Tomar decisiones (I)
¿Qué decidimos si ella ha decidido?
Las decisiones son elecciones de actuación y de ellas depende el éxito de una acción:
¿Cuántas veces hemos dudado ante lo que debemos hacer cuando ella ha movido ficha?
¡Ah! Queridos amigos! ¡Qué emoción y qué misterio! No nos queremos equivocar nunca. Pero lo hacemos constantemente.
Nuestra amiga Paula hoy está más seria de lo normal y nos dice que prefiere que no nos volvamos a ver más, por ejemplo, mientras acarícia su coca cola light y mira hacia abajo para hablarnos.
¿Y ahora qué hacemos?
Os voy a dar unos pasos imprescindibles a la hora de mover ficha.
A la hora de tomar una decisión debemos:
–Identificar el problema: Lo primero es determinar las discrepancias entre la situación actual y los resultados que nosotros esperábamos que ocurrieran.
–Diagnosticar el problema : reunir y analizar la información que explique la naturaleza del problema. Qué ha pasado y por qué no está reaccionando así.
–Definir alternativas : desarrollar todas las alternativas que son las posibles soluciones. No seguir ciegamente los consejos o lo leído a gente como Egoland o Helio en estas situaciones. Cada situación es un mundo y todos no somos iguales. Analicemos de una forma real y no literaria lo que ella necesita.
–Examinar las consecuencias : ¿que pasaria si? Anticipar los posibles efectos de cada alternativa. ¿Si pretendo demostrarle que soy un macho alfa voy a conseguir lo que realmente quiero de ella? ¿Es eso lo que Paula necesita de mi?
–Tomar la decisión : Elección y ejecución. Tomada nuestra decisión hacerla con la mayor seguridad que podamos. Explicandole, siempre de forma empática por qué la hemos tomado.
Nunca reprocharle a ella nada. Si no a su conducta.
Habéis leído bien. Nunca a ella sino a su conducta.
Y recordad, amigos, la mejor decisión será la que nos lleve a recordarnos a nosotros mismos con una sonrisa.
Siempre vuestro.
Egoh.
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