Entradas

Fuerza de Voluntad: Caerse para volver a levantarse

Hola chicas y chicos,

Hoy me gustaría que echarais un vistazo a un video que está circulando por internet, el cual no solo tiene que ver con el tema principal que siempre me gusta tratar, es decir, escapar de la rutina; si no que es extrapolable a cualquier otro ámbito de la vida:

En él, acabáis de ver a Heather Dorniden, todo un ejemplo de fuerza de voluntad y determinación; ya que mientras lideraba una carrera de 600 metros en la final de un campeonato universitario, y faltando una sola vuelta para terminar, dio un mal paso y cayó al suelo posicionándose en ultimo lugar. La mayoría de nosotros habría pensado algo como “tanto nadar para morir en la orilla” y nos habríamos rendido y aceptado la derrota. Pero ella no. Haciendo gala de un valor increíble, se puso en pie y continuó corriendo hasta terminar y ganar la carrera.

La voluntad es asertividad en estado puro

Una voluntad férrea es clave para el desarrollo personal y para poder llegar a ser, como decimos en Egoland, un seductor 360º. En definitiva, para alcanzar felicidad y bienestar en nuestra vida; pues con ella logras tus propósitos antes o después; pero si no la tienes… lo más probable es que abandones tus proyectos al menor bache, y así no se llega a ninguna parte.

Del mismo modo en que, si cuando estás ante una persona que te atrae y te atreves a expresárselo de forma sincera y empática, eso te convierte en una persona asertiva; también ocurre que eres asertivo si mantienes un compromiso sólido contigo mismo en cuanto a las metas que quieres alcanzar y no te desvías de ellas aunque caigas una y otra vez. De este modo, eventualmente alcanzarás dichos objetivos.

Los dos tipos de voluntad

Entramos aquí en una cuestión un tanto filosófica, pero el caso es que a modo de opinión personal, yo considero que hay dos formas de voluntad:

1- Voluntad pesimista: Quizá la más común. Consiste básicamente en aceptar que no puedes hacer nada para cambiar las cosas (o lo que es lo mismo: falta de voluntad), ya que eres “consciente” de que ciertas situaciones no dependen de ti. Llámalo mala suerte, destino o lo que quieras, pero no es más que una excusa, una forma de sumirte en la complacencia y acallar tu conciencia para no aceptar que simplemente te has rendido ante un obstáculo.

2- Voluntad optimista: Esta nace de la asunción de la propia libertad de elección y el compromiso con tus propios anhelos y deseos, independientemente de las adversidades o de las opiniones y consejos negativos que otros puedan tener sobre ti, así como de las caídas que hayas sufrido en tu camino.

De este modo conviene entender que tenemos libertad para tener fuerza de voluntad ante un problema… y también para no tenerla. Dicho de otro modo: Libertad no consiste en tener la opción de elegir; si no en que teniendo dicha opción, elegimos tener la voluntad de seguir adelante pese a anteriores “fracasos”.

En definitiva, tienes la libertad para poder lograr lo que te propongas. La pregunta es ¿Quieres lograrlo?

Mantén la cabeza en la dirección correcta y no tendrás que preocuparte por tus pies

Por desgracia no sé de quién es la anterior frase pero resume a la perfección lo que pretendo ilustrar en este artículo; pues siempre he creído que si eres honesto contigo mismo respecto a lo que quieres en la vida y luchas por ello, antes o después acaba llegando.

La fuerza de voluntadLo cierto es que lo último que debemos hacer es dejar que nos afecten las piedras que podamos encontrar por el camino, ya sea en nuestro entorno laboral, familiar o en nuestro desarrollo personal. Puedes ver los problemas como fracasos o como aprendizaje, y escoger esta última forma de ver las cosas es mucho más útil de cara a desarrollar una buena fuerza de voluntad.

Al fin y al cabo, como decía el padre de Bruce Wayne en Batman Begins:

-¿Por qué nos caemos Bruce? Para aprender a levantarnos.

Y esta es una lección que como habéis visto, Heather Dorniden tiene bien aprendida. Un abrazo a todos/as.

Diego

Egolandswer #13: ¿Cómo recuperar la atención de mi pareja?

Amigas y amigos… ¿Cuántas veces nuestra pareja parece más apática, dispersa, poco detallista, menos hambrienta de nosotros? Pues alguna que otra vez o incluso, alguna que otra época. ¿Qué hacemos habitualmente? A veces quejarnos, sufrir o vengarnos (siendo nosotros menos atentos si cabe, lo cual nos lleva a alejarnos más de nuestros deseos). Sentimos que le gustamos menos, que está perdiendo interés o que está menos enamorado/a.

Pero yo os invito a pensar en vosotros, en vuestro hobbie preferido, por ejemplo. Algo que os encante. En mi caso, por ejemplo, tocar el piano. Pues si mi piano hablara, de vez en cuando me diría…

Piano:-Yeeeee Tío. ¿Tú eres pianista o minero?

Luis:-¿Por qué me lo dices?-le respondería yo algo sorprendido porque un piano hable.

Piano:-Porque un minero se acercaría más a mí que tú.

Y tiene razón. Pero que en algunos momentos no le dedique tiempo no quiere decir que no me apasione tocar el piano como el primer día. (Si mi piano supiera el tiempo que le dedico a escribir, a hacer talleres, a sacar adelante libros, etc tendría una visión más comprensiva de mí.)

¿Qué hacer cuando mi pareja no está muy cercana a mi?

Por tanto… en esas épocas o días en los que nuestra pareja no está tan atenta..

1º Preguntemos.

¿Le pasa algo? ¿Tiene en mente alguna preocupación? ¿La podemos ayudar?

EMPATICEMOS con nuestra pareja. Que nos haga menos caso, no implica que nos quiera menos.

2º No siempre la culpa es de él o ella.

Quizá nosotros no hacemos o hemos dejado de hacer algo que a ella le encantaba…Cómo darle la bienvenida con un beso que le encantaba.

Quizá no pasamos tanto tiempo intentando husmear y relamer sus intimidades…

Quizá no le estamos preguntando por sus cosas…

3º Seamos realistas respecto al tiempo que llevamos juntos.

El amor y la pasión se transforman en cariño, comprensión, estabilidad, intuición. Y no le podemos pedir peras al olmo. Es muy comprensible que con el tiempo se pierda la frecuencia de los juegos eróticos de la exploración corporal y esas cosas tan nutritivas que las parejas hacen cuando llevan menos tiempo que más.

4º Y más importante…. PROPÓN TÚ (haz tú) HAZ TÚ LO QUE TE GUSTARÍA QUE TE HICIERAN.

Eso es… Dar una sorpresa, comprar un disfraz para alimentar vuestras fantasías, unos billetes de avión por sorpresa, taparle los ojos y tumbarla/o encima de una mesa…

Entonces NARRAMOS Y PREGUNTAMOS PARA ORIENTAR ASERTIVAMENTE

-¡Cómo nos lo estamos pasando! ¡Qué falta nos hacía esto!… ¿Te ha gustado?… Pues yo también quisiera recibir estas sorpresas para sentirme más a gusto contigo.

-Contigo estoy genial.. Pero estaría mejor si de vez en cuando te preocuparas más de que yo también tenga sorpresas….

De esta forma nuestra pareja nos ve como personas comprensivas, resolutivas, no quejicas y personas que evitan conflictos.

-¡Menuda pareja más mandaguera, inteligente y empática tengo!-le escribirán a sus amistades por whatsupp.

Amigas y amigos, si es nuestra pareja es porque queremos. Ayudémosla a hacernos feliz mientras lo sea porque:

 1º Hacemos feliz a la persona que queremos.

 2º Nos hacemos felices a nosotros enseñando a hacernos felices en el futuro.

Felicidad en perspectiva (IV): El ejercicio que te hará tomar tu mejor decisión

En la primera parte analizamos tres definiciones de felicidad. En la segunda analizamos mi propia definición. En la tercera os proponía 3 ejercicios y en esta cuarta os propongo mi favorito!!!

 

 

Es un ejercicio especialmente útil para la toma de decisiones. Se llama “¿Qué me gustará escribir sobre este día?”.

Paso 1: al acabar el día, escribirás al menos un párrafo en el que relatarás qué has hecho durante ese día (si te da mucha mucha pereza, también lo puedes hacer de forma imaginaria, pero lo ideal es escribirlo).

Paso 2: a lo largo del día, cuando tengas dudas o te falte motivación para tomar una decisión, piensa: ¿Esta noche, qué me gustará escribir que hice?

El día de hoy no se repetirá, y eres tú quien tiene el mayor número de cartas para decidir lo memorable y valioso que va a ser. Así pues, durante el día imagina que te encuentras con decisiones cotidianas como:

–      Empezar a cuidarme y aprovechar más el día o no hacerlo.

–      Acercarme a conocer a esa camarera irresistible o no hacerlo.

–      Proponerle a tu pareja un bonito plan, o dejarlo para más adelante.

felicidad-hacer-lo-que-quiero

Pues bien: ¿qué me gustará escribir sobre ese día?

–      que (a) una vez más no he hecho nada para cuidarme, o (b) que en ese día le propuse dos grandes amigos empezar a ir a nadar a las 8 de la mañana para empezar el día con risas y un poco de ejercicio.

–      que (a) me fui a casa con sensación de impotencia y pensando en la pinta de interesante que tenía esa chica, o (b) que me acerqué a esa chica y que me las ingenié para que nos diésemos el contacto.

–      que (a) no hice nada para reducir la rutina que últimamente tengo con mi pareja o (b) que me pasé una hora buscando planes interesantes y estoy muy contento porque el próximo finde me escapo con ella a un precioso pueblo del interior.

Si termino recordando, escribiendo, en definitiva guardando en mi caja de pequeños tesoros diarios cualquiera de las tres opciones subrayadas, habré acortado mi distancia entre quien quiero ser y quien soy. Si actuó así, mis días estarán llenos de logros memorables. Eso me hace definitivamente feliz.

Ya lo sabéis amigos. Cuando acabe el día… ¿qué os gustaría escribir que hicisteis? ¿que leísteis un artículo sobre felicidad, os pareció útil y se lo hicisteis saber al escritor para hacerle sonreír un poquito? Qué pillines…

 

Contento de escribir,

 

Javier Santoro

 

PD: recuerda que tus comentarios enriquecen este artículo, y que todo comentario o pregunta la responderé aquí o en nuestro canal de Youtube Egolandswers. Y si decides compartirlo, gracias de antemano por hacer algo tan halagador como es difundir mi trabajo.

 

Felicidad en perspectiva (III): 3 ejercicios para valorar tu felicidad

En la primera entrega de esta serie de artículos proponiamos diversas definiciones de felicidad, y en la segunda profundizamos en el análisis de una de esas definiciones:

“Sentir que se acorta la distancia entre lo que hago y lo que quiero hacer. O desde el punto de vista del Ser: sentir que se acorta la distancia entre quien soy y quien quiero ser.”

Deliberadamente dejamos una parte de la definición sin explicar, ya que merecía un artículo aparte: sentir.

Hay al menos tres motivos por los que en muchas ocasiones no logramos sentir bienestar por algo que objetivamente puede ser motivo de felicidad:

  1. Nuestra capacidad para naturalizar y normalizar situaciones nos hace insensibles a nuestros progresos (podemos pasarnos una semana atormentándonos mentalmente porque tenemos que finalizar un trabajo, pero una vez lo entregamos no nos pasamos una semana felicitándonos).
  2. Nuestro lenguaje dual, que nos predispone a definir la realidad mediante conceptos absolutos como “éxito y fracaso”, “acierto y error”…  en definitiva ”blanco y negro”, nos hace ciegos a la cantidad ingente de tonos intermedios de los que se compone la realidad.
  3. Y nuestra naturaleza deseante, que nos causa una vorágine de emociones mientras anhelamos algo, nos predispone muy a menudo no valorar aquello que ya tenemos.

Así pues, se puede acortar la distancia entre lo que hago y lo que quiero hacer, y aun así a corto plazo no percibir que aumenta mi felicidad en términos de “mayor satisfacción general con mi vida” (segunda definición que explicamos en la primera parte)

felicidad-urgencia

Se trata de un tema del que seguro escribiré más líneas. Pero de momento, voy a proponer tres ejercicios o intervenciones para tomar perspectiva sobre tu propia vida, pudiendo así valorar y sentir con mayor precisión la felicidad más allá de lo cotidiano.

EJERCICIOS PARA VALORAR LA FELICIDAD

1.Ejercicio retrospectivo:

Si pudiese coger el teléfono, y marcando un número llamar al «yo» de hace un año… ¿qué le diría? ¿se sentiría orgulloso de lo que actualmente estoy haciendo? ¿se sorprendería mucho? ¿Por qué cosas me preguntaría? ¿qué consejos le daría? ¿le daría algún tipo de ánimo respecto a algo? ¿qué le preocupaba a aquel «yo» y qué le diría al respecto? … ¿Y si llamase al «yo» de hace cinco años?

 

2.Ejercicio prospectivo:

Si me llamase al «yo» de dentro de unos años, ¿por qué aspectos de mi vida actual le preguntaría? ¿qué cuestiones me preocupan en la actuaidad y me importa saber cómo las voy a resolver en el futuro? ¿qué estoy haciendo en la actualidad para resolverlas? ¿Hay personas y dimensiones de mi vida que puede que dentro de unos años desaparezcan o se enfríen, y por tanto ese yo del futuro me diría que los viva y saboree al máximo hoy?

3.Ejercicio prospectivo II:

Si en el futuro publican una biografía o autobiografía mía… ¿cómo se llamará el capítulo en el que me encuentro actualmente?

felicidad-hacer-lo-que-quiero

Si hacéis el primer ejercicio es muy probable que descubráis lo mucho que vuestro yo de hace un año se sorprendería y se alegraría por vuestro progreso o por la situación en la que actualmente os encontráis. En todo caso los tres ejercicios son también una buena excusa para tener una interesante conversación con la compañía que os haga feliz. También me podéis escribir en los comentarios los títulos que os salgan al hacer el tercer ejercicio.

EL EJERCICIO DEFINITIVO

En la 4 entrega de esta serie, muy pronto

 

 

Javier Santoro

 

PD: recuerda que tus comentarios enriquecen este artículo, y que todo comentario o pregunta la responderé aquí o en nuestro canal de Youtube Egolandswers. Y si decides compartirlo, gracias de antemano por hacer algo tan halagador como es difundir mi trabajo.

 

Felicidad en perspectiva (II): acortar distancias

En la primera parte analizamos tres definiciones de felicidad.

Retomamos a continuación la última de ellas:

“Sentir que se acorta la distancia entre lo que hago y lo que quiero hacer. O desde el punto de vista del Ser: sentir que se acorta la distancia entre quien soy y quien quiero ser.”

felicidad-hacer-lo-que-quiero

Analicemos las partes de dicha definición:

“Acortar la distancia…”.

Nótese que la definición no dice “felicidad es ser quien quiero ser” o “hacer lo que quiero hacer”, sino que habla de reducir la distancia entre un punto y otro, de algo progresivo. Que el hombre siente más durante el camino que a la llegada, es una absoluta certeza de la que jamás estaremos completamente seguros. Me explico. Han sido muchos autores y filosofías los que han hablado de la importancia del camino sobre la meta. Desde George Bernard Shaw (“Dos tragedias hay en la vida: una, no lograr lo que ansía el corazón. La otra es lograrlo”) a Robert Louis Stevenson (“Es mejor viajar con esperanza que llegar”) pasando por la clásica máxima taoísta que tanto ha inspirado a nuestro compañero Álvaro (“La recompensa es el camino”).

Muchos lectores sabrán a qué me refiero. Y quien no, que confíe. Disfrutar el camino y celebrar con una sonrisa cada centímetro que nos acerca a lo que queremos hacer o lo que queremos ser es motivo de felicidad.

Aplicación práctica: pongamos que soy Eva. He conocido a Marcos, ese chico tan mono e interesante que cada vez me gusta más. Aunque nos conocimos hace poco, siempre que quedamos convertimos el día en algo especial. Pero él es muy honesto e intuye por dónde pueden ir mis apetencias, así me ha dejado caer que lo ha dejado con su pareja hace poco y que no está para grandes compromisos. Tengo entre varias opciones:

(a) plantearle un todo o nada: yo quiero compromiso y si no es capaz de dármelo, no debo seguir quedando con él (aunque quiero!);

(b) renunciar a mi deseo de compromiso. Él no me debe nada y yo no soy quien para sentirme mal por saber que él puede conocer a otras chicas (pero me siento mal!);

(c) celebrar que hoy conozco a Marcos y hace unas semanas no, y que me siento afortunada porque un chico me esté gustando, ya que visto cómo está el patio eso no es tan fácil. A partir de ahí, tengo su contacto y cada vez lo conozco mejor. Así que voy a procurar hacerle sonreír, y provocar ganas de más. Porque tengo claro que de lo que nos gusta, queremos más. No renuncio a mi idea de compromiso pero si provocándonos sensaciones positivas el compromiso sale de forma natural me sentiré mucho mejor que si lo he impuesto como una norma.

La tercera opción parece ser la más probable para que Eva disfrute y sea feliz acortando distancia entre lo que hace y lo que quiere hacer. Nuestra chica sabe que no hay nada seguro, pero siente que así no sólo está disfrutando a corto plazo, sino que aumenta las probabilidades de lograr lo que quiere a medio y largo plazo.

“… entre lo que hago/entre quien soy…”.

Esta parte de la definición apunta hacia el autoconocimiento. No es casualidad que la máxima “conócete a ti mismo” estuviese en el pronaos del Templo de Apolo en Delfos ni que Sócrates, uno de los padres de nuestro pensamiento, tuviese ese principio tan presente.

En la misma línea, una de las sorpresas que se llevan los alumnos que vienen a los talleres de Egoland es que trabajamos mucho el autoconocimiento, y los participantes salen conociéndose y valorándose más[1]

¿Por qué parece haber una relación entre autoconocimiento y felicidad? Considero que hay como mínimo dos razones fundamentales:

1.- Quien se conoce sabe identificar de un modo más preciso qué le sucede, de modo que puede abordar mejor sus propios problemas.

2.- Quien sabe dónde se encuentra, sabe qué dirección debe tomar para llegar a dónde quiere encontrarse.

Aplicación práctica: Santiago se siente poco carismático, poco seguro, y no sabe por qué. Se entera del trabajo que realizamos en Egoland y se apunta a uno de nuestros talleres. Tras varios ejercicios descubre que en realidad una de las cosas que le sucede es que ha tenido unos padres muy exigentes y tiende demasiado al perfeccionismo, de modo que no disfruta de los resultados a los que llega. Aprende a hacer ejercicios para tomar perspectiva sobre su propia trayectoria, empieza a juzgarla de un modo más justo, y se siente no sólo más satisfecho con cómo está dirigiendo su vida, sino más seguro de hacia dónde quiere dirigirla.

 

“… y lo que quiero hacer/ y quien quiero ser.”

Esta parte se deriva del autoconocimiento, y es otro elemento vital repetido en todo libro de autoayuda y charla de coaching que se precie: los objetivos. En definitiva, nos hace felices tener objetivos y acercarnos hacia ellos. Mientras más concreto sea el objetivo mejor podremos medir -valorar- nuestro progreso. Para algunas personas el objetivo puede incluso ser tan abstracto como “mejorar en algo”. En este sentido recuerdo una anécdota sobre Pau Casals, uno de los mejores violonchelistas que ha dado la historia. Se cuenta que a sus 96 años, un entrevistador le preguntó:

– Pau, siendo el mejor violonchelista del mundo, ¿por qué sigues practicando 6 horas al día con tu violonchelo?

– Porque estoy mejorando -respondió Pau-.

Sea la anécdota cierta o no, Pau Casals tenía un objetivo y probablemente acercarse hacia él le proporcionó grandes dosis de felicidad. Tener metas no depende de tener 20 o 96 años. No profundizaré en este tema, pero el ejemplo me parece fundamental para toda aquella persona que llegada cierta edad, piensa que ya ha hecho todo en la vida y no se propone ningún reto, ningún objetivo, ninguna meta. La vida es por definición crecimiento, así que quien decide dejar de crecer, se predispone a dejar de vivir.

Retomemos la definición completa: “Sentir que acorto la distancia entre lo que hago/quien soy y lo que quiero hacer/quien quiero ser”.

Deliberadamente he dejado una parte de la definición sin explicar. Una parte necesaria para completar la definición: sentir.

PD: recuerda que tus comentarios enriquecen este artículo, y que todo comentario o pregunta la responderé aquí o en nuestro canal de Youtube Egolandswers. . Y si decides compartirlo, gracias de antemano por hacer algo tan halagador como es difundir mi trabajo.


[1] Particularmente recuerdo un alumno que tras un taller fue capaz de reescribir su currículum de un modo preciso y añadiendo virtudes que no era consciente que tenía. Posteriormente nos contactó para decirnos que había sido contratado en una empresa y que Recursos Humanos le había felicitado por su CV.

Felicidad en perspectiva (I): 3 definiciones de felicidad

Inestimables lectores, nunca dejará de sorprenderme lo poco que se habla de felicidad de forma manifiesta, cuando de forma latente nunca hablamos de otra cosa.

Como ya comenté al comienzo del artículo sobre El Hecho Social y la Extravagancia, una pregunta del tipo “qué te hace feliz” o “qué es lo más bonito que te ha sucedido esta semana” resulta más extraño que “por dónde saliste anoche”.

Con la venia de nuestro psicólogo positivo, el gran Antoni, en estas entregas voy a extravagar como sociólogo y hablaré sobre felicidad. Me resulta inevitable. Si en La extravagancia Proponía un modo de enfrentarnos a la resistencia social y en El Ser y el Deber Ser  un método para estar en guardia contra las ideas que hemos heredado, esta entrega busca un sentido último, un para qué. Y es que una de las cuestiones que innegablemente comparten todos los seres humanos, es que quieren ser felices.

Teniendo en cuenta esta característica humana común: ¿Por qué plantearnos de manera tan prioritaria la felicidad?

Lo primero que define la urgencia de la felicidad es la brevedad de la vida, su fragilidad manifiesta y la escasa probabilidad de que las buenas oportunidades se repitan. Detengámonos un momento a pensar y digámoslo en alta voz: LA VIDA ES FINITA, y nuestra primera responsabilidad para con ella es vivirla y disfrutarla al máximo. El resto de “deberes” añadidos dependen en gran medida del entorno social y de la lectura que de él hagamos.

felicidad-urgencia

Ahora bien, de la misma manera que existe un código que divide el “ser” del “deber ser”, hay una clara división entre lo que deseamos realmente y aquello que (por presión social, miedo o autoengaño) creemos que deseamos. Dicho esto, la pregunta es inminente:

¿Qué es ser feliz?[1]

En esta serie abordaremos tres definiciones.

1a. EDUARD PUNSET – AUSENCIA DE MIEDO

La primera se la escuché a uno de los santos laicos de nuestra sociedad: Eduard Punset. Él afirma: felicidad es ausencia de miedo. En relación calidad/síntesis es la mejor definición que nunca he encontrado. Porque efectivamente, detrás de cada desdicha podemos encontrar un miedo: miedo a que la persona amada deje de quererme, miedo a perder mi trabajo, a perder el tiempo o dinero invertido en una decisión, a quedarme calvo, a no volver a sentir lo que uno ya ha sentido, a no ser libre, a resultar herido, a no estar a la altura, a quedar en ridículo, a la soledad, o a la nueva canción del verano.

El miedo merece un enfoque particular y extenso y seguramente lo abordaremos en otra oportunidad. Baste decir desde el punto de vista social que el miedo (a lo que van a decir, pensar o hacer los demás) puede llevarnos a alejarnos definitivamente de nuestros deseos e impedirnos ver claramente lo que nos rodea. Esto define nuestra percepción distorsionada de la felicidad. La lista de miedos puede llegar a coincidir peligrosamente con la lista de obligaciones impuestas y heredadas, nos planteamos con frecuencia que tenemos que ser buenos padres, buenos trabajadores, buenos novios, antes que plantearnos la búsqueda del bienestar. Nuestra necesidad de cumplir con las normas sociales  puede llegar a suprimir nuestros deseos y eso requiere una reflexión crítica.

2a.CARMELO VÁZQUEZ – FELICIDAD COMO PROYECTO

La segunda definición, la escuché de uno de los grandes referentes en el campo de la psicología positiva en España: Carmelo Vázquez. Dada la dificultad de medir la felicidad a través de cuestionarios, él usa una aproximación realmente útil: ¿cuál es tu nivel de satisfacción general con la vida?

Esta pregunta entiende que la apreciación de la felicidad necesita de cierta perspectiva. Es cierto que existe una apreciación de lo feliz en lo cotidiano, en saber identificar qué sensaciones y experiencias me producen bienestar, pero a mi parecer la gran virtud de esta definición es entender la felicidad como proyecto. Así pues, tener días malos es perfectamente compatible con una vida feliz. Sobre esta perspectiva de la felicidad ahondaremos en la tercera entrega de estos artículos.

3a. JAVIER SANTORO – LO QUE HAGO Y LO QUE QUIERO HACER

La tercera definición, no es tan genial como las anteriores pero es de la que más orgulloso estoy. Esto se debe sin duda a que se trata de mi definición particular (de hecho animo a todo lector a buscar su propia definición). Considero que felicidad es sentir que se acorta la distancia entre lo que hago y lo que quiero hacer. O desde el punto de vista del Ser: sentir que se acorta la distancia entre quien soy y quien quiero ser.

Analizaremos con ejemplos en la próxima entrega las 4 partes de las que está compuesta dicha definición.

¡Hasta pronto!

PD: recuerda que tus comentarios enriquecen este artículo, y que todo comentario o pregunta la responderé aquí o en nuestro canal de Youtube Egolandswers. Y si decides compartirlo, gracias de antemano por hacer algo tan halagador como es difundir mi trabajo.


[1] Como no puede ser de otro modo, mi aproximación es subjetiva. Para un acercamiento a la literatura científica relacionada con la felicidad recomiendo a Martin Seligman, padre de la psicología positiva, así como uno de los principales impulsores de este enfoque psicológico en nuestro país: Carmelo Vázquez. Particularmente también profeso admiración por Luis Rojas Marcos.

5 pasos hacia la felicidad: Modelo PERMA (II)

Cinco pasos para la felicidad (II) Estimular las emociones positivas en ti y en los demás.

 

Amigos y amigas de Egoland Seducción, seguimos avanzando en esta serie de artículos para poder ir trabajando nuestra felicidad y la de todos las que nos rodean, seduciéndonos y seduciendo continuando con las primeras ideas que vimos en el inicio de esta serie:

Te invito a parar un momento y pensar en lo siguiente: ¿Sabrías enumerar ahora mismo la mayor cantidad posible de emociones negativas que se te ocurran? ¿Y a continuación de emociones positivas? Es decir, de todo aquello que podamos sentir de un signo u otro.

Seguramente te haya resultado más fácil citar emociones negativas que emociones positivas. Lo mismo les sucede a las personas que vienen a mi consulta, a los alumnos de mis cursos y a mi mismo la primera vez que probé a hacer ese listado. No sólo tenemos más nombres para las emociones negativas (lo cual ya de por si es significativo) si no que estas parece que sean más salientes, más fácilmente accesibles.

“Cada uno de nosotros es su propio clima, determina el color del cielo dentro del universo emocional en el que habita” (Fulton J. Sheen)

Sin embargo las emociones positivas como la alegría, el alivio, la serenidad, el  amor, la satisfacción, el apego, armonía, interés, la ecuanimidad, la ternura etc. forman parte de nuestro día a día y podemos promoverlas de maneras diferentes. Seremos creativos, más falibles y nuestra memoria recordará incluso selectivamente los recuerdos buenos.

 modelo-perma-fulton-sheen

Cuando nos encontramos en el espectro positivo de las emociones tenemos una mayor tendencia a ayudar a otros, mostrar comportamientos solidarios, compasivos, generosos o altruistas… y esto agrega a tu mochila adjetivos positivos sobre ti mismo, como Luis nos recomienda muy acertadamente en Seductor. Es más, con una memoria llena de recuerdos positivos estarás labrando tu personalidad hacia un yo más atractivo, más motivante, más apetecible y más valioso.

 

Queremos sentir euforia, alegría,  esperanza, satisfacción… y estas emociones son de una fuerza enorme. A esto le podemos llamar también “instinto de supervivencia” o “instinto de vida” en algunos manuales. Por ello, queremos encontrar a personas que nos hagan sentir emociones. Si quienes tenemos al lado nos hace sentir todo esto… ¿acaso nos tenderemos a seguir cerca de esa persona? ¿No nos resistiremos a sus avances? ¿Dejaremos escapar ese mundo de sensaciones que nos provoca? Ambos sabemos la respuesta, avispada amiga, inteligente amigo.

 

 Sin embargo, este foco en lo positivo no debe de ser mal entendido. Todas las emociones son naturales; llorar no es malo, cumple su función, aunque no siempre sea agradable. Pensar en que alguien viva en un monte solo lleno de orégano o que todo es color de rosa extraña un poco. Al final, naturalidad como parte del Carisma, recuerda las tres Ces. Alguien que acepte las emociones negativas en si mismo y en los demás, alguien que fomente en si mismo y en los otros las positivas.

 

Hay maneras diferentes de estimular estas emociones positivas. Uno muy popular y con efecto real es el del uso de las afirmaciones, que además modifica nuestro pensamiento. Estas son frases cortas, motivantes y positivas. Al leerlas de manera repetida o anotarlas en un lugar visible lo que hacemos es suministrar las instrucciones a nuestro cerebro de qué es lo que tiene que hacer… Fíjate el contraste con los mensajes que a veces nos lanzamos como “jamás podré hacer esto” o “es insoportable que suceda tal cosa”. Aquí lo importante es esa repetición y de nuevo, sentirlas. Acostumbrarnos a sentirlas de verdad.

Ejercicio para estimular las emociones positivas: el foco positivo.

Seguro que en tu día a día ya realizas actividades que estimulan tus emociones positivas: gozar de tus canciones favoritas, de tu merienda favorita, recibir (o dar) un masaje… En este ejercicio la misión es sencilla: cada día procurarte al menos cinco emociones positivas diferentes entre sí, es decir, que provengan de momentos y actividades distintas, tanto solo como en compañía. ¿Alguna vez te habían mandado un ejercicio así? Serán tus “deberes” gozosos e importantes, ¡espero tus respuestas y tu ejemplos de actividades estimulantes!

5 pasos hacia la felicidad: Modelo PERMA (I)

El modelo PERMA de la Psicología Positiva: 5 pasos hacia la felicidad
Amig@s, estamos de nuevo en Egoland Seducción hablando de Psicología Positiva. La verdad es que ya tenía ganas de seguir compartiendo con vosotros esta área de la Psicología que me sigue pareciendo apasionante. En realidad, dudo que a alguien le resulte indiferente el poder conocer mejor cómo ser más feliz, estar mejor y como potenciarlo; casi este podría ser el objetivo de vida de todos nosotros. ¡Afortunadamente, aún nadie ha inventado la Psicología Negativa!

Todos sabemos qué cosas nos hacen felices o al menos intuimos por donde van los tiros. Comer una paella en la Albufera, conseguir acabar ese trabajo tan complicado o pasar una noche desenfrenada de emociones y sudores nos da placer y, de alguna manera bienestar. Esto el ser humano lo ha considerado siempre y hemos inventado fórmulas para ello. No es casualidad que libros como “El secreto” y sobre la ley de la atracción, o gurús normalmente venidos de Estados Unidos nos ofrezcan la receta de la felicidad.

Estos consejos bienintencionados están basados en experiencias personales y quizás estén en lo cierto. Quizás, ahí está la clave. No hay nada que respalde de manera empírica o científica lo que nos proponen. Y ahí entra la Psicología Positiva.

Fue a finales de los 90 cuando Martin Seligman, unos de los impulsores de la Psicología Positiva, cambió la tendencia de la psicología que se enfocaba en las emociones negativas para intentar ahora que las personas sean felices y no simplemente menos infelices, menos deprimidas, menos ansiosas. Recordemos como definimos a la Psicología Positiva: es la rama de la psicología científica que estudia a las emociones positivas y a las fortalezas personales, con la rigurosidad propia de toda ciencia de la salud.

Pasos para la felicidad modelo perma

¿QUÉ ES LO QUE NOS HACE FELICES?¿CÓMO ORIENTARLO PARA MEJORAR NUESTRAS RELACIONES PERSONALES?

“El Bienestar es más que sonreír y sentirnos bien”, es una de las primeras cosas que apunta Seligman.

¿Pueden haber factores que a corto, medio y largo plazo nos proporcionen bienestar de manera sostenida, y por tanto convertirnos en personas más atractivas?

Piensa ahora en ese bollo de chocolate que viste ayer por la tarde en la panadería y que te quedaste con ganas de zamparte. Seguro que te hubiera proporcionado placer (emoción positiva) a corto plazo. ¿Eso significa que debemos seguir una conducta eternamente zampabollil para ser felices?

Otro ejemplo, quizás siempre hayas pensando en que sería genial el poder conocer a chic@s en situaciones cotidianas, no necesariamente los viernes noche en el abarrotado pub de turno. Seguramente tengas que salir de tu zona de confort, probar cosas nuevas y esto nos pone en tensión. No siempre será necesariamente agradable o fácil… pero con persistencia acabarás consiguiendo sentirte mejor y conseguir lo que querías. Cuantas cosas, ¿verdad? Vamos a verlas por partes y cómo puede ayudarnos a convertirnos en personas más seductoras:

PERMA O EL MODELO DEL BIENESTAR PERSONAL

Seligman y otros autores llegaron a su modelo que resume las claves  en la palabra “PERMA”, según sus siglas en inglés, basado en la investigación científica y en la práctica clínica:

P – (Positive Emotions) Emociones Positivas: Se refleja en la cantidad de emociones positivas que sentimos y provocamos durante el día. Mientras mayor sea el número en relación a las emociones negativas, mayor nuestro bienestar. Comer un pastel, que nos hagan un masaje, que nos dé el sol, ver una comedia entraría aquí.

E – (Engagement) Compromiso con la tarea: Se refiere a la capacidad de involucrarse de manera positiva en las actividades del día a día y entrar en lo que se conoce como “flow”. Aprender una habilidad nueva y llegar al punto de que requiere cierto esfuerzo por nuestra parte nos llevaría a entrar en flow, como aprender a tocar un instrumento, a patinar o a cocinar un plato nuevo. Cuanto más momentos de flow, más bienestar de manera sostenida.

R – (Relationship) Relaciones: si hay un factor clave es este. Más relaciones, más amigos, más conocidos, más red social nos ayuda de manera directa a mantener nuestro nivel de bienestar alto. No significa caer en una dependencia de los otros, si no en nutrir nuestra vida de personas que nos aporten, en ayudar a los otros, en ser generosos.

M – (Meaning) Significado: El pertenecer a algo más grande que uno mismo es uno de los pasos para el bienestar. Por ejemplo el ayudar a alguien entrega más felicidad según Seligman que comprarse un regalo a unos mismo. Esto va relacionado con encontrar un propósito en la vida. Quienes lo encuentran o lo van buscando gozan de mayor bienestar.

A – (Accomplishment) Logro: El sentir que se pueden hacer las cosas es uno de los pasos, asociado a quienes realmente tienen éxito son quienes tienen mayor capacidad de bienestar. Conseguir, superarse, lograr: a las personas nos gusta conseguir, y no solo referido a cosas materiales.

Este ha sido un rápido repaso del modelo PERMA y de qué nos hace felices. Hay manuales muy extensos referidos a esto, sin embargo os adelanto que en esta misma web pronto tendréis una serie de cinco artículos relacionados con este modelo, desde una orientación de seducción 360 grados. ¡Nos seguimos leyendo, sed felices!

El camino es la recompensa

Hay una máxima que intento llevar en todos los campos que rodean de una u otra forma mi vida. Y es el siguiente “Disfruta de lo que haces”. Y cómo creo que me ha ayudado a ser más feliz lo incluí en el triángulo de Helio.

COMUNICACIÓN-CUALIFICACIÓN-OBSERVACIÓN + DIVERSIÓN

Se puede interpretar la diversión sólo cómo hacer bromas e ir disfrazado de ninja a los sitios, lo cual me parece estupendamente e invito a la gente a que lo haga. Pero también se puede disfrutar de ir a clase, de lavarse los dientes, de recibir un consejo de un padre, de hacer la compra o de impartir un curso de seducción y en esos casos, algunas personas no verán con buenos ojos tu disfraz de ninja.

Muchos llegan al mundo de la seducción y la psicología heterosocial buscando tener más sexo o conseguir una novia. Y ese es su objetivo. No me parece un objetivo negativo en absoluto, pero a nosotros nos gustaría ofreceros un paso más allá. No. No estoy hablando de tener más sexo o conseguir una novia disfrazado de ninja.

camino-recompensa-objetivos

DISFRUTAR EL PROCESO

Estoy hablando de disfrutar del proceso de las cosas. De que mi objetivo no sea llegar a un punto, sino ser feliz en el camino que me llevará a ese punto.

Eso me creará menos frustación si tarda en llegar el objetivo más de lo planeado y menos vacío cuando logre mi objetivo. Os puedo asegurar que mucho sexo no da la felicidad ni tampoco tener una novia te hace más feliz. El CÓMO vives las cosas es lo que realmente te hará más feliz.

Hay una frase que ejemplifica un poco a lo que la mayoría de nuestra sociedad esta acostumbrada:

“La vida es aquello que pasa mientras te centras en hacer otras cosas”.

Crea tu vida a tu gusto. Así podrás acceder de una manera más fácil a tus objetivos.

LA RECOMPENSA SERÁ EL CAMINO

Así, la recompensa será el camino. El camino será la recompensa. En mi experiencia personal os puedo asegurar que tanto con la aventura de Egoland, cómo con otros campos de mi vida profesional, emocional, me ha enseñado que una vez logras el objetivo la satisfacción esperada es mucho menor de lo que creías que ibas a recibir. Lo que realmente crea satisfacción es mirar hacia atrás y estar orgulloso de cómo has hecho las cosas.

Ejercicio

Muchos de los alumnos tienen objetivos marcados en la vida. Plazos, estrés, cosas que quieren mejorar. Esta bien. No toquéis esos papeles llenos de objetivos y de planes. Sacad un folio nuevo y escribid algo nuevo. Quiero que escribáis con que características queréis recordaros cuando miréis el camino recorrido. Una vez lo tengáis claro, sed justos y generosos con vosotros mismos

4 valores para ser más felices

Este post me gustaría hacerlo algo más personal. En concreto quiero hablaros de cuatro valores que para mí son fundamentales en nuestro intento de ser un poco más felices, y en el próximo artículo os detallaré también las cualidades que considero más importantes para los hombres que desean mejorar sus dotes de seducción.

 4 valores para ser más felices

 SINCERIDAD

El primero de los valores personales que considero indispensables sería la sinceridad. Ser sinceros con nosotros mismos y con los demás. Mucho de los temas que tratamos en EgolandSeducción giran alrededor de este concepto.

 

Ser sinceros es sinónimo de ser valientes. No es un camino fácil porque muchas veces estaremos actuando en contra de lo socialmente aceptado o causando tristeza y dolor en personas que queremos. Pero ser sincero con uno mismo y con los demás compensa. Vivir de forma permanente en el engaño impuesto o autoimpuesto sólo puede significar una vida de insatisfacción.

 

De todas formas, no basta con ser sincero con los demás. Hay que saber serlo. Debemos ser sinceros sabiendo cómo comunicarlo, adaptando nuestro mensaje a la persona o personas que tengamos delante. Una buena intención puede tener efectos catastróficos si no la comunicamos correctamente y no tenemos en cuenta las circunstancias de nuestro interlocutor.

 

GENEROSIDAD

Para entender el segundo valor debéis saber que yo concibo la felicidad como una vía recíproca en la que cuanto más felices hagamos a las personas de nuestro entorno, más felices podemos llegar a ser. A eso se le llama dar sin esperar nada a cambio. Se le llama generosidad.

 

Pero nos suele causar miedo dar y ser generosos. Precisamente por nuestro condicionamiento y psicología de la reciprocidad y expectativa siempre creemos que debemos esperar algo a cambio, y nos sentimos usamos y ninguneados cuando no recibimos lo que deseamos. La clave está en tomarse la vida un poco menos en serio y no esperar tanto de los demás. Y la gracia es que cuanto menos esperemos, más recibiremos.

 

Lo que uno da y el otro recibe suele ser inversamente proporcional. Algo que nos costaría 1 de dar, cuando lo recibe la otra persona se puede haber transformado en un 10. Una amiga mía decidió regalar un pequeño libro a la primera persona que viera sola en el día de Sant Jordi. El libro, de poesía, le costó sólo 5 euros. Pero el hombre solitario, cincuentón, apoyado en la barra de un bar al que se lo regaló y le dedicó un rato de conversación, seguramente lo recordará toda la vida.

 

TOLERANCIA

El tercer valor con el que también me siento muy identificado es la tolerancia. Entiendo la tolerancia como la capacidad de darle a nuestro entorno y a los actos de los demás la trascendencia justa. A ser poco reactivos, a no estar permanentemente enfadados e insatisfechos, a saber darle importancia realmente a los verdaderos problemas y no a los imaginarios. Con esto seguramente vivamos con menos preocupaciones y más satisfacciones.

 

La clave para ser tolerante es en gran medida, la empatía. Es importante saber ponernos en la piel de los demás y entender que todo el mundo actúa de una forma determinada porque tiene unos motivos que quizás a nosotros nos cuesten comprender. Ser conscientes de que no tenemos toda la información sobre por qué una persona está tomando una decisión u otra ayuda a ser más tolerante con el resto del mundo. Y si no haced la prueba con vosotros mismos. ¿Realmente la gente os conoce tan bien como para poder entender todos vuestros actos?

 

PERSEVERANCIA

 

Y por último pero no de menor importancia nos encontramos con la perseverancia. Quizás el valor que considero más significativo y que mejor define mi forma de ser. Perseverar y no desalentarse ante las primeras adversidades es, probablemente, una de las claves de cualquier éxito. Mirar siempre hacia adelante utilizando los conocimientos del pasado. Habrá momentos en los que nos habremos caído tantas veces que no seremos capaces de ver la luz al final el túnel y querremos, sencillamente, olvidarnos de todo. Pero como dice el dicho, la próxima vez intentémoslo mejor y fracasemos mejor.  Imaginaos que supierais que por mucho que intentaseis algo seguiríais fracasando una y otra vez. ¿Qué harías? Pues yo lo continuaría intentando. Estoy convencido de que al final de nuestras vidas no valoraremos nuestros logros, sino el esfuerzo que hemos dedicado a conseguirlos.

 

Echar la vista atrás y  recordar cosas que se me hubieran antojado imposibles antes de acometerlas me reconforta mucho. Sin embargo, como muchos otros valores, la perseverancia está separada por un fino hilo de la obsesión, quizás la cara más oscura de una persona constante y con objetivos bien marcados. Como siempre, conocerse a uno mismo es fundamental para evitar estas trampas. El fracaso no es fracaso si aprendemos de él.

 

 

 

Y para terminar, como dijo cierto cómico que aparece bastante por estos lares “Estos son mis principios, si no os gustan… tengo otros”.

 

Sed felices.

 

Sígueme en Facebook y Twitter para más consejos y experiencias sobre comunicación, persuasión y seducción.

 https://www.twitter.com/@pauegoland

 http://www.facebook.com/pauegoland