Seducción para mujeres: claves iniciales para seducir a los hombres

Queridas amigas, ¿Qué tal si empezamos a hablar de seducción entre nosotras? ¿Seducción para mujeres?¿Os apuntáis? Si la respuesta es… ¡SÍ! Dejad lo que tengáis entre manos, y abrid bien todos las canales… ¡que la emoción está asegurada! Esto va a ser casi como reunirnos: café en mano, muchas ganas de conversar, compartir, aprender y experimentar… y con la firme convicción de que: ¡vamos a desarrollar algo muy guay!

Ahora bien, ¿Cuál es el objetivo? Pues vamos a ver QUÉ es la seducción, PARA QUÉ puede ser útil, QUÉ habilidades son necesarias, y CÓMO desarrollarlas. ¡Ah! Y vamos a ir proponiendo estrategias y herramientas para que nos pongamos en marcha y empecemos a practicar. Todo esto a su tiempo… LA CUESTIÓN FINAL ES: que seamos capaces de expresar y conseguir aquello que queremos: en nuestras relaciones, y con nosotras mismas. Y, ¿qué será eso que queremos? Pues ¡quién sabe! ¡Vamos a descubrirlo!

HABLEMOS DE SEDUCCIÓN PARA CHICAS: puntos básicos y pautas

Voy a exponer algunos puntos esenciales, así como ciertas pautas. Pero, tened en cuenta que diga lo que diga, me voy a quedar corta… Así que tomemos esto como un descubrimiento, y una previa. Las cosas paso a paso, para saborearlas mucho más…

¿Cuál es el objetivo de la seducción?

El OBJETIVO es agradar y atraer a los demás. Ya sean hombres, mujeres, niños… ¡Da igual! Se trata de generar algo en el otro, de inducir, de conmover, persuadir, convencer… para guiar a esa persona hacia algo que queremos conseguir: ¿Ligar? ¿Vender? ¿Qué nos haga caso? ¿Qué nos escuche? ¿Qué nos valore? ¿Qué se interese por algo?

Consejo: al plantearnos “querer seducir a alguien”, lo importante es tener claro QUÉ QUIERO, POR QUÉ y PARA QUÉ. Por ejemplo: mi finalidad puede ser conocer más a alguien… (QUÉ QUIERO), porque me parece interesante el trabajo que hace (POR QUÉ) y para saber hasta qué punto me puede llegar a aportar algo, o ¡hasta qué punto me puede llegar a atraer! (PARA QUÉ)

¿Cuándo somos seductoras?

Cuando estamos ofreciendo lo mejor de nosotras mismas. ¡Pues vaya! Y eso, ¿cómo se hace? Aquí viene lo interesante: para cautivar a los demás, primero tenemos que cautivarnos… Esto es: mejorar la relación que mantenemos con nosotras mismas. Chicas, tenemos que agradarnos, gustarnos, ¡seducirnos!

Pauta/pregunta: Hay que tener en cuenta que la seducción es un proceso que parte de ti. De seducirte a ti misma. Así que la pregunta es: ¿Cómo es la relación que mantienes contigo misma?

 Y eso de agradarnos… ¿De qué va?

Pues de ser conscientes de nuestras cualidades y de nuestras debilidades. Y no hablo únicamente en un plano físico. Hablo en general: no se trata de ser bellas, sino de conocernos a todos los niveles y de ¡disfrutarnos!

EJERCICIO DE AUTOCONOCIMIENTO: vamos a hacer algo así como una “radiografía” de nosotras con estas cinco preguntas:

1. ¿Qué cualidades tengo? ¿Qué me hace especial? ¿Qué me gusta de mi?

2. ¿Qué debilidades considero que tengo? ¿Puntos a mejorar?

3. ¿Qué cosas me interesan? ¿Qué me gusta hacer?

4.  ¿A qué me dedico en la vida?¿Me gusta?

5. ¿Qué me planteo hacer? ¿Qué planes futuros tengo?

Y, ¡paro! No nos vayamos a agobiar. Esto es sólo para empezar a valorar…

¿Para qué puede ser útil desarrollar mi yo más seductor?

Pues básicamente para tener y gozar de unas relaciones más satisfactorias, armónicas y coherentes: ya sea en el trabajo, con la familia, con los amigos o con los hombres. Espera, que me olvido de lo mejor: y para tener más éxito en todo aquello cuanto hagamos y nos propongamos.

Pauta/pregunta: ¿Cómo son tus relaciones? ¿Crees que hay aspectos a mejorar? ¿Cómo es tu comunicación con los demás? ¿Qué sueles mostrar de ti? ¿Qué te gustaría obtener en tus interacciones?

 ¿Cuándo tenemos que seducir?

Pues la seducción puede darse en cualquier parte y con cualquiera. Así que… apostando alto: podemos proponernos cautivar a todas las personas que nos influyen y con las que nos relacionamos a diario. Pero ¡ojo! No con todo el mundo lo vamos a hacer igual. No es lo mismo con el jefe, que con el amigo, que con un chico que nos gusta, que con nuestra madre… ¡Hay que adaptarse a quien tenemos delante!

Consejo: Algo primordial en una actitud seductora: tratar a las personas como si nuestra relación no fuera efímera, es decir, no fuera sólo algo temporal y circunstancial. “La relación que mantengo aquí y ahora, contigo, es algo más allá de un tiempo y un espacio…” ¿Empezamos a probar? Sin duda, esto nos hará crecer con las personas que nos relacionemos…

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Finalizando…

En fin, ¿qué es la seducción? ¿Cuándo, dónde, por qué? Pues como veis es un término, concepto, acción… ¡súper amplio! Así, que está bien que la valoremos como una habilidad que podemos extender a varios ámbitos de nuestra vida… Y lo que mola mucho: ¡al ámbito de las relaciones con los hombres!

Como remate final, y a modo de recogida (¡me encantan los resúmenes!). LA SEDUCCIÓN ES… algo que se hace, una actitud. Algo que se dice, unas palabras. ¿Y algo que se siente? También. Es algo que se percibe, y que das… Es un regalo. Es algo que haces contigo misma, y hacia los demás. Es algo potente, maravilloso, casi mágico… Es simplemente ¡emoción! Emoción en el hacer, vivir, y compartir… (Y me callo, que como me emocione más… ¡voy a empezar a desvariar!).

En el próximo artículo hablaremos de comunicación (un aspecto fundamental). ¡Ah! Y vamos a seguir proponiendo herramientas y pautas concretas… ¿Bien?