Libertad: Transformarnos desde los hábitos (II)

Nos arrepentimos, nos frustramos, nos decimos que nunca volverá a pasar, decidimos cambiar,  y al final volvemos a encerrarnos en el mismo círculo. ¿por qué repetimos una y otra vez el mismo proceso?

 

Liberación

Todos nacemos libres, pero en el camino nos vamos encadenando poco a poco, nuestra estructura moral y psicológica se va formando con nuestro crecimiento y nos va condicionando.

Si miráis a cualquier niño pequeño veréis que su estructura moral es muy distinta a la vuestra, no tiene miedo de expresarse como quiere ya que, entre otras cosas, a esa edad sus acciones están mucho más aceptadas socialmente, pero a medida de que vamos creciendo esa aceptación social va cambiando y se espera que cumplamos ciertos cánones de educación, responsabilidad, decencia, etc.

Es decir, nos vamos encadenando. Una vez estamos encadenados, estamos jodidos.
Muchas veces no podremos expresar lo que sentimos, no podremos actuar como queremos, no podremos ni cumplir las metas que deseamos, ¿por qué? Porque estamos limitados.

Las Cadenas

“Las cadenas” son los factores que han condicionado nuestra conducta a lo largo de nuestra vida,  comprenden mayormente toda la influencia que hemos sufrido por parte de la educación y del entorno.

Yo las divido en tres partes:

1Educación Directa: Es el aprendizaje y la evolución producida por medio de influencias directas y referentes importantes para nosotros. (Padres, hermanos, amigos muy cercanos, mentores, personas que admiramos…) Suele ser la más determinante y la que más impacta en nosotros.


2Educación Indirecta: Parecido al anterior, es el aprendizaje y la evolución producida por medio de influencias con menos importancia para nosotros que las directas. (Música, televisión, cine, libros, revistas, la consciencia colectiva…)


3Entorno: Una vez más, es el aprendizaje y la evolución producida por medio de las influencias que conforman nuestro LUGAR y MOMENTO de nacimiento, y todo lo que eso conlleva. (Ideología Religiosa, Ideología política, clima, cultura, historia, influencias regionales…)

Durante toda vuestra vida habéis estado actuando influenciados por estos tres aspectos. Aspectos que, muchas veces, os impiden expresaros como queréis, aspectos que hacen que sufráis, que os arrepintais y que no os dejan fluir con lo que sentís. Ahora bien, debéis saber que no podemos vivir sin cadenas, siempre van a existir factores condicionantes para nuestra manera de ver el mundo y como actuamos sobre el. Así que si queremos sentirnos más libres lo que tenemos que hacer es transformar nuestras cadenas por defecto a otras que me beneficien más en mi entorno y vida, es decir, elegir YO las cadenas que poseo. Veamos cómo podemos hacerlo:

¿Cómo funcionan las cadenas?

Como ya hemos visto, las cadenas son el resultado de la mayor parte de la educación que hemos recibido a lo largo de nuestra vida, y nos condiciona durante toda esta misma. Ahora bien, ¿por qué nos afectan tanto las cadenas? Porque construyen nuestra actitud.

Como ya sabéis, la actitud es la forma de actuar de una persona, el comportamiento que adoptamos para enfrentarnos a todas las circunstancias que nos rodean, y la educación que recibamos influirá enormemente en este aspecto. Por ejemplo, nacer en África o en Móstoles (Entorno) o que nuestros padres, cada vez que hablamos con los niños vecinos, nos digan que son mala gente (Educación Directa).

¿No creeis que este tipo de cosas influirá mucho en nuestra manera de actuar y de relacionarnos con la gente? Pues yo estoy convencido de que sí.

Una vez entendemos que nuestras cadenas conforman, en mayor o en menor medida, nuestra actitud hay que pasar al siguiente paso, a las conductas concretas que nos impiden actuar de la manera que deseamos.

Nuestra actitud genera unas conductas y esas conductas, a lo largo del tiempo y de reincidir en ellas, generan hábitos (práctica adquirida por la repetición de un acto).  Así que si, chicos, somos un cúmulo enorme de hábitos y de conductas limitantes que repetimos una y otra vez sin darnos cuenta.

Por supuesto, no todas nuestras conductas van a ser erróneas para relacionarnos con nuestro entorno, vamos a ver, nuestros padres no nos educaron tan mal, así que el primer paso para liberarnos sería detectar esos hábitos nocivos para nuestros objetivos. Una vez detectado ya podemos a proceder a cambiar ese hábito nocivo y transformarlo en uno más apto para el objetivo que busquemos conseguir.

Esquema que enseña la influencia de nuestras cadenas y cómo transformarlas.

Repasando hasta ahora

Las cadenas (Ed. Directa, Ed. Indirecta y Entorno) influyen de una manera tremenda en nuestra actitud, llegando a estar esta muy condicionada por estos tres aspectos.

Una actitud generará, con el tiempo, conductas concretas ante estímulos similares. (Si tenemos una actitud introvertida seremos más propensos a exhibir una conducta tímida ante grupos sociales)

Las conductas concretas generan hábitos que pueden ser positivos o negativos, estos hábitos pueden ser transformados a otros más efectivos. (Si solemos tener conductas tímidas y no participamos en las conversaciones con gente nueva nos habituaremos, haciendo mucho más difícil romper ese hábito en un futuro)

Cuanto más repetimos un hábito, más lo reforzamos e interiorizamos. Y por lo tanto, potenciaremos más las conductas concretas que los forman. (Cuanto menos nos comuniquemos y sociabilizemos, más se reforzará nuestra conducta tímida)

Transformar los hábitos negativos o crear nuevos hábitos nos permitirá asumir nuevas conductas, y por lo tanto, poco a poco ir transformando nuestra actitud hacia lo que queremos conseguir.  Es decir, deberíamos hacer el camino inverso, desde nuestros hábitos hacia nuestras cadenas, para conseguir un cambio en profundidad.

Ejemplo:

Hacemos un curso en egolandseducción y eso nos introduce el hábito de salir a conocer mujeres a la calle cuando queramos, repetir este hábito va a generar una serie de conductas concretas (nos volveremos más ingeniosos, divertidos, observadores y experimentados al respecto), esa serie de conductas, cuando se van acumulando en un gran número, terminan incidiendo de gran manera sobre nuestra actitud, ayudándonos a transformarla y por tanto, crear nuestras propias cadenas.

9 comentarios
  1. Camilo Andrés
    Camilo Andrés Dice:

    Genial, tus artículos tienen la sencillez, profundidad y eficacia que todos los menos experimentados deseamos. Gracias Yago por tus aportes…a la espera de la tercera parte.

    Responder
  2. almagesto
    almagesto Dice:

    muy bueno yago!sinceramente yo tengo muchas cadenas de las que quiero safar,pero cuanto cuesta!esto me va a ayudar,lo creo muy util!muchas gracias y espero la tercera parte para empezar a transformar los malos habitos en buenos.

    Responder
  3. Jean9
    Jean9 Dice:

    Yo tambien llamaria a esos hábitos positivos, Virtud.
    Para Aritóteles (Es que he tenido examen de filo hace poco, entonces quiero hacerme el listo), el camino hacia la felicidad (debido a su ética eudemonista) depende de las virtudes.
    Estas virtudes se consiguen mediante el hábito, a su vez, este hábito depende del ESFUERZO. Por ejemplo: si recogemos todos los días nuestra habitación, aunque no estemos acostumbrados, pero por querer ser mejor persona nos esforzamos. Al final nos acostumbraremos, esta costumbre se transformará en un Hábito. Finalmente, este Hábito nos llevará a la virtud, la virtud de ser ordenados.

    Me ha gustado mucho. Este Yago es un genio.

    Responder
  4. Vendetta
    Vendetta Dice:

    Estoy totalmente de acuerdo con este artículo. Romper esas cadenas puede ser una opción para salir de la rutina y mejorar de forma personal!
    Gracias Yaguete!
    Pásalo bien allá donde vayas!

    Responder
  5. mauro
    mauro Dice:

    Buenísimo!! Igual que Camilo, tenes una habilidad impresionante para explicar cosas profundas de una manera sencilla de interiorizar, tus articulos son los mejores. un abrazo de Argentina

    Responder

Trackbacks y pingbacks

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *