rodean y ser implacable hasta alcanzar lo que quiere. Y si no eres así de verdad, lo que dicen es que por lo menos lo aparentes, que es importante que tengas esa imagen, y así alcanzarás lo que quieres.

Pues yo me confieso públicamente: No sé lo que quiero. Y esto abarca todo los aspectos. Empezaré por uno básico, como por ejemplo el dinero. ¿Recordáis cuando erais estudiantes? Todos queríamos tener un trabajo que nos permitiera tener independencia económica. Bien, ahora muchos de nosotros lo tenemos. También tenemos una hipoteca, las letras del coche, del préstamo de las vacaciones, del ordenador nuevo… y recordamos con añoranza la época de estudiantes y esa sensación de ligereza, de falta de responsabilidades y abundancia de tiempo para hacer cosas que nos apetecían. Así que realmente me doy cuenta de que tener más dinero no trae necesariamente la felicidad.

Otro ejemplo, relativo a la seducción. Un gran seductor o seductora tiene un enorme éxito, le sobran las tías-tíos. Tampoco sé si quiero eso. Tengo rachas en las que me da por salir en plan Matahari, es muy divertido y se me da muy bien. Pero luego no me apetece recibir tres o cuatro llamadas al día, ni tener el Messenger saturado de mensajes de tíos interesados por mí. Yo no soy una mujer que necesite ese tipo de atención. Así que acaba aburriéndome también. Entonces, ¿qué quiero?

 

Cuando pienso en ligar, o en echarme un rollete, o una relación estable, desde mi cabeza siempre pienso que quiero tal tipo de hombre, que tenga una cierta similitud su estilo de vida y el mío, por supuesto atractivísimo y arrebatador blablabla… Cuando los he conseguido, a menudo no pasan de unas cuantas citas, o como mucho unos meses, porque me doy cuenta de que necesito algo más. Hay algún ingrediente que me falta y no acaba de cuajar.

Esto me llevó a pensar si es tan importante tener “claro” lo que uno quiere en la vida e ir a saco a por ello, si luego nos damos cuenta de que no era lo que queríamos. Si lo pensáis bien, ¿para qué queremos esas cosas? Todo eso que deseáis en esta vida tiene un único objetivo: haceros más felices. La finalidad de todo lo que hacemos es sentirnos bien. Estamos acostumbrados a buscar un plan de acción para llegar a las cosas que creemos que nos van a dar la felicidad. Pero como ya hemos visto, esto no da ese resultado a menudo.

Lo que yo planteo es una pequeña locura. Propongo que te saltes el plan de acción, que desconectes el cerebro por unas horas y te limites a hacer cosas que te hagan sentir bien, independientemente de que cuadren en lo que tú tenías pensado. En lugar de pensar qué vas a hacer para así sentirte mejor, haz algo que te haga sentir bien, y luego haz otra que te haga sentir mejor. Fíjate qué te dice tu cuerpo que quieres hacer. Lo que surja de ahí te va a gustar y verás que lo que tu cerebro quería hacer de una manera, a lo mejor se puede hacer de otra más sencilla y con menos esfuerzo. Es decir, imagina que eres un corcho, que tu plan de acción te tiene atado al fondo del agua y que lo sueltas, subes libremente y te dejas llevar…

Esta idea de no controlarlo todo y dejarse llevar por sensaciones agradables es algo que le va a chocar a más de uno. Por eso sugiero que para empezar, si alguien quiere hacer el experimento, lo haga un fin de semana o un día de vacaciones. Yo lo hice por primera vez un domingo y me llevé una enorme sorpresa. No sólo no se hundió el mundo, ni mi vida se sumió en un caos, sino que hice más cosas que en mi plan de acción original, con un ánimo y una motivación muy positivos y fue un día realmente relajado.

Para ilustrar de cómo se puede hacer esto en el campo de la seducción, pongo un ejemplo práctico y cómo se puede enfocar la misma situación de dos maneras muy distintas.

Ahora a lo mejor harías algo así:

Imagina que sales con tu ala una noche, veis un grupo de chicas monas y hay una en especial que te gusta. Guapísima, exuberante, se la ve con los humos un poco subidos, pero eso no importa. Tú, que sabes todos los trucos habidos y por haber, sabes cómo bajárselos. Además sabes que eso te va a dar valor delante del resto de tus amigos, así que decides que vas a por ella y te pones de acuerdo con tu ala. Entras hablando con una de las amigas del grupo, al ratito entra tu ala y empieza a hablar con la chica que te gusta, mientras tú te muestras indiferente ante ella. Ocasionalmente, le dices dos o tres cosas casi sin mirarla y aparentas que te interesa otra. El caso es que en el grupo de amigas hay varias chicas simpáticas y te quedas un rato con ellas riéndote. Te lo estás pasando sinceramente bien con ellas, en especial hay una que no es tan mona, pero que tiene una sonrisa traviesilla y un sentido del humor que te encantan.

Ah, recuerdas de pronto, yo me voy a ligar a la que no se puede ligar nadie. Así que vuelves a tu plan original. Y de hecho, puede ser que triunfes, te ligues a la tía más deseada del bar, acabes besándola e incluso te la lleves a tu cama. Pero cuando termines y te preguntes de qué puedes hablar con ella ahora, o cómo decirle que se vaya a su casa porque quieres dormir y te sobra a tu lado, notarás esa sensación de “esto no es lo que yo realmente busco”.

 

Ahora vamos a imaginar la misma situación inicial, pero cambiando algunas cosas. Me salto todos los protocolos de sargeo, porque se trata de hacer lo que te apetezca, así que me da igual la proyección de valor, me da igual quién abra. Que quieres abrir tú, abre tú, que queréis hacerlo juntos porque os resulta más divertido, adelante. Y una vez en el grupo, habla con todas y elije en base a la que te haga sentir mejor. Olvídate del tamaño de los atributos femeninos típicos, olvídate de que sea la que nadie consigue ligarse, quédate con la que te haga sentir mejor y disfruta de esa sensación.

A lo mejor no es ninguna de éstas, o a lo mejor es la amiga normalita, sí, la de la sonrisa de niña pequeña que te hace reír tanto. Tal vez tu ala te diga en un momento dado que la despampanante no hace más que preguntar por ti, o ella misma sea la que te dé claras señales de que está por ti. Pero si te guías por cómo te sientes, y la chica con la que te sientes genial es la amiga menos resultona, te animo a que te arriesgues a seguir esa señal. Igual te sorprendes de ver que la noche ha volado y has amanecido con ella, que a lo mejor habéis acabado en la cama y no quieres que ella se vaya y de que algo dentro de ti sonríe.

Aviso: dejarse llevar por las sensaciones de “me siento bien haciendo esto” es difícil. El ego (no nuestro Egoh, jeje, sino nuestro pequeño ego interior) es un saboteador y nos dirá que la supermodelo es la mejor, o que hay cosas que no se pueden hacer. Pero si sabemos escuchar esa vocecita interna de “qué a gusto estoy ahora”, veremos que muchas veces la elección es mucho más fácil y sencilla de lo que nos imaginamos, y nos sentiremos más llenos que cuando nos guiamos por el ego.

A todo esto, rectifico el título del artículo. Sí sé lo que quiero: Quiero sentirme bien.

Dedicado a mi Ángel de la Guarda, que apareció un día en mi vida como caído del cielo y me enseñó que todo era mucho más sencillo de lo que parecía.

El día que sali del armario

El portero electrónico de mi casa funciona cuando le apetece, así que si hago algún pedido por correo, prefiero que lo envíen a casa de mi madre, que además siempre está allí, no como yo que desaparezco cada dos por tres. Uno de los días que fui a recoger un paquete de mi casa me preguntó:

-¿Qué es? Esto no son cremitas.
(Noté que me subían los colores)
-Nada, –trago saliva- un libro.
-¿De qué?

Yo ya debía estar del color de un tomate bien maduro.

-Psicología.

Me quedé pensando si estaba mintiendo a mi madre, y si un libro de seducción, bueno en realidad psicología aplicada a la seducción se podía considerar “inocentemente” un libro de psicología a secas, y quedarme tan ancha.

Todo esto me llevó a plantearme cómo me siento con respecto al tema de la seducción, lo cómoda que estoy con él, y hasta qué punto necesito ocultarlo de los demás. Para mí, ha sido un camino de crecimiento personal. Una cosa siempre me ha llevado a la otra, y esto no ha sido excepción. El crecimiento personal me ha hecho mejor seductora, y mi camino de aprendizaje de la seducción me ha hecho mejor persona, para mi beneficio y el de otras muchas personas.

Así que poco a poco, empecé a contárselo a todos mis amigos. A ellos se lo planteaba algo así cómo esto:
“Ah, hay algo que quiero contarte, algo que no te he dicho. Ya sabes que me encanta la psicología. Pues he descubierto que tiene aplicaciones en el campo de la seducción, que se puede usar para ligar vaya, y entre unas cosas y otras, he acabado colaborando en una web de seducción de alcance nacional.”
Por supuesto los dejaba a todos a cuadritos. Lo que parecía que iba a ser una pequeña novedad, siempre acababa en largas conversaciones y preguntas acerca de cómo ellos podían ser mejores seductores, las dudas y dificultades que encontraban, y cosas de este tipo.
Pero no acababa yo de estar tranquila. Eso de manipular la verdad con mi madre no me hacía gracia. Así que un día que recogí un libro de su casa y la invité a tomar una tapa en la calle, decidí contárselo:

– Mamá, el libro que he recibido hoy…
– Ñam, ñam. ¿Sí?
– Bueno, ya te conté que son de psicología, pero este es de seducción, psicología de la seducción. Es un tema muy chulo.
– ¿Y por qué lees esas cosas? Ñam, ñam…
– Mmm, pues porque me interesa, y entre otras cosas colaboro con un profe de seducción, escribiendo artículos en su web. Ah, el de Valencia.
– Ñam, ñam… Ah.
Me daba la impresión de que no se estaba enterando bien, así que decido insistir un poco más.
– Sí, tengo una sección con él en la que escribo mi punto de vista femenino en el tema de la seducción, y ayudo a muchos hombres a entender mejor a las mujeres. Mi pseudónimo es Traviesa.
– Ñam, ñam, ñam… muy bien. Come algo ¿no?

 

Suspiro. ¿Por qué esperaba yo otra reacción? ¿Tal vez creía que mi madre me iba a decir que era una porquería lo hago, que porqué me meto en eso, que si no tengo mejores cosas que hacer, que vaya nick he elegido? Pues no sólo no pasó eso, sino que se quedó la mar de tranquila.

Esta pequeña historia es para que veáis que ser sargeadores, seductores y seductoras, leer libros e informarte, ampliar tu conocimiento, hacer cursos, no es nada de lo que avergonzarse ni nada que ocultar. Puede ser algo personal tuyo que no le vas contando a todos, pero yo en mi caso, si sale el tema, no tengo el más mínimo problema en contarlo. Como nunca lo he utilizado para engañar ni para conseguir algo en mi beneficio, no siento ninguna vergüenza.


Siempre he querido crear emociones, atracción y deseo para el disfrute de ambos, así que me parece algo más que positivo. De hecho, todos mis chicos desde que inicié este camino han sabido que utilizo técnicas de sargeo con ellos, y no sólo les gusta, les vuelve locos. “¿Qué me estás haciendo ahora?” “¿Yoooo? Nada, travesuras…”
No hacemos nada malo. Lo sabéis, ¿verdad?

El juego femenino

Juego Femenino

Hola, bienvenidos. No os quedéis en la puerta, por favor, pasad y poneros cómodos…

Este es el espacio de Traviesa, dónde quiero conjugar varias cosas:

Por un lado quiero aportar una perspectiva nueva y distinta para muchos de vosotros: la de una mujer que entiende la seducción como un juego para dos, y en ningún caso una guerra de estrategias y manipulaciones. ¿Hay algo más bonito que sorprender al alguien mirándole a los ojos, con una sonrisita en los labios y decirle: «Si no fuera porque no quiero que te sientas hombre-objeto, te robaría un beso ahora mismo»? Muchas veces nos complicamos muchísimo la vida cuando todo es tan sencillo como expresar nuestro deseo. Tal vez eso fue lo que me cautivó de Egoland, su estilo directo y demoledor. Prepararos para leer algunas ideas que romperán vuestros prejuicios del papel que se supone que tenemos los hombres y las mujeres en la seducción. En esta sección vamos a romper con las reglas de juego tradicionales y a escribir nuestras propias reglas.

Por otro lado, también enfoco esto como un camino de crecimiento personal, y no de clases de teatro. Puedes hacer un papel, disfrazarte de seductor, salir un sábado por la noche con una imagen impecable y una personalidad magnética, para volver a transformarte el lunes por la mañana en el chico normal y tímido que pasa desapercibido dónde quiera que va. ¿Pero no sería mejor que ese atractivo y seguridad te acompañaran todo el tiempo? Llegará un momento en que la seducción será parte de tu vida, no sólo una faceta de fin de semana, y que hará tu día a día mucho más divertido y rico. Eso es un trabajo que empieza desde dentro, y ya iremos viendo cómo lograrlo.

Y ya por último, mi proyecto personal y ambición, es abrir un espacio dónde las chicas que pasen por aquí se sientas cómodas y libres para participar, como compañeras de juego. A ver si las vamos animando a que entren y nos cuenten tus experiencias. Nos entenderíamos mucho mejor.

Así que… ¿jugamos?

Relación estable: ¿Qué hago mal? por traviesa

O rolletes que no duran.

Algunos no pasan de una noche, al día siguiente no te cogen el teléfono, ni te contestan los mensajes. Pero si anoche todo era perfecto, romántico, íntimo… Si la tenía comiendo de mi mano. Si he hecho todo lo que ponía en el manual, he seguido los pasos al pie de la letra ¿qué pasa hoy?

Este artículo es una reflexión acerca del amor, y aunque parezca chocante de entrada, en esto incluyo desde el amor más profundo hasta los rollos de todo tipo, incluso los de una sola noche, porque son un romance a pequeña escala, condensados en un momento único e intenso, y el motivo de que no duren más es porque algo falla. Si fuese realmente fantástico, querríamos más. Más de lo mismo.

Hay una teoría muy interesante acerca del amor que se llama La Teoría Triangular del Amor de Sternberg. No la explico en detalle porque la podéis encontrar en la Wikipedia por ejemplo. Sería demasiado fácil para mí eso de copiar y pegar, a mí me gusta comentaros mi visión y conocer la vuestra. Lo único que pego es el triángulo a modo ilustrativo, para que os hagáis una idea:

triangulo-del-amor-de-Steinberg

Sternberg define tres componentes principales en las relaciones intrapersonales: Intimidad, pasión y compromiso, y según qué componentes tenga, dará lugar a siete tipos de amor, siendo el amor consumado el que contiene los tres componentes, el más sólido.

Independientemente de que quieras novia, la mujer de tu vida o de que vayas convencido de que eres “inenamorable” y de que lo tuyo son aventuras y rolletes, seguro que alguna que otra vez te has preguntado qué es lo que ha pasado con tal chica, que parecía que había química y todo se ha venido abajo. O todo lo contrario, que tú estás convencido de que estáis hechos el uno para el otro, y por mucho que lo intentas, ella siempre acaba con tu amigo, o con el último que entró en el bar, o con su exnovio, o con cualquiera menos tú. Pues echadle un vistazo al triangulito, imaginaros como un cocinero, y siendo sinceros con vosotros mismos, porque nadie más se va a enterar, ved si le habéis echado todos los ingredientes a vuestro pastel romántico.

Pongo un par de ejemplos evidentes que os van a sonar:

Ella me toma por su mejor amigo y paño de lágrimas. Yo la escucho, intento que se sienta cercana, hablamos de todo, hasta de sexo con detalles, y al final, se va con otro. Demasiada intimidad y muy poca pasión.

Lo pasamos genial, una noche de sexo apasionado. Luego le dije que se fuera a su casa porque yo tenía que madrugar. Al viernes siguiente le mando un mensaje y no me contesta. La llamo el sábado y lo tiene desconectado. Demasiada pasión y ninguna intimidad ni compromiso.

Si sólo queréis sexo de una noche, y ella parece que también, no es necesario añadir más ingredientes que la pasión. Pero yo creo que todos anhelamos encontrar ese dios o diosa sexy, que nos den una mezcla de calor y ternura, con los que además de pasarlo increíblemente en la cama, podamos hablar y conversar relajadamente, y contar con él o ella mañana, o dentro de tres días…

Para los que sí que admitan que quieren encontrar algo más profundo y duradero, sin duda echad un vistazo a este esquema, y ved de qué pata cojeáis, o en qué ingrediente os pasáis. Una mezcla equilibrada de los tres es una de las mejores garantías para que la relación perdure. Por supuesto hay otros aspectos, como compartir objetivos en esta vida, similitud en ideologías culturales, políticas, religiosas, etc. Pero eso ya sería si os planteáis algo muy serio.

¿Cómo de rico quedó tu pastelito? ¿Querrá ella repetir…?

Ligando en las redes sociales

Bueno chicos, después de un añito de experimentos de ligar por redes sociales y páginas tipo badoo y meetic, os voy a contar cual ha sido mi experiencia.

Personalmente, a mí no me disgusta mucho esta opción virtual. Soy una persona exigente y creo que si te sabes mover bien, se pueden conseguir resultados aceptables, más rápido que en la calle. Depende de lo que busquemos, pero por lo menos en estas redes tienes oportunidad de conocer y encontrar un tipo de persona en concreto, que para mí es fundamental. Pero hay que tener en cuenta muchas cosas. Por ejemplo, el nivel de Badoo es bajísimo. En comparación, Meetic parece tener gente con mayor capacidad para hablar y expresarse, vidas un poco más interesantes, etc. Pero tiene un precio, como ya sabéis, hay menos gente que en Badoo, etc. Yo aún me estoy pensando si pagar en Meetic, de momento me dedico a pasearme y mirar. Eso a gusto de cada cual, lo que quiere y lo que está dispuesto a pagar.

Pero en general, queremos ligar, ¿no? Para muchos de vosotros intentarlo por internet es bastante frustrante porque es difícil abrir conversaciones. Sí, mal comienzo si ella no contesta, jeje (yo me río porque contesto a muy pocos tíos también, pero lo explico en mi perfil, ya hablaremos de eso). Bueno, no hay mucha diferencia con lo que puede pasar con una mujer en una discoteca, nada te garantiza que vas a acercarte, le vas a abrir y ella va a mantener una conversación contigo, ya si te la ligas ni te cuento. Entonces, veamos qué es lo que pasa, en qué medio nos encontramos y cuáles son las diferencias con una situación en un sitio físico real como podría ser un bar de copas.

En general, internet y el bar son exactamente igual, solo que magnificado. Internet nos da una protección anónima que desinhibe a la mayoría. No tienes nada que perder, con tu nick no sabe quién eres si no salen bien las cosas, así que te sientes más seguro. Eso nos lleva a que es directo, lo va a ser mucho más en internet. El que quiere sexo, lo pide en la segunda frase. El que no se le dá bien mete la pata desde el primer “ola wapa eres tela sexy kedamos esta noche no?” Y desde el punto de vista de la chica, también se potencia todo. Si le entran cinco tíos en una noche, en internet le van a entrar mínimo treinta. Es decir, la competencia para vosotros es mucho mayor, y ella estará con los humos muy subiditos sin haber hecho tu nada mal.

ALGUNOS CONSEJOS PARA LIGAR EN LAS REDES SOCIALES

Entonces vamos a ir por partes, y en este artículo me voy a centrar en todas las cosas que tú puedes hacer para transmitir que eres un seductor dispuesto a enamorarte antes de hablar con ella. Es decir, cómo proyectar que eres un tío atractivo con un poderoso autoconcepto. Así que vamos a darle un repaso a la vía más directa y natural, porque las reglas del juego no han cambiado. Las chicas buscamos en internet lo mismo que en la vida real: atractivo físico, diversión, proyección de futuro, sentirnos mujeres deseadas por alguien deseable.

¿Y cómo conseguimos que ella vea vuestras cualidades incluso si no os habla? Para empezar, diseñándoos un perfil decente. Por supuesto. Y no pierdo el tiempo explicando esto, cualquier dato falso que deis, tanto si ponéis fotos falsas como engañar en el perfil, os pasará factura tarde o temprano. Así que id con la verdad por delante. Como enseña el DIRECTO EXAMINADOR. Decir la verdad no es propiedad de nadie y siempre os ayudará a no meteros en camisa de once varas.

Lo primero que ella ve es tu foto, recuerda que buscamos hombres atractivos, así que vamos a hacernos buenas fotos. Una foto no apetecible es garantía de que no voy a leerme el perfil. Y no, la foto que se hace uno mismo en el espejo del cuarto de baño, con el retrete y el albornoz de flores de la abuela detrás no es una buena foto, por muchas abdominales que marques.

Las fotos con la cam y los autorretratos con el móvil suelen salir fatal. Pasa un ratito mirando las fotos de otras personas, saca ideas y luego pídele a un buen amigo que te fotografíe con paciencia. Ya le invitarás a unas cervezas o le presentarás a las amigas de tus nuevos ligues.

¿Habéis visto las sesiones de fotos de moda? No hacen un par y a la primera salen perfectas. Hacen cientos. Pues vosotros igual. Las cámaras digitales de ahora son accesibles para todos.

Haced mil. Blanco y negro, sepia, en distintos sitios, posiciones, serias, divertidas, con el perro de tu amigo. Échadle imaginación.

Ya teneis unas fotos agradables. Pero ella quiere saber más. Porque quiere un chico con un estatus social como mínimo equivalente al de ella.

Escribir en castellano correcto es imprescindible. Aparte de reflejar una cultura mínima, da mejor impresión y es mucho más agradable de leer. Escribir sin acentos, ni puntos, ni comas, Ks innecesarias, tira mucho para atrás. Si un hombre escribe así es porque o no sabe hacerlo mejor o es vago y poco detallista. Rasgos que no nos atraen precisamente.

Una vez que entables conversación con la chica, si ella se expresa así, adelante. Pero de entrada te quitas puntos si no cuidas la estética de tu perfil.

En éste, con unas pocas palabras, debes intentar proyectarte como un tío que se quiere y se aprecia a sí mismo para ligar, que tiene claro lo que busca, en definitiva, con un gran autoconcepto.

Si no lo haces, muestras poca autoestima y que no tienes mucho que ofrecer. Os recuerdo que la competencia es grande y habrá otros muchos que sí sepan venderse mejor y nos ahorren el tiempo de búsqueda a las chicas.

Incluso si no quieres poner demasiado, un “¿Ya quieres saberlo todo el primer día?” con un guiño” es mejor que no poner nada.

Una cita de un libro que os haya gustado mucho también es un buen gancho.

Plantéate hacer una breve descripción tuya. No es tan complicado: Soy un tío divertido, sociable, juguetón, que quiere disfrutar de la vida, blablabla pero siempre haciendo alguna broma sobre alguno de vuestros defectos. No me lo copiéis, pero con unas cuántas cosas positivas vale. Y lo mismo con la descripción de lo que buscáis: busco chicas interesantes, reírme mucho, conocer una chica que destaque, que ya es difícil hoy en día (la estás invitando a que se cualifique y se venda.) Sobre todo pon cosas positivas. Queremos buen rollito, emociones y diversión. Recordadlo.

En el apartado de información personal, una vez más, insistó que no tiene sentido mentir ni disfrazar la verdad. Si no completas datos asumirán que los estás ocultando. Un tío que no pone su altura seguro que no es porque mide 1’95m… Así que imaginarán que es muy bajo y además se siente inseguro. Y es mucho peor la inseguridad que transmite que su altura.

También resulta cómico que casi todos los tíos tienen complexión atlética en Badoo.

-Ejem…

Una cosa es venderte, y otra pasarte. Cuando llegue el momento de la verdad te va a ver. Así que déjate ver ya.

Entiendo que el tema del trabajo es muy personal. Y yo, por ejemplo, que tengo una profesión golosa, prefiero callármelo. Pero vosotros, que sois observados con lupa, entre otras cosas por vuestro estatus, no hace falta que pongais “profe de tal instituto”. Una información que puede mejorarse si sencillamente decís que sois funcionarios. Eso viste mucho. Seguro que hay alguna manera de ponerle nombre a tu profesión sin destaparte demasiado. Ellas tienen que verte como un tío responsable y con cierta solvencia. Seamos realistas, no nos apetece salir con un tío sin trabajo que no se preocupa por su futuro.

Añadir algunos detalles acerca de gustos musicales, libros, aficiones, nos hace más humanos. Nos hace gente con vida e inquietudes. Vais dando forma a una persona que puede resultar interesante y nos puede apetecer conocer a nosotras. Si yo veo que un chico tiene una lectura en común conmigo le supongo cierta conversación interesante.

Y ya por último, los álbumes de fotos. Ésta es una manera muy sutil de comunicar muchas cosas.

Si sales en tus fotos en chándal tirado en el sofá…. mmm, me lo pienso si no está compensada con otras.

Elige fotos en playas o lugares exóticos y bellos, con tus amigos atractivos y divertidos, con ropa de buen gusto y favorecedora, en ciudades apetecibles…

Todo eso son pequeñas pistas para ella. Que sepa que eres sociable, activo, agradable. En definitiva, que eres un chico normal con trazos de estar por encima de la media. Alguien muy deseable.

Si eres guapo y con buen cuerpo, no necesitas poner 20 fotos de tus abdominales desde todos los ángulos. ¿Habéis visto la barra de arriba? No sale nada más que eso, es de lo más común y aburrido. Pero una camiseta favorecedora, que se intuya un cuerpo cuidado, mmm, jajaja, empieza una a imaginar y es mucho peor. Si te sobran esos atributos, ponle el caramelo en la boca, pero no se lo des todo del tirón.

Ya con esto, revisad vuestros perfiles, y manos a la obra A LIGAR POR INTERNET.

Aquí teneis otro artículo sobre LIGAR POR INTERNET

TRAVIESA